Número-671
- Baja productividad, marginación de localidades, discriminación de comunidades indígenas y rezagos educativos, entre los factores: Hernández Licona.
- Se pensó que se podía revertir esta situación con asistencia social y no con apoyos a la producción; se requieren recursos para invertir: especialistas.
Ante senadores del PAN y PRD, el secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Gonzalo Hernández Licona, reconoció que la pobreza en el medio rural aún es muy alta y por mucho tiempo ha sido permanente.
En la última mesa de análisis de los “Diálogos Públicos por un México Social” relativa al desarrollo rural, el funcionario dijo que México tiene retos importantes en el campo, pues en el año 2012, 61 por ciento de la población que habitaba en zonas rurales se encontraba en situación de pobreza y, de ese porcentaje, 21.5 por ciento vivía en pobreza extrema, situación que no se ha modificado en los últimos años.
Dijo que este diagnóstico es provocado, entre otros factores, por la baja productividad en las zonas rurales, sobre todo de pequeños productores; marginación de grupos y localidades aisladas; discriminación de comunidades indígenas; y rezagos educativos.
Hizo notar que a pesar de que cada año se le asignan más recursos al Programa Especial Concurrente (PEC) “no se ve que eso se traduzca en mayor productividad del campo, por lo tanto no hay que descartar corrupción en el área rural”.
Héctor Robles Berlanga, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, afirmó que con la política pública de los últimos 20 años se “pensó que se podía sacar a los productores de la pobreza con base en la asistencia social y no en la producción: ése el gran giro que tenemos que dar”.
Precisó que el presupuesto del PEC de 2003 a la fecha se ha incrementado en 170 por ciento, pero esto no se ha reflejado en las condiciones de vida de los campesinos.
“No es un problema de dinero, sino de política pública”, porque se definió que se tenía que apoyar a los pequeños agricultores sobre la vertiente social, y no con una visión productiva, con programas como Prospera, Oportunidades o Progresa.
En este sentido, Gloria Abraham Peralta, del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, asentó que los pequeños productores requieren los soportes económicos para poder invertir.
Al inicio del encuentro, el senador de Acción Nacional, Salvador López Brito, recordó que existe la intención de aprobar una reforma para fortalecer la productividad del campo, así como la seguridad y soberanía alimentaria.
Coincidió en que parte de la problemática del sector agropecuario se debe a la ineficacia en la aplicación del presupuesto, así como a políticas públicas ineficientes. “Con todas estas ineficiencias tenemos un problema serio para el sector primario: agricultura, ganadería, el rubro forestal, la pesca y la acuacultura”, asentó.
El senador Isidro Pedraza Chávez, del Partido de la Revolución Democrática, recordó que a partir de la administración de Carlos Salinas de Gortari comenzaron a retirarse los programas de apoyo al campo que habían sido fundamentales para su desarrollo.
“Despareció el crédito rural y nos lo cambiaron por subsidios” y el famoso Procampo era la única forma de financiamiento que tenían los productores rurales. Además, dijo, la firma del Tratado de Libre Comercio fue un elemento que impactó a las condiciones de competencia de los productores mexicanos.
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