• PRI: se ha dado un cambio en el rumbo de la política exterior
• Para el PAN, el Canciller aprovecha el legado de los gobiernos de Acción Nacional
• La política exterior es presidencialista, opaca y subordinada a EU, dice PRD
• Considera PVEM replantear las prioridades y estrategias internacionales
• Con la reforma energética se aplicará TLCAN libremente en este sector, advierte PT
Durante la comparecencia de José Antonio Meade Kuribreña, secretario de Relaciones Exteriores, los grupos parlamentarios del PRI, PAN, PRD, PVEM y PT fijaron su postura respecto de la conducción de la política exterior, como parte del análisis del Primer Informe de Gobierno.
A nombre de la bancada priista, el senador Teófilo Torres Corzo condenó el espionaje al que fue sometido Enrique Peña Nieto por parte de Estados Unidos y felicitó al Canciller “por su denuncia de estos hechos ante la Asamblea General de las Naciones Unidas”.
Dijo que la agenda bilateral con ese país debe cimentarse “sobre la base de la dignidad, del respeto, de la confianza, de la mutua colaboración”, por lo que “estaremos atentos en el Senado de la República a que sea bajo estas premisas, como condicionantes irrenunciables, que el Gobierno Federal siga conduciendo su relación con nuestro vecino del norte”.
Consideró adecuado el replanteamiento y suscripción de una agenda multitemática con EU, pues hacía falta que las prioridades se multiplicaran y no sólo se concentraran en los aspectos relacionados con asuntos migratorios y de seguridad.
Por otro lado, destacó que en los primeros meses de esta administración se ha dado un cambio de rumbo en la política exterior de México, a fin de retomar su posición de liderazgo y restablecer relaciones mucho más cercanas con aquellos países de “singular importancia” que habían sido atendidos sin la prioridad que se merecen.
Por el grupo parlamentario del PAN, el senador Octavio Pedroza Gaitán hizo un reconocimiento al Canciller por saber “aprovechar el legado de los gobiernos de Acción Nacional”, a pesar de que se “pretende” reconocer como logros de la presente administración aquellas iniciativas que se forjaron desde el sexenio pasado.
Recordó que la inclusión de México en la Alianza del Pacifico, al Tratado de Libre Comercio con Centroamérica, al Tratado sobre el Comercio de Armas de las Naciones Unidas y el Acuerdo Estratégico Transpacífico fueron acciones impulsadas desde la administración anterior, por lo que su continuidad y concreción deben ser prioridad para la presente gestión federal.
Sin embargo, subrayó que las relaciones con el exterior no corresponden sólo al Presidente de la República y, por ello, la agenda de las relaciones internacionales del país debe dejar de ser únicamente la voz del Poder Ejecutivo, a fin de “alcanzar la dimensión de la representación del Estado mexicano”.
En este sentido, consideró que no debe haber espacio para las divisiones ni soslayar la importancia de la participación de la diplomacia parlamentaria para la construcción de acuerdos, pues es a la nación mexicana a la que se representa y no a visiones unilaterales del Ejecutivo.
La senadora del PRD, Dolores Padierna Luna expresó que el Ejecutivo Federal ha ejercido una política exterior presidencialista, opaca y subordinada a la agenda de Estados Unidos y concentrada en satisfacer expectativas de los poderes exteriores, como de las grandes multinacionales.
Precisó que Peña Nieto reaccionó sin “dignidad” ante los hechos de espionaje a su persona por parte de Estados Unidos, “al contrario, en su posicionamiento casi le pide una disculpa a los norteamericanos por el inconveniente de tener que enviar una nota diplomática”.
Este episodio de espionaje, dijo, es la demostración de la permisividad con la que la actual administración deja operar a las agencias de seguridad norteamericanas y la clara injerencia de Estados Unidos en asuntos internos, como obtener información sobre el petróleo.
Manifestó que el país demanda una política exterior más enfática en impulsar el prestigio de México, que defienda la soberanía nacional, fortalezca la independencia y desista de una actitud sumisa al norte y comience a mirar hacia el sur, diversifique las relaciones internacionales y atienda a los migrantes mexicanos.
Por el PVEM, el senador Juan Gerardo Flores Ramírez afirmó que la política exterior de las administraciones anteriores sólo se centró en el combate al narcotráfico y una relación prioritaria con Estados Unidos, lo que trajo como consecuencia “que la relación con América Latina se debilitara y aunado a la inseguridad, deterioraron la imagen de México en el exterior”.
Por lo anterior, dijo que es necesario replantear las prioridades y estrategias internacionales que permitan reposicionar al país en el ámbito internacional, mejorar las condiciones de seguridad y promover el desarrollo económico en función de las visiones, preocupaciones e intereses de los mexicanos.
Precisó que entre los temas pendientes se encuentra el migratorio, por ello dijo que es necesario brindar atención oportuna y confiable a los connacionales, generando beneficios sociales, económicos y culturales a su favor; así como una agenda regional equilibrada y respetuosa con América del Norte que incluya temas comunes que sean abordados de manera trilateral, en áreas como seguridad y medio ambiente.
México necesita ser un actor sobresaliente en el buen manejo de la política exterior, mediante una participación activa en los asuntos mundiales y es a través de las relaciones diplomáticas que permitirá al país consolidar los acuerdos multilaterales en temas prioritarios como el combate al narcotráfico y el crimen organizado, la protección de derechos humanos y el medio ambiente, finalizó.
El senador del PT, Manuel Bartlett Díaz señaló que la reforma energética elimina la relación de exclusividad del Estado respecto a la electricidad y el petróleo, por lo que de quitarse ese principio y abrirse a la inversión, el TLCAN se aplicaría libremente, “lo que representa una de las consecuencias de explotación, en la cual el país terminaría sin ninguna facultad en materia de energía”.
Dijo que con ello, las empresas extranjeras tendrían todas las facultades para importar, exportar y proveerse del material “que quieran y de donde quieran”.
Asimismo, solicitó información respecto del espionaje, que se llevó a cabo por parte del Gobierno norteamericano respecto al petróleo y las energías en México, “las cuales parecen ser parte de la seguridad de de los Estados Unidos”.
Aunado a ello, destacó que la presencia de agentes extranjeros en el país “es grave, pero no pasa nada, cuando ello significa que la seguridad nacional esta en manos de una potencia extranjera y nosotros calladitamente estamos aceptando todo, mientras espían el petróleo”.
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