Número-308
- Se conviene hacer una invitación formal al Papa Francisco, Jefe del Estado de la Santa Sede.
- El presidente de la Mesa Directiva, Roberto Gil Zuarth, realizará las gestiones necesarias para procesar la invitación, en coordinación con el Ejecutivo federal.
El Pleno del Senado de la República aprobó un acuerdo mediante el cual se mandata al presidente de la Mesa Directiva, Roberto Gil Zuarth, a invitar formalmente al Papa Francisco, Jefe del Estado Vaticano, para participar en una sesión solemne, en el marco de su visita oficial a México.
El acuerdo, avalado por la asamblea, mandata al presidente de la Mesa Directiva a llevar a cabo, en coordinación con el Ejecutivo federal, las gestiones necesarias a fin de procesar la invitación.
Lo anterior, conforme a las facultades exclusivas en materia de política exterior del Senado de la República, y con objeto de refrendar y mantener el trato digno y respetuoso que esta soberanía ha otorgado a distintos Jefes de Estado y de Gobierno en visita oficial a nuestro país.
En las consideraciones del acuerdo, los legisladores exponen que México restableció relaciones diplomáticas con el Vaticano, representado por la Santa Sede en septiembre de 1992 y, a partir de entonces, ambas partes han desarrollado una agenda de cooperación bilateral mutuamente benéfica, que se ha traducido en las visitas de Estado de los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI al territorio mexicano.
El pasado 6 de octubre, agregan, el Secretario de Estado de la Santa Sede, cardenal Pietro Parolin, comunicó oficialmente que el Papa Francisco realizará una visita de Estado a México en 2016.
Además, refieren que durante el pontificado de Francisco, la Santa Sede ha desplegado un activismo internacional en temas respecto de los cuales México comparte un interés estratégico como en la lucha por la paz y seguridad internacionales en el marco del sistema multilateral de Naciones Unidas.
Subrayaron los senadores, se comparte el interés en asuntos relacionados con la promoción y defensa de los derechos humanos en el mundo, la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, la sostenibilidad del medio ambiente y la mitigación de los efectos adversos del cambio climático.