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El Senado de la República aprobó la Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2012, que representa una recaudación de 3 billones 706 mil 922.2 millones de pesos, 59 mil millones más que lo planteado por el Ejecutivo.
Los ingresos provenientes del gobierno federal serán de dos billones 313 mil 614 millones 200 por concepto de impuestos, contribuciones, derechos, productos y aprovechamientos.
En tanto, se estima obtener 996 mil 435.1 millones de pesos de organismos y empresas de control estatal como Pemex, CFE, IMSS e ISSSTE, así como de aportaciones de seguridad social.
Por vía de deuda, tanto interna como externa, y otros financiamientos como diferimiento de pagos y déficit de organismos y empresas de control directo, ingresarán otros 396 mil 873 millones de pesos.
En este sentido, se facultó a las entidades federativas adheridas al Sistema Nacional de Coordinación Fiscal para que puedan establecer impuestos locales a las ventas y servicios al público en general.
Además, se estableció una recaudación federal participable de un billón 979 mil 970.4 millones de pesos.
También se dispuso que de los recursos que genere el derecho sobre hidrocarburos para el fondo de estabilización a que se refiere la Ley Federal de Derechos, 84 mil 755.6 millones de pesos se destinarán a financiar programas y proyectos de inversión aprobados en el Presupuesto de Egresos.
El senador José Isabel Trejo Reyes, del PAN, resaltó que ante el entorno financiero internacional desfavorable --particularmente en Estados Unidos y Europa-- es factible que se observe un menor dinamismo de la demanda de bienes y servicios producidos en México y mayor cautela de los inversionistas y consumidores.
Por ello, dijo, se ajustó la estimación de crecimiento del Producto Interno Bruto de 3.5 a 3.3 por ciento.
También fue necesario incrementar el déficit público a 0.4 por ciento del PIB, superior al 0.2 por ciento sugerido por el gobierno federal, para aumentar la magnitud del impulso contracíclico de manera consistente, sin poner en riesgo la economía, agregó.
El presidente de la Comisión de Hacienda dijo que la volatilidad observada en los mercados financieros internacionales durante las últimas semanas ha causado un ajuste significativo de la paridad cambiaria, por lo que se estimó un tipo de cambio de 12.8 pesos por dólar en lugar de los 12.2, que propuso el Ejecutivo.
Los senadores, añadió, también coincidieron con la Cámara de Diputados en establecer una plataforma de producción de petróleo crudo de dos millones 560 mil barriles diarios para el siguiente año.
Asimismo, ratificaron la autorización para que el Ejecutivo federal tenga un endeudamiento neto de hasta por 435 mil millones de pesos, en lugar de los 395 mil millones de pesos como lo propuso originalmente.
En la discusión del dictamen, el senador panista Ramón Galindo Noriega dijo que la Ley de Ingresos para el siguiente año tiene una “enorme concentración atípica” de la recaudación tributaria.
Subrayó que además existe en el presupuesto una dependencia cada vez mayor hacia las transferencias a los estados y municipios.
Por ello, advirtió que la recaudación propia de entidades y ayuntamientos es cada vez menor, el endeudamiento hacia el sector público y privado de los gobiernos subnacionales va incrementándose, mientras que existe “una gran opacidad” en el manejo de la cuenta pública.
A su vez, el también senador panista Juan Bueno Torio reconoció que si bien el paquete económico tiene medidas inerciales, permitirá crecer en 2011 por encima del 4 por ciento, cuando en el resto del mundo las economías están en procesos de poco crecimiento, despidos y crisis financieras.
Insistió en que las medidas contracíclicas que México ha emprendido en los recientes años han coadyuvado a enfrentar la crisis con éxito, por lo que “no obstante los problemas mundiales, el país ha crecido”.
Señaló que para el año siguiente se prevén 346 mil millones de pesos de deuda nueva “pero nuestra economía es mayor y en todo equilibrio de balance financiero cuando la economía es más, hay capacidad para poder endeudarse un poco más”.
En su turno, el senador perredista Pablo Gómez Álvarez calificó como un “fraude” y “tomadura de pelo” la política de ingresos del gobierno federal, ya que en realidad el déficit del sector público está programado para el próximo año en 2.4 por ciento.
Lo anterior, explicó, porque el déficit del sector paraestatal se ubica en dos por ciento, “debido a que tenemos un sistema demoniaco en el que le quitan todo el dinero a Pemex y luego lo obligan a endeudarse, por lo que toda su inversión es financiada”.
Al anunciar su voto en contra, mencionó que este tipo de política es la única forma de utilizar deuda pública para gasto corriente lo que constituye un fraude a la Constitución.
Por el PVEM, el senador Francisco Agundis Arias comentó que hay poco avance en materia de cobro de impuestos locales a las gasolinas y diesel.
Consideró lo anterior como un suceso “poco acertado” que permite conservar un Estado paternalista que intenta detener el control de los recursos nacionales “al parecer a toda costa”.
Por ello, expresó que esa situación deberá cambiar en algún momento “si queremos crear estados soberanos y competitivos, pero sobre todo eficientes en sus procesos de administración”.
A su vez, el senador Francisco Alcibíades García Lizardi, de Movimiento Ciudadano, enfatizó que antes que nada se debe evaluar la “empecinada y fallida” política recaudatoria que “ha cegado a casi todos los partidos”.
Además, agregó, ha hecho que gobernadores, presidentes municipales, gremios y otros interesados concurran a la Cámara de Diputados por más recursos presupuestales sin exigir cambios sustanciales y de fondo.
Se ha hecho presente una vez más la sorprendente creatividad del manejo presupuestal por parte de la Secretaría de Hacienda, manifestó.
El dictamen se aprobó con 72 votos a favor, 11 en contra y una abstención y se remitió al Ejecutivo federal para sus efectos constitucionales.
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