Número-080
- Ante caída de precios es necesario implementar una política compensatoria, señalan senadores.
- Necesario considerar a este grano como un producto básico y estratégico para el país.
El Senado de la República solicitó a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación que modifique las reglas de operación del Programa Fomento Productivo del Café, a fin de que se establezca a este grano como un producto básico y estratégico y para que se destinen mayores recursos a los productores.
Los senadores pidieron que se otorgue un apoyo de mil 500 pesos por hectárea a los cafetaleros que realicen labores de beneficio ambiental, y uno de 700 pesos adicionales a aquellos que cuenten con un plan de trabajo para la introducción de un mínimo de 150 plantas por hectárea.
En el dictamen, aprobado por el Pleno, se explica que con este exhorto se busca implementar una política pública compensatoria “de acción positiva directa” y dotar de mayores recursos a los estados del sur sureste, lo que propiciaría un mayor equilibrio y trato justo a la cafeticultura.
Al referirse al dictamen, el senador del Partido de la Revolución Democrática, Adolfo Romero Lainas, señaló que, año con año, el apoyo a los productores de café se ha visto mermado en casi 50 por ciento, por lo que resulta de gran relevancia establecer un fondo emergente que impulse a este sector.
Dijo que el Programa Fomento Productivo del Café cuenta con 700 millones de pesos; sin embargo estos recursos resultan insuficientes si se toma en cuenta la caída del precio del café en 37 por ciento y de las exportaciones en 38 por ciento.
Por eso resulta fundamental apoyar a los principales estados productores del sur-sureste, mediante la creación de un fondo compensatorio que otorgue apoyos directos, insistió.
A su vez, la senadora Mónica Arriola Gordillo, de Nueva Alianza, comentó que del total de productores de café, aproximadamente 70 por ciento son indígenas, quienes han hecho de esta actividad su forma de vida y su medio de subsistencia.
Dijo que es innegable la necesidad de vigilar, reflexionar, y sobre todo, de actualizar las normas que regulan los programas de fomento y desarrollo destinados a esta actividad agrícola.
Arriola Gordillo insistió en que es indispensable evitar el estancamiento de los objetivos de dicho programa, por ello, se deben modificar sus reglas de operación, a efecto de que no exista una mala aplicación del concepto de productividad.
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