Versión estenográfica del mensaje del senador Roberto Gil Zuarth, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, durante la ceremonia de entrega del título de concesión de uso público de radiodifusión al Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos.
SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Debo empezar mi intervención felicitando a mi amigo, al diputado Jesús Zambrano, presidente de la Cámara de los Diputados, por la presentación de su informe legislativo el día de ayer.
Un relato de muchas acciones, un relato de éxitos, de trabajo muy intenso, que da cuenta del compromiso de un legislador, pero sobre todo de una visión institucional.
Querido Jesús, de verdad muchas felicidades, ha sido un honor coincidir contigo este año, mi aprecio y mi reconocimiento como ya lo sabes en lo personal.
Y también me atrevo a decir a los grupos parlamentarios que si no se ponen de acuerdo para las mesas directivas, que no se preocupen que el señor Zambrano y su servidor podemos cuidar la institución un ratito más.
Quiero saludar, por supuesto, al diputado César Camacho Quiroz, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de los Diputados.
Al senador Daniel Ávila, presidente de la Comisión Bicameral del Canal del Congreso.
Al licenciado Felipe Solís Acero, subsecretario de Gobernación. Transmítale saludos del Senado de la República al Secretario de Gobernación.
Por supuesto a nuestra querida directora del Canal, Blanca Lilia Ibarra.
A las comisionadas, comisionados, funcionarios del Instituto Federal de Telecomunicaciones.
Diputados, senadores, amigos todos:
Como ya estamos en ánimo de despedida, a mí me gustaría transmitirles o contarles una anécdota personal que en buena medida refleja la emoción personal de este momento:
En 1997 yo trabajaba aquí en la Cámara de los Diputados. Me tocaba, literal, redactar los acuerdos de la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política; me tocaba hacer, darle forma a las decisiones políticas de la primera –como decía el diputado Camacho– legislatura sin mayoría legislativa de un partido político.
Un escenario inédito, donde había que construirlo todo, porque en efecto, las normas parlamentarias de aquel entonces estaban construidas precisamente a partir de la preconfiguración de una mayoría; resulta que no hubo mayoría y ninguno de los órganos internos estaba preparado para esa realidad. No se constituyó la Gran Comisión, porque no había mayoría y en consecuencia, se tuvo que crear un órgano a través de un acuerdo parlamentario, la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política, que es el antecedente de la Junta de Coordinación Política.
Y ese órgano, en el que yo trabajaba, primero prestando mi servicio social y después ya con un módico emolumento, que no me caía nada mal; empezó a construir el andamiaje institucional que hoy conocemos.
Recuerdo haber redactado un acuerdo, en 1997, justo en los primeros meses de la legislatura, que trataba de poner reglas de equidad y de acceso –fíjense ustedes– a los videos, a las copias de los videos que se tomaban de las actividades legislativas; ¿por qué? Porque había que generar garantías de institucionalidad, de proporcionalidad y pluralidad, incluso al acceso de los medios que tenía la propia Cámara de Diputados; porque en aquel entonces lo que hoy conocemos como el Canal del Congreso, no era otra cosa que un circuito cerrado de televisión.
Y también recuerdo haber participado en la redacción del primer acuerdo, el acuerdo de creación del Canal Legislativo, así se llamaba en un primer momento. Posteriormente en la reforma a la Ley Orgánica de 1999, que le dio estatuto jurídico al Canal del Congreso, que hoy conocemos; y también –si no mal recuerdo–, diputado Virgilio Caballero, en 2000 por ahí del mes de julio, en agosto del año 2000, prácticamente en la transición a la nueva Legislatura, el nombramiento del primer director del Canal del Congreso.
Ya se podrán imaginar lo que significa para mí, siendo hoy senador, poder ser testigo de la entrega del título de concesión del Canal del Congreso. De alguna manera, haber visto la evolución institucional, normativa y también la evolución personal de un gran equipo de trabajo, al cual le tenemos mucho que agradecer por su compromiso con el Congreso de la Unión, pero sobre todo con su compromiso con la pluralidad y con nuestra democracia.
Y por supuesto que el día de hoy, como decía bien el presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones, hoy inicia una etapa importante, una nueva etapa importante; una etapa que se define por un conjunto de obligaciones.
A partir del día de hoy inicia un trabajo arduo que nos corresponde a todos: legisladores, órganos directivos de ambas cámaras y por supuesto al Canal del Congreso, para cumplir los estándares que establece la ley; porque en efecto la reforma de las telecomunicaciones, además de crear mercados competitivos, además de dar certeza jurídica a las normas que definen el desenvolvimiento de la comunicación en nuestro país, tuvo como propósito central el fortalecimiento de los canales públicos, entre ellos el canal de la pluralidad, el Canal del Congreso.
Y como decía bien el presidente del IFETEL, a partir de ahora tenemos que trabajar por la independencia editorial, por la gestión financiera, por los mecanismos de participación ciudadana, por mecanismos de transparencia y rendición de cuentas, defensa de contenidos, opciones de financiamiento, acceso a tecnologías y, por supuesto, la diversidad ideológica, étnica y cultural.
Por eso, hace unos días presentamos en la Comisión Permanente una iniciativa precisamente para fortalecer el estatuto jurídico-normativo del Canal del Congreso. Para que no tengamos que repartirnos las facturas entre la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores, porque en buena medida lo que hoy tenemos es justamente una responsabilidad compartida por no tenían naturaleza jurídica propia, y al no tener una capacidad de financiamiento propia o una definición presupuestal propia, lo que hacemos ambas cámaras, a veces no con mucho éxito y no con mucha disciplina, y ahí hago una autocrítica, hemos repartido las cuentas y administramos de manera un tanto artesanal el Canal del Congreso.
Pero eso ya habrá de acabar pronto. Acabará porque a partir de este momento tenemos seis meses, conforme a la ley, para resolver y fortalecer el Canal del Congreso.
Esa es la razón por la cual este momento es de especial significado, porque el fortalecimiento del Canal del Congreso ya no tiene vuelta atrás, porque lo que sigue hacia adelante es hacer del Canal del Congreso un canal público, un medio público que apueste al fortalecimiento de la democracia, que apueste al fortalecimiento de nuestra diversidad a la pluralidad, pero sobre todo que sea el mecanismo de comunicación, de diálogo y de conversación entre los mexicanos y sus legisladores.
Por eso, en el ánimo de las despedidas, no les puedo decir lo mucho que me enorgullece estar este día, un día histórico para el Canal del Congreso, pero también para la democracia mexicana.
Por su atención, muchísimas gracias.
