Senado de la República

La senadora Maki Ortiz Domínguez alertó que la alimentación por lactancia materna en México se ha reducido “notablemente” en los últimos seis años y esta disminución se ha convertido en un problema de salud que debe de atenderse.
En la inauguración del Primer Foro Nacional de Lactancia Materna 2013, que se llevó a cabo en el Senado de la República, la presidenta de la Comisión de Salud afirmó que “esta práctica está muy por debajo de lo que sugiere la Organización Mundial de la Salud (OMS)”.
Dijo que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012, de un total de cuatro mil 97 infantes, poco más de una tercera parte fueron puestos en el seno materno en la primera hora de vida y sólo el 14.4 por ciento fueron niños de seis meses que siguieron recibiendo lactancia materna exclusivamente.
Resaltó que el porcentaje de menores que fueron alimentados con leche materna en los primeros seis meses de edad se redujo de 39.9 por ciento en 2006 a 18.5 por ciento en 2012, en las zonas rurales y de 17.3 por ciento a 12.7 por ciento, en las urbanas; es decir, se registró una disminución de 18 y 4.6 puntos porcentuales en seis años.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, de los cinco mil 760 recién nacidos diarios, 115 mueren antes de cumplir un año, lo que equivale aproximadamente a 10 mil 925 infantes fallecidos antes de cumplir los primeros 12 meses de vida.
Además, mencionó Ortiz Domínguez, al año fallecen alrededor de 28 mil niños menores de cinco años “y si lo relacionamos con la cifra anterior tenemos que de ellos poco más del 40 por ciento son menores de un año”.
A ello, dijo, debemos sumar que la diarrea y las enfermedades respiratorias son las más comunes en este grupo de la población y curiosamente son aquellas cuya aparición disminuye significativamente en los infantes que son alimentados exclusivamente con leche materna durante los primeros seis meses de vida, como mínimo.
Lo anterior debe ser una alerta para todos, tanto para los padres de familia como para el sector salud, ya que lograr incrementar dicha práctica impactaría de manera directa y efectiva en la disminución de los índices de mortalidad de estos infantes.
En su turno, Mauricio Hernández, director general del Instituto Nacional de Salud Pública, destacó que la OMS recomienda alimentar con leche materna a los recién nacidos en los primeros seis meses de vida o continuar con la lactancia durante los dos años de edad, si así lo desean la madre y el niño, además de la alimentación complementaria oportuna y adecuada.
Sin embargo, en la mayoría de los indicadores relativos a la lactancia materna no se registran avances, lo que se refleja en el incremento de las ganancias de los productores de fórmulas lácteas, que se han duplicado.
Esto, afirmó Mauricio Hernández, significa que estas compañías “no están respetando de manera cabal el acuerdo de autorregulación para no impulsar el consumo de estos productos antes de los seis meses de edad”.
Ante este panorama, dijo que se requiere dimensionar el problema a nivel nacional, reactivar el Comité Nacional de la Lactancia Materna, planear una política pública que responda al interés público, así como desarrollar acciones y programas y asignar recursos para atenderlo.
Isabel Crowley, representante de UNICEF en México, reiteró que fomentar la cultura en favor de la lactancia materna es fundamental para garantizar los derechos de los niños en su primer año de vida.
Alimentar a los menores con la leche de su madre, enfatizó, “es la forma más eficaz y económica de salvar vidas, porque le proporciona al recién nacido nutrientes y defensas inmunológicas, lo que previene la probabilidad de infecciones y contribuye al óptimo desarrollo psicológico.
La lactancia materna, acotó, está vinculada con menores probabilidades de obesidad y desnutrición, dos condiciones que afectan a México en una escala preocupante. Además, los niños que se alimentan con leche materna “tienen 14 veces más probabilidades de sobrevivir durante los primeros seis meses de vida que los que no son amamantados”.
En tanto, José Ignacio Ávalos, presidente fundador de la organización Un Kilo de Ayuda, consideró inexplicable que se hayan logrado avances en la cobertura de salud, atención o esperanza de vida de las mujeres y nos encontremos con “serios retrocesos en los índices de lactancia materna”.
Hizo un llamado a la Secretaría de Desarrollo Social para que en la Cruzada Nacional contra el Hambre se incluya un capítulo específico referente a este tipo de alimentación, así como al Poder Legislativo para promover y facilitar este derecho a las madres trabajadoras.
De la misma manera, se pronunció porque las autoridades sanitarias vigilen el cumplimiento de la Norma Oficial 007, cuyo apartado 5.7 ya establece medios de protección y fomento a la lactancia materna exclusiva y, en su caso, sancionen a quien no cumpla con ella.
Por último, la senadora Gabriela Cuevas Barrón, se comprometió a impulsar, desde la Comisión de Relaciones Exteriores, la participación de México en la Semana  Mundial de la Lactancia Materna.
Para ello, agregó, “estaremos trabajando con todas las instancias de la Comisión y de la Cámara de Senadores, para hacer de este problema un asunto más visible”.
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