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Para enfrentar el problema de la violencia y acoso escolar con mayor seguridad y seriedad, “necesitamos contar con las mejores estrategias de padres de familia, maestros y autoridades educativas, enmarcadas en un ordenamiento preventivo y efectivo de alcance nacional”, afirmó el senador Mario Delgado Carrillo, presidente de la Comisión del Distrito Federal
Al encabezar el foro de análisis para la presentación de la ley General para la Convivencia Libre de Violencia en el Entorno Escolar, que se efectuó en la nueva sede, el legislador perredista indicó que el objetivo de este reglamento es simple: lograr una mejor convivencia dentro de los centros educativos públicos y privados y de cualquier nivel.
Ante representantes de la Secretaría de Educación Pública del Distrito Federal, de escuelas particulares y de la Comisión de Derechos Humanos capitalina, dijo que el bullying no es un problema fácil de resolver, porque se ha agudizado en medio del temor y el silencio, “pero en el que estamos involucrados todos, padres, maestros, alumnos y autoridades”.
Con esta ley –aseguró-- queremos hacer conciencia de que el problema existe y se generaliza, que no es exclusivo de una escuela en particular, que debe haber una cultura de denuncia y que la autoridad actúe de inmediato y con imparcialidad.
Aclaró que para que la ley sea aprobada, tendrá que ser analizada y aceptada por todos los partidos políticos, “por lo que estamos invitando a todos los senadores a sumar experiencias con las que surjan de este foro y de otros encuentros con expertos que se organicen”.
Por su parte José Luis Gutiérrez Espíndola, de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, indicó que el tema es de la mayor relevancia “y tenemos que felicitarnos por el hecho de que se presente esta iniciativa para encarar integralmente la problemática que afecta a la sociedad en su conjunto”.
Consideró necesario enmarcar esta iniciativa en el contexto más amplio del derecho a la educación, el cual se refiere a aprender y desarrollar competencias en espacios donde debe reinar el respeto a los derechos humanos de las personas, ya que la discriminación y la violencia vulneran la posibilidad de un niño de estar, estudiar y aprender.
Recomendó no cometer el error de centrar la violencia escolar en los maestros, padres de familia, o escuelas, “ya que todos estamos involucrados en el problema, sino intentar una mirada de carácter más general y abrir más espacios como este para abarcar la problemática desde sus raíces y llegar a prevenirla”.
La maestra Gabriela Rodríguez, subdirectora del Programa Escuelas sin Violencia, de la Secretaría de Educación del D.F., explicó que por su delicadeza, desde hace cuatro años y medio se aplica este programa tanto en escuelas públicas como privadas, “para evitar que se nos salga de control”.
Hizo notar que aunque existe un perfil distinto del fenómeno entre escuelas particulares y públicas, el programa no discrimina a nadie, ya que actualmente es alto el grado de violencia que se registra.
A su vez, la profesora Teresa Garduño, del Instituto de Investigaciones Pedagógicas, dijo que celebramos esta iniciativa de ley, ya que es diferente a otros proyectos como el Marco para la Convivencia Escolar del D.F., que no es muy atinado, ya que tiene una visión punitiva, donde lo fundamental es que sanciona la conducta violenta y deja en segundo término la educación.
En el encuentro, representantes de colegios particulares que integran Escuelas en Red, coincidieron en cuidar las formas y el fondo de la iniciativa, porque el entorno escolar no sólo representa el espacio que ocupa un centro educativo, sino otros donde el alumnado convive con adultos, como la calle, el hogar, bibliotecas y espacios recreativos donde se pueda dar violencia.
Al foro asistieron también Mónica Ferreira Ledezma, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas en Nutrición “Salvador Zubirán”; Denilde García Rivero, de la Facultad de Psicología de la UNAM y Enrique Carranza del Instituto de Integración Cultural.
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