El senador Marco Antonio Blásquez Salinas propuso que la autoridad competente realice “un justo y merecido homenaje a los forjadores de nuestra Patria”, al designar los aeropuertos de la república bajo su nombre.
Dicha autoridad tendrá especial cuidado en vigilar que los aeropuertos operados por particulares cumplan escrupulosamente con dicha denominación y aplicará las medidas y sanciones que resulten en caso de omisión o infracción.
El legislador del Partido del Trabajo afirmó que los aeropuertos internacionales son el umbral de acceso para los extranjeros que por razones diversas se trasladan a nuestro país y también un recordatorio para los nacionales que viajan hacia el exterior.
Subrayó que, de entrada, la denominación de dichos aeropuertos permite al país receptor compartir con los visitantes los rasgos más importantes como nación. Con la evocación de un prócer en la denominación de los puertos aéreos, se destacan las virtudes que en él mismo ha reconocido la nación.
Sin embargo, -precisó- con la privatización de las instalaciones para otorgar a particulares títulos que permitieron la operación de las terminales aéreas, cayó en el olvido este recurso para preservar la memoria histórica de los nacionales.
Hoy día, los aeropuertos han perdido su carácter de pedagogía social y de gratitud hacia los próceres de la Patria. Simplemente se dejó de evocar su nombre en los puertos aéreos, comentó.
Tomando como referencia de esta omisión al aeródromo con mayor tráfico de naves, carga y personas del país, resulta que ahora se le denomina como un simple edificio haciendo alusión únicamente a su vocación o funcionalidad. A la fecha, se le conoce solamente como el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, en lugar de referirse al Aeropuerto Benito Juárez, como si en nuestro país no contásemos con nacionales interesados en su patria al grado de arriesgar u ofrendar su vida en su defensa, agregó Blásquez Salinas.
Por todo lo anterior, la iniciativa que plantea adicionar el artículo 3 Bis a la Ley de Aeropuertos, tiene como finalidad recuperar a los aeropuertos como espacios de evocación de la identidad y soberanía nacionales, como sitios idóneos para la memoria histórica en el siglo XXI que se caracteriza por la ampliación y profundización constante de las relaciones internacionales.
La iniciativa se turnó a la Comisión Unidas de Comunicaciones y Transportes y de Estudios Legislativos.
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