BOLETÍN-1375 Frente a la sinrazón y barbarie, unidad y firmeza: Beltrones.
El senador Manlio Fabio Beltrones expresó que “frente a la sinrazón y barbarie” que originaron el atentado contra civiles en el Casino Royale, en Monterrey, Nuevo León, sólo cabe la unidad, firmeza y acción de los tres órdenes de gobierno para combatir al crimen organizado y la impunidad.
Estos hechos, donde perdieron la vida más de 50 personas, “deben ser un llamado para la acción oportuna y unificada de todos y cada uno de nosotros, empezando por los tres niveles de gobierno, pues es una exigencia para que actuemos con mayor colaboración y coordinación y que cada quien asuma su responsabilidad con un país que sufre”.
Los verdaderos enemigos de la sociedad, señaló el presidente del Senado de la República, son la delincuencia organizada y la impunidad.
“Que no haya duda: El crimen nunca podrá conseguir sus objetivos, si nosotros estamos unidos y nos preparamos día a día para ser mejores”, subrayó el legislador en la clausura de la XX Reunión Nacional y IV Congreso Internacional de Magistrados.
Ante integrantes del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, Beltrones advirtió que la delincuencia no conseguirá doblegar nuestra enorme fe en un México que cree que el camino de la democracia es profundizar en ella para resolver los problemas.
“Es obvio que llegamos a este día de la clausura con muy malas noticias a nivel nacional. Son momentos tristes, delicados, en un escenario que podríamos considerar de pesadilla, donde el miedo se ha apoderado de todos los hogares mexicanos, que viven y han visto la cara más cruel y asesina del crimen organizado”.
“La barbarie que hoy hemos visto en México --añadió--, nos sume en una profunda combinación de dolor, indignación y repulsión”, pero también es una llamada de atención para “poner nuevamente la mirada en un país en donde el orden y la justicia sea la que florezca y la corrupción e impunidad sean combatidas hasta sus últimas consecuencias”.
Dijo que “ya hay declaraciones de carácter político” sobre quién tiene la culpa, sin embrago, “cuando hay un crimen en algún lugar y entra por una puerta la política, la justicia sale por la puerta de atrás” y ya se empiezan a vivir momentos en los que no se busca quién la hizo, sino quién se las paga.
“Así vamos a seguir perdiendo el tiempo”, subrayó.
El senador priista consideró que sí existen soluciones para todos los problemas, solamente hace falta poner orden y darle rumbo al país.
“Somos mucho pueblo para pensar en una derrota, sobre todo ante el crimen. Somos un gran país que ha demostrado su capacidad para superar retos y dificultades por más grandes que parezcan”.
En contraste, destacó el senador, son sólo unos cuantos los que no nos dejan transitar con libertad por carreteras ni ir con seguridad por algunas de las calles, así como los que no permiten que se desarrolle un negocio y tienen intranquila y con miedo a muchas familias mexicanas.
“A ellos --acotó-- hay que decirles que es unidad, firmeza y acción en estas horas de intenso dolor, en la que los mexicanos estamos llamados, más que nunca, a reafirmar nuestra determinación y acabar con la violencia”.
A su vez, el presidente del Tribunal de Justicia Fiscal y Administrativa, Juan Manuel Jiménez Illescas, manifestó que los lamentables hechos que ocurrieron en Monterrey “nos deben hacer reflexionar sobre la importancia y trascendencia de la función de los juzgadores.
Ello, subrayó, porque todos los impartidores de justicia tienen la misión esencial de contribuir a la paz social y a la sana interacción entre los individuos y grupos de la comunidad.
Reconoció el trabajo legislativo porque las recientes reformas a la Ley Orgánica del Tribunal dieron un nuevo rostro a la impartición de justicia en materia contenciosa y administrativa.
Ahora el gran reto, dijo, es que cada uno de los juzgadores es que la garantía constitucional de justicia pronta y expedita se eleve a su máxima expresión, pues no basta que un juzgador resuelva dentro de los plazos que fijen las leyes sino que debe hacerlo del modo más ágil y veloz posible.
Esto, porque el litigio es el último recurso que tienen los particulares para arreglar sus diferencias, destacó Jiménez Illescas.