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Integrantes de la Comisión de Educación, que preside el senador panista Juan Carlos Romero Hicks, coincidieron en señalar que el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación debe ser autónomo.
Durante la reunión con el presidente del INEE, Mario Rueda Beltrán, los senadores Daniel Amador Gaxiola, del PRI; Javier Corral Jurado y Víctor Hermosillo y Celada, del PAN; Raúl Morón Orozco, del PRD, y Juan Gerardo Flores Ramírez, del PVEM, llamaron al Instituto a solicitar al Senado de la República su autonomía, “porque la autonomía no está en los decretos presidenciales, sino en la ley”.
Además, recalcaron que el problema en el modelo educativo es que el contenido está sometido a “un componente político altamente partidista electoral”.
En términos de la historia de México --subrayaron-- no han sido docentes, pedagogos, investigadores o maestros, los que dirigen la educación, sino hombres duros del Estado mexicano, “porque el modelo es político y mandan a negociadores políticos a tratar con presiones políticas”.
En su exposición, Rueda Beltrán advirtió que al terminar la educación preescolar, casi el 10 por ciento no sabe que se lee y escribe de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo, y no es capaz de comparar grupos de objetos para establecer relaciones de igualdad y desigualdad.
En el caso de la primaria, cerca del 15 por ciento de los alumnos no puede localizar información en directorios o planos de una ciudad, y al 12 por ciento le es imposible operaciones de multiplicación y división con números enteros.
Asimismo, señaló que en educación cívica, 22 por ciento de los estudiantes que han terminado la primaria no reconoce los valores de una cultura democrática y la mitad de los estudiantes de 15 años presenta dificultades para razonar y pensar matemática y científicamente.
Por lo tanto, consideró que para las definiciones de políticas en los próximos años, es necesario tomar en cuenta los niveles educativos que constituyen los extremos de la escolaridad obligatoria, pues en ellos se concentran los problemas importantes.
También se debe incluir la equidad como punto nodal del derecho a la educación, la evaluación al diseño de políticas, y la configuración de un sistema que ordene y articule los esfuerzos en materia de evaluación, apuntó.
Llamó la atención sobre las carencias actuales en la formación de los estudiantes de primaria y secundaria, pues “la hipótesis de que los estudiantes abandonan la enseñanza media porque les resulta muy difícil aprender lo que ahí se les ofrece, cobra fuerza”.
Rueda Beltrán señaló que es preciso aplicar políticas que apuesten simultáneamente por la equidad y la calidad, evitando medidas uniformes que traten a entidades, escuelas, docentes, niños, jóvenes y familias, como si fueran iguales.
Desde su punto de vista también se tiene que reasignar el gasto y dar mejores recursos a los más desfavorecidos, y generar sinergia entre estrategias para atender los problemas educativos de forma integral, en lugar de actuar fragmentada y desarticuladamente.
Asimismo, consideró necesario un Sistema Nacional de Evaluación que ordene y articule los esfuerzos de los organismos y agentes implicados, que identifique con precisión el conjunto de iniciativas en marcha, y fortalezca el impacto positivo de las evaluaciones sobre el sistema educativo y elimine sus efectos no deseados.
Finalmente, destacó que --evidentemente-- se han mezclado intereses políticos de alto nivel en lo que respecta al papel del Sindicato en la educación básica.
Mientras “la evaluación de profesores pase por un acuerdo político, va a ser muy difícil que contribuya a mejorar la manera en que éstos se capaciten”, subrayó.
A la reunión también asistieron los senadores Mely Romermo Celis y Claudia Artemiza Pavlovich Arellano, del PRI; María Marcela Torres Peimbert, del PAN; Fidel Demédicis Hidalgo, del PRD; y Martha Palafox Gutiérrez, del PT.
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