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Los mecanismos de participación ciudadana como las candidaturas independientes no son la “panacea” para salvar la democracia en México y de no ser reguladas adecuadamente pueden “abrir boquetes” para la participación de los poderes fácticos o fomentar la autocracia.
Así lo consideró Lorenzo Córdova Vianello al participar en el Foro de Participación Ciudadana, organizado por la senadora Marcela Torres Peimbert.
Al respecto, el senador Ernesto Cordero Arroyo, presidente del Senado de la República, aseguró que la participación ciudadana es la clave para mantener “la salud de las instituciones democráticas” de un país, pues cuando la sociedad se involucra en asuntos públicos se cierran espacios a la opacidad, se acota la corrupción y los abusos de poder.
En este sentido, mencionó que es fundamental construir mecanismos para impulsar la participación política de la sociedad, a través de tres rutas: la iniciativa ciudadana, candidaturas independientes y consulta popular.
Sin embargo --consideró-- hay temas pendientes que también son esenciales para una democracia participativa como la elección consecutiva de legisladores y presidentes municipales, una segunda vuelta en la elección presidencial, reducir el número de senadores y diputados e incrementar el porcentaje de votos para mantener el registro de partidos políticos.
Dijo que esos asuntos quedaron pendientes en la reforma política de 2012, por lo que la Cámara de Senadores debe abrir los espacios para retomarlos y debatirlos porque parece que “en este momento las unanimidades quieren regresar al país” y es necesario que haya un lugar en el que se reflexionen las cosas, se discutan y se decidan por la mayoría”.
En tanto, la senadora panista Marcela Torres Peimbert señaló que el papel representativo del Congreso se encuentra en crisis, pues la ciudadanía no se siente representada por él.
Por ello, subrayó que en el Pacto por México se reconoce la necesidad de completar la reforma política de 2012 con la aprobación de las leyes que permitan implementar las candidaturas independientes, la consulta popular e iniciativa ciudadana, ya que son parte fundamental para la consolidación democrática y la construcción de una sociedad más equitativa y justa.
Reconoció que los legisladores han cumplido sólo con una parte de la obligación que tienen con la sociedad, por lo que se debe trabajar en la creación de “los puentes necesarios para trascender a una democracia de calidad, donde los ciudadanos sean el centro de la acción política y del debate públ ico.
A su vez, el senador perredista Manuel Camacho Solís dijo que la reforma del Estado es un tema que se ha dejado para el final en el Pacto por México, pero el Senado no puede seguir esperando para debatirlo puesto que hay obligaciones en la Constitución para crear las leyes reglamentarias correspondientes.
Además, es uno de los grandes temas del país que se tiene abordar con la debida seriedad, agregó el también titular de la Comisión de la Reforma del Estado.
Para Lorenzo Córdova Vianello, consejero del IFE, no se debe caer en la “falsa tentación” de ver a los mecanismos de participación ciudadana como la “panacea que vendrá a salvar a la democracia” porque de no ser reguladas con cuidado pueden degenerar en una “democracia de apariencias”.
Explicó que si las candidaturas independientes no se norman adecuadamente se correría el riesgo de legitimar la participación --sin ninguna regulación-- de los poderes fácticos y fomentaría una autocracia “como en el caso de Fujimori, de Chávez y de Berlusconi” que se revistieron con esa figura de participación ciudadana.
Ante ello, estimó que lo peor que se puede hacer es generar expectativas falsas y caer en argumentaciones demagógicas respecto de las candidaturas independientes, ya que son las que menos desarrollo tienen en el plano constitucional y podrían generar boquetes interpretativos.
Hizo notar la complejidad que significa la regulación de esa figura, pues todo el sistema electoral se centró en el fortalecimiento del sistema de partidos y las candidaturas independientes vienen a cambiar de forma importante el escenario democrático del país.
Por su parte, Santiago Nieto Castillo, catedrático de la UNAM, expresó que no se debe ver a los partidos políticos como “los malos” y a los ciudadanos como “los impolutos” que resolverán los problemas de representación en México sino de contemplar a las candidaturas independientes como un elemento más que permitirá el fortalecimiento de una democracia participativa.
Consideró que el tema de la fiscalización es fundamental para impedir que existan candidatos vinculados con los poderes fácticos, legales o ilegales.
En su turno, el senador panista Javier Corral Jurado opinó que más que una reforma política se necesita una del Estado que redistribuya facultades, funciones y competencias entre niveles de gobierno y poderes de la Unión y que tenga como destinatario final a los ciudadanos.
Lo anterior, precisó, se lograría mediante la implementación de los mecanismos de participación ciudadana y del fortalecimiento del régimen de partidos porque la sociedad participa a través de esas vertientes.
En opinión del investigador Pedro Salazar Ugarte la democracia mexicana no está en crisis sino que es “un lugar común, muy consolidado y muy cómodo”.
Si miramos la participación ciudadana en las elecciones, los resultados de las mismas, la manera en que se integran las autoridades y las dinámicas en que distintos actores interactúan con las instituciones, “me parece que encontramos evidencias de que sin ser perfecta y con defectos nuestra democracia representativa ha venido madurando”.
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