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El Senado de la República exhortó al Ejecutivo Federal a integrar la cafeticultura como producto estratégico, dentro del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2013-2018, a fin de vertebrar el conjunto de normas, programas, recursos, esfuerzos interinstitucionales y capacidades productivas, que lo transformen en una actividad económica generadora de empleos, ingresos y crecimiento sostenido en las regiones que cuentan con potencial para desarrollarlo.
Al presentar el punto de acuerdo, aprobado de urgente resolución, el senador Luis Armando Melgar Bravo resaltó que dentro de la coyuntura positiva que representa el Gobierno actual y de acuerdo con los artículos 26 Constitucional y 21 de la Ley de Planeación, el PND deberá elaborarse, aprobarse y publicarse dentro de un plazo de seis meses contados a partir de la toma de posesión del Presidente de la República, es decir, en mayo.
Destacó que la producción de café de México se concentra en cinco estados: Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Puebla y Guerrero y, a pesar de la volatilidad, altibajos y puntos de inflexión de los ciclos económicos del café, ha generado a lo largo de los años gran riqueza y contención social.
En ese contexto, detalló que México pasó de ejercer un liderazgo productivo -de manera lamentable- a la posición 38 entre los países exportadores de la Organización Internacional del Café, fundada desde 1958.
“No es posible cuantificar con certeza cuánto café verde entra y sale de contrabando por la frontera sur, ni cuánto del importado legalmente, sea verde o industrializado, se reexporta, pero la cantidad se estima en un millón de sacos anuales”, agregó.
México exporta 500 millones de dólares, pero en 2000 se exportaban 140 millones de dólares más, es notoria la merma en la producción y en la riqueza del producto y que tiene gran impacto en la economía, pero sobre todo en el ámbito social.
Explicó que quienes dependen de la venta del café para subsistir, así como la economía de los países productores, han perdido 67 por ciento de los ingresos que provienen de la exportación del producto, cuyo precio de compra se encuentra entre los 54.33 centavos de dólar y los 99.30, circunstancia que aprovechan las grandes multinacionales para adquirir su materia prima.
Sin embargo, dijo, la gran masa de consumidores no se han beneficiado de esos precios, ya que pagan un aproximado de 175 pesos por el kilogramo de tostado y molido en grano y 375 pesos por el soluble.
El legislador no omitió mencionar que los ingresos de más tres millones de mexicanos dependen del café, en donde crece un mercado ilegal y disminuye el mercado productivo.
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