- En el debate en lo general, establecen su postura en contra de que las paraestatales se abran a capitales extranjeros
- Advierten 20 senadores recortes en la planta laboral, que se elimina la obligación de rendir cuentas al Congreso y se instaura el culto al mercado
Las bancadas del PRD y PT cuestionaron el modelo que se otorga a Pemex y CFE en la nueva propuesta de Ley para el sector, que introduce cambios en su estructura y organización para convertirlas en empresas productivas del Estado sujetas a la participación de capitales extranjeros en la producción, venta y distribución de energía e hidrocarburos.
Lo anterior, durante el debate en lo general del proyecto que expide las leyes de Petróleos Mexicanos y Comisión Federal de Electricidad, modifica las leyes Federal de las Entidades Paraestatales, de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público y de Obras Públicas y Servicios Relacionados con las Mismas.
De los 24 senadores que se inscribieron para debatir, 20 hicieron uso de la tribuna para señalar, entre otros temas, que se prevé un recorte en la planta laboral, que se elimina la obligación de rendir cuentas al Congreso y se instaura el culto al mercado.
El senador del PRD, Luis Sánchez Jiménez, al iniciar la discusión en lo general del debate dijo que las leyes están orientadas a la corrupción e ineficiencia de las paraestatales, porque se les reduce el margen de maniobra financiera y presupuestal para fortalecer el control de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público sobre ellas.
Señaló que la organización corporativa en la que convertirán a Pemex y CFE facilitará la participación del capital privado y la dirección central de ambas entidades serán aparatos burocráticos de opacidad en el manejo de los recursos que estarán al servicio del presidente en turno.
En opinión del senador del PRD, Rabindranath Salazar Solorio, para el nuevo régimen jurídico de Pemex se creó “una ficción de derecho”, un híbrido jurídico que por sus características corresponde a una sociedad mercantil con fines de lucro, pero propiedad del Estado.
Señaló que para los trabajadores de Petróleos Mexicanos no aplicará el artículo 127 de la Constitución, pues se transformará en una empresa productiva, pero es ahí donde cabe la frase de William Shakespeare: “Ser o no ser”, he ahí el problema, porque o es propiedad del Estado o es una compañía que podrá cotizar en la Bolsa y competir con las mayores empresas a nivel mundial.
La senadora Dolores Padierna Luna, del PRD, señaló que la razón por la que México importa casi la mitad de gasolinas, es porque las refinerías operan únicamente al 60 por ciento de su capacidad, a pesar de que se producen 2.5 millones de barriles de petróleo al día y las refinerías requieren de 1.6 millones.
Por otra parte, destacó que mientras que en el año 2000 teníamos 64 plantas petroquímicas y una flota petrolera de 38 grandes embarcaciones, para 2012 la mayoría de éstas se desmantelaron, quedando sólo 15 de cada una, lo cual ha provocado el aumento en las importaciones.
El senador perredista Alejandro Encinas Rodríguez hizo notar que estas leyes contienen un “desorden normativo” y contradictorio, cuyo objetivo fundamental es desmantelar Pemex y a CFE, además de crear las condiciones para su desmantelamiento, mediante la venta de activos.
De igual modo, puntualizó, se instala un nuevo dogma desde el gobierno federal: El culto al mercado, donde lo público se subordina a lo privado “y se impone el yo a los otros”. Lamentablemente, agregó, eso es lo que está planteado en estas leyes y lamentablemente ese es el futuro que ustedes quieren para el país”.
Al hablar sobre diversos hechos en el debate, el senador Manuel Bartlett Díaz, coordinador de los senadores del PT, aseguró que con la aprobación del dictamen se permitirá que en Pemex y CFE el capital extranjero se adueñe del mercado petrolero y eléctrico. Con el nuevo régimen jurídico para ambas empresas se termina con toda la estructura de la Constitución, aseguró.
La senadora Layda Sansores San Román, del PT, aseguró que se siente un tufo de despido en Pemex y la CFE, derivado del anuncio de que los consejos de administración de ambas empresas realizarán una reestructuración de la planta laboral.
En el debate en contra del dictamen previamente aprobado por las comisiones unidas de Energía y Estudios Legislativos, Primera, participaron los senadores del PRD, Zoé Robledo Aburto, Luz María Beristain, Isidro Pedraza Chávez, Fidel Demédicis Hidalgo, Alejandra Barrales, Lorena Cuellar Cisneros, Adán Augusto López, Fernando Mayans Canabal, Armando Ríos Piter, Mario Delgado, Benjamín Robles Montoya, y David Monreal Ávila, del PT.
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