Senado de la República

DISCURSO DEL ALMIRANTE VIDAL FRANCISCO SOBERÓN SANZ, SECRETARIO DE MARINA, DURANTE LA  EXPOSICIÓN 23 DE NOVIEMBRE DÍA DE LA ARMADA DE MÉXICO, EN EL SENADO DE LA REPÚBLICA.
-Senador Raúl Cervantes Andrade, Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República;
-Senador Ricardo Barroso Agramont, Presidente de la Comisión de Marina;
-Distinguidos coordinadores de los grupos parlamentarios, apreciables senadores que integran la Comisión de Marina, respetables funcionarios de este órgano legislativo;
-Estimados representantes de los medios de comunicación;
-Damas y caballeros:
Constituye un gran honor encontrarme en el Senado de la República para agradecer a sus integrantes la distinción de albergarnos en este recinto como parte de los eventos conmemorativos del Día de la Armada de México.
A los integrantes de la Secretaría de Marina compartir con el Senado de la República nuestro cotidiano actuar, a través de esta exposición es un privilegio, toda vez que es una institución en donde la voluntad nacional y la pluralidad democrática se encamina a la consolidación del Estado en beneficio de la sociedad.
En el seno de las Fuerzas Armadas, en especial de la Armada de México que me honro en dirigir, mujeres y hombres tenemos la plena conciencia de que eventos como estos fortalecen el trabajo entre instituciones y por ende la unidad nacional tan requerida en nuestro México; unidad que nos permite enfrentar eficientemente los retos y desafíos del diario acontecer.
En referencia a la fecha en la que celebramos el Día de la Armada de México y recordamos la gesta heroica que hace 188 años nos consolidó como una nación libre e independiente y me permito expresarles que los marinos hemos establecido y mantenido el compromiso de servir a México con gran convicción y orgullo.
Con el transcurrir de los años, el mar adquirió valor para ser considerado como el gran proveedor de enormes riquezas, tanto para el desarrollo económico de los estados como para salvaguardar la seguridad nacional.
En este devenir la Armada de México por tierra, por aire y mar, de manera constante se ha fortalecido, equipado y modernizado, a fin de estar en condiciones para garantizar la preservación de los intereses nacionales.
Asimismo, implica al personal naval principios como honor, el deber, la lealtad, la disciplina, el espíritu de justicia y el respeto a los derechos humanos como la base de su doctrina para que su actuar siempre esté en apego a derecho.
Desplegamos nuestras fuerzas para custodiar el territorio nacional sin importar el tamaño de los retos, actuamos bajo cualquier circunstancia, por sí mismos o en apoyo en otras instancias del orden, en donde quiera y que sea necesario.
En antaño, la voluntad del pueblo se impuso ante la esclavitud y el dominio de los españoles, el pueblo buscó igualdad y el establecimiento de un país justo y democrático.
Hoy la voluntad de ese pueblo es gozar de independencia y tranquilidad, por lo que hoy como ayer la Armada de México seguirá respondiendo hasta alcanzar ese estadio de libertad demandado, porque nació, creció y día a día se fortalece para servir a México.
Muchas gracias.
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