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Los candidatos a la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) para ocupar el cargo por seis años, propuestos por el Ejecutivo Federal, defendieron su idoneidad para ser parte del organismo, ante los senadores integrantes de la Comisión de Educación.
En ese sentido, la presidenta del Consejo Mexicano de Investigación Educativa, Teresa Bracho González, puntualizó que algunos de los elementos que la hacen elegible a la Junta de Gobierno del INEE, es que desde hace tres décadas se ha dedicado al estudio de la educación nacional, así como al análisis de la organización administrativa del sistema educativo, sus complejas formas de estructura de gobierno y a la profesionalización de la evaluación de las políticas públicas de México.
Consideró importante señalar que se requerirá una pertinencia en la calidad de materiales, planes, programas y del conjunto de la oferta educativa, que propiciará a su vez, áreas de oportunidad importantes al Instituto.
Asimismo, recalcó que se debe asegurar el establecimiento de ciclos de evaluación razonables y en ese sentido mencionó que “no se debe gastar dinero en lo que no se necesita. No necesitamos una prueba cada año para saber la calidad del sistema educativo; necesitamos muchos instrumentos pero no pruebas universales masivas cada año”.
En segunda instancia, el doctor Tiburcio Moreno Olivos subrayó que no ha estado vinculado al INEE, pero como investigador del tema de la evaluación del aprendizaje “podría aportar una mirada que vendría a complementar las funciones que realiza el Instituto, porque me he especializado en un paradigma cualitativo de la evaluación del aprendizaje”.
Por su propia naturaleza, dijo, el INEE se ha dedicado al diseño de pruebas nacionales estandarizadas, pero consideró que ha llegado el momento de fortalecer la dimensión cualitativa del aprendizaje, porque en un país tan diverso es necesario conocer cómo incorporar en las prácticas de evaluación las condiciones, recursos, procesos, experiencias de escuelas, profesores y estudiantes en una evaluación más contextualizada, integral y justa.
Lo anterior, explicó, “es una parte que mi trabajo y experiencia podría contribuir en caso de ser elegido”
A su vez, el doctor Carlos Muñoz Izquierdo, de la UIA señaló que le gustaría apoyar al nuevo INEE como organismo autónomo, con el objetivo de contribuir a consolidar una educación de calidad, ya que ésta es el cimiento de la sociedad. Es momento de revisar lo que ha hecho el Instituto y de recuperar lo que vale la pena y mejorar lo mejorable, pues el INEE se va a absorber la tarea que la SEP hacía y se convertirá en el principal organismo evaluador de la educación.
Además, expuso, tendrá que ser muy cuidadoso porque hay muchos errores en la aplicación de los instrumentos en el pasado y enfatizó que las pruebas estandarizadas miden a cada elemento en función de su contexto, por lo que se necesita una medición complementada con otra información, como por ejemplo que el maestro lleve un portafolio de sus actividades en donde se registre qué hace y cómo lo hace, para tener una idea clara de lo que le faltó o que hizo bien o mal.
Es importante conocer también cómo operan los supervisores que hasta la fecha se han limitado a una función meramente administrativa, de supervisión y de tomar nota, pero no se han involucrado en la calidad de la docencia, advirtió.
El maestro Gilberto Ramón Guevara Niebla consideró que en la actualidad, el INEE es una nueva institución, que se enmarca dentro de las modificaciones al sistema educativo y que su tarea es la evaluación, e inminentemente normativa para generar reglas que orienten las actividades evaluativas en todo el sistema de educación básica, aunque también puede asumir otras tareas.
Para el doctor Mario Rueda Beltrán es importante reconocer que se tienen 30 años en la función de evaluar la educación y que es necesario reflexionar en lo que se ha aprendido como Sociedad en ese periodo. Externó que, en cuanto a la evaluación del desempeño docente, el Instituto no tiene experiencia, por lo que debe involucrarse paulatinamente en esa actividad, realizando prácticas que le han dado resultados y que, a la vez, produzcan conocimiento social.
En tanto, el doctor Felipe de Jesús Tirado Segura señaló que trabaja de manera sistemática en el tema de la educación desde hace 37 años y consideró ser el primero en haber señalado públicamente los pobres resultados que obtenía el sistema educativo nacional”.
Asimismo, se refirió a su vasta experiencia en la investigación y publicación de temas en educación y evaluación.
Aclaró que la evaluación no es escolaridad; se manifestó, además a favor de la reciente reforma educativa, pues aprendemos y nos educamos en la sociedad; sin embargo, consideró que la evaluación energiza al sistema, hay que saber conducir esa energía para mejorar la calidad de la educación.
Para iniciar la etapa de preguntas y respuestas, la senadora priista Claudia Artemiza Pavlovich Arellano acotó que lo importante de la reforma educativa es asegurar la educación de calidad, por lo que cuestionó a los candidatos su perspectiva sobre cuál es el mejor mecanismo para la evaluación de los profesores, así como de los elementos básicos para incluir una evaluación integral de la educación.
Por el PAN, la senadora Luisa María Calderón Hinojosa pidió a los expositores mencionaran las herramientas con las que se debe implantar la educación de calidad, así como su punto de vista acerca de la integración de la Junta de Gobierno.
En su oportunidad, el senador Gerardo Flores Ramírez, del Partido Verde Ecologista pidió un comentario sobre las características o elementos técnicos que tendría que contemplar el Sistema de Evaluación tanto para los alumnos como para los docentes, a fin de conciliar las particularidades del Sistema Educativo Nacional y la necesidad de diseñar un Sistema de Evaluación universal o integral que arroje indicadores relevantes y útiles que permitan valorar el mejoramiento constante y máximo logro académico de los educandos.
En tanto, el senador perredista Mario Delgado Carrillo cuestionó si existe la posibilidad de armar una evaluación que proporcione un diagnóstico completo de la problemática que enfrentan los jóvenes -que abandonan sus estudios-, que genere de inmediato alguna política pública para mejorar la práctica docente.
Además, preguntó qué se debe de hacer con los maestros que de manera recurrente caen en la incapacidad para estar frente a un grupo.
Para dar respuesta a la serie de cuestionamientos, la doctora Bracho González indicó que 40 por ciento o más de gente adulta está en rezago educativo, es decir, que no ha concluido la secundaria y respecto al abordaje de la evaluación de los currículos y materiales, destacó que lo principal es observar la pertinencia y el reconocimiento de la diversidad del sistema educativo.
Además, enfatizó que la escuela no ha sabido ser el espacio privilegiado de aprendizaje que debiera ser, por lo que recomendó “capturar la idea de que la escuela lo sea para enseñar a los jóvenes y a los niños a aprender a cambiar y enfrentar el futuro”.
Finalmente, reconoció que a nivel macro, la educación no es pertinente, equitativa y eficaz, por lo que se debe garantizar la igualdad de oportunidades para acceder y aprender en la escuela.
En tanto, Moreno Olivos apuntó que se vive un cambio de paradigma en la educación, situación que está sacudiendo a los sistemas educativos nacionales; además observó que para que dentro de las características de la evaluación docente, se debe procurar que los instrumentos de evaluación contengan objetividad, validez y confiabilidad, sin olvidar ser justas, integrales, transparentes y equitativas.
Los modelos pedagógicos de antaño ya no responden a los requerimientos de la sociedad contemporánea, por lo que se tienen que idear formas distintas de diseñar y de implementar el currículo y esquemas o estrategias diferentes en el proceso de enseñanza aprendizaje, agregó.
Por otra parte, resaltó que la evaluación para combatir el fracaso en la educación media superior ha sido tierra de nadie, “se ha abandonado por la investigación educativa y por las autoridades”.
Asimismo, reconoció que el sistema educativo tiene dos retos: la evaluación y la planeación, pues no se tiene una cultura en esos temas. Una evaluación de calidad es justa, participativa y formativa, atiende a la diversidad educativa
En tanto Carlos Muñoz señaló que la educación debe responder a las necesidades del estudiante, de manera pertinente, eficaz, eficiente y equitativa.
Los candidatos de la segunda terna dieron respuesta al senador Ismael Hernández Deras quien cuestionó: ¿Cómo traducir pues la evaluación en recomendaciones concretas para la calidad educativa?
En su turno, el senador Javier Corral preguntó ¿para qué la autonomía?, mientras que el legislador Fidel Demédicis inquirió ¿qué aspectos tendrían que considerarse en el diseño e implementación de la evaluación para que ésta sea eficaz, válida, confiable y justa? ¿Qué va a ser diferente en el INEE de antes sin autonomía y el de ahora con autonomía?
En su respuesta, el maestro Guevara Niebla manifestó que el concepto que se ha “manejado” de evaluación hay que ponerlo en entredicho ya que ésta no es un termómetro y hay que repensar a la evaluación y al sistema de evaluación, precisando que “la evaluación es una actividad que redunda en el aprendizaje”, pero también deben evaluarse otros elementos como actitudes y valores, incluso emociones y conductas, ya que lo que se están formando son personas.
El doctor Felipe de Jesús Tirado Segura señaló que existen desigualdades que deben tomarse en cuenta en la evaluación y puso como ejemplo las zonas urbanas marginadas no pueden ser comparadas con zonas urbanas ni rurales, hay que construir referentes nacionales.
En su respuesta, el doctor Tirado Segura dijo que en cuanto al tema de la autonomía no se puede ser juez y parte y que esta proporciona garantías al instituto. “No se puede aceptar que los niños sigan siendo perjudicados”, enfatizó.
Para el maestro Gilberto Ramón Guevara Niebla, la autonomía no es una solución sino un problema y puso como ejemplo lo que ha sucedido con la autonomía universitaria, que a su juicio es preocupante, ya que se han convertido en entidades totalmente aisladas de su entorno, y puso en duda que la UNAM sea una institución de excelencia.
Por su parte, el doctor Mario Rueda Beltrán expuso que el primer gran reto, es que el INEE se asuma como un organismo autónomo. El instituto debe recoger las mejores prácticas para continuar con sus avances, pero debe estar en comunicación sin que esto signifique subordinación, finalizó.
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BOLETÍN-1375 Aspirantes presentan sus consideraciones para conformar la Junta de Gobierno del INEE.
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