Número-1964
- Nos recuerda que las migraciones enriquecen a las naciones, las hacen más grandes y más fuertes: Martí Batres.
La Cámara de Senadores conmemoró los 80 años del Exilio Español, en una Sesión Solemne donde se destacó la importancia de la migración para el enriquecimiento de las naciones, así como el aporte cultural, político y social a nuestro país de los refugiados españoles que lucharon en contra del fascismo y en favor de la libertad, la fraternidad y la igualdad.
El presidente de la Mesa Directiva, Martí Batres Guadarrama, dijo que sobre este acontecimiento podemos hablar de la hazaña diplomática que significó ese episodio; también de la visión y del humanismo del general Lázaro Cárdenas; así como de la fascinante historia de la República Española, que buscó combinar dos grandes utopías: la de la igualdad y la de la libertad.
México, enfatizó, tiene que mucho que agradecer al Exilio Español. Se puede decir que a través de este movimiento, dijo, llegó a nuestro país una parte de lo mejor de la España de aquel entonces, la gente que representaba los más altos valores de libertad, igualdad, fraternidad, y la primera línea de lucha contra el fascismo.
Los visionarios que habían derrocado pacíficamente a una monarquía, asentó, no eran únicamente intelectuales. Había también miles de trabajadores, agricultores, comerciantes, profesionistas y empresarios.
El secreto de una comunidad que aportó tanto a nuestro país, precisó, está en que trabajó, luchó, transformó a España y luego se trasladó a México. En estos momentos, acotó, “vale la pena subrayar que el Exilio Español nos recuerda que las migraciones enriquecen a las naciones, las hacen más grandes y más fuertes”.
En su turno, el senador Héctor Vasconcelos, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, opinó que la Guerra Civil Española fue una lucha de dos visiones del mundo: la modernidad democrática liberal y tolerante, y la regresión hacia lo más oscurantista del medioevo en pleno Siglo XX.
Gracias al general Cárdenas, subrayó el legislador de Morena, México se puso del lado correcto de la historia y apostó por el futuro y no por la reacción a éste.
A su vez, el embajador de España en México, Juan López-Dóriga Pérez, consideró que el exilio español es una etapa renacentista de las relaciones entre España y México. Reconoció la deuda que su nación tiene con este país.
Dijo que el gobierno español quiere recuperar la memoria del exilio republicano. Por ello, durante décadas un puñado de historiadores se han dedicado a mostrar el legado de aquellos hombres y mujeres. Ha llegado el momento que sea el Estado quien rinda homenaje al exilio y darlo a conocer a los españoles de hoy, resaltó.
El académico Fernando Serrano Migallón comentó que en México el exilio republicano vive, no sólo en la terca generación de mexicanos de origen español, sino en su legado de ideal democrático, de honor y de colaboración con el pueblo que fue, en un primer tiempo su refugio, después su casa, y ahora, su Patria.
Los republicanos llegaron a México y le delegaron una nueva visión de España que llevaban consigo. Una visión que encarnaba la libertad, la dignidad humana, el respeto y la vida, así como los mejores valores de occidente. En la memoria de los mexicanos dejaron constancia de un espíritu republicano que mostraron con orgullo y dignidad, puntualizó.
El exiliado Julián Atilano Atilano recordó que salió de España rumbo a México a los 11 años de edad. Llegar a Veracruz, dijo, fue como pasar de la noche al día. De venir de una oscuridad a tener una libertad tremenda.
Mencionó que en este territorio pudieron abrirse camino para solventar la situación por la que atravesaban. Todo se lo debemos al querido general Lázaro Cárdenas y al pueblo de México, que nos abrió las puertas y nos trató como verdaderos hermanos para salir adelante, expresó.
La antropóloga Consuelo Sánchez agregó que “los que vinieron en el Exilio Español desde 1936 fueron revolucionarios, republicanos, libertarios, que venían de intentar construir una Patria y una sociedad más justa”.
En ese entonces, aseveró, el presidente Lázaro Cárdenas, con una política internacional visionaria, abrió las puertas de México a aquellos exiliados que pelearon en contra del fascismo.
Elvira Concheiro, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, asentó que la española es un ejemplo de lo que es la construcción de una república social, democrática, de derechos.
“Es eso lo que aplastaron en 1939 los fascistas. Por eso no es casual que, a casi 80 años, podemos reconocer -en este momento de grandes transformaciones en nuestro país- el sentido de la República Española”.
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