COMUNICADO-1508
• Senador del PRI, destaca beneficios económicos de la reforma, mientras que PRD y PT sostienen que habrá afectaciones a trabajadores petroleros
El Senado de la República concluyó, en sesión extraordinaria, el último debate en lo general del dictamen de paquete fiscal de la reforma energética que aborda, entre otros, el régimen de pensiones y jubilaciones de Pemex y CFE, deuda pública de las paraestatales y sus filiales, y manejo de recursos por la renta petrolera.
Tras acalorado debate, los senadores de las diferentes fracciones parlamentarias expusieron sus argumentos a favor y en contra del dictamen a la minuta enviada por la Cámara de Diputados y presentado por las comisiones unidas de Energía, Estudios Legislativos, Primera, y Hacienda y Crédito Público, a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y de la Ley General de Deuda Pública.
Poco antes de concluir la ronda de oradores, donde los senadores debatieron lo relativo a los pasivos laborales de Petróleos Mexicano y Comisión Federal de Electricidad, los senadores del PRI, David Penchyna Grub, y Benjamín Robles Montoya, del PRD intercambiaron acusaciones personales, lo que obligó al presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, Raúl Cervantes Andrade a conminar a los legisladores a mantener un debate sin descalificaciones y sujeto únicamente a los temas energéticos.
Las voces de los coordinadores parlamentarios del PRI, Emilio Gamboa Patrón y Miguel Barbosa Huerta, del PRD, intervinieron en la defensa de cada una de las posiciones de sus bancadas, pero coincidieron en la importancia de generar un debate libre de descalificaciones y con pleno respeto entre legisladores.
Durante el debate por alusiones personales y rectificación de hechos, también se sumaron los senadores Manuel Bartlett Díaz, del PT, Javier Lozano Alarcón y Roberto Gil Zuarth, del PAN, así como los perredistas Fernando Mayans Canabal, Armando Ríos Piter y Alejandro Encinas Rodríguez.
Al hablar en contra del dictamen, la senadora del PT, Layda Sansores Sanromán, dijo que se pretende usar a los trabajadores de Pemex como chivos expiatorios para que sean el blanco de inconformidades de la población, pues se les intenta imputar el origen de la deuda. De acuerdo con los resultados de la Auditoria Superior de la Federación se determinó un superávit laboral y de vivienda en 2012, y éste se duplicó en el año 2013, agregó.
El senador Omar Fayad Meneses, del PRI, afirmó que con el dictamen se precisa a dónde y cómo se van a destinar, para su gasto, los recursos que se obtengan de la renta petrolera, y no se deja al libre albedrío del gobierno federal la utilización de los excedentes petroleros.
El senador Zoé Robledo aseguró que la etapa final en el Congreso no significa la conclusión del debate sobre la reforma y leyes energéticas, y sostuvo que pese a representar el 17 por ciento de los integrantes del Senado, los legisladores del PRD establecieron el ritmo del debate porque, de acuerdo a encuestas, 66 por ciento de la población cree en la consulta popular y es una mayoría que quiere opinar, decidir y hará valer su decisión en 2015.
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