Número-689
- La nueva reforma del D.F., un punto de partida, no de llegada: senador Alejandro Encinas.
- En la nueva constitución no puede haber mermas en los derechos ya existentes, Juan Manuel Abal, senador de Argentina.
El senador Alejandro Encinas Rodríguez, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos, Segunda, y diversos especialistas coincidieron en que la nueva constitución de la Ciudad de México no puede estar por debajo de los derechos ya conquistados por los habitantes de esta ciudad.
En el marco de la primera mesa de trabajo, “Implicaciones de la reforma política de la Ciudad de México en materia del ejercicio de derechos”, del Seminario sobre la Reforma Política del D.F., el legislador del Partido de la Revolución Democrática insistió en que la constitución de la ciudad no debe estar por debajo de derechos y prerrogativas que hoy existen.
Consideró que la reforma debe ser un punto de partida, no de llegada; ya que habrá nuevas demarcaciones territoriales y los habitantes de la ciudad tendrán beneficios en el momento en que las autoridades locales tengan contrapesos, a través de los concejales de partidos políticos, de los candidatos independientes y de los mismos ciudadanos.
Señaló que está avanzado el debate sobre el tipo de constitución que se quiere para la ciudad y el alcance que deben tener las leyes reglamentarias.
El senador destacó que la autonomía de los órganos de derechos humanos, transparencia y acceso a la información, lucha contra la discriminación y la legislación que las regula, son de las más avanzadas en el país. Es decir, explicó, no vamos a partir de cero: ya hay un avance legal, constitucional, de la experiencia de casi 17 años de gobierno en la ciudad.
Encinas Rodríguez expresó su confianza en que la constitución del D.F. pueda tener avances, por ejemplo, dijo, que la propia Asamblea Constituyente resuelva con un referéndum la Constitución que se acuerde. “Yo espero que la ciudadanía refrende y ratifique la constitución que apruebe la Asamblea Constituyente”.
El senador argentino, Juan Manuel Abal Medina, aseveró que en la elaboración de la nueva constitución de la Ciudad de México no puede haber mermas en los derechos ya existentes de los habitantes del Distrito Federal, sino que deben igualarse con las garantías de los ciudadanos en el resto del país.
De concretarse el proceso iniciado por el Senado, va ser el primer caso en la historia mundial que un Distrito Federal se transforme en una entidad estatal, destacó.
Expuso que, históricamente, los habitantes de distritos han tenido menos derechos que el resto que sus compatriotas. Consideró que las autoridades de un distrito federal, que pretende transformarse en estado, con plenos derechos y obligaciones, deben dar cuenta de su paso en los asuntos públicos y mostrar que, como actores políticos, son capaces de otorgar beneficios a sus ciudadanos.
Vicente Ugalde, del Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales del Colegio de México, indicó que en la construcción del nuevo régimen constitucional para la ciudad, los legisladores deberán estar muy pendientes para que los cambios en las instituciones se traduzcan en mejoras claras para los habitantes.
Se mostró contrario a la “fascinación por escribir repetidamente la noción de derechos y derechos humanos”, pues la consideró ociosa. Parece que no basta con su suscripción en los primeros artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, dijo, sino que se ve su repetición en numerosas leyes constitucionales de las entidades locales.
En el nuevo régimen jurídico de la Ciudad de México debe incorporarse la cuestión de cómo pensar en la consecución de derechos para los habitantes de la ciudad, desde una perspectiva del vecino, indicó.
Es decir, quién cuida las ventanillas únicas en las delegaciones, en los centros de verificación vehicular, de las oficinas del registro civil, de los centros de desarrollo infantil, los centros de salud, del transporte público, de las oficiales de partes o Ministerios Públicos.
Raúl Mejía Garza, secretario de Estudio y Cuenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, subrayó que en la formación de la nueva constitución se deben tener en cuenta los derechos ya consolidados y tener cuidado que ésta no sea regresiva.
Aseveró que hacer una nueva constitución sin tomar en cuenta la parte democrática de los derechos existentes en la ciudad de México, sería un error, al tiempo que resaltó la preocupación sobre la reiteración de los derechos ya plasmados en la Constitución Federal, eso, dijo, es inútil.
Enfatizó que se deben buscar derechos particulares o específicos para la ciudad y no caer sólo en querer normalizar a la ciudad sino ir más allá, buscar una ciudad responsable, que tome sus propias decisiones.
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