Número-010
- Senadores y expertos presentan libro “México y la Organización de las Naciones Unidas. Los primeros setenta años”.
- Agenda 2030 representa una oportunidad histórica y abre un nuevo capítulo en la relación de México y la ONU: Antonio Molpeceres.
En la presentación del libro “México y la Organización de las Naciones Unidas. Los Primeros setenta años”, legisladores y especialistas destacaron que a lo largo de este periodo la ONU ha contribuido a salvaguardar la paz, el derecho de las personas a la libertad e igualdad, y nuestro país ha desempeñado un papel fundamental en esta tarea, abanderando temas como la paz y el desarme nuclear
Además, destacaron que el principio mexicano de política exterior privilegia el multilateralismo como la vía idónea para superar los problemas mundiales, por lo cual no debe excluirse a nadie que pueda contribuir al proceso de transformación.
La senadora Laura Rojas Hernández, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores Organismos Internacionales, señaló que estamos ante un cambio época y hoy existe una “tremenda crisis de confianza” en las instituciones democráticas en muchos países del mundo, donde ciudadanos más informados y organizaciones de la sociedad civil más activas pugnan por gobiernos más democráticos y transparentes.
Dijo que la ONU no puede dejar de estar sensible a este llamado, y en poco tiempo la Organización tendrá la prueba de fuego cuando se tenga que elegir al nuevo Secretario General.
“Vamos a ver si realmente va a ser una elección democrática de todos los Estados miembro o va a seguir siendo una decisión, ya no diría de cinco países, de dos países, que la final los demás Estados miembro lo van a aceptar”.
En tanto, el coordinador residente del Sistema de Naciones Unidas en México, Antonio Molpeceres, indicó que México, como país fundador de la ONU, ha mantenido el mayor de los compromisos dentro de la organización desde su nacimiento, abanderando temas de gran importancia como la paz y el desarme nuclear.
Explicó que, en el año 2000, México adoptó los Objetivos de Desarrollo del Milenio, con lo que refrendó su compromiso con la ONU, y ahora en la actualidad el país ha puesto sobre la mesa su respaldo a la llamada Agenda 2030, la cual plantea prosperidad y paz en el mundo. “Los Objetivos de Desarrollo Sostenible buscan poner a fin a la pobreza en todos los países, luchar contra la desigualdad y la injusticia y hacer frente al cambio climático”.
Comentó que la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible establece un compromiso político al más alto nivel hacia un mundo más próspero, sostenible, equitativo; “representa una oportunidad histórica y abre un nuevo capítulo en la relación de México y la ONU”.
Joel Hernández García, director general para la Organización de las Naciones Unidas, de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), aseguró que hay una vocación mexicana por el multilateralismo, que va más allá del Poder Ejecutivo y que incluye al Senado, pero que también va a la población.
Dijo que nuestro país ha encontrado en los foros multilaterales el espacio idóneo para promover sus principios de política exterior, así como sus intereses. Ha ayudado en la solución de los problemas globales; México ha hecho la parte que le corresponde, apuntó.
Hizo notar que todos y cada uno de los temas de la agenda de las Naciones Unidas tienen una huella mexicana, pues no hay un sólo asunto donde no haya una contribución de México, además de que ha tomado el liderazgo en otros rubros como el desarme, el combate al cambio climático y en el periodo extraordinario de sesiones sobre el problema mundial de las drogas.
En tanto, Guadalupe González Chávez, del Instituto Nacional de Administración Pública, señaló que el trabajo de México durante estas décadas en la ONU, es producto de toda una construcción social mexicana y de la Constitución.
Opinó que el libro logra recoger, de una manera impecable, los elementos fundamentales de la historia de la participación de México en la ONU, pero también los factores que preocupan a los mexicanos respecto a lo que acontece en el mundo y sobre los compromisos que el país tiene que asumir.
Estamos --agregó-- ante la época de parlamentos y gobiernos abiertos, en el que la ciudadanía global necesita nuevas maneras de cooperación y colaboración.
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