La Comisión Permanente hizo un llamado al Ejecutivo Federal para que, a través de la Secretaría de Desarrollo Social, evalúe la posibilidad de constituir un banco de alimentos nacional, a fin de erradicar el hambre y garantizar el derecho a la alimentación de los mexicanos.
En el resolutivo, senadores y diputados también solicitaron que se fortalezcan los apoyos y la colaboración con la red de bancos de alimentos que operan en el país y que integran sus despensas con aportaciones de empresas, cadenas comerciales e instituciones.
Los legisladores enfatizaron que a pesar de que el Estado tiene la ineludible responsabilidad y obligación de proveer alimentación adecuada para eliminar el hambre y la desnutrición, este tema sigue siendo una asignatura pendiente de las políticas públicas.
Según la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos, cada día 31 mil 506 toneladas de alimento se tiran en centros de abasto, supermercados y restaurantes, por el deterioro en su empaque, mala presentación o la proximidad en su fecha de caducidad, aun cuando son aptos para el consumo humano.
La misma organización, destacaron en el dictamen que se aprobó sin discusión, calculó que con sólo la mitad de estos productos que se desperdician sería posible alimentar a los casi 20 millones de mexicanos que no tienen acceso a este derecho.
Este dato, subrayaron, es de suma trascendencia, pues significa que si se rescataran 15 mil de las 31.5 mil toneladas de alimentos que se desechan al día y se distribuyeran adecuadamente a las poblaciones afectadas, “sería posible acabar con la pobreza alimentaria en México”.
En el punto de acuerdo se expone que el impacto de la crisis alimentaria mundial provocó que los bancos de alimentos de México “cierren” sus listas de beneficiarios, efectúen compras adelantadas e intensifiquen sus campañas de recolección para salir adelante.
60 por ciento de los alimentos que integran las despensas de estas organizaciones, se agrega, son donados por empresas y cadenas comerciales y el restante 40 por ciento por instituciones.
Se enfatiza que los 66 bancos de alimentos que operan en México no tienen la capacidad para atender todas las necesidades alimentarias de la población que padece hambre, debido a la creciente demanda y decreciente oferta de productos.
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