Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Versión Estenográfica de la mesa 2, titulada “Presupuesto de Egresos de la Federación”, del foro “Paquete Económico 2017 a debate”.

 

SENADOR ARMANDO RÍOS PÍTER: …debate, este encuentro, este diálogo que tiene que ver con el paquete económico del 2017, que de hecho el día de mañana habremos de empezar a revisar en la Comisión de Hacienda; y sin duda alguna es muy oportuno, muy pertinente el diálogo que se abre a solicitud, a propuesta del Instituto Belisario Domínguez.

 

Yo me honro en presidir los trabajos de esta mesa 2, que es la que va a ver el tema de Presupuestos de Egresos de la Federación. Como ustedes saben, ya fue aprobada la Ley de Ingresos, habremos de revisarla aquí en el Senado como cámara revisora; y gran parte del debate alrededor de este paquete legislativo ha estado no solamente en el tema de los ingresos, que es una discusión instalada ya desde que hizo la reforma hacendaria; sino especialmente alrededor del presupuesto, que en este año presenta recortes importantes desde nuestro punto de vista recortes preocupantes en áreas como la educación, como la salud; y en donde el gobierno decidió ponerse una suerte de camisa de fuerza cuando decidió no abrir la discusión de los ingresos o por lo menos fue una decisión política que en su momento el propio secretario anterior, Luis Videgaray, confirmó.

 

Recuerden ustedes que redactó un planteamiento frente a los empresarios, de que no habría más impuestos, a mí por lo pronto me parece que es una decisión equivocada. Estamos viviendo una transición, en términos de finanzas públicas en el país, aunque no se quiera reconocer.

 

El hecho de que tengamos una caída drástica de la plataforma petrolera, el hecho de que tengamos por más que sea un contexto internacional, una caída en los precios del petróleo, significa una caída permanente en los ingresos no tributarios.

 

Y en ese sentido, como sabemos solamente hay de tres sopas cuando uno revisa las finanzas públicas: si quieres mantener ciertos niveles de gasto o si quieres considerar ciertos niveles de gasto o te endeudas, cosa que en los niveles de déficit actual no parece conveniente, por los semáforos amarillos que inclusive varias calificadoras han venido anunciando alrededor de las finanzas nacionales.

 

El segundo es: convocas a más impuestos, a más tasas impositivas o recortas gasto, dado que la hipótesis es mantener algunos niveles de gasto que se consideran prioritarios, como el que han considerado en materia de educación, en materia de salud; pues renunciar a la parte de los impuestos a mí me parece que es equivocado, por una razón:

 

Porque se ve bajo la óptica más demagógica, que tenemos instalada desde hace muchos años, y miren que yo lo digo desde el PRD, en la izquierda no necesariamente nos hemos acostumbrado a construir una visión proactiva alrededor de la parte impositiva, yo es algo que mantengo como una crítica personal; he tenido una posición muy puntual respecto al tema del impuesto al refresco, pero solamente lo pongo eso como uno de los muchos ejemplos en los cuales los ingresos tienen que ver con cómo convocas a la sociedad para, identificando prioridades, poder tener recursos suficientes que te permitan tener políticas públicas integrales.

 

Cito el ejemplo del impuesto al refresco, que por más polémico que sea, pero de eso se trata: construir un diálogo alrededor de lo que significa que como sociedad pongamos dinero, aportemos recursos para garantizar ciertas políticas integrales y vuelvo a citar el tema del impuesto al refresco; mañana lo habré de poner en la propia Comisión, pero nos parece que es de esas oportunidades en las cuales te permite buscar incidir en el consumo, el impuesto busca reducir el consumo de una situación que ya es alarmante, el consumo de bebidas endulzadas, tenemos el primer lugar en obesidad infantil, niños y niñas mexicanos ocupan el primer lugar en el mundo en cuanto a obesidad.

 

Pero también tenemos el primer lugar de diabetes infantil y las proyecciones, que yo no me cansaré de repetirlas, que tenemos nosotros ubicadas y que desde el IMCO hasta varias instituciones las han venido formulando; si no cambiamos el patrón de consumo de los refrescos en nuestro país y de la ingesta calórica que tenemos, corremos el riesgo de que uno de cada tres mexicanos y mexicanas en los próximos años, uno de cada tres, sean niños, sean adultos mayores, sea gente en edad económicamente productiva, corremos el riesgo de que tenga alguna de estas enfermedades crónico-degenerativas, que hoy ocupan el primer lugar de muerte en el país.

 

Entonces, son enfermedades que le causan daño a nuestro potencial de crecimiento, porque son enfermedades que causan un terrible daño, pérdidas personales en términos de amputaciones, escenas realmente dantescas que hoy se viven en muchos lados del país, especialmente en las zonas más marginadas, en las zonas más pobres, que además son las que menos infraestructura hospitalaria tienen para atender este tipo de enfermedades que son duraderas en tiempo, que son realmente terribles en cuanto al sufrimiento de quienes las tienen y donde no estamos preparados en los próximos años, nuestras finanzas públicas, donde hoy significa casi 80 millones de pesos solamente el gasto en atender este problema.

 

Lo cito como un ejemplo, porque se busca que caiga el consumo. Se busca, y ahí entro a la parte de gasto, que este dinero vaya directamente a la parte de prevención, prevención de este tipo de enfermedades y que sea un diálogo abierto.

 

Obviamente hemos tenido, y lo cito como un ejemplo, porque hemos tenido obviamente un enfrentamiento con la industria que tiene sus posiciones legítimas, no las deslegitimo, pero de eso se trata la discusión en este momento.

 

Si se cae el dinero del petróleo, si se nos cae la plataforma y solamente podremos volver a tener ritmos similares en los próximos 10 o 15 años con las inversiones sustantivas que se hagan en aguas profundas o en lotitas  o alguno de los otros ingresos petroleros que se pudieran tener, la gran pregunta de los mexicanos y de las mexicanas es cómo le vamos a hacer para garantizar tener un ritmo como el que necesita nuestro país de inversión en infraestructura, de inversión en educación o de inversión en salud, como el ejemplo que les estoy poniendo.

 

Por eso la parte del gasto es importante, la parte obviamente de los ingresos, y la última, que es la parte de la supervisión del gasto.

 

La gran crítica que ha tenido este impuesto es: ¿En dónde se están yendo casi 53 mil millones de pesos que ya se generaron en los últimos años y que no necesariamente han implicado más bebederos, más agua potable, mejores condiciones para educación en materia de cultura nutricional o de cultura física.

 

Bueno, pero como ustedes ven todo esto es un andamiaje que tiene que ver con ingresos, que tiene que ver con gasto público y que tiene que ver con transparencia y rendición de cuentas.

 

Esa es la nueva realidad fiscal que tiene el país y que tenemos que entender. Ya no hay un espacio para tener enormes ingresos que, viniendo del petróleo, de repente no le preocupen a la gente porque llegan de alguna manera.

 

No. Hoy cada vez más salen y saldrán del bolsillo de cada ciudadano  y ciudadana, de cada persona que pague el Impuesto al Valor Agregado, de cada persona que pague el Impuesto Sobre la Renta; entonces obligadamente tenemos que garantizar un muy sólido sistema de rendición de cuentas.

 

Si la gente está poniendo su dinero, obviamente exigir que no se lo roben por la corrupción, que no se pierda en ineficiencia, o que si están convocados en un mandato muy claro para prevenir algún problema como el que estoy citando, obviamente la gente vea que hay resultados y que estamos construyendo juntos, con base en una nueva cultura, en una nueva lógica fiscal de un pacto fiscal que nos permita saber “Oye, le estamos metiendo dinero y como país estamos consiguiendo que nuestros niños dejen de ser el primer lugar de obesidad infantil”.

 

Creo que este ejemplo, y perdón si me extiendo, ilustra mucho en qué va el Paquete Fiscal del 2017. Las fuerzas políticas nos rasgamos las vestiduras de que haya recortes de un lado a otro, y eso obviamente tiene que ver mucho con cómo funciona nuestra democracia.

 

Pero lo que tenemos que hacer es garantizar que haya un debate de altura para identificar cuáles son los retos que tenemos hoy y cuál es la sociedad que queremos construir para el futuro. Y por eso el tema de los ingresos, de los egresos y de la rendición de cuentas, sin duda alguna hoy es un tema importante por la discusión que tenemos en el Senado, pero será la gran discusión como sociedad, me parece, en los próximos meses y sin duda alguna en los próximos años.

 

De tal manera que, habiendo abusado un poco del uso de la palabra, les presento a quienes nos acompañan el día de hoy.

 

Está Mariana Campos, que es Coordinadora de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, gran aliada nuestra de este Senado en muchos temas. Estamos construyendo con ella y con un importante grupo de actores de la sociedad civil la Ley de Obra Pública y, bueno, de eso ya haremos otro debate, otra discusión.

 

Está con nosotros José Luis de la Cruz Gallegos, Director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico A.C. Es un honor tenerte aquí, José Luis, siempre nos ha tocado estar en varias discusiones de este carácter.

 

Y David Colmenares Paramo, Director General de Colmenares Paramo y Asociados, S.C., con quien además de todo en el tema de rendición de cuentas de Contraloría, hemos tenido un diálogo muy fértil en este Senado de la República.

 

Procedo a leer, nada más para darle formalidad a la presentación de Mariana Campos. Ella, como les comentaba, es coordinadora del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas ahí en México Evalúa.

 

Además, es comentarista invitada en el programa de Eduardo Ruiz Healy en Radio Fórmula. Anteriormente se desempeñó como consultora asociada de GEA, Grupo de Economistas y Asociados, y como Coordinadora de Proyectos de Investigación de Fundación Idea.

 

Como consultora, evaluó diversos programas del gobierno Federal y participó en proyectos para el Programa del Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas, al UNICEF; el Banco Interamericano de Desarrollo y la Keller Foundation, además del Over Side Development Institute del Reino Unido.

 

Tiene un largo currículum académico y entonces ya no le quito más su tiempo y le doy la palabra para que la ocupe en su presentación.

 

Muchas gracias.

 

MARIANA CAMPOS: Armando, muchas gracias y muchas gracias al Instituto Belisario Domínguez y al Senado de la República por permitirnos este espacio para compartir con ustedes el análisis y las recomendaciones que tenemos en materia de presupuesto público.

 

Yo quiero tomarme un muy breve tiempo para decirles que me parece, para compartirles una reflexión general: creo que muchos de los problemas que estamos aquí encontrando en la política de ingresos, en egresos, en deuda, eso va a venir digerido en la siguiente mesa, propuse que en el fondo tiene que ver con un problema crítico de gobernanza en los procesos fiscales, en los procesos de toma de decisión.

 

¿Qué significa esto? Bueno, que no estamos tomando las decisiones adecuadas y esto es porque no tenemos el diseño de los procesos para esta toma de decisión, en lugar de que las decisiones se orienten a los objetivos de política fiscal. Estamos yo creo que perdiéndonos en el camino y yo creo que no vamos a salir de esto hasta que no mejoremos esta gobernanza, hasta que no garanticemos que tengamos en la práctica los mecanismos de rendición de cuentas, de una toma de decisión objetiva en el congreso, también dentro del Ejecutivo va a ser indispensable.

 

Y creo que si uno repasa las leyes y la política fiscal y vemos las prácticas que hay en otros países, vemos las recomendaciones que hace el Fondo Monetario Internacional a México, nos damos cuenta que hay puertas abiertas, que hay muchas áreas de oportunidad para mejorar la política fiscal.

 

Hay que recordar, la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, que sufre modificaciones constantes, de fondo no se discute desde 2006. Entonces creo que tenemos ya bastantes años con un instrumento que posiblemente ha quedado obsoleto y que requiere nuevos mecanismos para la realidad institucional y para las necesidades de la política fiscal.

 

Voy a comenzar con mi primera lámina. Yo aquí les quiero mostrar una realidad de la manera en que se ejerce el gasto público y creo que afecta muchas dimensiones del presupuesto.

 

¿Qué sucede? Bueno, durante el ejercicio se asignan recursos adicionales sin los controles adecuados que ponen en riesgo la disciplina presupuestaria y la calidad del acto público.

 

Todos sabemos que tenemos un profundo problema en la calidad del gasto público, ahorita voy a ir yo argumentando esto, que nos preocupa muchísimo que el gasto no esté impactando al crecimiento económico, que el gasto no genere los cambios y atienda los problemas de México.

 

Bueno, pues hay un problema grave a la hora de ejercer estos recursos y esto tiene que ver con cómo esta puesta la política pública.

 

Tenemos en la primera gráfica, es un trazo de la evolución del gasto programable aprobado versus ejercido y lo que vemos es que en cada uno hay un sobre ejercicio de recursos, se gasta más de lo que se aprueba y esta asignación de recursos, sobre todo los que tienen que ver con recursos que no provienen del petróleo, porque para los que provienen del petróleo, bueno, ya hay algo que es el Fondo Mexicano del Petróleo, con una cierta regulación, pero lo que viene de los recursos provenientes de los recursos no petroleros, tenemos y unas disposiciones la verdad que no logran promover o garantizar que haya asignación eficiente y un gasto de calidad. Entonces, es bien importante tocar este tema y vemos que es una situación que se da año con año.

 

Entonces, esa es otra de las características de los problemas fiscales y aquí puntualmente en el problema de gasto, los problemas los venimos arrastrando desde hace mucho tiempo.

 

El día de hoy, con esta coyuntura de la caída de los ingresos petroleros, de que el déficit ha crecido de manera tremenda en los últimos años, nos pone en un aprieto especial. La realidad macroeconómica en el mundo, que ha sido retadora, con altas en las tasas de interés, nos pone en una situación especial, pero los problemas de gobernanza y los problemas de mala toma de decisión, los venimos arrastrando desde hace muchos años.

 

Vean como la siguiente gráfica trae un trazo del gasto no programable, es este gasto que se destina a pagar deuda, a pagar diferentes pasivos del Gobierno Federal en algunos ejercicios que vemos ahí ha estado el ejercido por deba del aprobado.

 

Entonces esto nos dice que existe una tendencia también a pasar dinero del gasto o programable al gasto programable.

 

Es decir, se aprueba un presupuesto para pagar, o amortizar deuda, o pagar intereses y por ahí queda un colchoncito que el gobierno pasa hacia el gasto programable en donde está por supuesto su gasto de operación.

 

Entonces quiero decirles que esto en el mundo no está bien visto. Pasar dinero de una naturaleza tan distinta a otra puede ser cuestionado y en algunos países existen leyes que lo prohíben profundamente.

 

Entonces sí es importante que el gobierno pueda tener un espacio para adecuar su gasto, para en el ejercicio poder, en miras de tener un mejor gasto poder adecuarlo pero con ciertos límites y bajo ciertos parámetros. Y creo que en México no están puestos los límites ni los parámetros.

 

Entonces hay una amplia discrecionalidad de lo que se puede mover en el ejercicio.

 

Un ejemplo lo tenemos con la siguiente gráfica, el sobre gasto, por ejemplo es sistemático en varios conceptos del gasto de operación.

 

Aquí tenemos unos datos sobre el gasto en servicios generales, eso en el capítulo 3,000 de gasto y vemos cómo de manera continua se aprueba un presupuesto y se ejerce otro considerablemente más alto.

 

Tenemos la comparación de 2012, el gasto aprobado en este capítulo y el ejercido. Esto es exclusivo del gobierno Federal y vemos el sobre gasto continuo.

 

Po ejemplo, para 2016 se aprobó un gasto de 121 mil millones de pesos, al corte del primer semestre de este año ya teníamos ejercidos 72 mil millones.

 

Y con este rito de gasto nosotros pronosticamos que al cierre de este año vamos a ejercer 145 mil millones, por encima de lo aprobado.

 

Entonces vean por ejemplo 2015, un año donde se prometieron recortes pues no se llevó a cabo ningún recorte, se gastó más que el año anterior y se gastó más que el aprobado.

 

Entonces esto nos muestra que nos están faltando mecanismos de disciplina presupuestaria durante el ejercicio.

 

La pregunta aquí es si el propuesto para el 2017, que está en 103 mil 856 millones de pesos va a ser un gasto que se va a respetar. Bueno, la historia nos dice que no.

 

Dentro de este tipo de gasto uno de los conceptos privilegiados, por ejemplo, que desde nuestro punto de vista es un concepto de gasto superfluo, tiene que ver con el gasto que se va a comunicación social y publicidad.

 

Vean que se aprueba un presupuesto muy por abajo del que se termina gastando.

 

En 2012 fueron alrededor de 2 mil 700 millones lo que se aprobó y se terminó ejerciendo 7 mil 500 millones.

 

Y esto pasa a la siguiente administración. El año pasado, a pesar de ser un año en donde ya estábamos preocupados de la caída de los ingresos petroleros, seguimos sobre ejerciendo con respecto al pasado y con respecto al aprobado.

 

Entonces creo que en medio de una coyuntura como la que estamos viviendo, en donde sí vemos vulnerable el ingreso, donde es muy retador el gasto que viene y que está viniendo en pensiones y en costos de la deuda, que estamos recortando inversión, qué está pasando con la toma de decisión en el ejercicio.

 

Ese es otro de los conceptos de gasto de operación del gobierno, es el gasto en materiales y suministros y vemos también cómo el sobre gasto es sistemático.

 

Esto también nos dice mucho de que se aprueba un gasto que no es realista. Se aprueba un gasto en el presupuesto que no tiene que ver con lo que se ha gastado en años pasado.

 

Entonces no está siendo revisado por la Cámara de Diputados este gasto, de tal manera que vivimos como en dos universos paralelos: lo que se aprueba y lo que se ejerce.

 

Nada más que no hay que olvidar que lo que se ejerce es lo que finalmente tiene efecto en la gente, y en el país, y en la economía.

 

Este concepto de gasto tiene que ver con las transferencias, asignaciones, subsidios y otras ayudas. Es, todos los programas sociales y programas de subsidios, así como transferencias a gobiernos locales, como los municipales y los estatales, están clasificados dentro de este gran, gran rubro de gasto.

 

Como ven trae muchísimo dinero, es un gasto que además ha crecido de manera desmedida. Yo la verdad como economista quisiera ver más la inversión que creciera a estos ritmos, pero lo que está creciendo son los subsidios.

Y no es que los subsidios sean malos, simplemente los subsidios tienen que estar concebidos en programas que estén bien diseñados, programas que tengamos garantía que van a tener un efecto en la economía o en el bienestar social; porque los subsidios que no están bien documentados, que no parten de intervenciones bien diseñadas, son proclives al uso político, por ejemplo, o a desperdicio, simplemente a transferir dinero de una persona a otra; de un gobierno a otro, en donde no vamos a tener un efecto económico y esto no va a tener una aportación en el crecimiento y en cambiar las condiciones de vida.

 

Aunado a esto, que ahora lo vamos a ver más adelante, hay bastante opacidad en la manera en la que se presenta este gasto durante la discusión presupuestaria, en el paquete; y sigue permaneciendo un poco de esta opacidad a lo largo del ejercicio.

 

Entonces, vean nada más el incremento tan impresionante que hay: al cierre de 2012 se aprobó un presupuesto de 587 mil millones de pesos, y al cierre de 2015 se ejercieron 901 mil millones de pesos. O sea, el incremento es enorme, casi se duplica el gasto, es impresionante. Y nosotros lo que vemos es que también es otra de las partidas que durante el año va generando incrementos de talla impresionante.

 

Para 2017 se está proponiendo un gasto en esta materia, bastante reducido, pretende regresar incluso por niveles debajo de 2012, la pregunta es si con esta historia lo vamos a conseguir o no lo vamos a conseguir, porque parece un salto cuántico y ese es un tema que tenemos que tener muy claro en la discusión del presupuesto.

 

Hay que decir, y ahora les mencioné sobre el tema de la opacidad que hay cuando se asignan los recursos de este capítulo de gasto. Si nos damos cuenta, la primera columna habla del gasto que se aprueba; entonces cuando se aprueba el gasto vemos que no tenemos claridad del destino geográfico.

 

Pensando en que los subsidios pueden ser vulnerables y que se pueden usar políticamente, estamos dejando una puerta abierta a que haya poca claridad de a qué estado, a qué localidad va a ir este gasto. Entonces, sabemos que hay muchos años electorales, en donde hay campañas de gobernadores, campañas de congresos locales, en donde es bien importante tener blindados este tipo de gastos y en donde las prácticas internacionales así lo sugieren: el PNUD, la ONU, en fin, ha habido muchos organismos internacionales generando manuales y procurando programas para cuidar este tipo de gasto.

 

Entonces, lo que sucede es que vemos además que la Ciudad de México, muchos recursos están clasificados en la Ciudad de México, la cantidad es exagerada. Lo que nosotros creemos es que hay una mala clasificación del gasto, esta es nuestra hipótesis, en donde por el hecho de que las oficinas residen, en donde se toman las decisiones residen muchas de ellas en la Ciudad de México, se está mal clasificando el gasto.

 

De tal manera que tenemos como una mala clasificación, por un lado muchos recursos que parece que están en la Ciudad de México, pero que en realidad dudo mucho que todo ese dinero se vaya a la ciudad. Por otro lado, una bolsa que se le llama “no distribuible geográficamente”, que me parece como un poco inadmisible tener este tipo de clasificación, sobre todo cuando un gran porcentaje del gasto está ahí. Y por otro lado tenemos, solamente del 20 por ciento del dinero, cuando se aprueba sabemos a dónde va.

 

A lo mejor no en todos los casos sabemos a dónde va a ir, eso también puede suceder; pero sí es tan amplio, entonces nos está también sugiriendo que hay una mala planeación del gasto y que las decisiones se van tomando al vapor.

 

Ya durante el ejercido, que es la columna de al lado, vemos cómo el amarillo se amplía y es la parte que ya logramos saber hacia dónde se distribuyó. Pero ojo, sigue habiendo 50 mil millones en la parte roja, se ve delgadito ahí, de lo no distribuible, o sea, hay 50 mil millones al año en donde no es distribuible geográficamente, esa es su clasificación.

 

Pero si se entregaron, se entregaron no en el espacio, se entregaron en algún sitio que tiene un domicilio y que pertenece a alguna entidad federativa.

 

Este es un ejemplo de programa que a México Evalúa le llamó mucho la atención y que de verdad le prendió el foco rojo de que tenemos que regular mejor la entrega de subsidios y transferencias. Entre 2012 y 2015, a partir de esta administración, se creó un programa que se llama “Contingencias económicas”, y este programa en el presupuesto aprobado aparece, por ejemplo de 2014, mil 72 millones de pesos, pero ejerció 55 mil millones. Y en el 2015 teníamos mil 81 millones y se ejercieron casi 75 mil millones; o sea, durante el ejercicio se suscriben muchos convenios de transferencias a gobiernos locales.

 

Ahora, esto es una suposición, porque en realidad este programa no tiene reglas de operación, o sea, su diseño no está documentado en un documento normativo, entonces no podemos conocer oficialmente cuál es su objetivo.

 

Estuvimos indagando y durante estos años, no vimos que hubiera sido evaluado en el contexto del sistema de evaluación del desempeño. Tampoco vimos que haya sido auditado de manera externa por parte de la Auditoría Superior de la Federación; entonces buscamos los convenios y los convenios no están publicados, hay que hacer una serie de solicitudes de acceso a la información para poder ver cuáles son los convenios que se suscribieron.

 

Hay que decir que el 10 por ciento del gasto adicional ejercido en 2015 con respecto a 2014, quiero decirles que ese gasto adicional es de 600 mil millones; o sea, en total del gobierno federal, un poco más del 10 por ciento se fue a este programa. Entonces es importante mencionarlo, porque es preocupante que programas con un diseño débil o que no está documentado, estén gastando esta cantidad de recursos.

 

¿Cómo se financia el gasto adicional?

 

Ahora yo les enseñé varias partidas que se llevan mucho más gasto a lo largo del ejercicio; ¿de dónde vienen esos recursos?

 

Por un lado hay recortes a otras partidas, a otros conceptos, de ahí una parte del dinero sale; y otra parte, que es la mayor parte, viene de asignar los famosos ingresos excedentes, que como ya vimos en la mesa anterior, más que existan ingresos excedentes, se aprueba un presupuesto que es poco realista y al no estar considerados en la Ley de Ingresos, cuando llegan esos ingresos durante el ejercicio se les llama “ingresos excedentes”.

 

Este es uno de los ejemplo del gasto que sufre recortes a lo largo del ejercicio. Ahí vemos en 2012, que se había aprobado un presupuesto a la inversión de 102 mil millones de pesos y se terminaron ejerciendo 91 mil; entonces por ahí hay un sobrante de recursos que seguramente se destinó a alguna de las partidas del gasto de operación que yo les mostré.

 

Y en 2015 vemos que ahí la situación es mucho más crítica, porque en ese año, a pesar de que no se hicieron recortes en el gasto de operación, que hubo exceso de gasto ahí, sí se llevó a cabo el recorte en infraestructura, ese sí se hizo. Y vemos que de un presupuesto de casi 127 mil millones, se terminó ejerciendo la mitad, bastante considerable. Este es uno de los rubros que sistemáticamente se afectan y a los que se les reduce presupuesto durante el ejercicio.

 

Para el año 2017 se está proponiendo un gasto de 71 mil millones, y no hay que olvidar que el ejercido hasta la fecha en el segundo semestre, es de 33 mil millones de pesos, o sea, es poquísimo dinero el que se está ejerciendo para la inversión; y hay que pensar cuáles son los impactos que esto va a tener en el crecimiento económico.

 

Este es otro de los rubros que tiene recortes a lo largo del ejercicio, es la cuenta de servicios personales. Lo que se ve es que se aprueban presupuestos más, altos en el ejercicio se recorta y se envía a otras partidas, como las que yo les mostré; entonces la pregunta es si vale la pena aprobar en este presupuesto 2017, un monto tan alto que sabemos que muy posiblemente no se va a ejercer y se va a ir a alimentar partidas que posiblemente no son las que queramos, como el gasto de operación en otros rubros.

 

Vemos por ejemplo que de las partidas de servicios personales, se está pidiendo dinero, bastante dinero al Ramo 25, que históricamente nunca ejerce los recursos que se le aprueban, ahí está toda la nómina de la educación para adultos y me parece que también de educación tecnológica y algo se va aquí al DF, en la nómina de maestros. También en la parte del Ramo 23 trae un incremento muy importante para 2017.

 

Vemos que tanto el Ramo 23, como el 25 no ejercen lo que se les aprueba. Ya sabemos que esta bolsa de recursos no se va a aprovechar.

 

Aquí está la parte de los ingresos excedentes, se las comento muy rápido. Tenemos cada año ingresos excedentes, es decir, ingresos mayores a los que se aprueban; y una de las principales bolsas de los ingresos excedentes proviene de los ingresos por aprovechamiento, que son ingresos no tributarios no petroleros.

 

Vean lo importante que fue este ingreso excedente el año pasado, fue impresionante la brecha entre el aprobado y el ejercido, y esos ingresos la verdad es que se colocan en el año de manera discrecional.

 

Aquí vemos en estas barras, que a lo largo de los años se nos ha informado menos de dónde provienen estos ingresos. La parte amarilla es el porcentaje que nos informan de dónde vienen; pero en los últimos años ya no nos informan de dónde provienen esos ingresos y es una situación bastante preocupante, porque incluso en la Ley de Ingresos de 2015 está establecida la obligación de informar en los trimestrales de dónde provienen y no hemos visto que haya cambiado nada en los trimestrales.

 

La ASF durante 2014 exigió cuentas de este aspecto a la autoridad fiscal, en donde en su informe sobre la Auditoría de la Cuenta Pública, nos explica que tiene que ver con uso de patrimonio de las empresas productivas, o sea, descapitalizar empresas productivas, usar recursos de NAFINSA también, de ISSSTE y parece ser que hay una colocación de deuda en el ejercicio.

 

Entonces creo que este es un asunto bastante delicado en donde se están tomando decisiones muy importantes del patrimonio de la nación, que se están tomando fuera de la discusión con el Congreso y con muy pocos mecanismos de transparencia y de rendición de cuentas.

 

Vemos que estos ingresos por aprovechamiento cada vez son más importantes en los ingresos del Gobierno Federal totales. Ahí vemos cómo en el 2015 fue del 10 por ciento ya, entonces nos estamos despetrolizando y estamos dependiendo menos del petróleo, pero ya empezamos a depender de otros esquemas que no parecen saludables, ni sostenibles.

 

Aquí vemos una comparación, estos son los ingresos adicionales entre 2015 y 2012; y vemos que casi 30 por ciento de los ingresos adicionales que se obtuvieron en esos años, no son tan sostenibles porque provienen de estos ingresos por aprovechamiento y de deuda.

 

¿Por qué puede pasar esto?

 

Carecemos de los mecanismos de rendición de cuentas y de gobernanza en los procesos de toma de decisión en la política fiscal, entonces hay varios aspectos que estamos nosotros desde México Evalúa impulsando desde hace tiempo.

 

La voy a dejar hasta aquí, porque ya me excedí, pero esta presentación va a estar disponible al público, en donde puedan ver cuáles son las recomendaciones.

 

La más importante recomendación es que tenemos que regular el uso de los ingresos excedentes, esos ingresos que llegan en el año es muy importante que podamos darles un mejor uso. Y la propuesta de México Evalúa es que cuando haya un balance deficitario, este tipo de ingresos tienen que irse, primero que nada, a pagar deuda; de esta manera creemos que vamos a incentivar a que el Gobierno presente propuestas de ley de ingresos mucho más realistas.

 

Y también va a ser importante regular el gasto adicional durante el ejercicio, poner un límite sano, que no sea una camisa de fuerza pero que sí pueda evitar que se cambie gasto no programable de pago de deuda, a gasto de operación y algunas regulaciones que puedan promover que haya un ejercicio mucho más contundente y consistente con lo que se aprobó, y que pueda garantizar una mayor calidad del gasto público.

 

Muchas gracias.

 

SENADOR ARMANDO RÍOS PÍTER: Muchas gracias a Mariana Campos. Sin duda alguna, su información o la presentación es muy oportuna y muy pertinente en este momento; repito, dado que mañana vamos a tener esta discusión y hay cosas que son sorprendentes, pasar de 50 mil a 70 mil millones de pesos en la parte de los subsidios sin una transparencia adecuada, es algo realmente que sorprende y que es muy útil en este momento.

 

José Luis de la Cruz Gallegos, que es nuestro siguiente expositor, es doctor que ocupa el cargo de director del Instituto para el Desarrollo Industrial y Crecimiento Económico.

 

También se desempeña como presidente de la Comisión de Estudios Económicos de la CONCAMIN.

 

Es profesor de Cátedra en Doctorado de Ciencias Financieras de EGADE Business School, en el campus de la Ciudad de México y de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México.

 

Entre 2010 y 2013 desempeñó las funciones de director del Centro de Investigación en Economía y Negocios, y del Departamento de Economía y Finanzas en el Tecnológico de Monterrey, también en el campus Estado de México.

 

Realizó sus estudios de Maestría en Economía en el Colegio de México y de Doctorado en Administración en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, campus Ciudad de México.

 

Ha sido conferencista en más de 80 congresos científicos, académicos y de negocios, y como he comentado, nos ha tocado estar en distintas ocasiones.

 

Nos ayuda mucho su presencia el día de hoy y tiene la palabra, doctor José Luis de la Cruz.

 

DOCTOR JOSÉ LUIS DE LA CRUZ: Muchas gracias, senador. Gracias al Instituto Belisario Domínguez por la invitación.

 

Básicamente mi presentación va en el sentido de plantear la falta de encadenamientos que existe entre el gasto público, particularmente la inversión y el sistema productivo.

 

Al final del día, parte del problema que tenemos es que no importa cuánto se gaste. Si no hay un encadenamiento hacia la parte productiva, si no hay una consecuencia sobre el crecimiento, sobre los motores del crecimiento, al final del día el problema va a ser que sea mucho o sea poco lo que se gaste, el impacto que se tiene puede ser marginal.

 

En esencia, el problema del país no es falta de potencial. Tenemos la capacidad productiva por capital humano, por posición logística, por recursos naturales, recursos energéticos para crecer más.

 

En realidad, el problema que tenemos nosotros de fondo es, desde mi punto de vista, el paradigma de cuál es el modelo económico bajo el cual estamos funcionando.

 

Es decir, al final del día hemos aceptado, de los 80’s para acá, un modelo de ajuste fiscal en donde los criterios no son de eficacia. Es decir, tenemos nosotros un enorme gasto de gobierno, pero en donde el problema es en qué momento se mide la eficacia del gasto. ¡Ojo! No la eficiencia, sino los resultados.

 

Al final del día, cada peso que se ejerce tiene que dar resultados en términos de seguridad pública, en términos de educación, en términos de crecimiento. Es decir, tiene que resolver el problema para lo cual fue etiquetado. Y en ese punto, en esencia no hemos avanzado prácticamente nada. 

 

Al final del día, el problema es que de tiempo en tiempo cuando las cosas salen mal, queremos aplicar programas de ajuste fiscal, programas de austeridad; y el problema es que esa austeridad a lo que nos ha llevado es a reducir enormemente la parte del gasto dedicado a la inversión y a seguir manteniendo un elevado gasto corriente.

 

A final de cuentas, el problema de esto es que tendremos que preguntarnos después de 30 años de aplicar este esquema de ajuste y esquema de manejo de finanzas públicas, si en realidad es lo que el país necesita. Y déjenme platear por qué.

 

Al final del día, lo que nosotros tenemos es, en términos de resultados de crecimiento económico, un crecimiento promedio de 2.6 por ciento en los últimos 30 años.

 

¿Esto qué significa? Si nosotros vemos el crecimiento en una de sus definiciones del PIB como valor agregado, el componente del Producto Interno Bruto es valor agregado, al final del día lo que nosotros vemos cuando tenemos un crecimiento de 2.6 por ciento es de que esa es la capacidad transformadora del país. Eso es lo que podemos nosotros transformar.

 

El problema es que el mundo no tiene esa situación, no tiene ese desequilibrio.

 

En esta gráfica lo que ustedes pueden ver es el crecimiento promedio en los 80’s, en los 90’s, el 2000, a final de cuentas de China, Singapur, de México, de Corea del Sur, lo que ustedes pueden ver es que el mundo creció, el mundo genera valor agregado.

 

Ahí están las trayectorias en términos de PIB per cápita, en donde lo que ustedes pueden observar es que en la línea azul México se quedó estancado en los 80’s para acá, y el resto del mundo siguió creciendo.

 

Ese crecimiento, en esencia es que tienen mejores capacidades de generar valor agregado.

 

¿Cuál es el problema que tenemos nosotros en el país? Estas gráficas, a la mitad de cada uno de los últimos seis sexenios, lo que nos muestran es quién creció.

 

Es decir, el crecimiento de Miguel de la Madrid en esencia está alrededor del cero por ciento; a la mitad del sexenio el de Salinas de Gortari estaba superando el 4 por ciento. Y en los últimos tres sexenios lo que nosotros observamos es que en el mejor de los casos está en alrededor del 2 por ciento. Esto lo que ha transformado es la capacidad potencial del país.

 

Si ustedes ven el Programa Nacional del Financiamiento para el Desarrollo de inicios del sexenio, que se presentó a inicios del sexenio de Vicente Fox, lo que pueden ustedes observar es que para principios de los años 80’s la capacidad potencial del país superaba el 6 por ciento, la tasa de crecimiento potencial. En estos momentos, no ronda más allá del 2.5 por ciento.

 

Es complicado pensar que se puede crecer más cuando potencialmente tienes esa restricción.

 

Esta gráfica, que perdón por el examen de la vista, básicamente lo que les plantea es además un problema de contabilidad.

 

En la parte roja lo que ustedes tienen es el crecimiento promedio de la inversión clasificada por el INEGI. En la parte izquierda, el crecimiento promedio de la inversión pública, clasificado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

 

Mientras uno está en cero por ciento, el otro está en 15 por ciento.

 

¿Por qué la diferencia? Tan sólo tenemos un problema de contabilidad. Hay un problema de contabilidad en donde mientras INEGI trata de medir lo efectivamente devengado, lo que mide a Hacienda es el flujo.

 

Simplemente si sale de donde se asignó y entra a un fideicomiso, ya no necesariamente después se mide si se acabó ejerciendo o no. Y ese es un problema muy serio, porque el Ejecutivo y el Legislativo pueden agarrar y determinar un paquete presupuestal, el problema es que no existe la garantía de que eso se ejerza.

 

Y ahí existe una gran diferencia de falta de transparencia, en donde además, cuando vemos las cifras del INEGI, ahí ustedes lo pueden ver por década, dividido entre sector, la inversión sector público y sector privado, lo que pueden ver es que en los años 80 y los años 90 la inversión privada apenas creció pero la inversión pública se contrajo entre el 80 y el 89, 50 por ciento en términos reales, y no creció prácticamente en los 90’s.

 

¿Por qué esto es relevante? Básicamente 20 años perdidos de inversión pública, y en donde, de acuerdo a investigaciones por ejemplo que hizo William Easterly, aplicado a toda América Latina, el problema es que lo que dejó de invertir el sector público no necesariamente lo invirtió el sector privado. Es decir, no hubo una sustitución que hiciera en un momento dado o que tratara de recuperar lo que el gobierno y el sector público hacía.

 

En términos de capacidad industrial, por ejemplo, ahí ustedes lo que pueden observar en la línea roja es la competitividad industrial de México, es la capacidad de generar valor agregado en la parte industrial está estancado desde el año 2000, mientras que la capacidad industrial de China, por ejemplo, sigue creciendo.

 

¿Qué implica esto? Valor agregado.

 

En esta gráfica que, si se viera bien será muy ilustrativa, lo que ustedes pueden ver es en dónde está la capacidad productiva de México.

 

En el segundo renglón, digamos, el primero que dice “hasta dos”, es la producción y el valor agregado por tamaño de empresa.

 

¿Qué implica esto? El 72 por ciento de las empresas en México, de las unidades económicas como las clasifica INEGI, el 72 por ciento apenas genera el 3.7 por ciento de la producción total, a pesar de que emplea a casi el 20 por ciento de la población.

 

Si ustedes se van al último renglón, en unidades económicas de más de mil empleados, lo que ustedes tienen es que el .03 por ciento de las unidades económicas, en esencia permítanme decir de empresas, genera casi el 44 por ciento de la producción a través del censo económico.

 

Aquí lo que tendríamos que preguntarnos es cómo resuelve este desequilibrio el presupuesto público. O sea, ¿está en capacidad de resolver este desequilibrio de valor agregado?

 

Si nosotros sacamos aquí la productividad por trabajador, evidentemente las unidades económicas más grandes son las más productivas.

 

Tendríamos que preguntarnos, ¿puede cambiar el presupuesto esta realidad? Y la respuesta desde mi punto de vista es: No. ¿Por qué?

 

Esta gráfica, que tal cual me fusilé la parte derecha del Plan Nacional de Desarrollo, lo que planteaba es, con reformas económicas en estos momentos el país tendría que estar creciendo cerca de 5 por ciento. Se aprobaron las reformas económicas y el país no crece 5 por ciento.

 

Tendríamos que preguntarnos entonces, ¿las reformas económicas, las llamadas reformas estructurales realidad inciden sobre esa otra realidad productiva? Es decir, ¿en realidad llegan a las empresas de dos, de cinco, de diez empleados que en realidad son informales? ¿O simplemente sólo sirven a una parte de la estructura productiva?

 

¿Por qué eso es relevante?

 

Esta gráfica que ustedes ven, es la evolución del gasto público en términos nominales del 90 hasta el 2015. Lo que ustedes pueden observar en la línea más grande es la evolución del gasto corriente.

 

El problema no ha sido que no se ejerzan recursos en la parte de gasto público. Se crecen, y si yo les pregunto qué tipo de figura geométrica tiene eso, y es casi de manera exponencial.

 

Lo que ustedes tienen en la línea roja es lo que se va a servicios personales. Ni siquiera el problema es que absorba la mayor parte de los recursos del gobierno, la parte de servicios personales; en realidad es la parte de gasto en operación.

 

Este gobierno nos cuesta mucho operarlo y en donde el problema es que la parte de la inversión física, que es la línea azul que está en la parte más baja apenas y crece.

 

Y aún estos datos son tomados de la Secretaría de Hacienda, lo que tendríamos que preguntarnos con lo que les mencionaba de INEGI es si realmente se acabaron ejerciendo. Es decir, respecto al gasto total son pocos y todavía habría que preguntarnos si son realmente ejercidos o no.

 

Esta otra gráfica lo que trata de plantear es la evolución del gasto por sexenio.

 

Lo que ustedes ven hasta su extrema izquierda es el presupuesto que se tenía en gasto asignado en 2004, el que se ejerció en 2004. El punto aquí que me interesa que ustedes vean es la diferencia entre la barra amarilla y la barra roja del siguiente sexenio.

 

¿Esto qué implica? La barra roja es el gasto corriente.

 

En esencia, ¿qué implica? Cuando termina el siguiente sexenio, el gasto corriente supera al gasto total programado de un sexenio antes. Es decir, en sólo seis años el gasto corriente rebasa a todo lo que se había programado de gasto total en el sexenio anterior.

 

Evidentemente que uno lo que tendría que preguntarse es si hay algún criterio de evaluación de política económica, de política pública para poder justificar que lo que normalmente concebimos como gasto menos productivo, pueda tener esa evolución de superar a todo lo que se presupuestaba sólo seis años antes; y en medio de esto están las crisis.

 

Al final del día, desde mi punto de vista el problema no sería si el gobierno ejerce demasiado gasto o no. Si diera resultados, no tendríamos problemas con que se ejerciera. El punto aquí es que no los da.

 

Esta gráfica que ustedes observan, que la genera INEGI al publicar sus indicadores macroeconómicos del sector público, lo que plantea es en dónde está el valor agregado.

 

En la parte amarilla-verde que se ve, es que el sector público genera casi el 84 por ciento del valor agregado de la economía. El sector público apenas genera el restante, 16.5 por ciento. Hace tres años era 80-20.

 

¿Esto qué implica? Que, a pesar de que se ejercen mayores gastos públicos, se ejerce un gasto público superior, la participación del valor agregado de ese gasto de gobierno sobre lo que genere el valor agregado de la economía va decreciendo.

 

¿Por qué? Esta gráfica que ustedes tienen aquí es el valor agregado promedio que genera el país entre 2004 y el 2015.

 

En la primer gráfica lo que ustedes pueden ver, en la primer parte de la gráfica dividido entre el 2004 a 2015, y luego entre 2007-2012, y luego entre 2013-2015, dividido además entre total de la economía, sector público, gobierno general y sector privado, que es el que está hasta la derecha, es lo que nos dice en esos distintos intervalos de tiempo en cuánto creció el valor agregado en promedio dependiendo de las entidades que estamos hablando.

 

Y es bien claro, el sector público, que es la segunda parte de la gráfica, en los últimos tres años su valor agregado tiene tasas de crecimiento negativas.

 

Y aquí está la discrepancia entre el gasto y el impacto que tiene ese gasto.

 

Se está gastando más, pero su valor agregado, de acuerdo a INEGI, fue negativo en los últimos tres años. Y tampoco es que estuviera mucho mejor previamente.

 

Si ustedes se van hasta la parte de la derecha, el sector privado es el que genera en algún momento en todo este periodo de tiempo, 2004-2015, un crecimiento promedio de 3 por ciento de valor agregado. Ahí está el motor de la economía.

 

El punto es: ¿Sirve darle más presupuesto al sector público si no genera valor agregado?

 

Aquí lo que tendríamos que preguntarnos es lo siguiente:

 

En esta otra parte de la gráfica, en estas gráficas lo que tenemos es dividido por distintos elementos que conforman el sector público, está el gobierno central, es decir, el gobierno federal, están los organismos descentralizados, está el gobierno de las entidades, es decir, de los estados, y luego está la Ciudad de México, y luego en la última parte, que no alcanzo a ver, están los municipios.

 

Si ustedes observan ahí, prácticamente municipios, entidades federativas y Gobierno de la Ciudad de México su crecimiento promedio de valor agregado de ese gasto no llega al 1 por ciento.

 

Al final del día tienen cada vez mayores recursos para erogar, pero el valor agregado que generan ni siquiera llega al 1 por ciento. El del sector privado llega en algunos momentos hasta el 3 por ciento.

 

Aquí tendríamos que cuestionarnos si es productivo transferir un peso del sector privado vía impuestos hacia el sector público.

 

En esta otra parte lo que ustedes tienen es la seguridad social y las empresas públicas. En la parte derecha están las empresas públicas; el valor agregado que genera tiene crecimientos promedios negativos, en cualquiera de los periodos que lo estemos partiendo.

 

Si ustedes lo observan, esas empresas públicas divididas entre energéticas y no energéticas, las de en medio son las energéticas.

 

Es decir, a donde se va la mayor parte del presupuesto de inversión, su variación de valor agregado es negativa.

 

Entonces, desde mi punto de vista, aquí es muy claro que el gobierno necesita ejercer un presupuesto, es muy claro que se necesita transferir recursos al sector público, el problema es que si no hay eficacia, si al final del día no se garantiza que eso se ejerza y que dé resultados, pues al final del día el problema va a ser de que podemos seguirle dando todo el dinero que quiera, aún en términos de salud pública, aún en términos de infraestructura, en esta otra lo que ustedes pueden tener es el gasto de gobierno en general, el valor agregado que genera en construcción, en manufacturas, en educación y en salud,  lo que  ustedes pueden observar es que en los últimos años o es cero, que es la construcción y ahí tenemos comunicaciones y transportes o es negativo en la parte de manifacturas o es marginal en lo educativo o es negativo en la parte de salud.

 

Entonces, desde mi punto de vista, lo que hace falta en este país, una de las áreas de oportunidades, una reforma de la administración pública, para garantizar eficacia, es decir, garantizar resultados.

 

No necesitaríamos asignarles más presupuesto si el peso que se ejerce efectivamente estuviera dando resultados en las prioridades que se tengan en este país. Sin lugar a dudas, una de las prioridades es crecimiento económico; otra de las prioridades es generar empleo, es fomento a la inversión y de ahí podremos agregar algunas más, combate a la pobreza, pero lo que tiene que garantizarse son resultados y ese tema me parece que no ha sido abordado suficientemente.

 

Como se comentaba, el problema no es falta de recursos y aquí sí voy a retomar lo que Mariana comentaba muy bien de ingresos excedentes, porque estos ingresos excedentes que están ahí año por año, estos son en la parte petrolera, que son 600 mil millones de pesos entre 2001 y 2014, las varas rojas es cuando los ingresos son inferiores a lo presupuestado, pero cuando vemos la parte tributaria, lo que tenemos es ahí 1.6 billones de pesos excedentes.

 

O sea, entre 2001 y entre 2014 el sector público federal mexicano tuvo 2.2 billones de pesos excedentes, es decir, al final del día el problema y además en este mismo periodo, lo que tenemos todos lo conocemos, es un incremento de deuda pública, sobre todo a partir de 2009 en adelante.

 

Entonces, el problema del país y el problema del sector público no es la falta de recursos, los ha tenido ya sea por deuda, ya sea por cuestiones excedentes, parte de esto es esta modificación que se hizo al presupuesto de gastos públicos no podemos olvidar esas modificaciones fiscales que lo que hicieron fue buscar reducir a todas aquellas brechas en donde existían ciertos beneficios para el sector privado, para hogares en forma de impuestos, subsidios, etcétera y en donde en 2006 ese presupuesto de gastos públicos representaba 7 puntos del PIB, hoy representa apenas 3 puntos del PIB y eso lo que nos plantea es de que tan sólo ahí el gobierno tuvo un ingreso adicional de 4 puntos del PIB.

 

Es decir, al final de cuentas el problema del gobierno no es no tener recursos, el problema es que una vez que ejerce esos recursos no hay garantía de que generen resultados.

 

Entonces, es muy delicado, cuando se habla de ajustes al presupuesto, como lo que en estos momentos tenemos, cuando el punto es cuál el criterio bajo el cual se van a realizar esos ajustes.

 

¿Hay un criterio de eficacia? Yo lo desconozco y permítanme plantear ahí lo de arriba, simplemente es un copy paste, pero lo que plantea, lo de abajo es lo interesante; el problema es que ahorita se está castigando a la inversión física, es el mismo error de los años ochenta.

 

A valor presente, probablemente muchos de los proyectos de inversión sean mucho más rentables que dejar de invertir en ellos. ¿Por qué? Porque al final del día en principio deberían ayudar a que la economía funcione mejor.


La inversión física inicialmente programada, la aprobada por el Congreso de la Unión para este 2016 eran de 717 mil millones de pesos. La iniciativa del Ejecutivo para el 2017 son 539 mil millones de pesos. Es decir, ahí lo que tenemos es casi menos de un punto porcentual del PIB en i versión física. No es algo menor, porque al final del día tendremos que preguntarnos cuál va a ser el efecto en construcción, en manufacturas, en electricidad, gas y agua.

 

¿Por qué? Porque lo que ustedes pueden ver en esta y con ésta y al que sigue termino, es de que comunicaciones y transportes carga con un recorte de casi 25 mil millones de pesos; medioambiente y recursos naturales, que es el manejo de agua de este país, otros 18 mil millones de pesos, pero si nos vamos a PEMEX, ahí lo que tenemos es más de 88 mil millones de pesos en infraestructura.

 

Entonces, tenemos un problema de falta de crecimiento económico y a lo que le estamos pegando es a la inversión física, en donde el problema es que estamos dejando un remanente ahí de gasto corriente, en donde el impacto que tiene sobre la economía es realmente o marginal o en algunos casos hasta negativos y yo ahí, bueno platico esto rapidísimo.

 

¿Cuál es el problema? Ustedes métanse a la matriz de cómo se evalúa el gasto, esto es Secretaría de Economía, la evaluación es en unas partes reportes ejecutivos generados versus reportes ejecutivos programados. Mientras estemos evaluando si hubo evento o no hubo evento, si se hizo el reporte o no se hizo el reporte, pues es complicado tener una evaluación correcta del presupuesto.

 

SENADOR ARMANDO RÍOS PITER: Muchas gracias al doctor José Luis de la Cruz, una ilustrativa y calificaría como escalofriantes los datos que se nos dan, yo creo que ese es el gran cuello de ideas que hemos tenido hasta este momento y que tienen que ser parte fundamental de un trabajo legislativo próximo, inmediato e indispensable.

 

Si juntamos lo que ha planteado Mariana Campos con lo que ha dicho el doctor, sin duda alguna nos dejan claro que todo este esquema de recortes y un poco el antecedente del año pasado, donde se nos prometió que iba a haber un presupuesto base cero, no solamente no se ha hecho, sino que el problema es que nos hemos quedado con una inercia donde yo sintetizaría el grave problema es que no ha habido eficacia en el gasto.

 

Y yo estoy convencido y yo tomo la palabra aquí para comentarlo con el Instituto Belisario Domínguez, así como se hizo una modificación estructural con el Sistema Nacional Anticorrupción, me parece que en este momento tenemos que hacer una transformación estructural en la forma en que gastamos, sin duda alguna, para tener eficacia, pero en todo en todo el circuito que yo comentaba, cuando uno convoca a la sociedad a pagar más impuestos o a pagarlos simplemente o a dejar de pagarlos, pero que paguen poquito, digamos, lo que a ustedes les guste siempre, el ama de casa, el padre de familia, lo que dice es yo por qué les voy a dar más dinero si no funciona, no veo que tenga yo mejores servicios o la peor conclusión, se lo están robando.

 

Creo que verlo en términos de la sensibilidad que significa, esto es que hemos perdido la capacidad de convocar, porque no estamos viendo que haya resultados y entonces las conclusiones terminan siendo de qué sirve y no lo digo en son de crítica, sino como parte del momento en el que estamos ahorita, de qué sirve darle más dinero al gobierno, si ese dinero no está teniendo ningún tipo de eficiencia de valor agregado y de resultado.

 

El problema es que si esa fuera la conclusión que como sociedad tenemos, pues sí tenemos un problemón hacia el frente en términos de bienes públicos, servicios públicos, capacidad de disminuir una brecha en una sociedad que hoy representa enormes distancias en términos de segmentos de la población.


Pero sin duda alguna, con legítima razón un empresario, una ama de casa que siendo profesionista paga el Impuesto Sobre la Renta, por decir, por qué mejor no dejo de pagar si de todas maneras no está funcionando. Entonces, no creo que sea una conclusión menor, me parece que es una conclusión importante y sin duda alguna indispensable de trabajar.

 

Dejó el comentario antes de, le doy la palabra David Colmenares Páramo, que comentaba es el director general de Colmenares Páramo y Asociados. Él es profesor de finanzas estatales en la Universidad Nacional Autónoma de México; ha sido presidente del Colegio Nacional de Economistas; consultor en temas de política y coordinación fiscal; titular de la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas de la Secretaría de Hacienda; auditor especial del gasto federalizado de la Auditoría Superior de la Federación y también Secretario de Finanzas del Estado de Oaxaca.

 

Tiene la palabra David Colmenares.

 

DAVID COLMENARES PÁRAMO: Muchas gracias Armando, muchas gracias a Gerardo Esquivel también porque fue el conducto para invitarme a participar en esta mesa y desde luego con mucho gusto de compartir con Mariana y con José Luis la misma, pero también a Héctor Villarreal, que es un estupendo economista.

 

Yo creo que el problema, yo quiero tocar el tema de las finanzas o del presupuesto para los estados en 2017, que es más que un tema de coyuntura, es un tema de estructura.

 

Estamos viendo quizás los últimos tiempos de un acuerdo fiscal que se hizo hace un buen número años, allá por los años ochenta, y observamos que existe una gran dependencia, fundamentalmente de las transferencias federales en las finanzas de los estados y municipios.

 

El potencial recaudatorio de sus ingresos locales es muy bajo. Obviamente que, pero no, cuando tienen algún impuesto que tiene un potencial importante, como el impuesto a la tenencia, pues la mayoría no lo cobran, lo politizaron, como se politizó en algún momento también la posibilidad de un impuesto a las ventas finales y han partido recursos importantes de los estados y han sido de todos los colores, desde los que comprometieron en sus campañas, después los quitan.


Recuerdo una anécdota muy buena de un exgobernador, un reciente exgobernador, que va a la Secretaría de Hacienda a pedir que necesitaba 300 millones de pesos, le preguntaron qué cuánto había dejado de cobrar por tenencia y ahí estaban los 300 millones o hay una cuestión que se llama colaboración administrativa, mediante las cuales las entidades federativas colaboran en este caso con el SAT, en actividades fundamentalmente de fiscalización, cuando el programa aquél de deudores de las cajas de ahorro que quebraron y entró el gobierno al rescate .


Igual pasó con otro gobierno en el cual necesitaba dinero para hacer la aportación estatal, pero resulta que un estado como Baja California, que tenía muchísimos menos contribuyentes, recaudaba como tres, cuatro veces más que el otro estado que tenía seis veces más contribuyentes que Baja California.

 

Una cosa es cierta también, ya viendo los datos, el 90 por ciento de los ingresos de los estados, alrededor del 90 por ciento, alrededor de 65 al 70 por ciento, perdón, ya lo estaba yo cambiando, alrededor del 70, 75 por ciento de los ingresos municipales, quizás el 90 en los municipios de menor nivel de desarrollo, tienen una fuerte dependencia de las transferencias.

 

Tan es así, bueno aquí adelante ven un cuadro donde se observa cómo está esta dependencia, cerca del Distrito Federal, que por la recaudación de ingresos propios, fundamentalmente el impuesto Predial y el Impuesto sobre Nóminas, tiene una dependencia inferior al resto de las entidades federativas.

 

Al margen de las fórmulas el DF es una entidad muy golpeada, sin embargo mantiene un nivel de recaudación muy aceptable; inclusive, casi siempre en las consideraciones se le debe poner aparte, porque inclusive hasta para la Ley de Disciplina Financiera pues estaría en ventaja porque la mayor parte de sus ingresos son propios.

 

Un caso interesante es el de tenencia. Tenencia lo administraban los estados, estos lo cobraban y como incentivo económicos e llevaban el cien por ciento de lo recaudado. Hasta el momento en que el gobierno del presidente Calderón se decide poner un transitorio en la ley para desaparecerla en cinco años, pudiendo los estados clonarlos o simplemente reducir su presupuesto, ese impuesto da 27 mil millones de pesos, que era el equivalente ene se entonces a un mes de participaciones.

 

El Distrito Federal recaudaba como 5 mil millones de pesos, estado de México y Nuevo León 2 mil, por ahí se iban todos. Cuando se va desapareciendo, se van clonando, no van sustituyendo, los gobiernos locales, la recaudación proveniente de este impuesto, porque además tienen puestitos pequeñitos, siendo el más importante quizás el de nóminas, pero que en algunos estados se convertiría en un incentivo contrario a la creación de empleos.

 

Había una gran resistencia por parte del centro para regresarles alguna potestad con posibilidades recaudatorias. El más importante se hizo con el gobierno de Sinaloa hace como unos 10 años y parte de la Secretaría de Hacienda para transferir a los estados la recaudación del régimen intermedio, pero finalmente quedó, ya no dio tiempo y quedó en suspenso.

 

El impuesto a las venas finales también fue otro intento, pero la base del impuesto apenas te daba por cada punto te daba el 0.1 por ciento de un punto del IVA entonces la única forma de crear este tipo de impuestos era reduciendo en la misma proporción el IVA, sin embargo nadie se atrevió a asumirlo.

 

Este cuadro simplemente muestra, este es un cuadro regional, muestra cuál es el potencial para generar ingresos de cada entidad federativa y desde luego destaca el Distrito Federal.

 

Existe una concentración en todo, en deuda pública. Por ejemplo, cuando hablamos del problema de la deuda en los estados realmente estamos hablando del problema de 10.

 

Cinco estados concentran la mitad de la deuda de las entidades federativas; 10 entidades concentran tres cuartas partes de la misma:

 

A nivel municipal, 25 municipios concentran el 50 por ciento de la deuda de los 2 mil 445 municipios.

 

Y les repito: hay datos de la OCDE donde se demuestra que el 95 por ciento del poder recaudatorio en México está centralizado en un orden de gobierno.

 

Los demás, el cuatro por ciento será para las entidades federativas y el uno por ciento para los municipios.

 

En el impuesto predial, que tanto también se hablaba, recaudamos en promedio el 0.2 por ciento. De ahí alrededor del 35 por ciento se recauda en la Ciudad de México y en comparativo estamos: Chile está en el 0.6; Colombia en el 05; Argentina en el 04.

 

Desde luego si nos comparamos con nuestros socios comerciales del TLC pues estamos entonces sí muchísimo más abajo.

 

La cuestión es que creamos también una cultura de la demanda bajo el mito del llamado costo político por el cual no se atreven a cobrar impuestos muchos gobernadores y muchos presidentes municipales.

 

Ahora veamos bien cómo gastan: en esta gráfica se pueden apreciar bien los datos tomados de las cuentas públicas de las entidades federativas.

 

En el capítulo 1,000 qué servicios personales, fundamentalmente vemos que los estados que más gastan son México, Tamaulipas, el D. F., Michoacán, Zacatecas, Durango, así hasta Baja California.

 

Y lo que menos son Baja California Sur, Quintana Roo, Querétaro, Oaxaca, etcétera.

 

Nada más que aquí hay un elemento que también matiza esta información que, como ustedes saben, más de la mitad de las entidades federativas tienen un subsistema de educación básica, esto es tienen maestros estatales que pagan con sus recursos y la otra mitad o no lo tienen, como es el caso de Oaxaca y el Distrito Federal, por razones diferentes, o tienen realmente muy pocos maestros estatales.

 

Su gasto en burocracia no solamente se ve en la parte fiscal, sino se ve también en el tamaño de los servicios personales que pagan.

 

Hay un dato interesante. La deuda, ya mencionaba yo cómo se concentraba en algunas cuantas entidades.

 

Se ha dicho que el problema de la deuda de las entidades federativas no es importante porque representa efectivamente un promedio del tres por ciento del PIB, y en el promedio nacional es el 2.7 por ciento del PIBE.

 

Sin embargo, ustedes vean cómo algunas entidades como Sonora, Quintana Roo, Coahuila, Morelia, Veracruz.

 

Veracruz lo consulté hace unos días, Veracruz destina 5 mil millones de pesos al servicio de su deuda. Esto ya empieza a ser algo significativo por lo menos para las finanzas locales.

 

Otras entidades no tienen este problema porque no han podido tener acceso al crédito, que también es algo que sería importante.

 

El caso extremo desde luego ustedes lo saben es Tlaxcala, que tiene el 0.0 por ciento porque solamente se puede endeudar para corto plazo.

 

Sin embargo ahí hay otro problema que han generado las finanzas estatales y cuando cambian los gobiernos, los nuevos gobernadores se enfrentan a un problema que hay una serie de pasivos con proveedores locales o prestadores de servicios que acumulan una bolsa importante de recursos.

 

Así ha sucedido en estados como Tlaxcala que sin deuda sin embargo recibieron pasivos de corto plazo por más de 2 mil millones de pesos en el caso de la administración actual. Es muchísimo dinero para un Estado como Tlaxcala.

 

Y recuerden ustedes, no sé en qué habrá acabado pero parece que en Veracruz, que pretendía hacer dos fideicomisos para utilizar la recaudación del impuesto sobre nóminas, para pagar una bolsa el gobierno que se va hablaba de 12 mil millones de pesos de deudas con proveedores y prestadores de servicios, cosa que evidentemente se tendría que revisar pero que evidentemente por el lado político es evidente que todos los que están incluidos en esa bolsa pues van a defender que no se desaparezca.

 

El gobernador electo inclusive llegó a mencionar que estaba dispuesto a desaparecer la ley de ingresos, el impuesto sobre nóminas.

 

Entonces ya después de este antecedente podemos ver que se ved para 2017 un crecimiento inercial en la recaudación federal participable pero que es muy pequeño; es muy pequeño.

 

Las participaciones es el concepto más importante del gasto federalizado.

 

Generalmente se acostumbra mezclar en el gasto federalizado las participaciones, pero las participaciones son producto del convenio de adición de los estados al sistema nacional de coordinación fiscal, a través del cual se obligaron a dejar en suspenso o desaparecer el cobro de algunos impuestos que constitucionalmente podrían tener.

 

El argumento central fue: evitar la doble o múltiple tributación y hacer más eficiente el sistema tributario y darle un carácter de nacional.

 

Entonces las participaciones son transferencias de libre disposición en efectivo o no condicionadas y funcionan de acuerdo al comportamiento de la recaudación de los impuestos coordinados, que son prácticamente todos los impuestos más los derechos de minería y ahora ya ha desaparecido el régimen de derechos de hidrocarburos, son los recursos que se le transfieren del Fondo Mexicano del Petróleo.

 

Aquí simplemente les hacemos un recuento de lo que es el gasto federalizado, es lo que les acabo de comentar.

 

En el caso del federalizado programable están las aportaciones que se crean en 1998, se introduce en la Ley de Coordinación Fiscal como Capítulo V, siempre hubo controversia porque desde la propia Procuraduría Fiscal se reconocía que no tenían que ver nada con una ley que regulaba fundamentalmente el acuerdo fiscal en materia tributaria, pero ahí sigue y bueno se le ha hecho algunos ajustes.

 

Y es una de las necesidades que tenemos es de revisar todo nuestro marco, tanto de lo que podemos llamar el marco fiscal como la legislación que tiene que ver con lo mismo.

 

Aquí están ya los datos para 2017. El gasto federalizado total decrece 3.1 por ciento; las participaciones crecen pero no porque sea una decisión ni de la Secretaría de Hacienda ni del Congreso, simplemente porque en la Ley de Coordinación Fiscal están vinculadas al comportamiento de la recaudación. La recaudación crece, crece, y la recaudación baja, baja.

 

Las aportaciones sí tienen un dato fijo. Hay dos o tres fondos que están referenciados a la recaudación participan y que son el FAM, que es el FAFEF y el FORTAMUN.

 

Sin embargo, sólo como referencia, bueno, las aportaciones también crecen, crecen menos pero crecen. Hay reducciones en el gasto federalizado del Ramo 23, en los convenios de descentralización y los recursos para protección social en salud que es el Seguro Popular.

 

Entonces para seguir se me hace que lo hago ya sin la cosa ésta. Aquí está.

 

Bueno, ahí está la estructura. Ustedes ven que el mayor peso lo tiene la suma del Ramo 28, que es no condicionado y el 33 es condicionado, pues nos lleva casi al 90 por ciento y los demás son convenios de menor monto.

 

En el sentido de Ley de Ingresos, bueno, el crecimiento real de la recaudación participable que es la base para calcular las participaciones es de 5.9 por ciento.

 

De acuerdo a la RFP estimada y el PEF, las participaciones –aquí viene el dato concreto- crecen en 59 mil millones. Sin embargo, aquí hay que hacer un acotamiento:

 

El Fondo General de Participaciones representa el 20 por ciento de la recaudación participable y el Fondo de Fomento Municipal, el FOMUN el uno por ciento.

 

El uno por ciento se distribuye, se entrega directamente, el 100 por ciento va a los municipios y por lo menos el 20 por ciento del Fondo General va para los municipios.

 

Y los otros conceptos participables, los 22 mil millones tienen que ver fundamentalmente con la colaboración administrativa y con otros fondos participables como cervezas, tabacos, bebidas alcohólicas.

 

Sin embargo, fundamentalmente es colaboración administrativa y ahí entra lo del incentivo del ISR, que se considera la recaudación que hacen los gobiernos de los estados un acto de colaboración y por lo tanto se le dé el incentivo del 100 por ciento como estímulo. Entonces realmente crece en 36 mil millones de pesos.

 

¿Qué es lo que ha pasado en los últimos tiempos? En 2008 hubo una crisis fuerte; en 2009 ustedes saben que se cayeron las participaciones de 54 mil millones de pesos.

 

Entonces se activó un fondo de estabilización de los ingresos de las entidades federativas, FEIEF, establecido en la Ley de Presupuesto y Coordinación Hacendaria en 2006, que tenía en ese momento aproximadamente 23 mil millones de pesos y cubrió parte del costo de la crisis de 2009-2010.

 

No se ha activado desde entonces, se activa parcialmente. Este año, al primer trimestre, tienen que pasar tres meses de caídas; al primer trimestre habían caído las participaciones 15 mil millones, se activó el FEIEF y se les dieron 10 mil, o sea el 75 por ciento del fondo; si termináramos el año igual sería el 100 por ciento.

 

Sin embargo las cosas cambiaron y las cosas han ido muy bien en las participaciones y por lo tanto en la recaudación. Las participaciones eran el reflejo de la recaudación coordinada y ahorita traen un saldo a su favor los estados como de 20 mil millones.

 

Esto significa que a fin de año si quedamos igual tendrán que regresar los 10 mil millones que se les adelantaron en abril. Nada más que una cosa curiosa: los gobiernos estatales cambiaron y ya se lo gastaron y los que tendrán que –ya voy a acabar, ¿eh?, es que vi que vio el reloj Armando y ya lo conozco-, y ya se lo gastaron y lo tendrán que compensar los nuevos gobernadores.

 

Yo creo que el tema, ya iríamos directo a lo central, bueno, hay una concentración por lo mismo de las participaciones en el fondo general 10 entidades federativas concentran el 61 por ciento de las mismas, ¿no?, y en el caso del Fondo de Fomento Municipal se da una concentración parecida en los municipios de algunas entidades federativas.

 

Un indicador que se usó mucho para cambiar las fórmulas fue el per cápita de participación, se hizo un cambio fuerte en 1990; los grandes damnificados fueron el Distrito Federal y Tabasco, pero fundamentalmente el Distrito Federal que perdió la mitad de su coeficiente.

 

O sea, el D. F., recibía –qué te gusta- el 25 por ciento y empezó a recibir el 12 por ciento. El gran ganador en ese cambio fue Oaxaca.

 

¿Mande? No. En ese momento no. En la de 90, los ganadores fuimos Oaxaca, fue una propuesta de Oaxaca, yo era el Secretario de Finanzas, fue propuesta mía.

 

Me reclamó Manuel Camacho, estaba él enojado y corrieron a Sales Gutiérrez, que era el Secretario, pero cambiamos finalmente, ganamos porque la mayoría de los estados, 23, 24 estados, entre ellos Guerrero por supuesto, éramos un grupo, el grupo de trabajo éramos Zacatecas, Michoacán y lo coordinaba Oaxaca, y logramos ese cambio.

 

Pero metimos mecanismos de compensación para el DF, para Tabasco, para Sonora, para Nuevo León, que fueron los que perdieron.

 

En 2008 se hizo otro cambio: yo trabajé en la Secretaría de Hacienda de 2000 a 2006, en la UCEF, y gente del Banco Mundial me propuso cambiar la fórmula ahora para distribuir todo por habitante; pero llega el momento en que se hace regresivo, la fórmula del 90 era una parte y la mitad, el 45 por ciento por población y el 45 por ciento la dinámica de los impuestos hacendarios, que eran los impuestos especiales más tenencia, y un 10 por ciento que era a la inversa.

 

En 2008 se cambia, aquí a sugerencia también de organismos internacionales, y ahora sí les hicieron caso, pero no tomaron en cuenta los estados y hubo grandes damnificados, particularmente el Distrito Federal, Tabasco, Chiapas, Nuevo León, a los cuales no se les ha podido compensar.

 

Si a eso le sumamos la caída real de las participaciones, las participaciones de 2008 sólo se alcanzaron en términos reales cinco años después, ahora van mejor, por supuesto; pero tardaron cinco años en recuperar su nivel real. Entonces tampoco es tan cierto que han tenido demasiados recursos los estados.

 

Lo que se ha cuestionado mucho y lo hablaron, de los ingresos excedentes del petróleo, se les pagaron excedentes petroleros a los estados de 2003 a 2008, se les pagó un promedio de 23 mil, 24 mil millones de pesos por año, que equivalían al mes de participaciones y que sí había un comité, no de transparencia exactamente, pero para recibir los recursos tenían que entregar en qué se gastaba, equivale a un mes de participaciones.

 

Y eran proyectitos de inversión pequeños, en un estado se lo gastaron en hacer casas o edificios o salones para hacer universidades públicas, como en Oaxaca. En otros se lo gastaron en cosas de ese tipo; hay un registro que no fue público, dada la cuestión de transparencia no estaba tan avanzada como hoy.

 

Finalmente, lo que les digo, ya no hablo de los demás fondos. Simplemente que el crecimiento en participaciones, en el gasto federalizado es inercial y que a lo que tenemos que apostar, en el caso de las entidades federativas, primero que deben reconocer sus presupuestos también de una manera conservadora, que mejoren la calidad del gasto, la transparencia y que eliminen, como se ha mencionado, gastos innecesarios como los de imagen, como los de la publicidad para los informes de los gobernadores, que finalmente a nadie fuera de su estado le pueden interesar.

 

Muchas gracias, Armando.

 

SENADOR ARMANDO RÍOS PÍTER: Muchas gracias por la participación.

 

Sin duda alguna creo que de las tres se saca una muy buena conclusión, que es: una, el futuro ya nos alcanzó. Creo que la forma en la que hemos venido haciendo las cosas, empieza progresivamente a hacer agua; y hoy que el Gobierno Federal enfrenta una condición de falta de recursos con recortes, eso tendrá repercusiones y problemas. Repercusiones cuando hablamos de recortes a salud o educación, como los que he comentado; pero sin duda alguna repercusiones en el inmediato plazo con recortes sustantivos en la parte de inversión.

 

Yo me quedo con varios de estos planteamientos. Si no hacemos una reforma estructural en cuanto a cómo garantizar eficacia en el gasto público, difícilmente vamos a poder hilar o van a poder conseguir el incremento en el crecimiento que nuestro potencial como economía tiene; y ese es un hueco enorme, porque si lo conjugas porque por un lado tenemos una inercia en incremento de las participaciones en los estados, cito algunos ejemplos:

 

Hay un estado que se gasta 25 pesos por persona en comunicación social, en espectaculares, informes de gobierno, etcétera; y solamente 2 pesos en transparencia. Ahí es donde está el fiel de la balanza. Es Puebla, por cierto, para que no digan que no dije.

 

Pero bueno, ese lo citaron en un documento, y hoy estaba revisando, sale una nota hoy en uno de los diarios que dice que: “titulares de once universidades públicas ganan entre 113 mil pesos y 193 mil pesos al mes. Algunos incluso se acercan a lo que percibe el presidente”. Siete de ellos –por lo que dice la nota– ganan más que el gobernador de su estado.

 

Bueno, me parece que eso ilustra mucho lo dicho por Mariana, el problema que traemos de un gasto corriente excesivo, poco transparente, poco verificable y que ya en el momento de definir prioridades no nos queda claro como sociedad, que ese dinero está bien invertido ahí, gasto superfluo como lo ha calificado ella o como lo cataloga. Pero también muchos recursos que a nivel de subsidios se van y que tienen que ver muchas veces con falta de claridad en qué va, pero que intuimos que tiene que ver con gasto en política.

 

Nosotros presentamos hace poco una iniciativa que se llama “Cincuenta menos”, que es dividirle a la mitad los recursos que reciben los partidos políticos, son 4 mil 500 millones de pesos que se tienen para el presupuesto del 2017 de partidos políticos, que junto con el INE, podrían significar un ahorro de más o menos 10 mil millones de pesos.

 

Entonces, creo que es indispensable empezar a poner en su justa medida cuáles deben de ser las prioridades que como sociedad tenemos. Y si hay una discusión de que se recorte inversión productiva, que te disminuye potencial de crecimiento en el mediano plazo o le recortas a los partidos políticos, pues ponerlo en el fiel de la balanza como sociedad y no quedarnos como bien se comentaba en la última exposición, en la inercia de que el dinero se siga yendo en este caso, a las entidades federativas sin que haya una plena claridad en qué va.

 

Tengo preguntas que me han mandado, pero la verdad es que prefiero mejor, si es que ustedes me lo autorizan, claro, que las personas que me las han mandado por escrito las hagan, de tal manera que… entiendo que tenemos abierto el micrófono, si no, de su ronco pecho a los camaradas que andan por allá.

 

Tengo ahí una voz, si por favor puede hacernos la pregunta.

 

PREGUNTA: (Fuera de micrófono).

 

SENADOR ARMANDO RÍOS PÍTER: Les parece que hagamos una ronda de cinco, contestamos, y luego otra ronda de cinco.

 

JOSÉ SERGIO BARRALES DOMÍNGUEZ: Mi nombre es José Sergio Barrales Domínguez, rector de la Universidad Autónoma Chapingo. Justo por su comentario, yo aparezco en esa nota, que gano 113 mil pesos. No discuto eso.

 

Más bien, lo que quiero pedir la opinión a los tres: ¿qué opinan de que realmente en este país sí haya un arreglo en las cuestiones salariales?

 

En diferentes foros he pedido que se ajusten los salarios, desde el Presidente de la República, hasta el servidor público más modesto. Creo que esto debe ser importante ahora por la situación del país, ojalá el Senado, la Cámara de Diputados se involucren en este asunto porque sí conviene corregirlo.

 

Yo desconocía la magnitud respecto a otros salarios, yo pensaba que el Presidente de la República estaba infinitamente muy arriba. Creo que hay razón en esa nota: debemos discutir esto, tenemos que corregir cosas; ya lo del salario ahí lo dejamos.

 

Yo voy a sacar una nota, por cierto, en mi página, porque les debo comentar que yo he regalado por ejemplo, a mi universidad algunos recursos, como la beca de mi Doctorado. Pero al final no resuelve uno problemas, porque en las mismas universidades nadie te informa en qué usaste tu dinero y cosas por el estilo.

 

Estuve donando 6 por ciento de mi salario a la universidad, hicimos alguna escultura, arreglamos una galería de arte. Pero no le veo sentido. Creo que debe ser una discusión muy a fondo porque sí debe corregirse esa parte; si queremos que el Presidente de la República hasta un rector de la universidad tenga autoridad moral con sus respectivas comunidades, se tiene que hacer un ajuste de este tipo.

 

Muchas gracias.

 

SENADOR ARMANDO RÍOS PÍTER: Muchas gracias, señor rector.

 

¿Alguien más?

 

PREGUNTA: Uno de los mensajes que se obtuvieron a partir de las presentaciones es la baja productividad del gasto público y la falta de transparencia.

 

Aproximadamente, uno de cada tres pesos que se gastan o se ejercen, se hace a nivel local. O sea, tanto por estados como por municipios, por aportaciones, participaciones, etcétera; y también aun cuando las participaciones llegaron, alcanzaron en términos reales lo mismo que antes de 2008, en términos generales la cantidad de recursos que se han asignado para ejercicios a estados y municipios ha ido a la alza desde hace varios años,  en términos reales, y por arriba de la tasa de crecimiento de la economía; por lo tanto, el gasto ejercido a nivel estatal y municipal ha crecido como parte de toda la bolsa.

 

Pienso que es tiempo de tratar de replantear este esquema de coordinación fiscal y este federalismo fiscal, porque precisamente puede ser parte de la causa de la falta de productividad de este gasto; de qué manera piensan que se podría, en primer lugar, si es algo que se puede plantear dado que hay tantos intereses de por medio o de qué manera se pudiera iniciar este cambio, aunque sea alguna manera marginal y que puede tener un impacto importante; sobre todo con servicios públicos a nivel local.

 

SENADOR ARMANDO RÍOS PITER: Muchas gracias. Una última, si les parece bien, levantó la mano hasta allá.

 

Nada más les comento algo, los ponentes tienen las preguntas que ustedes nos hicieron llegar. Ellos van a comentar sobre ellas, no las estoy brincando.

 

De aquel lado, hasta allá atrás.

 

PREGUNTA: Sí, gracias. Ernesto Ladrón de Guevara, para el licenciado Colmenares, quisiera que comentara en relación a que en el Proyecto 2017 se desaparece el programa de concurrencia con entidades federativas que está en SAGARPA, con 4 mil 200 millones de pesos.

 

Ese programa opera proyectos, son recursos que se dan a las entidades para entregarse en cada uno de los estados, en los fondos estatales, y también se rige por la Ley de Desarrollo Sustentable.

 

La pregunta en concreto es: ¿Qué se puede hacer al respecto? Porque aquí se está acotando mucho el federalismo en el ramo agropecuario.

 

SENADOR ARMANDO RÍOS PITER: Muchas gracias. Una última pregunta para esta ronda de cinco, allí atrás.

 

PREGUNTA: Sí, es en relación con el rezago tan grande que tiene México en términos de recursos públicos como proporción del PIB.

 

Ciertamente, si sabemos que una parte fuerte está en la recaudación de ingresos en entidades y municipios. Y que, bueno, por el tema de ingresos hay muchas áreas de oportunidad que hay que aprovechar; como ya se mencionó también que la impresión de que lo primero que tendríamos que hacer es cerrar las llaves en las ineficacias e ineficiencias o falta de transparencia, rendición de cuentas y cosas peores en el gasto público.

 

Específicamente mi pregunta es si no ven un área de oportunidad en reforzar la autonomía de los órganos de auditoría superior en las entidades.

 

Creo que se ha avanzado mucho en el tema federal, pero en las entidades creo que hay una distancia todavía muy evidente que se podría tratar de avanzar, en cosas tan simples como que los auditores superiores estatales no tendrían que ser de alguna forma avalados por los gobernadores, porque esto se convierte en una situación de, se convierten en jueces y parte.

 

Creo que de las fugas más grandes, y creo que es muy evidente para todos, de recursos en el país comienza en los gobiernos locales.

 

Gracias.

 

SENADOR ARMANDO RÍOS PITER: Muchas gracias.

 

Antes de darle la palabra a los ponentes, yo haría una respuesta puntual sobre la que me fue dirigida.

 

Yo estoy convencido en que la forma en la que funciona la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos ya está agotada. Digamos, es una de esas cosas que tenemos que cambiar y que si no cambiamos seguimos con una inercia, desde mi punto de vista, absurda.

 

Yo he planteado en varios foros, no tengo iniciativa sobre el particular, pero lo he planteado en varios foros en los que hemos discutido esto, que el Senado de la República tendría que tener la misma condición para revisar el Presupuesto de Egresos que hoy tiene la Cámara de Diputados.

 

El país ha evolucionado en la búsqueda de tener un Poder Legislativo fuerte, y una de las grandes capacidades que tiene el Poder Legislativo es la generación de la bolsa, lo que le llaman en Estados Unidos The Power of the powerless, el poder del dinero, de aceptar el recurso público, de aceptarlo, de hacer escrutinio.

 

Y en esta condición en la cual las cámaras están divididas, me parece que obedece a una condición que ya no aplica, porque hoy tenemos temas de distribución de recursos entre entidades federativas a nivel de grandes secciones del país.

 

Yo que soy de Guerrero, les puedo asegurar que es indispensable discutir cómo dentro de nuestro pacto fiscal, dentro de ese esquema de coordinación fiscal que ya se comentaba que ya es muy antiguo y que en cierto sentido ya no corresponde a una realidad completa de lo que hoy vivimos, cómo le hacemos todos como país para garantizar condiciones de infraestructura que metan al sur no en la necesidad de tener asistencialismo sino de que se  genere una verdadera productividad e incremento de riqueza en la zona de Guerrero, Oaxaca, Chiapas. Bueno, por lo menos como planteamiento hay que hacerlo.

 

Hoy el Senado está sumamente limitado para ello, yo lo reconozco.

 

¿Cómo incidimos? Incidimos haciendo una revisión general y obviamente donde podemos poner la pierna dura en términos de aceptar la Ley de Ingresos es donde generamos algunas verificaciones.

 

Pero eso todavía es muy incompleto y es muy precario. Yo estoy convencido de si… Los grandes trazos que yo he escuchado de estas presentaciones es, si queremos eficiencia, eficacia en el gasto, tenemos que revisar de una manera clara cómo estamos generando el ciclo entre ingresar, gastar y supervisar.

 

Yo pienso, digo, ya di la respuesta al tema del Senado que debería estar involucrado, pero a mí me parece que la forma en la que se piensan los ingresos es una forma equivocada, porque ponemos primero la idea de ver cuánto dinero tenemos y entonces ingresamos.

 

Si logramos 10 pesos, 10 pesos; si logramos 11, si logramos nueve; es decir, cuánto ingresamos. Pero no nos planteamos como país cuáles son las prioridades y los retos que tenemos que conseguir. Cualquier ama de casa, cualquier padre de familia, ¿qué es lo que hace? ¿qué es lo que necesitamos hacer? ¿Vamos a priorizar la educación de nuestros hijos? Saben que tienen que generar condiciones para priorizar la educación de sus chavos. “Oye, tenemos que pagar el seguro médico”, entonces saben que tienen que gastar en el seguro médico.

 

Y en México hemos dado por hecho que sabemos en qué vamos a gastar y no hacemos un esfuerzo colectivo para priorizar ese esfuerzo nacional que es el que involucre a la gente, y que es al final de cuentas el que en ese ánimo social nos permita exigir una puntual rendición de cuentas.

 

“Oye, me dijiste que íbamos a tener plena soberanía en producción de maíz”, “Me dijiste que íbamos a ser soberanos en producción de maíz”. No, pues nosotros medio la charrascuamos ahí y decimos “Pues nada más nos alcanzó para esto”

 

La energía social, la capacidad de convocar a los sectores y de tener un cierto esfuerzo colectivo en el que el gobierno sea una parte importante, la cedemos porque decimos: “De lo que consigamos, ahí lo que podamos”.

 

A mí me parece que hay que invertir la dinámica y decir: ¿Cuáles son las prioridades de gasto?

 

En qué es en lo que estamos convencidos que para ser la quinta economía del mundo en el 2050, como México tiene potencial para hacerlo, tenemos que garantizar que haya pesos y centavos suficientes para esto. Entonces el gobierno convoca en esa capacidad, genere ingresos, gaste y supervise no solamente como una labor de gobierno sino una labor colectiva en la que haya rendición de cuentas, en la que los partidos políticos le estén exigiendo al gobierno en turno que se cumplan las cosas.

 

Me parece que ese ejercicio en este momento es indispensable y, repito, cuando digo el futuro nos alcanzó es porque se nos acabó el billete fácil.

 

El billete que había involucrado a la gente que era el de Cantarell, se acabó, ya se acabó. ¿Qué nos toca? Pensar en estas cosas.

 

Esa sería una respuesta, y solamente un comentario.

 

La ley establece que la Cámara de Diputados nos mande el documento el 20 de octubre y nosotros tenemos al 31 de octubre, como Senado de la República, la facultad de revisar. Es decir, estamos en ley y siempre lo cumplimos en ley.

 

Yo especialmente, como a mí me tocan las desveladas, yo sería el más agradecido de que nos pudiéramos dedicar a hacer esto durante las horas de día.

 

Lo mejor sería que este ejercicio no tuviera solamente un ejercicio de un mes. Hemos planteado nosotros que la supervisión, la revisión de esto sea un diálogo continuo entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, no que tengas un cuello de botella de dos meses para ponerte de acuerdo en todo esto, sino que el propio proceso de entregas trimestrales, de la dinámica de conversación, de involucrar a la propia sociedad en el seguimiento de cómo está funcionando el gasto público pueda ser una reforma estructural.

 

Digo, lo comento porque mi conclusión de lo que he escuchado y de lo que hemos venido nosotros planteando es: esta es la gran reforma que sigue, la reforma del gasto y cómo estamos ingresando.

 

No podemos permitir que las entidades federativas digan: “Oye, pues cobra a federación, porque como para mí es un costo político cobrar impuestos, que sea estigmatizar el tema”. Cobrar impuestos es un tema importante en términos de liderazgo; es la forma en la que se tiene un diálogo de credibilidad, de confianza, hasta de querencia al propio gobierno que está. Y lo hemos estigmatizado como si fuera un lastre.

 

No vamos a ser un país que se desarrolle y que crezca si seguimos viendo el tema de los impuestos bajo la óptica demagógica en que lo hemos hecho.

 

A nadie le gusta pagar impuestos; a mí no me gusta. Pero cuando sé que es para obtener un fin superior, que sea el de la educación de la camada de mis hijos, con gusto lo hago.

 

Yo les puedo asegurar que ni un solo mexicano que no lo haga con esa intención si hubiera transparencia y si hubiera cuidado del gasto.

 

Es una reflexión en particular. Le doy la palabra a Mariana Campos, y yo les voy a pedir un segundo porque voy a tener que ir al baño.

 

MARIANA CAMPOS: Voy a responder de las preguntas que se escucharon en general y también de las que nos hicieron llegar, que hay muchas inquietudes.

 

Yo diría, en el tema que se comentó sobre el gasto ejercido a nivel estatal y la necesidad de discutir la Ley de Coordinación Fiscal y el federalismo fiscal, nada me parece más oportuno que ese comentario y que eso pudiera ser.

 

Yo creo que en este paquete era el momento de empezar a hacerlo, porque nos hemos enfocado muchísimo en este paquete, en analizar los recortes, en analizar las magnitudes, pero lo que realmente tenemos que ver es cómo le vamos a hacer, no solamente en el 2017 sino en los años que vienen.

 

Es impresionante el incremento del costo financiero de la deuda, y eso es lo que nos está llevando a tener que recortar.

 

Tenemos recortes muy sensibles en atención la salud, en un servicio público muy importante. Ya lo comentamos en la infraestructura, que a pesar de que, en efecto, el gasto público tiene problemas de eficacia generalizada y de eficiencia en todo tipo de gasto, incluida la inversión y hasta el gasto más benévolo, es un hecho que el Estado va a seguir rindiendo este tipo de servicios y que la población los requiere.

 

En ese sentido, creo que es un poco hasta pecaminoso ver los incrementos en las aportaciones y en las participaciones. Yo creo que tenemos que ver cómo promovemos un mejor gasto.

 

Y sólo voy a decir un indicador: El 70 por ciento del daño al erario, de las observaciones graves del daño al erario, que la Auditoría Superior de la Federación ha identificado a lo largo de toda su historia, tienen que ver con el ejercicio de los recursos públicos del ramo 33 y el ramo 23. Ahí está concentrado.

 

Hay daño al erario y estamos destinando cada vez más recursos a esa bolsa.

 

¿Qué sucede?, Que nunca se ató el diseño de esta ley a la rendición de cuentas, a la transparencia.

 

Se han generado lineamientos, pero no se les ha dado el peso que tienen y esto tiene que estar en la ley. Tenemos que considerar aspectos de la capacidad local.

 

Si sabemos que un estado está reiterativamente teniendo observaciones de daño al erario, que no tiene la capacidad de gestionar los recursos a nivel local y seguimos dando el dinero incrementalmente.

 

Eso a mí me parece un dispendio y creo que tenemos que entonces introducir en las fórmulas y en los criterios de asignación cuál es la capacidad local, ir incrementando a partir de que el Estado haga un esfuerzo para mejorar su gestión y que si no hay rendición de cuentas y hay daño al erario, no podemos estar perpetuando la asignación e incrementándola.

 

Entonces, creo que hay algunas nociones básicas en donde estas fórmulas lamentablemente no tienen estos criterios y en donde creo que están en un dispendio. Entonces, a mí me parece fundamental repensar este federalismo.

 

Por otro lado, lo de reforzar la autonomía de las auditorías locales, bueno, también es indispensable, creo que por ahí, con el Sistema Nacional Anticorrupción hay esta nueva facultad apara la Auditoría Superior de la Federación de Poder auditar también las participaciones, yo creo que es una medida de emergencia ante la situación que se vive a nivel local de falta de contrapesos y de la independencia que no tienen estos órganos que deberían de tener.

 

Sin embargo, creo que la solución a mediano y largo plazo es que en efecto existan puestos los controles y que tengan un nivel de efectividad por lo menos decente. Entonces creo que sí es un tema súper importante.

 

Yo diría que el Senado tiene mucho que decir en el tema de gasto también y yo por eso ubiqué mi planteamiento en función del uso de los ingresos excedentes. El mismo peso que se recauda es el que se gasta. Entonces, la verdad es que están muy mezclados los temas y precisamente la falta de regulación adecuada, los ingresos excedentes hacen que haya una asignación durante el ejercicio poco efectiva y que no nos garantiza un buen uso del dinero público.

 

Entonces, creo que desde la Ley de Ingresos se puede regular esto, porque es el uso de los ingresos excedentes. Entonces creo que es muy pertinente que el Senado pudiera escuchar este tema.

 

Además aquí me llega una pregunta que dice ¿qué otras lecciones pueden destacarse de la experiencia internacional sobre la utilización de ingresos excedentes, no debería priorizarse además de la producción del déficit público, el gasto en inversión o el ahorro en el Fondo Mexicano del Petróleo, los demás fondos de estabilización?

 

A ver, por supuesto los ingresos excedentes a nivel mundial son un tema y también lo han sido a nivel nacional, me gustaría incluso empezar por México.

 

Esta misma soberanía aprobó una Ley de Disciplina Financiera en abril pasado, en donde ya se reguló que  los ingresos excedentes de entidades federativas y municipios tiene que destinarse al pago de deuda.

 

Entonces, ya es una obligación que existe en México, nada más que esta es una disposición que promovió el gobierno federal para las entidades, ahora falta que alguien se preocupe por la disciplina presupuestaria a nivel federal y podamos también introducir estos nuevos mecanismos. Hay que decir que además es necesario revisar en general esta ley de Responsabilidad Hacendaria.

 

¿Qué otra disposición sería importante aquí? Bueno, una cosa tiene que ver con la toma de decisión de los ingresos excedentes y otra es cómo vamos a rendir cuentas sobre esa toma de decisión.

 

Sobre la manera en que se rinden cuentas hay una estándar que estableció la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, en donde dice que cuando se rindan cuentas de la asignación de los ingresos excedentes se necesita hacer por separado, es decir, en función de quién asignó los ingresos.

 

Si la Cámara de Diputados asignó el gasto, es la Cuenta Pública y tiene que venir una adendum de lo que haya asignado el ejecutor del gasto durante el ejercicio. Entonces, el día de hoy no nos rinden cuentas de esta manera, sino se rinde en la Cuenta Pública lo que todos decidieron en un mismo rubro y eso es lo que dice la OCDE, es importante separar la responsabilidad de la asignación y en un anexo aparte se tendría que explicar de los ingresos excedentes, en función de las clasificaciones oficiales de gasto que hay en la Ley de Contabilidad Gubernamental.

 

El día de hoy sí se nos explica algo en los informes trimestrales, pero no cumple con todas las clasificaciones de gasto, no viene con toda la información necesaria para poder entender la decisión y sí audita, por eso yo separé ingresos petroleros y no petroleros, los petroleros ya hay más regulación sobre qué hacer con los ingresos excedentes, está el Fondo Mexicano del Petróleo y nuestra principal preocupación ha venido de los no petroleros.

 

Si se va, de hecho ya hay una disposición en donde se da dinero a estos fondos de estabilización, nada más que no hay que olvidar que no sabemos a qué proyectos de inversión se van, no se rinde cuentas sobre la lista de proyectos que reciben los ingresos excedentes; tampoco tenemos publicados los estados de cuenta de estos fondos; entonces existe una enorme opacidad que impide una verdadera rendición de cuentas y un entendimiento de lo que se está haciendo con estos recursos adicionales.

 

Otra pregunta dice, el Ramo 23 y 25, si no se ejercen en lo que se les aprueba, ¿cuál sería el camino a seguir si se pierde credibilidad? Lo que está reflejando el hecho de que se aprueben presupuestos que no se van a ejerces, primero hay una debilidad en el congreso.

 

Es decir, el congreso es el único facultado para aprobar el presupuesto. Entonces, no están revisando los presupuestos, no están habiendo esos incentivos. Hay problemas de capacidad técnica, hay que decirlo, es mucho mayor la capacidad técnica de la Secretaría de Hacienda que lo       que tiene la Cámara de Diputados, por ejemplo, entonces por eso es que se ha recomendado un consejo fiscal, porque es muy importante que exista esta capacidad técnica para poder desempeñar la labor que implica discutir y monitorear durante el ejercicio.

 

Hay una disposición que afecta mucho en la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria a las facultades de la Cámara. ¿Por qué? Porque la constitución dice que la Cámara aprueba el presupuesto, pero la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, me parece el artículo 58, dice que los ejecutores se someterán a ese presupuesto aprobado, pero lo podrán modificar y lo podrán modificar no les pone límite, ni dice, bueno, no vas a poder pasar dinero que va destinado al pago de deuda y no lo puedes pasar a gasto de operación, no dice nada.

 

Entonces, parece ser que ahí hay un tema con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, que en la práctica, como que le quita la facultad, durante el ejercicio a la Cámara de Diputados.

 

Y bueno, dicen que si no vas a poder nunca patinar, de que te sirve aprender a hacerlo.

 

Entonces, por eso es muy importante que vayan de la mano, las facultades que tiene que tener la Cámara durante el ejercicio, así como su preparación técnica.

 

Y en ese sentido creemos que es importante que tenga un órgano técnico apartidista e independiente.

 

Estas recomendaciones -quiero aclarar- se han hecho en el contexto de la participación de México Evalúa, en un colectivo que se llama colectivo peso y que pretende mejorar está capacidad técnica.

 

Otra pregunta dice, respecto al menor gasto de inversión vale la pena destinar más recursos cuando se ha documentado el abandono de obra pública en las entidades federativas, ¿cómo obligar a los ejecutores a cumplir de forma ordena los proyectos de inversión que se han aprobado en ejercicios anteriores?

 

Por su puesto, hay muchísimos problemas en el gasto de inversión, que se tienen que arreglar.

 

Uno de los problemas que tenemos es que la Ley, por ejemplo, Federal de Obras Públicas trae una excepción al dinero que se ejerce en Ramo 33, el Ramo 33 no tiene que obedecer las prácticas federales, que por ciento tienen muchas áreas de oportunidad, pero las locales tienen más, ahí prácticamente la obra se adjudica sin ninguna pena.

 

Entonces, sería muy importante que en la nueva Ley de Obras pudiéramos cerrar la puerta a la excepción del Ramo 33 y que el dinero federal se someta a las prácticas federales.

 

Pero sí creo que el hecho de tener el dinero que se va a las transferencia y subsidios, esa puerta a l discrecionalidad muy abierta, crea incentivos perversos a la política y es mucho más fácil gastar en entregar una transferencia, que gastar en un proyecto, que quieras o no, tiene que pasar por un proceso de cartera de inversión, tiene que probar cierta viabilidad y factibilidad, que cuando nada más entregas el dinero en un subsidio.

 

Entonces sí creo que se ha abandonado el tema de la inversión, desde su discusión como política pública y desde dejar de poner dinero ahí para ponerlo en un dinero que es mucho más fácil gastar.

 

Finalmente creo que va a ver muchos más resultados para la población, de tener mejor infraestructura que tener dinero en la publicidad gubernamental.

 

Y además de la capacidad técnica sería importante poner un límite a lo que se puede sobre ejercer de gasto y ese límite no lo tenemos en la norma.

 

Entonces sí sería importante, por ejemplo, estos programas como el que yo les presenté, que se fue de mil millones a 75 mil millones, pues yo creo que ese tipo de gastos, en las prácticas mundiales, los gobiernos tienen que volver al legislativo a presentar sus propuestas, para una enmienda de ese tamaño, entonces tenemos que empezar a adoptar estas prácticas internacionales.

 

Creo que eso es todo por mi parte, muchas gracias.

 

INTERVENCIÓN: Muchas gracias.

 

Tiene la palabra el doctor José Luis Gallegos.

 

DOCTOR JOSÉ LUIS GALLEGOS: Gracias.

 

Trataré de sintetizar las preguntas en una sola respuesta.

 

Yo creo que en esencia lo que estamos viendo es que las finanzas públicas reflejan el estado de la nación, o sea, tenemos problemas de corrupción, de falta de transparencia, baja productividad, rendición de cuentas, falta de rendición de cuentas, escaso valor agregado, al final del día el problema es que, las finanzas públicas, sus ingresos y sus gastos tienen una interacción con el sistema económico, que a final de cuentas es una interacción con la sociedad y lo que están reflejando al final del día, es el estado de cómo se encuentra nuestro país.

 

Ahí yo coincido, lo que necesitamos es un rediseño de las finanzas públicas, un rediseño de la administración pública para que obtengan otra lógica, necesitamos cambiarle la lógica desde, para qué queremos más ingresos; para qué queremos utilizar ciertos presupuestos de gastos públicos; cuáles son las prioridades que tiene este país.

 

Es decir, a las finanzas públicas les pedimos que resuelvan pobreza; que resuelvan crecimiento; que resuelvan seguridad; que resuelvan educación; es decir, es el Superman que tiene que resolver este país.

 

Y efectivamente, tiene que contribuir con ello, pero al final de día, con recursos escasos, no se puede atajar todo al mismo tiempo.

 

Entonces, me parece que tenemos que priorizar, cuáles es la función de las finanzas públicas en este momento, cuáles son los tres, cuatro objetivos estratégicos y tenemos que rediseñar a la Administración Pública para que cumpla con eso objetivos.

 

Al final del día, el problema que es preocupante es, periódicamente tenemos que o buscamos a través de ajustes al gasto, es decir, reducción de gastos, compactación de programas, resolver esos desequilibrios.

 

En 1900, a principios de 1980 teníamos un 11 por ciento del gasto público en inversión, un 11 por ciento del PIB, hoy es el 3 por ciento, es decir, hemos hecho una cirugía mayor, afectando a la inversión y eso no nos ha dado resultado.

 

En la parte de gasto corriente, por qué no se puede intervenir de manera más fuerte, porque ahí están sindicatos; porque ahí están pensiones; porque ahí está un enorme gasto de salud, ahora un enorme para combate a la pobreza, en donde lo que no se puede reducir, es justamente todos aquellos que son víctimas del mal desempeño del modelo económico, o sea, al final del día tenemos necesidad de atajar la pobreza de 55 millones de mexicanos, porque simplemente no hay crecimiento.

 

Y queremos atajar el problema de 28 millones de mexicanos que no tienen para alimentarse bien, a través del presupuesto público, cuando tendría que ser una función del crecimiento económico.

Entonces me parece que tenemos que repensar qué país queremos, cuáles son nuestros objetivos prioritarios, la administración pública cuál es su función en ello y al final de cuentas las finanzas públicas lo que tienen que hacer es funcionalizar a través del ejercicio del presupuesto la atención de esas prioridades para buscar y generar un país mejor.

 

Ahora, hay un sentido de urgencia: el costo financiero del año que entra son 2.8 por ciento del PIB, que si ustedes lo comparan con el tema de salud pública prácticamente es el recurso público que se va a ejercer este año para el tema de salud pública de este país y el costo financiero va a seguir incrementándose.

 

Es decir, ya hay una presión sobre la actual arquitectura de las finanzas públicas y como México es un buen pagador y primero nos aseguramos de pagar, antes de asegurarnos, de generar recursos hacia la parte de atención de infraestructura, salud, etcétera, pues el problema es que esa cuestión de endeudamiento va a seguir absorbiendo cada vez más recursos.

 

Entonces al final del día eso lo que desde mi punto de vista plantea es la urgencia de revisar la estructura de las finanzas públicas.

 

Nosotros lo que tenemos que plantear además es un tema de contabilidad y eso desde ahí va a venir un primer tema de debate, lo planteábamos hace rato, por qué la divergencia de las estadísticas de INEGI y Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

 

O sea, en dónde existen las discrepancias entre los montos de inversión que uno y otro cataloga.

 

Hay justificaciones en alguna parte pero hay otra parte que queda en una caja negra y esto tiene que ver con la arquitectura de las finanzas públicas, por qué los fideicomisos, o sea por qué deben existir fideicomisos que legalmente no puedan ser auditados y en donde una vez que el recurso entra ahí ya nadie sabe con certeza si se ejerció o no se ejerció.

 

Entonces necesitamos una cuestión de contabilidad en donde se garantice, primero, que es transparente ese número porque yo preguntaría: con qué número decide la legislatura sus movimientos en la justa del presupuesto: ¿con el dato de INEGI o con el dato de Secretaría de Hacienda y Crédito Público?

 

Al final del día qué número norma su criterio de decisiones porque son bien distintos. Entonces no es algo menor y ese debate está ligado a la transparencia y a toda esta arquitectura que hay que modificar.

 

Y finalmente a mí me parece que esto nos lleva a que se le tienen que dar más facultades al Poder Legislativo.

 

En el actual debate del presupuesto el problema que tiene el Legislativo es que no tiene una oficina de presupuesto, o sea, no puede siquiera entrar a un análisis a fondo sobre si los criterios macroeconómicos con los que se hace el presupuesto son correctos o no, se confía en un 2.5 por ciento de crecimiento con el que se hizo todo el presupuesto, nada se habla del PIB nominal que es sobre el que se hacen todos los cálculos de ingresos tributarios y lo que hemos visto en los últimos tres años es de que ese cálculo de crecimiento siempre se equivoca.

 

Entonces ahí hay un problema de fondo, se confía, por ejemplo, que el año que entra Estados Unidos va a crecer 2.2 por ciento y su actividad industrial dos por ciento.

 

Estados Unidos tiene 13 meses de caídas consecutivas en su PIB industrial. De dónde va a salir el dos por ciento y sobre de eso pues dónde va a salir todo el crecimiento de la parte de la industria mexicana.

 

Entonces al final del día hay la necesidad de robustecer el poder legislativo con una oficina de presupuesto más profunda que le permita generar y hacer análisis de mayor envergadura porque al final del día lo que está haciendo ahorita es tratando de corregir con algunos parches las deficiencias de unas finanzas públicas y de un presupuesto que estructuralmente ya está rebasado y que el problema de endeudamiento lo va a seguir absorbiendo en los siguientes años y estos problemas y estos ajustes al final del día, si no hay un cambio, van a seguir siendo la parte estructural de lo que viene para México.

 

Y con esto cierro: al final del día lo que nosotros hemos podido observar en estos últimos años es: caímos en una trampa de endeudamiento en los años 70’s y en los años 80’s. No pudimos salir de esa trampa de endeudamiento.

 

Hoy ya consume el puro costo financiero 2.8 por ciento del PIB. Ese costo financiero representa el presupuesto de 16 ramos administrativos: Economía, Hacienda y Crédito Público, Relaciones Exteriores, Turismo, Defensa Nacional, Marina y podemos agregarle de 16 más.

 

Podríamos duplicar el presupuesto si no tuviéramos ese elevado costo financiero y sobre de eso queremos seguir pagando más, seguir abonándole más a la deuda.

 

Entonces es importante que generemos los criterios bajo los cuales vamos a manejar los recursos de finanzas públicas porque actualmente están absorbiendo recursos importantes para el crecimiento del país.

 

SENADOR ARMANDO RÍOS PITER: Muchas gracias al doctor José Luis de la Cruz.

 

Y tiene la palabra, para cerrar este evento, David Colmenares.

 

DAVID COLMENARES: Trataré de ser breve.

 

La autonomía, voy a tratar de ver las más relevantes desde mi punto de vista:

 

La autonomía de las entidades de fiscalización locales, yo diría de las contralorías, de los gobiernos de los estados y de los órganos autónomos.

 

Evidentemente que no son independientes. Muchas veces cuando castigan a alguien es ya por razones políticas, ¿no? Porque cambió el gobierno y no eran del mismo equipo y finalmente esa es una de las razones fundamentales para la impunidad. Se mantiene el mismo.

 

Y yo recuerdo un asunto, yo estuve en la Auditoría Superior también y tuve que ver el asunto de un gobierno del centro de la República donde yo al nuevo gobernador, esto por el anterior gobernador y la molestia del nuevo gobernador era que le habían hecho, el auditor que dejó el otro, 19 auditorías y entonces se cerraba a tratar de solventar las observaciones de la Auditoría Superior.

 

Y eso tiene que ver con todo. O sea, no tienen la autonomía presupuestal que habría que ver los mecanismos, por lo que mencionabas Armando, del gasto en un órgano garante de la transparencia, o de un órgano de fiscalización, es la autonomía.

 

Cuando el contralor o el auditor no son del agrado del jefe del Poder Ejecutivo o de los jefes, hay muchos mecanismos para alcanzarlo, para tronarlo, fundamentalmente el presupuestal.

 

Segundo. Como pasó en Guerrero, le nombran a los segundos que se dedicaban más a tratar de cubrir al gobierno en turno que tratar realmente de fiscalizar.

 

Me decían hace poco que uno de los gobernadores que se van, creo que el de Chihuahua, estaba respondiendo algunas preguntas y el que le estaba ayudando con las tarjetas era el Auditor Superior del Estado. ¿No? Entonces ahí obviamente que sí tenemos que encontrar un mecanismo.

 

Y luego los órganos autónomos, excepto en el INE, creo que ya en una nueva ley, legislación, van a tener que ser electos por el Congreso, digo, eso va a mejorar un poco esto, pero siempre hay formas de por presiones administrativas, bajándoles el sueldo, etcétera, se pueden eliminar.

 

Segundo. Destinar recursos excedentes al pago de la deuda y los que no tienen deuda, que veíamos que son como dos terceras partes de los estados que prácticamente ya no tienen deuda.

 

Si vemos la deuda de Oaxaca, que por cierto ha crecido en los últimos años, y ha crecido fundamentalmente por los paripasos. Me preguntaban allá por algo de SAGARPA, es un fondo concurrente. Bueno, realmente el papel no lo tienen los congresos.

 

Pero qué ha pasado con los paripasos desde 2006 cuando estaba Labastida en Gobernación, se empezaron a meter paripasos en los recursos federales, los que destacaban nada más eran los del Fondo de Reconstrucción del FONDEN y a veces era 70 por ciento municipio y 30 por ciento Gobierno Federal, hoy son 50-50.

 

Pero ese es un problema, se regresan muchos recursos que se convierten en economías presupuestales porque muchos estados, particularmente los del sur-sureste, no les alcanzan los recursos para poner los paripasos y hay gobiernos estatales donde la línea que se les da a los secretarios o a los funcionarios que ejercen recursos, es que no programen nada que tenga paripaso.

 

Es un trabajo en el Congreso; en última instancia el paripaso si existe para generar corresponsabilidad tendría que ser equivalente al tamaño del peso fiscal.

 

Esto es, si de la recaudación participal les toca a los estados el 20, 25 por ciento, en esa medida tendrían que ser los paripasos.

 

Y luego la naturaleza se ensaña más con algunos. Se ensaña con Oaxaca, con Chiapas, con Veracruz, con Guerrero y los desastres naturales se concentran en Tabasco, en nuestro Estados.

 

Entonces evidentemente que es un costo que otra parte importantes del país no lo tiene. Esto es muy diverso.

 

Entonces realmente ya no necesitamos más asistencialismo sino desarrollo y alguien mencionaba también que teníamos que gastar, en recaudar, en gastar mejor y más que supervisar yo diría que fiscalizar.

 

Esto es que realmente la fiscalización no sea burocrática ni sea por número de auditoría sino fundamentalmente sea por la calidad en las mismas y que se dé un seguimiento a través de los órganos estatales o federales responsables de hacerlo.

 

Gracias Armando.

 

SENADOR ARMANDO RÍOS PITER: Al contrario.

 

Muchas gracias a David.

 

Sin duda alguna a José Luis y a Mariana porque estoy convencido que es sumamente oportuna y es muy buena, muy positiva la información, nos es de enorme utilidad.

 

Y creo que aquí con la presencia del Director del Instituto Belisario Domínguez, de Gerardo Esquivel, lo que se queda es el compromiso de que tendremos que trabajar en este asunto de tal manera que convocaremos nuevamente para un taller de mucho mayor trabajo, nos extendimos un poco en el tiempo pero pues repito: este es el tema de temas, o uno de los grandes temas y que bueno que hay expertos que saben y que nos están orientando en esto.

 

Estoy a punto de cerrar ya el evento, no sin antes extenderles a nombre del Instituto Belisario Domínguez, a Mariana Campos, al doctor José Luis y a David Colmenares, pues un reconocimiento por su presencia aquí en este foro.

 

Y si me acompañan ustedes aplaudiéndoles y agradeciéndoles.

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