Número-897
- 2.3 millones de campesinos dejaron sus tierras y 5 millones más cambiaron de actividad.
- Es urgente que el Ejecutivo federal emprenda la modernización del campo.
México enfrenta el riesgo de importar el 80 por ciento de sus alimentos, por lo que es urgente que el Ejecutivo federal emprenda la modernización del sector agropecuario para detonar la productividad y competitividad de los campesinos e indígenas y tener la capacidad de cubrir la demanda nacional, aseveró el senador Benjamín Robles Montoya.
Lo anterior, al manifestarse a favor del exhorto de la Comisión Permanente al Ejecutivo federal para que decrete el 2015 como Año de la Ley Agraria, y en ese marco emita una moneda, estampillas postales, billetes de lotería y se inscriba una leyenda en la papelería oficial de los poderes de la Unión.
El senador del Partido de la Revolución Democrática recordó que el 6 de enero de este año, en el marco de la conmemoración del 99 aniversario de la promulgación de la Ley Agraria, el jefe del Ejecutivo anunció que impulsaría una reforma al campo, lo cual no se cumplió.
En cambio, puntualizó, se realizó la reforma energética que permite la ocupación territorial y atenta contra la propiedad social, al legalizar el despojo de tierras de cultivo donde se establezca que es posible la explotación de petróleo.
Esto es sumamente preocupante, subrayó Robles Montoya, pues hoy existe dependencia alimentaria del 50 por ciento, con un severo déficit en la balanza agropecuaria, a lo que se suma la pérdida de dos millones de empleos en el sector, aumento de la migración de productores y mayor pobreza en el área rural.
A partir de la firma del Tratado de Libre Comercio, en 1994, 3.2 millones de campesinos han dejado sus tierras y cinco millones de productores decidieron dedicarse a actividades distintas. De mantenerse esta tendencia, aumentará el riesgo de que México incremente significativamente la importación de alimentos, refrendó.
Es por lo anterior, concluyó Robles Montoya, el exhorto de fondo al Ejecutivo federal es atender la pobreza y marginación en el campo, para lo que es imprescindible emprender programas de modernización, a fin de operar con mayores índices de eficiencia, productividad, innovación y desarrollo de capacidades en el sector agropecuario y satisfacer así las necesidades internas de alimentación.
Dicha participación se originó en la proposición del diputado federal del Partido Revolucionario Institucional, José Rubén Escajeda Jiménez, aprobada en votación económica por la Comisión Permanente.
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