Para la aplicación de la Convención de las Naciones Unidas Contra la Corrupción, “los legisladores no tienen un modelo a seguir, sino que ellos tienen que ser el modelo”, señaló Naser Al Sane, presidente de la GOPAC.
Declaró que los parlamentarios deben jugar un papel muy importante en la adopción de esa Convención, “ayudar a que haya una mayor participación y ser cabilderos para convencer a la gente de la importancia que ésta representa”.
Explicó que los congresistas con voluntad pueden hacer mucho por su país y en el caso de los miembros de la GOPAC “nuestro papel como organización es utilizar esta herramienta para dejar que la comunidad y los parlamentarios mismos jueguen su papel”.
Destacó que ante la ratificación y poca aplicación que muchos países han hecho de ese instrumento internacional, GOPAC creó un mecanismo de autoevaluación donde los parlamentarios miembros responden sobre la situación de su país y la implementación de la misma.
Así “nos aseguramos de que esta Convención no ha sido abusada o secuestrada por ningún país, este es nuestro papel como Grupo Mundial de Trabajo”, indicó el dirigente de la Organización Mundial de Parlamentarios en Contra de la Corrupción.
Al participar en el Taller Revisión del Informe de Seguimiento de la GOPAC y los planes de trabajo de Grupos Mundiales de Trabajo sobre la Convención de la ONU contra la Corrupción, Cédric Jurgensen, asesor de Política para el Desarrollo Parlamentario, aseveró que la prevención es el enfoque más eficaz en el combate a la corrupción.
Puntualizó que los órganos especializados contra la corrupción desempeñan un papel indispensable ya sean como comisiones o autoridades administrativas independientes encargadas de centralizar y analizar la información, emitir opiniones, propuestas e incluso infraccionar.
Cédric Jurgensen indicó que la implicación de los parlamentarios en la lucha contra la corrupción no puede tener un impacto sustancial sino se combina con el ejercicio de prerrogativas, de supervisión de la acción gubernamental y de control presupuestal.
En tanto, el director del Programa de Gobernabilidad Democrática del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Diego Antoni, consideró que el fortalecimiento de las capacidades de los parlamentos, la transparencia y el trabajo con la sociedad civil son las líneas para prevenir la corrupción y usar la Convención para lograrlo.
Finalmente, David Pimm, asesor de Política, Crímenes Internacionales, Asuntos Extranjeros y Comercio Internacional de Canadá, expuso que los funcionarios deben comprender que los parlamentarios van a ayudar en la aplicación de la Convención.
“Estoy convencido de que los parlamentarios pueden ayudar muchísimo para mejorar la transparencia y el gobierno por su parte emitir un reporte claro de acceso a todos, para conocer cuáles son las necesidades que se tienen en la materia”, subrayó.
--oo0oo--