El Senado de la República exhortó al titular del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, Javier López Sánchez, a emitir a esta soberanía un informe sobre el nivel de riesgo en el que se encuentran cada una de las 364 variantes de las lenguas indígenas nacionales.
Además de que comunique sobre las acciones que ha implementado o llevará a cabo para salvaguardar y proteger las lenguas indígenas mexicanas, así como los principales retos con los que se ha enfrentado su labor.
Sobre esto, ante el pleno del Senado, el priista Eviel Pérez Magaña subrayó que el Estado mexicano aspira a la construcción de una sociedad democrática, incluyente, equitativa y justa hacia los pueblos indígenas y sus lenguas.
Por lo que en la ley y en materia de políticas públicas, dijo, se ha considerado el desarrollo e implementaciones de programas que valoren la cultura, las lenguas indígenas y que a su vez, permitan preservarlas.
Precisó que la Ley General de los Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas establece como su objetivo regular el conocimiento y protección de los derechos lingüísticos individuales, colectivos de los pueblos y comunidades indígenas.
El legislador priista sostuvo que la promoción del uso y desarrollo de las lenguas indígenas que corresponde al Estado en sus distintos órdenes de gobierno la creación de instituciones y la realización de actividades en sus respectivos ámbitos de competencia para lograr los objetivos generales de esta ley.
Destacó que el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas fue creado como un organismo descentralizado de la Administración Pública Federal, cuyo objetivo es promover el fortalecimiento, preservación y desarrollo de las lenguas indígenas, promover el conocimiento y disfrute de la riqueza cultural de la Nación y asesorar a los tres órdenes de gobierno para articular las políticas públicas necesarias en la materia.
Sin embargo, enfatizó que la sociedad carga con añejos resabios que discriminan al hablante indígena, por lo que el Senado de la República debe pugnar por los órganos competentes para que luchen por el fortalecimiento, preservación y desarrollo de las lenguas indígenas.
En su momento, el perredista Zoé Robledo Aburto, alertó de la pérdida paulatina de las lenguas originales por parte de organismos internacionales como la UNESCO, por lo que se pronunció a favor del dictamen, a fin de que se dé seguimiento y se dote de herramientas para rescatar las lenguas originales y se establezca un desarrollo social y cultural de las mismas.
Por ello, se pronunció a favor de fomentar la continuación y establecer medidas gubernamentales para rescatar a las culturas originales junto a la identidad con las que se vinculan al resto de la Nación.
En su oportunidad, el petista David Monreal Ávila expresó que es lamentable que al interior del país no se dé la importancia y cuidado que se debe a este “tesoro” que fue heredado por los antepasados.
Al concluir, Monreal Ávila subrayó que el Congreso debe procurar la conservación de las lenguas indígenas mejorando las disposiciones legales e impulsando políticas que ayuden a la preservación de las lenguas y condenando la discriminación que pueda haber de las personas que hagan uso de éstas.
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