Número-1602
- La renta básica no debe estar sujeta a debate, exponen diversos especialistas.
- Una iniciativa del senador Luis Sánchez prevé una reforma al artículo 25 constitucional.
Senadores de la República y especialistas coincidieron en que, en México, es momento de estudiar la implementación de la renta básica universal o de un ingreso ciudadano, ya que la política social ha fracasado en el combate a la pobreza.
Subrayaron que el impulso a la renta básica universal en el país no debe estar sujeto a debate o controversia, aunque reconocieron que la discusión podría centrarse en la forma de implementar esta figura, en los cómos, los alcances, la viabilidad y las características que debe incluir dicho programa.
El senador Luis Sánchez Jiménez, vicepresidente de la Mesa Directiva, expuso que la iniciativa que presentó sobre este tema, en abril del año pasado, contempla una reforma al artículo 25 constitucional para establecer el ingreso básico ciudadano, conocido como la renta básica universal.
Dijo que la propuesta busca establecer un derecho ciudadano y por tanto deberá ser un programa universal que nadie podrá manipular. Se estipula, dijo, la entrega de un salario mínimo, que equivale a unos dos mil pesos mensuales, contra los 290 pesos que ahora se le entregan a un adulto mayor.
El avance tecnológico provocará que muchos jóvenes no tengan empleo en el futuro, por lo que establecer una base mínima de un ingreso como derecho ciudadano, aseguró, es viable en México.
El senador Francisco Yunes Zorrilla, presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, dijo que si bien hay diferencias en este tema, también existen convergencias. Consideró que más que pretender una renta básica, se deben generar mejores condiciones de trabajos, esquemas legislativos y técnicas que ayuden a superar la pobreza y la desigualdad.
Destacó que lo importante sería mejorar el ingreso y generar condiciones de estabilidad macroeconómica: la única forma de crear condiciones de superación de pobreza es mejorando los deciles de esos segmentos desfavorables y, al mismo tiempo, generar estabilidad inflacionaria que permita que su ingreso no pierda poder adquisitivo.
Señaló que una formas de mejorar las condiciones de las familias mexicanas es a través de esta propuesta de establecer una renta universal básica, por lo que se manifestó a favor de explorar dicha posibilidad, aunque insistió en que se debe explorar la vía de mejorar el ingreso, a través de la productividad, que permita apuntalar el crecimiento del ingreso.
La senadora del Grupo Parlamentario del PRD, Dolores Padierna Luna, indicó que desde años atrás se viene considerando establecer la renta básica universal, que consideraría que el Estado pague a todos y cada uno de las y los ciudadanos una cantidad suficiente para un nivel de vida digno.
Para lograrlo se tiene que realizar una contrarreforma hacendaria que disminuya los impuestos a los asalariados, aunque consideró que lo factible es que ese apoyo se dé a quienes se encuentran en pobreza alimentaria, es decir, a los 28 millones de personas que están en dicha situación, indicó.
Precisó que para llevar a cabo este propósito se requieren cuatro medidas: una reforma fiscal; la revisión de la reforma laboral; el aumento del salario mínimo; además de modificar la reforma energética y que se apruebe el paquete anticorrupción.
Pablo Yunes, coordinador de la Subsede Regional México, de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), comentó que se deben tomar en cuenta los límites a los que se puede estar sujeto el proyecto debido a la situación fiscal del país y la caída de los ingresos petroleros. No obstante, dijo, eso no debe limitarnos en términos del potencial alcance que puede tener una reforma en este sentido.
Gerardo Esquivel Hernández, coordinador ejecutivo de Investigación del Instituto Belisario Domínguez, resaltó que el principal objetivo de la renta básica universal no es necesariamente combatir la desigualdad, sino fundamentalmente la pobreza.
Precisó que, para realizar este proyecto, se debe tomar en cuenta que el derecho a un ingreso ciudadano implica garantizar derechos a los ciudadanos como la educación y la salud, y también entrarle a la discusión del salario mínimo y abordar una nueva reforma laboral.
Detalló que el último dato es que 53.2 por ciento de la población estaba en pobreza, mientras que en 1992 estaban 53.1, por lo que luego de 22 años de política social, el combate a la pobreza ha fracasado, así que se debe reconsiderar la política social y es bueno pensar en un instrumento como un ingreso ciudadano.
Rogelio Huerta Quntanilla, de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), indicó que la economía mexicana tiene bajo crecimiento económico, por lo que la renta básica aparece como una forma clave para impulsar este crecimiento, y lograr el bienestar de la población.
Julio Boltvinik Kalinka, investigador del Colegio de México, sostuvo que en este momento hay condiciones conceptuales favorables para la aprobación de un ingreso universal en México, pues está probado que es buena idea darle dinero a la gente.
La diputada del PRD, Cecilia Soto González, sostuvo que es el momento de impulsar la idea del ingreso universal, puesto que la desigualdad profunda en México, inamovible, es un obstáculo para el desarrollo; y por lo tanto, esto facilita el manejo del ingreso de las personas, ya que elimina burocracia y manejo político.
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