Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Versión estenográfica de la visita al Senado de la República de los jueces de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, encabezados por su presidente, el juez Roberto F. Caldas.

(Primera parte)

 

SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Muy buenas tardes tengan todos ustedes.

 

Quiero dar la bienvenida al Senado de la República a la jueza y jueces integrantes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que se encuentran en nuestro país para celebrar la Quincuagésima Quinta Sesión Extraordinaria de Sesiones.

 

Hoy por la mañana tuvimos ocasión de estar con ellos, de saludarlos en el inicio de los trabajos que celebrarán en nuestro país, en la Suprema Corte de Justicia de la Nación; pero ahora les damos la más cordial de las bienvenidas al Senado de la República.

 

Quiero presentar al juez Roberto Caldas, presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

 

Al juez Eduardo Ferrero Mac-Gregor Poisot, vicepresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y, como ustedes saben, destacado jurista mexicano.

 

Al juez Eduardo Vio Grossi; a la jueza Elizabeth Odio Benito; al juez Eugenio Raúl Zaffaroni; al juez Patricio Pazmiño; al doctor Pablo Saavedra Alessandri, secretario de la Corte Interamericana de Derechos Humanos; y a la licenciada Emilia Segares Rodríguez, secretaria adjunta de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

 

Sean ustedes bienvenidos, de nueva cuenta.

 

Me acompañan en esta sesión de trabajo la senadora Angélica de la Peña Gómez, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República.

 

La senadora Laura Rojas, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores Organismos Internacionales.

 

El senador Fernando Yunes Márquez, presidente de la Comisión de Justicia del Senado de la República.

 

La senadora Gabriela Cuevas Barron, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores.

 

Y la senadora Silvia Garza Galván, integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores y Derechos Humanos de este Senado.

 

Por supuesto que la visita que ustedes celebran el día de hoy ha causado profundo interés. Sabemos, porque así nos lo relataban en la mañana, que los auditorios en los que celebrarán sus sesiones y en los que tendrán la celebración de estos seminarios sobre temas de derechos humanos han sido abarrotados y que tienen una importantísima afluencia de ciudadanos que tienen interés en seguir sus conversaciones.

 

Y por supuesto también en el Senado de la República había un enorme interés de intercambiar puntos de vista sobre la situación que guarda nuestro país en materia de derechos humanos. Pero sobre todo, también sobre la prospectiva legislativa de nuestro país.

 

Yo decía en la intervención por la mañana, a pesar de que nuestro país tiene enormes desafíos en materia de los derechos humanos, que los reconocemos; pero que estamos trabajando en el ámbito de nuestra pluralidad.

 

Buena parte de las iniciativas y piezas legislativas que se aprueban en nuestros plenos del Congreso, tiene que ver con derechos humanos y tenemos una agenda muy importante de desdoblamiento, de contenidos, hemos prácticamente terminado la implementación en una primera etapa, de la reforma en materia de justicia penal; hemos discutido iniciativas relacionadas con torturas, desaparición forzada de personas; ya aprobamos el Sistema de Justicia Penal; en una primera etapa estamos revisando el régimen jurídico de tutela de los derechos de las víctimas. En fin, una activísima discusión y sobre todo negociación sobre los temas de derechos humanos.

 

Es, quiero decirlo de esta manera, para la pluralidad del Congreso, para las distintas fuerzas políticas, una prioridad; una prioridad de nuestro quehacer legislativo, una prioridad de política pública, una prioridad de nuestra política institucional y sobre todo, también un conjunto de desafíos, de objetivos de mediano y corto plazo que tenemos que acometer.

 

Quiero darle la palabra para la intervención a mis compañeros, no sin antes reconocer, como lo hice el día de hoy por la mañana, el enorme esfuerzo, la legitimidad, la congruencia y la responsabilidad que ustedes han tenido a lo largo del tiempo. Son ustedes la forma de pacificación de los conflictos regionales; una instancia de justicia supranacional que también ha permitido generar mejores escenarios de progresividad de los derechos humanos en nuestro país.

 

De verdad, siéntanse como en casa, siéntanse en este Senado de la República como en su propia sede; porque aquí en el Senado reconocemos el enorme esfuerzo que ustedes hacen, las enormes dificultades que tienen sobre todo en el aspecto financiero, de lo que ya hemos tenido oportunidad de platicar. Pero sobre todo, que a pesar de esos problemas ustedes mantienen el pulso, el interés, la intención por hacer de los derechos humanos el principio y la regla de actuación de nuestros gobiernos; pero sobre todo de nuestra convivencia en el hemisferio.

 

Le voy a dar el uso de la palabra, en el orden que tenemos previsto, al juez presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, don Roberto Caldas, por favor.

 

JUEZ ROBERTO F. CALDAS: Muchísimas gracias, señor senador presidente Roberto Gil.

 

Gracias por las palabras de bienvenida, y así nos sentimos muy bienvenidos en México.

 

Particularmente, es la tercera vez que vengo. Las tres sesiones tuve oportunidad de estar presente, en mi primer año como juez titular en 2013, hace tres años, ya con buena parte de la composición.

 

La primera vez que tuve la oportunidad de tener asiento en la Corte Interamericana con la jueza (inaudible) y un caso brasileño que fue indicado por mi país de origen, y sesionamos exactamente aquí en el Palacio de Minería, entonces estoy siempre con México en las mejores labores de la Corte Interamericana.

 

De verdad, esta repetición en tan poco tiempo, demuestra que sí nuestros países, toda la región tiene problemas muy graves de derechos humanos, pero es muy importante enfrentar esos problemas.

 

Y creo que traer un órgano como la Corte Interamericana, nos parece a todos que es una búsqueda de inspiración, de diálogo, de un trabajo conjunto para enfrentar esos grabes problemas que tocan a nuestras naciones.

 

Si el Senado de la República nos invita, si trabaja en temas legislativos para impulsar el Sistema Interamericano, es porque la nación mexicana así lo pide.

 

Ustedes tienen el importante mandato de hablar por la nación y así comprendemos.

 

Es un honor estar aquí con las destacadas senadoras y senadores, que sabemos que tienen tantas obligaciones. Y este espacio de diálogo con la Corte Interamericana lo valoramos mucho.

 

Es verdad que estamos en un momento que ya fue referido de una crisis financiero, pero queremos poner un ingrediente además, es que en la verdad la Corte Interamericana en toda su existencia, sus 38 años, la verdad nunca estableció una estructura adecuada a estos importantes desafíos que tenemos como tribunal.

 

Para ejemplificar, señoras y señores, la Corte no tiene la posibilidad de tener el trabajo de los jueces y de la jueza todos los días, porque no tiene cómo pagar los honorarios.

 

Nosotros no tenemos servicios básicos, como: comunicación social, traducción de las sentencias. Y es tan fundamental en una región que representamos más de 560 millones de personas, que las sentencias de esos trabajos, que son trabajos muy dedicados, lleguen a la gente, lleguen no solamente a los juristas, a los jueces, magistrados, abogados, a los congresistas y a agentes públicos del Ejecutivo, pero que se llegue a la gente.

 

Es verdad que en muchos espacios la Corte y la Comisión Interamericana no son muy conocidas.

 

El más importante, es que no es que se tenga la posibilidad o la intención de celebrar un caso nuevo a la Corte, pero que sí aproveche el importante aporte, que es la jurisprudencia de la Corte, los casos ya juzgados son vinculantes para todos los estados y sirven como guía, como un ejemplo para aplicación en el cotidiano de las tareas públicas de los tres poderes y también de los poderes de facto que tenemos en nuestras naciones.


O sea, es muy importante que la jurisprudencia sea apropiada por todos, público y sector privado también, por la sociedad, por todos y es un desafío para nosotros hacer con tan pocos recursos  de verdad, porque cuando estamos acostumbrados a trabajar con calidad cada uno en sus tareas, unos vienen de cortes supremas constitucionales, Tribunal Penal Internacional, universidades, abogacía y se tiene una costumbre, muchas veces es frustrante y no se puede hacer más por falta de mínimo, de recursos.

 

Entonces, por qué buscamos que la Corte Interamericana sea vista como una corte nacional, nada más que buscamos el que los estados comprendan que nosotros necesitamos una estructura similar a los tribunales nacionales y qué pasa, el presupuesto es un presupuesto pequeño y nosotros tenemos históricamente la capacidad de multiplicar lo que se invierte en la Corte.

 

Viene el más importante núcleo de derechos que son los derechos fundamentales, contenidos también en las constituciones o como nosotros llamamos los derechos.

 

Entonces, este núcleo de derechos es con lo que podemos nosotros entregar, impartir justicia, entregar para nuestras naciones americanas.

 

Entonces, la importancia reconocida académicamente, judicialmente, por todos, de la Corte Interamericana, nosotros ahora hacemos ese esfuerzo para tener un reflejo en la estructura, nada más que eso.

 

Queremos trabajar más y mejor y con eso un reconocimiento a México que ha sido de hecho uno de los países más importantes en el reconocimiento, contribución financiera misma y que puede liderar esta discusión con los otros países oponentes de la OEA, para garantizar un tribunal que siga independiente e imparcial, que es todo lo que un magistrado y una magistrada pueden querer.


Dejar un legado de justicia muy bien hecha, trabajar con imparcialidad y para la posteridad.

 

Nuestras naciones realmente ameritan incursionar en muchos derechos básicos y con eso es nuestro furor trabajar y discutir en este importante momento en el Senado sobre esa situación.

 

Muchísimas gracias por la oportunidad, es un gran gusto, gustaría de nombra especialmente, porque nos da realmente especial honor, senador Angélica de la Peña Gómez, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos; senadora Laura Rojas Hernández, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores y Organismos Internacionales; senador Fernando Yunes Márquez, presidente de la Comisión de Justicia y senadora Gabriela Cuevas Barrón, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores y senadora Silvia Guadalupe.

 

Muchísimas gracias por la presencia, por esta oportunidad de diálogo y estamos a disposición de ustedes.

 

Una cosa más: me gustaría invitarlos, invitarlas a visitarnos en nuestra sede, en Costa Rica, porque ahí se puede ver cómo trabajamos. Hacemos mucho, pero podemos hacer más.

 

SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Senador Fernando Yunes, por favor.

 

SENADOR FERNANDO YUNES MÁRQUEZ: Muchas gracias, presidente.

 

Sean todas, todos bienvenidos al Senado de la República. Es para nosotros un gran honor que estén con nosotros miembros de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en una invitación que me parece fundamental para todo el desarrollo legislativo que habremos de tener el próximo periodo ordinario de sesiones, que empezará a partir del 1 de septiembre, ya solamente en un par de semanas en el Senado.

 

Quisiera hacer un par de reflexiones, para no extenderme de más, porque creo que lo que queremos nosotros es escucharlos a ustedes, saber cuál es la opinión de ustedes como jueces, como tribunal también, de cuál es la situación de los derechos humanos en nuestro país.

 

Si bien es cierto que México ha tenido un crecimiento importante, no solamente en el andamiaje jurídico en materia de respeto a los derechos humanos, sino también de las capacidades del Poder Ejecutivo, a nivel federal y algunos a nivel estatal por cuanto hace a todo el respeto que se debe de tener en materia de derechos humanos, a todo el andamiaje que se debe de construir; también hay que decir que México se encuentra en los últimos años en una crisis de respeto a los derechos humanos, que hemos tenido casos muy graves de violación a los derechos humanos en nuestro país, que nos preocupan, que sin duda alguna nos han ocupado en el Senado para poder construir.

 

Pero para nosotros es fundamental también saber cuál es la opinión de ustedes, cómo es visto México desde la Corte Interamericana de Derechos Humanos y cuáles son los caminos que debemos de seguir.

 

Tomo del presidente de la Corte, de manera muy puntual y me parece muy importante y coincidiendo, el hecho de que la Corte Interamericana debe llegar más a los ciudadanos, que sigue siendo hoy vista o más bien no es vista dentro de los derechos que puede tener una persona de acceso a la justicia o garantes de los mismos.

 

Y coincido mucho en que esta visión de una Corte cercana a los ciudadanos, que pueda ser –como decía usted– un tribunal nacional. Creo que debe ser visto desde este punto de vista.

 

Me parece fundamental que el Senado en México tenga un respaldo importante para la crisis financiera que está hoy viviendo la Corte Interamericana. Para nosotros y sobre todo desde la Comisión de Justicia, son fundamentales las directrices que la Corte Interamericana de los Derechos Humanos ha hecho en diferentes ocasiones o en diferentes casos; y que han marcado precedentes paradigmáticos en la elaboración de muchos de nuestros marcos normativos, principalmente por cuanto hace al sistema de justicia penal en nuestro país, que entró en vigor apenas el 18 de junio.

 

Se llevó a cabo la elaboración de algunos instrumentos en este Senado, como el Código Nacional de Procedimientos Penales, la Ley Nacional de Ejecución Penal, con base en directrices tomadas precisamente de la jurisprudencia de la Corte Interamericana.

 

Algunos de los casos que se tomaron en la elaboración de los mismos fueron el de Ángel Manfredo Velázquez Rodríguez contra Honduras; y el de Saúl Godínez Cruz contra Honduras; en los cuales se estableció la obligación de los Estados parte a garantizar el libre y pleno acceso del ejercicio de los derechos reconocidos en la Convención, a toda persona sujeta a su jurisdicción.

 

Y por otro lado, el caso Radilla Pacheco, en el que además de que estas pautas nos sirvieron para establecer un nuevo paradigma y la jurisdicción constitucional en el país; también sirvieron para la elaboración de dictámenes y documentos normativos como la Ley General contra la Tortura y tratos crueles, inhumanos y degradantes, que se encuentra basada en el contenido del párrafo 153; y el Código Nacional de Justicia Militar y Código Militar de Procedimientos Penales, que sin duda alguna han venido a darle un viraje a todo el sistema de justicia castrense en México.

 

Y yo subrayaría de manera importante, lo hacía ya el presidente de la Mesa Directiva, el caso de la Ley General en materia de Desaparición Forzada de Personas que es, me parece, uno de los grandes temas que hoy México está enfrentando en materia de respeto a los derechos humanos que tenemos pendiente.

 

Con la senadora de la Peña hemos tenido un trabajo, junto con las organizaciones de la sociedad civil y sobre todo con los familiares de las víctimas en todo el país, en primer lugar, significar que el tema era un tema hasta cierto punto silente en México, que era un tema del cual no se hablaba, que era un tema que antes del desafortunado y lamentable caso de Ayotzinapa, pues prácticamente era un tema que se hablaba a escondidas, por decirlo de manera coloquial, pero que hoy está en la agenda nacional, cada vez afortunadamente con más fuerza.

 

Cada vez nos damos cuenta cómo hay muchos más y más y más desaparecidos en el país, y que estamos hablando de una grave crisis en materia de derechos humanos en esta materia, que nos tocará, esperemos, en las próximas semanas, próximos meses poder sacar adelante esta importante legislación que podrá traer a muchas personas, a miles de personas que buscan a sus seres queridos, una herramienta jurídica que les sirva.

 

Muchas gracias, presidente.

 

SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Senadora Angélica de la Peña, por favor.

 

SENADORA ANGÉLICA DE LA PEÑA GÓMEZ: Muchas gracias, presidente.

 

Antes que nada, me sumo a la felicitación de que cada una y cada uno de ustedes se encuentre en nuestro país sesionando. Para nosotros es muy importante tener esta cercanía con la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

 

Como bien se ha señalado por parte de quienes me antecedieron en la palabra, por supuesto que las sentencias de la Corte Interamericana son textos invariablemente importantes e imprescindibles de estudio a la hora que estamos, desde presentando iniciativas y cuantimás cuando estamos preparando los dictámenes.

 

En ese sentido, es importante señalar, a partir de la observación que usted, señor presidente, nos acaba de mencionar, la importancia que México transite también desde el punto de vista de la legislación, concretar los tratados internacionales en el ámbito interamericano que México ha aprobado, que nos permitan resolver este reclamo ciudadano de que efectivamente en México hay violaciones graves a los derechos humanos.

 

Nosotros no tenemos ningún impedimento de ningún tipo para reconocer que esa situación de crisis en México impera, y por eso estamos trabajando, y trabajando además como nos lo obliga la situación que tenemos en México.

 

De tal forma que, ciertamente, en el Congreso de la Unión y particularmente en el Senado de la República, que está constituida por dos legislaturas, esta es la segunda legislatura que ya estamos en curso. Pero desde que nos instalamos como Senado de la República en el 2012, empezamos a trabajar, a atender las recomendaciones del ámbito interamericano y de Naciones Unidas, pero particularmente -insisto- la importancia del estudio y también del derecho comparado que nos obliga cada una de las sentencias.

 

Puedo mencionar que el primer tema, recordaremos que pusimos en la mesa, es a partir de la reforma al Código de Justicia Militar, que sabemos que es de un gran interés de la Corte Interamericana.

 

Y por supuesto que las distintas sentencias en esta materia han sido referente en la argumentación que hemos esgrimido para que nosotros pudiéramos reformar y atender lo que se nos ha señalado al país en materia de justicia militar. Y seguimos.

 

Hay alguna cuestión pendiente todavía en la parte que, sentimos, tiene que revisarse del Código Militar de Procedimientos Penales que necesitamos atender. Seguramente ustedes conocen muy bien el tema.

 

Y junto con las distintas iniciativas, que ya algunas prácticamente son leyes, que ha mencionado el señor senador Yunes, hay un proceso importante en materia de tortura.

 

Ya hay una minuta en la Cámara de Diputados que surgió de un trabajo de este Senado. Una cercanía muy importante con el redactor Juan Méndez que, por cierto, el viernes va a venir a estar con la Cámara de Diputados para auxiliarles, y esperemos se ratifique la intención de que se vote en sus términos la minuta que enviamos del Senado de la República. Es un trabajo muy importante.

 

Estamos esforzándonos para poder concretar los todavía dos o tres corchetes que tenemos pendiente ya prácticamente para tener listo el dictamen en materia de desaparición forzada y cometida por particulares. Es un tema que nos tiene muy motivados.

 

La revisión a la Ley de Atención a Víctimas, que también estamos emprendiendo. Y otros temas que derivan, por ejemplo, de la reforma en mando mixto, que nos van a llevar a trabajar diferentes leyes a partir de los transitorios de la ley. Entre ellas, un tema muy importante que tiene que ver con el uso legítimo de la fuerza pública.

 

México necesita una ley que pueda ordenar protocolos en los tres órdenes de gobierno, porque es un problema.

 

Es decir, no abundo más en toda la gama de materias pero estamos en eso trabajando.

 

Finalmente, otra cuestión que usted mencionó, señor presidente. Nos parece importante que en México también se aboque a atender el problema presupuestal que tiene la Organización de Estados Americanos.

 

Nos preocupa sobremanera, lo hemos expresado en diferentes puntos de acuerdo que hemos presentado y lo hemos planteado siempre que hemos podido, tanto apoyar a cada una de las instituciones que derivan de la Organización de Estados Americanos.

 

Vemos con mucha simpatía, también por cierto, la iniciativa del embajador Alfonso de Alba, en el sentido de que se pudiera evaluar que la Organización de Estados Americanos se venga a Costa Rica, francamente.


Bueno, también hay una iniciativa de que la OEA salga de Washington, además de la Corte Interamericana, también las instituciones que forman parte de la OEA.

 

Es un tema añejo respecto de que la OEA salga de Estados Unidos y se vengan con todas las instituciones, Instituto Interamericano de la Mujer, etcétera, se pudieran venir a otro país.

 

Bueno, la iniciativa es que pudiera estar donde está la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

 

Ahora bien, nosotros estaremos atentos en coadyuvar para que México pueda aportar lo que requieren para que puedan salir adelante de esta situación económica por la que está atravesando, que nos parece que no puede seguir así.

 

Coincidimos totalmente que parte de la independencia, de la autonomía que deben tener los organismos de la OEA y particularmente la Corte Interamericana de Derechos Humanos es una loable independencia también presupuestal, que le permita sacar adelante todas las obligaciones que tiene para el continente americano.

 

En ese sentido cuenten ustedes con la simpatía y todo lo que requieran por parte del Senado de la República, me atrevo a plantearlo a nombre de todos, el señor presidente de la Mesa Directiva seguramente lo verá con mucha simpatía y tomará las medidas pertinentes para que se concrete un acuerdo que permita que todo el Senado de la República pueda apoyar esta diligencia que ustedes también nos acaban de mencionar ahorita.

 

Bienvenida y bienvenidos a México y al Senado de la República.

 

SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Senadora Laura Rojas, por favor.

 

SENADORA LAURA ANGÉLICA ROJAS HERNÁNDEZ: Gracias, muy buenas tardes e igualmente bienvenidos.

 

Yo quisiera retomar lo que acaba de decir en el mismo sentido la senadora de la Peña, este es un tema que como ella misma ya mencionó, nos preocupa mucho y solamente sumarme a lo que ella ya mencionó.

 

Es verdad que México es uno de los países que ha venido contribuyendo de manera cumplida con las cuotas al sistema interamericano, pero sí creo que tenemos como país, como México, una responsabilidad mayor de contribuir, a través de cuotas voluntarias, al financiamiento y el fortalecimiento del sistema interamericano, específicamente a la CIDH y a la Corte IDH.

 

Y no sólo eso, creo que México también tiene el suficiente liderazgo en la región como para liderar esta campaña de apoyo en otros países y que la CIDH y la Corte IDH puedan tener los recursos suficientes para hacer su trabajo.

 

Entonces, sumarme a lo que dijo Angélica y complementar la propuesta que ella ha hecho, para que desde el Senado se haga la propuesta formal a la Cancillería, para que hagan una contribución voluntaria a estos dos organismos y además lideren esta campaña de apoyo en la región para este mismo fin.

 

Además de eso yo quisiera hacer una pregunta a los señores y a la señora jueza, sobre por qué a pesar de la adentrada crisis de derechos humanos que vive nuestro país no ha habido en los años recientes una demanda al Estado Mexicano.

 

La última fue en 2010, que fue la sentencia por el caso Carrera García y Montiel Flores y bueno, no contamos la sentencia de 2013 sobre el caso García Cruz y Sánchez Silvestre, en la que se resolvió al final por un acuerdo amistoso entre las partes.

 

Entonces, esa sería mi pregunta, ¿por qué la Corte no ha considerado, a pesar de una serie de casos graves de derechos humanos en nuestro país, que no ha habido uno meritorio para hacer una demanda en contra del Estado Mexicano?

 

Y la segunda pregunta es: ¿qué nuevas tendencias de violaciones a derechos humanos están ustedes observando no sólo en México, sino en la región?

 

Muchas gracias.

 

SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Senadora Gabriela Cuevas.

 

SENADORA GABRIELA CUEVAS BARRON: Muchas gracias, presidente.

 

En primer lugar, sumarme a la bienvenida a México y en especial a este Senado de la República. Aquí, por diseño constitucional nos toca ser la casa y monopolio de la política exterior, así que nos da mucho gusto tenerlos acá y sobre todo poder compartir temas tan importantes, como los que ya se han abordado.

 

Me parece que, en primer lugar, que México no debe conformarse únicamente con la elemental responsabilidad de pagar sus cuotas. Que si bien lo hemos hecho y de manera bastante puntual, creo que un país como México, que tiene un liderazgo político importante, que tiene un tamaño importante por su población, por su economía, etcétera; debiera tomar el liderazgo de este rescate, de este trabajo por nuestras instituciones interamericanas.

 

Nos hemos beneficiado de sus criterios, nos hemos beneficiado de su aprendizaje y también hemos pedido su auxilio en los momentos más dolorosos en la historia de nuestro país, sobre todo en esta historia reciente, como lo comentaba el senador Yunes, en el caso de la tragedia de Ayotzinapa.

 

Claramente, si pedimos ayuda es porque nuestras instituciones nacionales dejaron de ser confiables, dejaron de ser un espacio donde muchos mexicanos puedan realmente sentir la protección de la justicia. Y en ese sentido es el déficit en los gobiernos nacionales, lo que obliga a tener este tipo de instancias; y por lo tanto, también debiera obligarnos a cuidar ese patrimonio, a cuidar la credibilidad que se ha construido.

 

Y en ese sentido, insisto, creo que no debe ser únicamente motivo del pago reglamentario, sino incluso, y lo he pedido recientemente, que México tome el liderazgo en este rescate, insisto, y me parece de la mayor importancia para la región pero también en especial para nuestro país.

 

En segundo lugar, me parece que la situación de los derechos humanos en México si bien tenemos nuestras propias tragedias y nuestros propios retos muy importantes, significativos, de historias que oímos todos los días y por lo que espero nunca dejemos de ser sensibles a cada una de estas historias; también ya hay problemas que rebasan la frontera de nuestro país y que tienen que ver con lógicas regionales donde si no logramos una efectiva coordinación y un trabajo entre países y entre las instituciones de los países; difícilmente evitaremos violaciones a los derechos humanos.

 

Y con ello me refiero a todo lo que está sucediendo en el denominado triángulo norte de Centroamérica y a los procesos de desplazamiento, de migración y de asilo que esto está derivando. Es lógico que las personas que ahora son desplazadas en su país, por distintas razones, desde fenómenos climáticos hasta violencia y situaciones graves en la vida institucional; van a acabar siendo migrantes y probablemente van a acabar siendo solicitantes de asilo.

 

Y en este sentido, yo quisiera saber si ustedes han tenido algún trabajo en esta materia o qué se podría usar de la experiencia de la Corte, para tener una mejor normatividad y también para aprender de las experiencias en otros países porque al final, insisto, es una problemática compartida; y me parece que la solución también debe ir en ese sentido.

 

Y mucho tiene que ver desde la parte normativa, no únicamente desde las políticas públicas para su atención y solución.

 

Y, por último, personalmente yo sí quisiera agradecerles. Hace apenas unos días, casi una semana, el martes pasado, entró en vigor la reforma constitucional al artículo 11 en materia de asilo. Y, con ello, México homologa toda su legislación, empezando por el diseño constitucional, ya nos tocará hacer la adecuación a la legislación secundaria a los tratados internacionales.

 

El debate, tardamos tres años en ponernos de acuerdo, y debo decir que lo que desatoró ese nudo político fue, en primer lugar, la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Optamos por utilizar exactamente la misma redacción.

 

Y, por otro lado también, la interpretación que hizo la Corte en el caso Pacheco Tineo contra Bolivia, particularmente en cuanto a las remisiones expresas que se hacen a la normativa internacional en derechos como: la no devolución y la garantía del debido proceso.

 

Yo sí quiero agradecerles porque, gracias a sus criterios, desatoramos tres años de debate político-jurídicos y hoy tiene un feliz desenlace en la Constitución de nuestro país.

 

Bienvenidos a México. Ojalá siga siendo esta de muchas visitas que hace la Corte a nuestro país.

 

SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Senadora Silvia Garza.

 

SENADORA SILVIA GARZA GALVÁN: Gracias, senador presidente.

 

Me sumo a la bienvenida. Qué bueno que están aquí.

 

Voy a ahorrar todo lo que mis compañeros ya hablaron de temas tan interesantes, que me gustaría mucho pudieran compartir con el pueblo de México algunos puntos donde la población está nerviosa y donde a mí me preocupan muchísimo columnas que salen en la prensa, notas periodísticas señalando cuestiones que a mí no me gustaría que se distorsionaran.

 

Por ejemplo: “Los 43, el rentable negocio de la muerte”, “La danza de millones y Derechos Humanos”, “Derechos Humanos; mafia incrustada en el poder”, “Derechos Humanos; arma que defiende el crimen organizado”.

 

A mí me gustaría platicar y aprovechar el que están aquí, y sí mandar un mensaje claro, porque la gente piensa que en cada uno del desarrollo de los procesos donde se están juzgando, que no se distingue qué son los derechos humanos de las víctimas, de los derechos humanos de alguien que delinquió, o sea, de un delincuente.

 

Y entonces, en esa línea tan frágil inicia el nerviosismo, la preocupación de que estamos dejando libres delincuentes amparados en derechos humanos que, por cierto, los tienen, y que estoy de acuerdo que no se puede usar la tortura en algo, pero cuando existen pruebas de que sí reconoció la voz, de que sí la violaron, de que sí hicieron daño a las víctimas ¿qué es lo que pasa? Y de pilón, tomamos del fondo que existe y les pagamos.

 

A mí sí me gustaría mucho platicar esta parte, que estoy muy interesada en escucharlos.

 

Muchas gracias y reitero, bienvenidos a México, bienvenidos al Senado.

 

SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Abriríamos una ronda de intervenciones, si ustedes así lo desean.

 

Obviamente en la medida de su interés, por favor.

 

JUEZ ROBERTO CALDAS: Quisiera, no sé, teníamos una cuestión de tiempo, ¿verdad? No sé cómo están ustedes.

 

SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: No se preocupe.

 

JUEZ ROBERTO CALDAS: Bueno, aquí tenía como cierre a las 6:30 y ya estamos, pero vamos a intentar rápidamente, porque es de hecho una oportunidad para nosotros.

 

La cuestión inicial, la pregunta que fue hecha: ¿Por qué no hay demandas nuevas en contra del Estado mexicano, a pesar de la situación de derechos humanos?

 

Bueno, la Corte recibe casos desde la Comisión Interamericana. La Corte no tiene la posibilidad de buscar los casos, de escoger los casos, de incluso decidir cuál es la cantidad de casos que llegan a nosotros.


Entonces, la Comisión Interamericana tiene este rol de escoger los casos a enviar a la Corte Interamericana y muchas veces las gestiones llegan, para nuestra frustración algunas veces, muchos años después de los hechos, muchos años.

 

Muchas veces recibimos casos con más de 20 años de los hechos, 10 años ye so es muy común, Entonces aquí siempre buscamos hablar de la importancia de ver la Corte Interamericana, lo más importante es mirar las decisiones ya establecidas como jurisprudencia, para utilizar el cotidiano nacional, porque este camino hasta llegar a la Corte a veces es muy demorado.

 

Entonces rápidamente es esa la gestión.

 

Congratulaciones por la gestión de la medida constitucional sobre asilo, al gestión sobre migración, también tenemos importante jurisprudencia sobre migración de niñas y niños, especialmente fue la primera vez que un brote de países de Mercosur pidió una opinión consultiva a la Corte Interamericana.


Resalto que la posibilidad de pedir opiniones consultivas para interpretación de determinados dispositivos legales o de establecer una interpretación sobre la Convención Americana sobre Derechos Humanos es una posibilidad que la Corte tiene de actuar sobre casos más cercanos de la realidad, o sea, hechos más nuevos.

 

La Corte Interamericana diferentemente lleva la gran mayoría de los tribunales del rol contencioso tiene también funciones consultivas. Nosotros podemos emitir dictámenes que son llevados por los estados como casi una norma, por gente.

 

Entonces, es importante llamar a la atención de eso, pero me gustaría que puedan mis colegas participar en un primer lugar, como Eduardo Ferrer, nuestro vicepresidente mexicano, jurista muy conocido aquí.


Por favor Eduardo.

 

EDUARDO FERRER: Muchas gracias.

 

En primer lugar gracias, señor senador presidente de la Mesa Directiva, señoras senadoras, señor senador, presidentas, presidente de las respectivas comisiones.

 

Esta es la tercera vez, como ya se mencionó por el presidente de la Corte Interamericana, que la Corte visita México, realiza sus sesiones y México, en el año 2008 y en el año 2013, que hicimos una visita protocolaria aquí mismo, a estas instalaciones, con la anterior Mesa Directiva, la Mesa Directiva de ese momento y esta es la tercera ocasión.

 

Esto lo comento porque creo que es importante, en la medida en que la Corte Interamericana desde hace 10 años realiza estas sesiones extraordinarias fuera de su sede.


Lo hace fuera de su sede precisamente para que conozcan el trabajo, para que la Corte Interamericana sea una corte cercana a los ciudadanos de las Américas, específicamente a los habitantes de México en esta ocasión.

 

Yo quisiera destacar, aquí se dijo, de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que evidentemente es el corazón del Sistema Interamericano y esta Convención Americana inicia con dos artículos que creo que son muy importantes, Antes del catálogo de todos los derechos y libertades:

 

El artículo 1º habla de la obligación de los Estados, del respeto y garantía de los derechos consagrados en la Convención.

 

Y el artículo 2º, que no existe en la Convención Europea, esa es una gran diferencia, es la obligación de los Estados de la adecuación normativa.

 

Esta es una gran diferencia con los otros sistemas regionales de protección de derechos humanos. Esto es, existe responsabilidad internacional si la normatividad no se realiza conforme a la propia Convención Americana y derivado del control de convencionalidad, conforme también a los estándares jurisprudenciales de la propia Corte Interamericana.

 

Pero la jurisprudencia de la Corte Interamericana ha dicho también y creo que es importante destacar, que este deber de adecuación normativa no solamente se cumple con los cambios normativos; sino que también las prácticas sean conforme a estos estándares que se han ido implementando.

 

Por eso, en muchas ocasiones la Corte Interamericana, a pesar de que se reforman incluso constitucional o legalmente, sigue declarando violaciones al artículo 2 de la Convención, porque las prácticas siguen siendo las mismas, a pesar de los cambios normativos.

 

Creo que es algo fundamental que quería destacar, porque creo que la Corte Interamericana en sus 38 años de existencia, solamente 200 casos ha resuelto, 23 opiniones consultivas, pero cada caso, cada sentencia que dicta obviamente el sistema no está diseñado para que lleguen todos los casos; pero que sí las sentencias que dicte y los estándares que va estableciendo, irradien a esas prácticas; obviamente a la normatividad, pero sobre todo a las prácticas que efectivicen la vigencia de los derechos humanos.

 

Y de ahí la importancia, creo, de la jurisprudencia de esta humilde Corte, la más pobre de todas las Cortes Internacionales, como bien lo ha destacado el presidente, nuestro presidente en la mañana; la Corte Interamericana es la más pobre de todos los tribunales internacionales que sesiona solamente seis veces al año. No somos de dedicación exclusiva, cada uno es abogado, cada uno tiene una profesión; maestros, académicos, profesores universitarios, pero que nos dedicamos también a la función de juzgar.

 

De tal suerte que creo que es muy importante entender que la jurisprudencia de la Corte se va formando caso a caso y que no nos podemos quedar en una sentencia: Radilla o Pacheco Tineo, que fue muy relevante en cuestión de refugiados; sino a través de las líneas jurisprudenciales, más de 43 sentencias de estas 200 han sido sobre desaparición forzada de personas, un buen número sobre tortura, ejecuciones extrajudiciales, masacre, esos estándares.

 

Y aquí respondiendo una de las preguntas, en los años recientes obviamente no solamente son las tradicionales violaciones graves de derechos humanos; sino ahora también otro tipo de violaciones que se están dando en democracias y son los nuevos retos que tiene la Corte y que está recibiendo, en opiniones consultivas ya se convocó a una opinión consultiva, solicitada por Colombia, que tiene que ver con temas de medio ambiente y explotación en la zona del Mar Caribe, por ejemplo; que tiene que ver con derechos económicos, sociales y culturales.

 

Tuvimos un caso reciente sobre derecho a la educación, que fue la primera vez que la Corte declara violado el Protocolo de San Salvador, a una niña que fue privada de su derecho a la educación por una discriminación por razones de salud.

 

Y bueno, es decir, el abanico de impugnaciones que ahora recibe la Corte Interamericana como único órgano jurisdiccional dentro de las Américas.

 

La Comisión para que llegue el caso, como bien se dijo, pasa por la Comisión. No hay acceso directo; tiene necesariamente la Comisión que activar, elevar el caso a la Corte, por eso no podemos nosotros sacar casos de oficio, pero sí a través de un caso que tenga un efecto transformador y cambios estructurales, no solamente para el país y en favor de las víctimas, a las cuales nos debemos, sino que tenga una vocación transformadora en la región.

 

Esto es lo que quisiera compartir, que puedan conocer de cerca durante estos tres días de sesiones, cómo trabaja la Corte Interamericana a través de audiencias públicas donde la jueza, los jueces preguntamos a la presunta víctima, hay peritajes y todas las audiencias son públicas y siempre se transmiten por los medios electrónicos.

 

Ojalá puedan acompañarnos dentro de esta semana de casos muy interesantes que tenemos, y también ojalá se pueda convertir en realidad lo que desde hace 38 años quiere la Corte Interamericana convertirse en un tribunal de dedicación exclusiva en un tribunal que pueda atender precisamente esta demanda de justicia, y es lo menos que le podemos dar a los justiciables de nuestra región.

 

JUEZ ROBERTO CALDAS: Quisiera pedir disculpas, porque ya tenemos…

 

INTERVENCIÓN: Yo quisiera decir algo antes de irnos.

 

JUEZ ROBERTO CALDAS: Claro. Voy a completar, ya tenemos que irnos, entonces pediría, juez, bueno, entonces el presidente pierde la legitimidad y la voz del pueblo es la voz de Dios, entonces por favor ya nos salimos.

 

Es verdad, pero nosotros así consideramos, bueno, tenemos otro compromiso inmediato, pero con brevedad por favor. Tengo esta responsabilidad de arreglar otros compromisos.

 

Juez Eduardo, y perdón.

 

JUEZ EDUARDO FERRERO MAC-GREGOR POISOTEse es el problema cuando uno viene a una reunión como esta, que le dan ganas de hablar de muchas cosas, es decir, toda la experiencia y además otros han dicho lo que uno quería decir, entonces se complica más el tema.

 

Yo quisiera simplemente decir:

 

Uno: La corte juzga Estados. Juzga si el Estado ha violado los derechos humanos o si no ha garantizado el respeto a los derechos humanos por otras entidades o personas, pero juzga Estados. Eso yo creo que es importante resaltarlo.

 

Dos: El Sistema Interamericano de Derechos Humanos no lo constituye sólo la Corte, ni sólo la Corte y la Comisión, sino también los Estados. Es importante, el otro elemento son los Estados. E incluso voy más allá. El conjunto de Estados expresados en la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos.

 

Y cada uno de estos componentes tiene su función.

 

La Comisión promueve y defiende los derechos humanos; la Corte juzga.

 

Los Estados deben cumplir lo fallado, y la Asamblea de la OEA debe hacer cumplir lo fallado. No me voy a pronunciar si ejercen bien o mal su función.

 

Segundo, que quisiera decir: Este sistema es coadyuvante del sistema nacional; es coadyuvante y complementario, de acuerdo a la Corte. Actúa cuando el Estado no ha actuado; de manera que si los Estados actúan bien, nosotros no tendríamos trabajo ni estaríamos alegando o pidiendo más dinero.

 

Tercero: Este sistema da cuenta que en la única área en donde se ha producido una integración en América es en materia de derechos humanos y en ningún otro campo.

 

Toda la integración económica que hablamos no existe. En la única parte que se da es en el Sistema de Derechos Humanos, aun cuando el Sistema de Derechos Humanos no es técnicamente supranacional, pero es el sistema entero.

 

Cuatro, Joseph Whitt, optimista, yo creo que estamos en un proceso irreversible, con dinero, sin dinero, no voy a cantar, este sistema no se viene abajo, va a seguir funcionando, vamos a existir siempre, pese a quien pese.

 

Pero este sistema tiene ciertos retos o desafíos, no es el desafío ya hablaron de las finanzas, yo creo que nuestro reto primero es el cumplimiento de los fallos por parte de los estados, uno. No hay aquí si se cumple o no la sentencia, ustedes se sorprenderían.

 

Dos, el segundo reto a mi juicio, entre otros, es la adhesión de nuevos estados. Nosotros, no todos los estados de América son parte de la Convención ni todos los estados que son parte de la Convención, reconocen la jurisdicción de la Corte.

 

Y tercero, lo que ya mencionaba mi tocayo, hay un nuevo escenario. Es muy distinto enfrentarse a dictaduras, régimen totalitario, a hablar de derechos humanos en democracia.

 

Allí afloran nuevos temas y por lo tanto nuevas formas de abordarlos, incluso algunas que nos e imaginaban.


Muchas gracias, señor presidente.

 

JUEZ ROBERTO F. CALDAS: Antes de pasar a lo siguiente, creo que para bien de todos y de todas, podemos establecer lo siguiente.

 

Yo tengo realmente que salir y cómo tenemos posibilidad de los colegas y la colega se quedara acá, creo que atendemos a los intereses mayores y así usaría de despedirme.

 

Solamente hablando que nuestra propuesta es de un presupuesto directo a la Corte Interamericana sin pasar por la OEA. Eso ya está concertado incluso con la OEA, porque es un tribunal típico y como tal los estados normalmente, internamente, dan un presupuesto para el Poder Judicial y es un aporte ordinario y anual, fijo, voluntario, que se establezca entre los estados.

 

Entonces, muchísimas gracias, perdón, nosotros realmente estamos con una agenda un poco y aquí claro, los colegas pueden continuar con tranquilidad.


Perdón a ustedes también, con permiso entonces.

 

SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Jueza, por favor, tiene usted la palabra.

 

 

******  (SIGUE SEGUNDA PARTE)  ******

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