Número-497
- El Presupuesto Base Cero permitirá perfeccionar instrumentos tradicionales por programas por resultados, afirma Manuel Cavazos.
- Se trata de un debate que puede transformar la realidad del país en los próximos diez años, considera Armando Ríos Piter.
El Presupuesto Base Cero está enfocado para tener resultados, mejorar programas y políticas públicas, coincidieron los senadores Manuel Cavazos Lerma, presidente de la Comisión Especial para el Análisis y Seguimiento de las Finanzas Públicas; Armando Ríos Piter, secretario; y diversos especialistas.
Cavazos Lerma expuso que el Presupuesto Base Cero permitirá mejorar o perfeccionar otros instrumentos tradicionales por programas con resultados. Hizo énfasis en que no sería necesario de haberse seguido el Sistema Nacional de Planeación Democrática con la contraloría social, y la planeación en el presupuesto con formulación, control, seguimiento, evaluación y reformulación.
Esto se interrumpió en el año 2000, recordó, cuando se olvidó de hablar de planeación. Argumentó que ya existía una contraloría social instituida y, de continuar esta, hoy no se estaría hablando de leyes de transparencia, de todo el gasto que ello implica, y tampoco de un Sistema Nacional Anticorrupción.
El senador, del PRD, Armando Ríos Piter, sostuvo que la implementación de este presupuesto va originar un gran debate, ya que puede transformar la realidad del país en los próximos diez años, debido a que se proyecta una caída de ingresos, por lo menos en los próximos cinco, seis o siete años.
Subrayó que eso puede impactar a toda una generación, en términos del funcionamiento del modelo político y de la administración pública.
Celebró que el Presupuesto Base Cero haya llegado, y dijo que sin la crisis del petróleo el presupuesto seguiría siendo clientelar, es decir, el empresario que se acercó y logró una asignación, el político que etiquetó para robárselo a nivel de entidad federativa, lo adquirido por una asociación civil, por el sindicato o por el grupo de campesinos que logró etiquetar recursos para subsidios.
Gabriel Farfán Mares, presidente y director general de la Comunidad Mexicana de Gestión Pública para Resultados A.C. y Consultor del Banco Interamericano de Desarrollo, explicó que el Presupuesto Base Cero puede cuantificar el costo de la política pública, es decir, el costo burocrático operativo de poner en marcha un programa público.
Detalló que se trata de un presupuesto por costeo y la idea es proyectar los ingresos y los gastos a más de un ejercicio fiscal, para poder tener una planeación financiera-económica de largo plazo.
Indicó que se trata de un presupuesto de gestión de costos, lo que va a implicar que cada funcionario y servidor público esté consciente de contar con información y con una cultura de sensibilización acerca de los costos en que incurre, y el costo de lo que hace cotidianamente.
Farfán Mares dijo que un Presupuesto Base Cero no es una estrategia de recorte, sino una para obtener mayor rentabilidad social. Bien ejecutado el método, expuso, hace que la gestión de costos sea parte del trabajo de cada empleado de forma cotidiana y permite detectar excesos en los gastos.
Salvador Delgado Garza, cofundador de la firma de Consultoría Internacional Estrategia e Integral para las Finanzas Públicas, señaló que el Presupuesto Base Cero es un esfuerzo que quieren hacer las autoridades para mejorar los desempeños presupuestarios; es reenfocar el presupuesto a través de costos o del desempeño que se logra a través de los programas, pero principalmente para mejorar la calidad del gasto.
Aseguró que la introducción de este presupuesto incrementa los gastos per capita y genera un efecto positivo de bienestar en la ciudadanía. Además, añadió, al Poder Ejecutivo le facilita la toma de decisiones tanto a nivel del financiamiento como de la asignación presupuestaria y a los legisladores les facilita su función de control y vigilancia.
Jorge Chávez Presa, economista del ITAM, aseguró que de 1998 a 2015, la estructura programática del presupuesto ha sido totalmente volátil; existen más de 800 programas presupuestarios y adicionalmente la estructura programática carece de programas sectoriales, especiales o regionales.
Aseveró que debido a que hubo un desorden presupuestario, se rompió la estructura programática, que es el entramado sobre lo que se teje el presupuesto de egresos y, al romperse, se rompe con la disciplina fiscal.
Expuso que para contar con un presupuesto de este tipo se deberá revisar la legislación, pues debe estar orientado a elevar el crecimiento económico con estabilidad, reducir la pobreza y lograr mayor equidad; además, se debe evaluar y unificar el padrón de beneficiarios de los programas sociales, porque de otra forma se tendrá un Presupuesto de Egresos que cultiva pobres.
En esta reunión de trabajó también estuvo presente el senador del PAN, Héctor Larios Córdova, secretario de la comisión.
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