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El senador priista Heladio Ramírez López llamó al Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI), a presentar información detallada del estado que guardan las lenguas indígenas de México en riesgo de extinción, y sobre las medidas que aplica o aplicará para evitar que esto siga ocurriendo.
Adicionalmente, las secretarías del Medio Ambiente, Economía y Energía, deberán explicar las condiciones en que entregaron las concesiones de explotación minera en algunas comunidades indígenas.
Particularmente, Ramírez López se refirió al centro ceremonial Wirikuta, en San Luis Potosí, que reclaman los Wixárita o Huicholes, y los proyectos de generación eólica que están causando el rechazo de los indígenas Huaves en el Itsmo de Tehuantepec.
En el punto de acuerdo presentado con motivo del Día Internacional de las Lenguas Maternas, solicitó que las comisiones de Asuntos Indígenas y de Estudios Legislativos, emitan el dictamen de la iniciativa que propone la Ley General de Consulta a los Pueblos y Comunidades indígenas.
El legislador por Oaxaca subrayó que la liberación de los mercados --clave para el crecimiento económico tanto en países ricos como pobres-- avanza a expensas de las culturas indígenas y sus tradiciones, “a un ritmo tal, que se calcula que en los próximos 100 años 90 por ciento de los idiomas del mundo se habrán extinguido para siempre”.
Detalló que México no es ajeno a esa situación, ya que de las 62 lenguas mexicanas que han subsistido a casi medio milenio de exclusión y menosprecio, nueve son habladas por menos de 10 personas, y otras 10 cuentan apenas con un promedio de 100 hablantes.
Ello significa que 19 idiomas mexicanos están en riesgo inminente de extinción, sin que, al parecer, nada pueda evitarlo, precisó.
Es preciso, dijo, tomar conciencia de que cuando una lengua indígena se extingue, de alguna manera desaparece también el pueblo que la hablaba, porque las lenguas no son entidades que tienen existencia propia y autónoma, sino que siguen estrechamente la suerte de los pueblos.
Estimó que preservar y defender las lenguas maternas en México como patrimonio intangible de la nación sólo puede ser posible defendiendo a los pueblos indígenas que las hablan, combatiendo la pobreza, desigualdad y agravios que los mantienen al margen de la sociedad y el desarrollo, excluidos de la vida política de la nación, oprimidos, explotados y discriminados en su propia tierra.
El punto de acuerdo se turnó a la Comisión de Asuntos Indígenas.
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