Con 94 votos a favor, 5 en contra y 8 abstenciones, el Senado de la República aprobó en lo general el dictamen que modifica diversos artículos de las Constitución en materia de reforma política.
Al fundamentar el dictamen, el senador priista Pedro Joaquín Coldwell aseguró que no se trata de una reforma light, sino una enmienda de gran calado.
Es una reforma --explicó-- que tiene tres vertientes que convergen en el objetivo común que es perfeccionar la gobernabilidad democrática de la República.
Es decir, abre los causes a los ciudadanos en la toma de decisiones públicas, moderniza el funcionamiento de la institución de la presidencia de la República y del Poder Legislativo, así como cierra espacios a situaciones de inestabilidad política o financiera, agregó.
En tanto, el senador y coordinador panista José González Morfín indicó que se generaron consensos que permitieron alcanzar una reforma moderna “que toca puntos centrales del sistema político mexicano y empodera al ciudadano”.
Aseguró que es momento de dar el siguiente paso en la consolidación democrática, “que consiste en colocar al ciudadano en el centro del sistema político, de pasar del sufragio efectivo a la democracia participativa”.
Por el PRI, el senador Jesús Murillo Karam expuso que con las reformas se crean órganos de control y posibilidades de autonomía a decisiones cruciales que tienen que ver con la comunicación del Estado y sus ciudadanos.
Refirió que esta es una etapa más en la búsqueda de un mejor país, “de un país en el que tienen que darse, y esa es nuestras esperanza, condiciones de certeza que sólo las da un Estado de Derecho”.
Al pronunciarse en contra, el senador perredista Pablo Gómez Álvarez calificó el dictamen como una miscelánea política constitucional y esa no es precisamente una forma pulcra de intentar reformar la Constitución.
En este sentido, ejemplificó que el veto presidencial en el Presupuesto es golpear a la Cámara de Diputados, mientras que convertir al secretario de Gobernación en vicepresidente para ser un presidente provisional “es una cosa que no tiene sentido”.
En tanto, el senador Graco Ramírez Garrido Abreu, al anunciar el voto a favor de la mayoría del grupo parlamentario del PRD, dijo que esta reforma es el inicio de un proceso “muy importante”.
Esta reforma abre nuevos cauces políticos, ya que es el inicio de un proceso, recalcó.
Posteriormente, el senador Jorge Legorreta Ordorica, del PVEM, mencionó que la formulación de este decreto para instrumentar la reforma política representa un considerable esfuerzo que demandó la participación intensiva de todas las fracciones parlamentarias.
Consideró que con este acuerdo se construye uno de los cambios constitucionales más importantes de nuestro país.
Por Convergencia, el senador Dante Delgado calificó al dictamen como “corto y prácticamente intrascendente” de no ser por la consulta popular y la iniciativa ciudadana.
Aclaró que esta reforma no va permitir las candidaturas independientes para el 2012, “y no lo va permitir por varias razones: porque en esta misma reforma, donde los mismos que impidieron hace menos de cuatro años que no se incluyera las candidaturas ciudadanas, no están modificando el artículo 41 constitucional”.
También en contra del dictamen, el senador petista Ricardo Monreal Ávila afirmó que las reformas son insuficientes y acotadas y “pretenden constituirse en lavacaras frente al enorme deterioro y desprestigio del Congreso”.
“Son simple y sencillamente propuestas gatopardistas, no resuelven el fondo del problema. El país exige reformas profundas y con esto no creo que vaya a tener la población un gran jubilo”, acotó.
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