El Senado hizo un llamado al Ejecutivo federal para que suspenda inmediatamente el proceso de desgravación arancelaria que lleva a cabo a diversos productos de importación, desde 2008, hasta en tanto no se concerte con los sectores productivos afectados.
Para ello, solicitó que la Secretaría de Economía inicie las consultas necesarias con todos los sectores industriales, especialmente del calzado, con el propósito de consensuar las medidas a aplicar y actuar en consecuencia.
Asimismo, para que atienda la aplicación de los aranceles mixtos de conformidad con las leyes de Comercio Exterior y Aduanera a las fracciones más sensibles, a fin de frenar la subfacturación o subvaluación en las aduanas y evitar la defraudación fiscal y el deterioro de la planta productiva nacional por contrabando técnico y comercio desleal.
Exhortó también a la Unidad de Prácticas Comerciales Internacionales a evaluar los expedientes presentados por los representantes de diferentes sectores industriales y a que realice investigaciones en materia de prácticas desleales de comercio internacional y salvaguardas de manera expedita.
Al mismo tiempo, invitó al titular de la Unidad de Prácticas Comerciales Internacionales de la SE, Hugo Perezcano, a reunirse con senadores para que explique cuáles son los expedientes que se le han presentado, cómo va su resolución, cuándo se van a resolver y qué medidas se aplicarán para atender el reclamo de los industriales.
Al sustentar el acuerdo que fue aprobado de urgente y obvia resolución, el senador panista Ricardo Torres Origel detalló que el 24 de diciembre de 2008 la Secretaría de Economía determinó unilateralmente disminuir los aranceles aplicados a las importaciones de productos manufacturados.
Consideró que dicha medida está causando estragos en la planta productiva nacional y el mercado interno.
Esta decisión empieza a ocasionar, ante la entrada masiva de productos de importación, el cierre de empresas, además de que los bajos precios con los que entra el calzado al país no se traducen en menores precios para los consumidores, abundó.
Al respaldar la propuesta, el senador priista Francisco Arroyo Vieyra, se preguntó “qué tienen en la cabeza los funcionarios de la Secretaría de Economía que van por el mundo regalando nuestro mercado sin pedir nada a cambio”, porque México baja los aranceles pero no pide la reciprocidad de otros países.
Aseguró que se ha abandonado la política de precios estimados, lo que permite que algunos productos lleguen a 10 centavos de dólar cuando su precio es mayor, con lo que “se engordan los bolsillos y estómagos de importadores y cadenas de autoservicio”.
No es cierto que al consumidor final le llegue el beneficio de productos baratos; por el contrario llegan productos contaminantes y de menor calidad, agregó.
Asimismo, exhortó al gobierno a establecer una política de barreras no arancelarias, a que las cámaras industriales, como órgano de consulta que son, tengan visores para el etiquetado en aduanas “como era antes”, y para que la política de precios estimados sea la que se aplique.
Por el PRD, la senadora Yeidckol Polevnsky Gurwitz, explicó que al firmar el TLCAN “se dejó abierto” que los certificados de origen los hicieran los comerciantes y no los productores, con lo que se permite la entrada de mercancía triangulada.
No podemos permitir al Ejecutivo que decida sobre los aranceles porque es facultad del Senado, subrayó.
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