Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Versión estenográfica de la inauguración del foro “Hijas e hijos de mujeres privadas de la libertad. Panorama y perspectivas para la reforma”, convocado por la Comisión para la Igualdad de Género del Senado de la República.

SENADORA DIVA HADAMIRA GASTÉLUM: Muy buenos días a todas, a todos.

 

A nombre del Senado de la República y de la Comisión para la Igualdad de Género, agradecemos mucho la presencia de quienes presiden este Foro; y senadora de la República, como la senadora Angélica de la Peña, secretaria de nuestra Comisión; la senadora Yolanda de la Torre, integrante.

 

De igual manera al señor Felipe de la Torre, Isabel Crowley, de UNICEF, que en un ratito más nos va a acompañar; a Francisco Castellanos García; a María Sirvent Bravo; Ana Pecova y al senador Roberto Gil Zuarth, que en un momento más nos acompañará.

 

El motivo de este Foro, como ustedes conocen, es analizar el panorama y perspectivas para una opinión que debemos de emitir sobre una reforma a la Ley de Niñas, Niños y Adolescentes, referente a los niños, hijos e hijas de mujeres privadas de la libertad.

 

Este tema da para mucho, hay muchas cosas que revisar que no hemos atendido; no solamente legislativamente hablando, sino también de políticas públicas o del Sistema Penitenciario en este país.

 

Por eso, me da mucho gusto poder iniciar este Foro con un gran ánimo y expectativa de los resultados que éste tendrá y pedirle a la senadora Angélica de la Peña, como presidenta de la Comisión de los Derechos Humanos, pueda intervenir en este Foro tan importante que le hemos llamado Hijas e Hijos de mujeres privadas de la libertad. Panorama y perspectiva para la reforma.

 

Pero antes, damos la bienvenida a la senadora Lilia Merodio, presidenta de la Comisión de Grupos Vulnerables. Bienvenida.

 

SENADORA ANGÉLICA DE LA PEÑA GÓMEZ: Buenos días a todas y a todos quienes asisten a este evento organizado por la Comisión para la Igualdad de Género, en el Senado de la República, que preside nuestra presidenta, la senadora Diva Hadamira Gastélum.

 

Es necesario que pongamos en la mesa de la discusión en qué momento para que todas y todos, y sobre todo los medios de comunicación, el Canal del Congreso, sepan en qué momento estamos abordando este tema tan invisibilizado que tiene que ver con las niñas y los niños que acompañan a sus madres que están cumpliendo una sanción de privación de libertad en cualquiera de los reclusorios de nuestro país; y que por desgracia están sobreviviendo con condiciones verdaderamente inadmisibles.

 

Inadmisibles, porque son pequeños, son pequeñas, han prácticamente nacido en el centro de privación de libertad, acompañando a sus madres se deben quedar ahí con ellas un tiempo. En el país tenemos lugares, hay centros en donde se quedan hasta los seis años, en otros a los cuatro, tres, dos; es decir, no tenemos una norma general que pueda definir hasta qué edad se deben quedar.

 

Hay distintos análisis, estudios, respecto de cuáles son las condiciones, el impacto de estas condiciones, cómo trasciende para el desarrollo cognoscitivo, para el desarrollo de la personalidad de estos pequeños y pequeñas, el vivir con sus madres en una prisión.

 

Ojalá que yo pudiera decir que todos son centros de privación de libertad. Pues no, son cárceles, y quiero decirlo porque hay una gran diferencia entre definirlos de una manera y definirlos de otra manera; y lo que están haciendo estos niños y estas niñas es vivir en las cárceles, porque mientras que no transformemos esos lugares para que sean centros de privación de libertad en función de lo que establece la Constitución, donde hay un proceso de reinserción social, como lo establece el 18 constitucional, para que estas mujeres puedan efectivamente tener alternativas en el marco de un sistema distinto que ahora ya está inscrito en la Constitución y que a partir de unos 70 días, más o menos, va a entrar en vigor en todo el país, este nuevo sistema de justicia en el país, entonces claro que mientras que eso pasa el impacto que sobreviven estas niñas y estos niños es verdaderamente lamentable.

 

De tal manera, que en el Senado de la República estamos discutiendo y a punto prácticamente de concretar la Ley de Ejecución Penal que, entre otras cuestiones, va a definir puntualmente, primero, hasta qué edad se tiene que quedar estas niñas y estos niños con sus madres en los centros de privación de libertad y además que las condiciones en las que se encuentren sean condiciones que aseguren irrestrictamente el respeto a todos sus derechos humanos, el respeto a su dignidad humana en función de cada etapa de la vida de estos bebés, de estas bebitas.

 

Por supuesto, eso quiere decir que los lugares donde son atendidos, donde duermen con sus madres no pueden ser como están ahora, no pueden estar en hacinamiento deplorable en el que se encuentran hoy; tienen que tener, por supuesto, asegurada su salud con médicos especialistas, pediatras, que estén atentos a atender a la niña, al niño; tiene que haber CENDIS, tiene que haber reglas claras de cómo atenderles, de cómo cuidarles; por supuesto, la prohibición que las madres se acompañen de ellas o de ellos cuando hacen uso de su derecho a la visita íntima.

 

Es decir, hay una serie de reglas que ya hemos acordado en las comisiones inscribir en el anteproyecto de Ley Nacional de Ejecución Penal.

 

Ha sido –y lo quiero decir– que las senadoras que estamos aquí, las que participamos en las comisiones, las que dictaminamos como parte de estas comisiones junto con los senadores, junto con funcionarias y funcionarios, por supuesto que hemos atendido debidamente estas solicitudes que nos han hecho las organizaciones.

 

Y no hay lugar a dudas respecto de que después de que tengamos claramente definidas las condiciones en que tienen que estar estas niñas y estos niños gozando sus derechos, por supuesto después vendrá lo más difícil.

 

Y también en eso, estoy segura, estaremos comprometidas junto con ustedes, muchas de las organizaciones y defensoras y defensores de la niñez que están aquí hoy para asegurar que la ley se cumpla, que la ley no se violente y que se garantice que las niñas y los niños que acompañan a sus madres que están en situación de privación de libertad tengan asegurado cada punto, cada artículo de esta ley a la que yo he hecho referencia.

 

Esa sería mi opinión.

 

Celebro mucho que la Comisión de Igualdad de Género en el Senado tenga esta iniciativa porque seguramente también en su revisión, como comisión de lo que las otras comisiones hemos hecho, dará su punto de vista, su opinión, para que lo que nos proponemos realmente quede debidamente inscrito en la ley.

 

Y, por supuesto, también la opinión siempre importante y docta de las comisiones, la que tiene que ver con los derechos de la niñez y la que tiene que ver con grupos vulnerables, que también están preocupadas y están también atendiendo estas solicitudes.

 

Es cuanto, presidenta. Muchas gracias.

 

SENADORA DIVA HADAMIRA GASTÉLUM BAJO: Muchas gracias, senadora Angélica de la Peña.

 

Quisiera compartir con ustedes algunos datos.

 

Hasta el mes de noviembre del 2015, según datos del CISAS, había 13 mil 301 mujeres que se encontraban privadas de la libertad, y el crecimiento que ha habido de mujeres privadas de la libertad es importante.

 

De tener en el 2012 solamente seis mil mujeres, hoy hay esta cantidad de más de 13 mil mujeres en reclusión.

 

Pero también hay que mencionar que de los 389 centros penitenciarios, únicamente 15 son exclusivos para mujeres y, según la CNDH, hasta el 2013 teníamos 377 niñas y niños y 48 mujeres embarazadas.

 

Son datos que nos deben llamar a reflexión y ocuparnos, como lo dijo la senadora Angélica de la Peña, tener un marco jurídico más completo.

 

Quiero pedirle a la presidenta de la Comisión de Niñas, Niños y Adolescentes, la senadora Martha Elena García, que haga uso de la palabra.

 

SENADORA MARTHA ELENA GARCÍA: Con mucho gusto, muchísimas gracias, presidenta Diva Hadamira, muy buenos días tengan todas y todos ustedes.

 

Quiero agradecer de manera muy especial la invitación de la senadora Diva Gastélum para participar en este foro y saludo a todas y todos los que nos acompañan en este presídium.

 

Como presidenta de la Comisión de la Niñez y de la Adolescencia debo comentarles que reconocemos los esfuerzos de la sociedad civil organizada y demás sectores interesados en posicionar os diversos temas que involucran a la infancia, gracias a este esfuerzo y el trabajo conjunto de las y los legisladores, es que hoy tenemos la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, integral en la materia que reconoce como titulares de derecho y la garantía de su ejercicio pleno, así como el respeto, promoción y protección de los derechos humanos de la niñez y de la adolescencia, bajo la premisa de la Convención de los Derechos del Niño y demás instrumentos internacionales suscritos por el Estado Mexicano.

 

Este es un marco jurídico que regula y articula un sistema de protección integral a nivel nacional, estatal y municipal, a partir del cual deberán garantizarse los 20 derechos contemplados.

 

La ley de paso a la universalidad en la protección e estos derechos, no obstante estamos muy conscientes de que existen en nuestro país casos específicos como lo es el de las niñas y niños hijos de mujeres privadas de su libertad y definitivamente es un contexto que, desde el Poder Legislativo, debemos revisar.

 

Estoy segura que a lo largo del foro podremos detectar diversas problemáticas que tiene la niñez cuando sus madres se encuentran recluidas.

 

Sin embargo quiero resaltar que en todos los casos, tal y como lo establece la legislación, debemos considerar el principio del interés superior de la niñez, así como el derecho de prioridad que tienen las niñas y los niños para que se les atienda antes que a las personas adultas y a disfrutar de una vida plena en condiciones acordes a su dignidad, garantizando en todo momento su desarrollo integral.

 

Considero muy importante que involucremos a las procuradurías de protección, pues tienen a su cargo la coordinación de la ejecución y seguimiento de las medidas de protección integral para las niñas y los niños, así como la asesoría y representación en cualquier procedimiento jurisdiccional o administrativo en el que se veaninvolucrados.

 

Yo no quiero extenderme más. Sólo quería dejar en la mesa algunas inquietudes que seguramente serán abordadas a lo largo de este Foro por nuestros participantes y personas expertas que nos acompañan el día de hoy.

 

Y no me queda más que desearles éxito en esta larga jornada de trabajo.

 

Tengan la seguridad de que estaremos muy pendientes para recoger cada una de sus propuestas e inquietudes.

 

Felicidades y enhorabuena.

 

Muchas gracias.

 

SENADORA DIVA HADAMIRA GASTÉLUM BAJO: Muchas gracias senadora Martha Elena García por sus comentarios.

 

Comparto con ustedes un informe especial de la CNDH sobre mujeres internas en los centros de reclusión de la República Mexicana del 2015, que detalla las discriminaciones que enfrentan las niñas y los niños, acompañando a sus madres privadas de la libertad.

 

Entre ellas, el informe dice que hay carencias en el acceso a una alimentación adecuada y a un suministro permanente de agua potable.

 

Que hay deficiencia en el acceso a la información y los servicios de salud.

 

Ausencia de normas en cuanto a los criterios de ingreso de un menor a un centro de reclusión junto a su madre, así como definición de las condiciones de su salida.

 

Ausencia de un marco legal, que es lo que nos ocupa, uniforme en cuanto a la edad, límite de estancia de los menores en un centro de reclusión.

 

A continuación, tiene la palabra la senadora Lilia Merodio, Presidenta de la Comisión de Grupos Vulnerables.

 

SENADORA LILIA MERODIO REZA: Muy buenos días.

 

Yo quisiera agradecer a la senadora Diva Hadamira Gastélum por este Foro y por la invitación que nos hace a diversas presidentas de Comisión, que tienen que ver con este tema tan sensible pero sobre todo donde hoy aquí en el Senado de la República se están discutiendo y se han presentado diversas iniciativas que tienen que ver con este tema tan sensible, pero sobre todo que en este Foro nos va a permitir enriquecer y poder abordar de una manera certera, de la mano, con las organizaciones civiles, sobre todo para poder avanzar en lo que hoy ha dicho aquí la senadora Angélica de la Peña, que es precisamente lo que se está ya trabajando en mesas de trabajo con el Gobierno Federal, en la Ley Nacional de Ejecución de Penas, donde no solamente debemos de clasificar a estos niños que están hoy en esta condición de vida, donde sus mamás y ellos están conviviendo en los centros de reclusión, sino también ver cómo podemos ayudarles.

 

Porque la etapa más importante de la formación de vida del ser humano es desde el nacimiento hasta los 6 años de edad y es la situación en la que en estos momentos se encuentran estos niños y niñas en el país.

 

En ese sentido yo quiero decirles que el compromiso que tenemos las presidentas de la Comisión, tanto de la senadora Martha Elena García, quien es nuestra presidenta de la Niñez y Adolescencia aquí en el Senado, como de la senadora que hace este Foro y que nos convoca, Diva Hadamira; de la senadora Angélica de la Peña y de diversas senadoras y senadores de la República que estamos trabajando en estos momentos y que precisamente este Foro nos va a permitir enriquecer las propuestas para que se lleven a las mesas de trabajo que en estos momentos están ya trabajando diversos compañeros.

 

Nosotros, como senadoras de la República pero también como mujeres, debemos de ser muy sensibles a este tema y estamos comprometidos.

 

Yo estoy segura que existirá el consenso que se necesita precisamente en la celebración de este Foro y de otras diversas entrevistas y también reuniones que hemos tenido con organizaciones civiles, tanto como su servidora, que es Presidenta de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables, como mis diversas compañeras senadoras.

 

Yo quisiera decirles que seguiremos trabajando, que estamos comprometidas y que agradezco mucho que el día de hoy estén aquí en el Senado de la República y que puedan enriquecerse estas propuestas que ya están trabajándose en estos momentos en una mesa de trabajo.

 

Muchas gracias.

 

SENADORA DIVA HADAMIRA GASTÉLUM BAJO: Muchas gracias senadora Lilia Merodio.

 

Y tal como usted lo refiere en esta temática que tiene que ver por el paso de las mujeres en los centros de reclusión merece una mayor atención y sobre todo con un enfoque de género, que es lo que queremos también subrayar.

 

Gracias por su presencia, por sus palabras y a continuación el señor Felipe de la Torre, quien es asesor regional de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, UNODC.

 

FELIPE DE LA TORRE: Muchísimas gracias. Muy buenos días.

 

En primer lugar, extender un agradecimiento muy profundo a la senadora Hadamira Gastélum Bajo, por esta invitación. Y por supuesto, el gusto de compartir con tan distinguidas señoras y señor.

 

Para la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito constituye, sin duda, este evento de especial importancia, puesto que estamos visibilizando un tema que desafortunadamente por el hecho de que el mundo está volcando su atención a los temas del terrorismo, de los migrantes en el Mediterráneo y especialmente a la sesión especial de la Asamblea General de Naciones Unidas en el tema de drogas; parece que esos son los únicos temas que actualmente están siendo de la atención mundial en la actualidad.

 

Y muchos de los otros temas, tan cruciales para el desarrollo de nuestra sociedades, quedan de lado, invisibilizados o abandonados. Y qué mejor que con el liderazgo de la señora senadora y todas las personalidades que me acompañan, apoyados por nuestra Oficina, podamos generar este espacio de discusión en el cual tengamos todos y todas la oportunidad de exponer cuáles son las problemáticas referentes de la niñez privada, la niñez que acompaña a sus madres privadas de la libertad; y generar respuestas un poco más concretas frente a la necesidad de cambiar los marcos jurídicos de instrumentar operativos y protocolos de atención especializada para este tipo de población, especialmente vulnerable.

 

También todo lo que tiene que ver con la profesionalización de las personas que están a cargo de esta niñez en esta situación especial. Y por supuesto, todo lo que tiene que ver también con la dotación de los recursos.

 

Muchas veces gastamos y pasamos mucho tiempo empleando reuniones y discusiones, y llegan las reformas legislativas; pero falta el apoyo y la voluntad política para lo que significa la dotación de los recursos necesarios para la implementación de todas esas reformas que son fundamentales.

 

Entonces, este es un poco el panorama, el espectro que nosotros queremos aquí manifestar. Y decirles, por supuesto, que también como un tema de aportación técnica, que en los últimos años es notable el crecimiento del número de personas privadas de la libertad.

 

De más o menos 205 mil 825 personas en el 2005; indican estudios que hasta enero del 2010 esta población se ha incrementado a un número aproximado de 247 mil personas privadas de la libertad. Este crecimiento ha afectado especialmente al número de mujeres privadas de la libertad, pues aun cuando el número de hombres privados de la libertad es mayor; el crecimiento de los niveles de encarcelamiento de mujeres es ahora mucho más acelerado.

 

No obstante el crecimiento en el número de mujeres encarceladas no ha sido acompañado de una debida transformación en la concepción y operación del sistema penitenciario en México, de cualquier manera existe toda una población que es la que es foco de este evento el día de hoy, que requiere una muy especial atención.

 

La realidad de las mujeres privadas de la libertad es bastante diversa. Hay algunas características que parecen repetirse con cierta frecuencia, como son que la mayoría de estas mujeres son primodelincuentes; muchas de estas mujeres han sido ya víctimas de algún tipo de violencia; muchas de ellas son responsables de delitos no violentos y tienen poca o nula educación o viven en condiciones de pobreza.

 

Y relativo a nuestro Foro del día de hoy, son madres responsables –por supuesto– de toda la carga familiar que esto implica, porque estamos hablando de generalmente mujeres solas y jefas de familia.

 

Entonces, estas condiciones resultan sin duda relevantes, cuando se toma en consideración que el encarcelamiento de mujeres tiene un impacto social importantísimo; especialmente para las madres de familia. En muchos casos la madre es la única persona adulta de la que depende un niño o niña y su reclusión puede resultar en situaciones de pobreza extrema, institucionalización o incluso vida en la calle.

 

Justamente por todas estas circunstancias es que la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, también como custodia de una serie de instrumentos internacionales relativos a las condiciones en reclusión, está apoyando en este Foro.

 

Nuevamente agradecemos el espacio y una colega mía, en una de las mesas, va a dar una ponencia específicamente respecto de las reglas de Bangkok, que son unas reglas que se atañen precisamente al Foro que nos ocupa.

 

Les agradezco muchísimo y mucha suerte en estas discusiones.

 

Gracias.

 

SENADORA DIVA HADAMIRA GASTÉLUM BAJO: Muchas gracias, señor Felipe de la Torre, por sus comentarios.

 

Y realmente el impacto que ha tenido la política de la guerra contra el narcotráfico ha acelerado, son los datos que tenemos, cómo las mujeres ha crecido enormemente el número de mujeres privadas de la libertad.

 

A continuación, tiene la palabra Francisco Castellanos García, Director de Coordinación Interinstitucional del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes.

 

FRANCISCO CASTELLANOS GARCÍA: Muy buenos días. Muchísimas gracias por la invitación.

 

El Sistema Nacional de Protección a los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes se ha creado recientemente. Es una instancia que se ha creado el 2 de diciembre pasado.

 

Somos una institución de nueva creación, la Secretaría Ejecutiva, y se deriva precisamente de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños que se ha venido trabajando ya desde hace varios años y que definitivamente coloca al país en una perspectiva muy importante de hacer valer y de proteger los derechos de todos los niños, las niñas y los adolescentes de este país en cualquiera de las circunstancias en las que se encuentre.

 

Tal es el caso de este grupo que, aunque se trata de una minoría, los hijos de las mujeres que se encuentran en reclusión efectivamente por esa razón especial necesitan ser vistos y necesitan ser atendidos.

 

El sistema propone una coordinación entre los tres niveles de gobierno, entre los diferentes actores de la vida política y aquellas instancias encargadas de atender a los derechos de los niños, y cuenta con una Secretaría Ejecutiva para dar pie a todos los lineamientos y responsabilidades que se derivan de esta ley.

 

Les recomiendo mucho que tengan acceso todos los que están en este tema al texto directo de la ley para que vean y entiendan un poco más cómo se está perfilando toda esta política de atención a los niños.

 

Por un lado, es muy importante para nosotros reconocer que es muy importante garantizar el derecho a la familia que tienen los niños. Aunque las circunstancias de este grupo que hoy nos ocupa tienen que ver con una situación especial en las madres, estos niños, necesitamos buscar la manera de que la familia siga atenta y no deje de atender todos los derechos y garantías que requieren estos niños.

 

Hay un artículo muy importante en esta ley, el artículo 11, que precisamente señala la responsabilidad de quienes ejercen la patria potestad, la tutela o la custodia de los niños que sean los primeros en garantizar sus derechos y también todas las instituciones del Estado apoyen a estos papás, a estas mamás a que se dé un cabal cumplimiento.

 

Y hago un señalamiento de esto, porque entiendo que la visión y el enfoque de entrada cuando estamos en un reclusorio de mujeres y vemos que ahí está viviendo un niño es la relación que guarda la mamá con el niño. Pero es muy importante que también busquemos la manera, y espero que sea motivo de discusión, que también le demos entrada al papel del papá.

 

Lamentablemente estamos en una sociedad, digo yo, y con perdón de la expresión, de mucha madre y poca presencia del papá. Y yo creo que también en la cultura hemos hecho que los hombres cada vez más no asumamos ciertas responsabilidades de la paternidad.

 

Así como hay que cuidar la relación de la mamá con el niño, el niño también debe de cuidar la relación con el papá varón, es un tema muy importante.

 

Estuve toda la semana pasada en un entrenamiento internacional sobre terapia familiar sistémica en el que se nos hacía énfasis en la importancia que tiene no sólo para los primeros seis años de vida de los seres humanos sino para toda la vida del ser humano el incorporar una conexión importantísima, afectiva, intelectual, relacional, social, con la figura de la mamá y con la figura del papá.

 

Entonces, creo que es un tema que no aparece mucho a veces en estos puntos y que creo que hay que valorar muy importante y espero que todas estas propuestas que se están haciendo también a partir de la ley general, de manera particular esta ley general crea la figura de la Procuraduría de Protección que depende del DIF, porque efectivamente ellas son las responsables de atender, garantizar y restituir los derechos de los niños en situaciones especiales.

 

Entonces, habrá que buscar la manera de conectar a estas procuradurías con cada uno de los centros de privación de la libertad de la  mujer que cuentan con niños para garantizar efectivamente una atención directa de estos niños y de estas niñas y de esta garantizar una sociedad donde se respeten los derechos de los niños.

 

Los felicito de manera particular a las organizaciones de la sociedad civil que están haciendo y cumpliendo su trabajo con visibilizar temas importantes de la política de la infancia y la niñez a Equis, a Documenta, a naciones Unidas contra la Droga y el Delito, tiene un nombre muy largo igual que nosotros, y también al Senado, que ha escuchado estas voces y a estos niños y esperamos que entonces el resultado de estos foros sea precisamente para garantizar mejores condiciones de vida a estos niños y niñas del país.

 

Gracias.

 

SENADORA DIVA HADAMIRA GASTÉLUM BAJO: Muchas gracias señor Francisco Castellanos, ya tocó un tema muy interesante que tiene que ver con la incorporación de la figura paterna también.

 

Precisamente este foro es importante para revisar ese y otros temas, muchas gracias por su participación.

 

A continuación cedo la palabra a la coordinadora institucional de Documenta A. C., María Bravo Ahuja.

 

MARÍA BRAVO AHUJA: Muchas gracias, buenos días.

 

Es un honor para mí compartir la mesa aquí, con mis colegas, y agradecemos a todas las personas que nos acompañan, desde Documenta les damos la bienvenida y estamos muy contentas de que este evento se lleve a cabo, es un tema que sin duda debe debatirse y que es urgente identificar qué reformas legislativas son necesarias.

 

El sistema penitenciario mexicano está conformado por 389 centros y únicamente 15 son exclusivos para mujeres, en los que viven únicamente el 38 por ciento de las mujeres privadas de libertad; el 62 por ciento restante ha sido distribuido en los 208 centros mixtos.

 

De acuerdo al Informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que ya ha sido citado aquí varias veces, en el año 2013, 377 menores se encontraban viviendo en centros de reclusión y 48 mujeres estaban embarazadas.

 

Sin embargo, varios factores permiten ver que esta cifra no es tan exacta. Por ejemplo, un tercio de esta población vive en el Centro Femenil de Readaptación Social santa Martha Acatitla, aquí en el Distrito Federal. Los demás están repartidos en las demás entidades federativas.

 

No obstante, el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria, que también realiza la Comisión Nacional de Derechos Humanos, menciona una deficiencia o inexistencia de la atención médica y alimentación de los hijos de internas que viven con ellas en 75 centros de reclusión femeniles y mixtos.

 

Es por eso que creemos que es urgente empezar haciendo un ceso sobre cuántos niños viven en prisión con sus madres.


Por otra parte, de algunos datos que nosotros tenemos y para ejemplificar la problemática, el 5 por ciento de las mujeres privadas de libertad en la capital viven con dos de sus hijos en prisión.

 

Cada año, entre 20 y 30 mujeres dan a luz en situación de reclusión.

 

Cuando estos niños tienen que salir mientras sus madres deben seguir cumpliendo su sentencia, un promedio del 10 por ciento llega a servicios de asistencia pública por falta de redes de apoyo.

 

Como ya se dijo, existe una ausencia de un marco legal uniforme en cuanto a la edad límite de estancia de los menores en los centros de reclusión.

 

Actualmente cada Estado de la República tiene diferentes prácticas y las normas son diversas sobre el tema.

 

Por ejemplo, la edad límite va desde los 6 meses a 6 años y 4 entidades no lo especifican.

 

En muchos estados no se establecen derechos específicos para estos menores en materia de alimentación, salud y educación, y aún menos criterios de ingreso y salidas del Centro.

 

Finalmente, 10 estados no tienen un marco legal al respecto de la estancia de menores acompañando a sus padres en reclusión, sin prohibirlo claramente, lo que deja el camino abierto a que los hijos internos se queden en un espacio no adecuado para ellos, sin responsabilidad de la entidad, del Centro y sin criterios claros.

 

Actualmente en nuestro país, como ya lo dijo la senadora De la Peña, se discute aquí en el Senado la Ley Nacional de Ejecución, una Ley esencial que dará legalidad y homologará el sistema penitenciario en todo el país.

 

Sin duda, esta Ley debe introducir, por primer vez en la Legislación Mexicana, disposiciones dedicadas específicamente a los derechos de las mujeres privadas de libertad, como resultado de la integración al Marco Nacional de Estándares Internacionales como lo son las reglas de Bangkok, relativos al trato debido a las mujeres y a los niños que viven en prisión.

 

Esta Ley Nacional debe visibilizar por primera vez las problemáticas particulares a las cuales se enfrentan las mujeres privadas de libertad y los menores que viven con ellas y así iniciar la implementación de la perspectiva de género en la política penitenciaria.

 

La Ley Nacional debe establecer un criterio uniforme para la admisión de niños en todos los centros penitenciarios de la República y reconocer sus derechos, por ejemplo a la salud y a la educación.

 

Este texto definitivamente permitirá homologar los marcos legales existentes en la República y garantizar los derechos de esta población.

 

Por otro lado, también existen iniciativas similares en algunos proyectos de reformas a la Ley General de Niños, Niñas y Adolescentes, que buscan visibilizar la situación de estos menores como población de situación de vulnerabilidad y establecer claramente sus derechos.

 

Me parece que en este contexto el Foro del día de hoy es muy adecuado para poder discutir estas cuestiones y sobre la necesidad de legislar no sólo las condiciones de ingreso y salida, sino los derechos que estos niños tienen y las necesidades específicas que las mujeres que viven con sus hijos en prisión necesitan.

 

Finalmente, me gustaría que también este Foro sea la ocasión de reflexionar sobre impulsar las penas alternativas a la prisión, como lo mencionan las Reglas de Bangkok:

 

Por ejemplo, que cuando sea posible y apropiado se preferirá imponer sentencias no privativas de la libertad a las mujeres embarazadas o a los que tengan niños a su cargo.

 

Muchas gracias.

 

SENADORA DIVA HADAMIRA GASTÉLUM BAJO: Muchísimas gracias.

 

Agradecemos mucho a Documenta. Son datos muy interesantes y es importante ver que si no hay armonización en otras leyes en estas menos.

 

En el lenguaje, en la materia federal es uno, mientras que los estados son omisos; no hay datos acerca de edades, de atención mínima y sobre todo lo que tiene que ver con los espacios reservados a niñas, niños y adolescentes.

 

Pues muchísimas gracias.

 

Y tiene la palabra finalmente la maestra Anna Popova, Directora de Equis, Justicia para Mujeres, A. C.

 

MAESTRA ANNA POPOVA: Buenos días.

 

Muchas gracias por la invitación de participar en la organización en este evento tan importante.

 

Una especial gracias a la senadora Diva Gastélum y felicidades a todos los ponentes excelentes.

 

Como representante de una organización que trabaja para promover el acceso a la justicia para las mujeres, me gustaría aportar al debate una visión que parte desde las mujeres, que parte desde la perspectiva de las madres de estos niños.

 

Me parece muy importante resaltar que una de las principales razones por las que estos niños llegan en contacto con el sistema penal y sufren estas consecuencias, es porque sus madres están en la cárcel.

 

Y esto no quiere decir que el encarcelamiento de los padres no afecta a los niños, sino que el encarcelamiento de las madres lo afecta de una forma muy distinta.

 

Esto no necesariamente se ha visto, se ha explorado tal como se merece; y las mujeres siguen siendo muy invisibles dentro del sistema penitenciario, dentro del sistema penal y por supuesto por definición, sus hijos e hijas.

 

Principalmente esto se debe a que las mujeres siguen siendo una minoría importante en lo que es la población carcelaria; pero importante resaltar que es una minoría que está creciendo con una tasa desproporcionadamente alta, más que los hombres. Algunos números sugieren que este crecimiento, esta tasa de crecimiento en el encarcelamiento de las mujeres es más del cien por ciento, en comparación con 40 por ciento en el caso de los varones.

 

Como ya se dijo, hoy en México hay alrededor de 13 mil mujeres en cárceles, las cuales comparten las siguientes características:

 

El 98 por ciento no tiene antecedentes penales, son responsables de delitos no violentos, ninguna casi ha estado armada al momento de su detención, son mayormente pobres, con niveles educativos bajos, muchos casos historias de vidas marcadas por la violencia, seguida de la violencia sexual.

 

Otra característica que comparten y que ya se resaltó, es que casi todas o alrededor del 90 por ciento son madres y son las únicas responsables del cuidado de sus hijos.

 

Esto quiere decir que el encarcelamiento de una mujer no sólo la pone a ella en una situación de violación de sus derechos, sino también expone a sus hijos e hijas a violación de sus derechos. Cada mujer en reclusión es sinónimo de niños y niñas que desde el momento de la detención se encuentran en una situación de desamparo.

 

Una cosa que no me canso de resaltar es que el involucramiento de las mujeres en actividades delictivas, en gran medida ilustra la reproducción de las relaciones y los roles de género que se están dando en la sociedad. Lo que quiero decir es que las mujeres se involucran en ese tipo de actividades delictivas, principalmente para cumplir con su papel de cuidadoras.

 

Tomemos, por ejemplo, robo famélico, tomemos en cuenta el tráfico de drogas, que suelen ser una de las razones principales por las que las mujeres acaban en las cárceles, casi siempre es para proveer, para cumplir con el papel de cuidadoras.

 

Ahora bien, si por otro lado tomamos en cuenta las características de nuestro sistema carcelario, de lo cual ya algo se dijo, por ejemplo la falta de centros penitenciarios para las mujeres; el hecho de que de las 389 cárceles sólo 16 son para mujeres, lo que tiene dos implicaciones muy importantes:

 

El encarcelamiento en un centro femenil puede garantizar el acceso a mejores condiciones de vida, tanto para las mujeres como para sus hijos; pero esto casi siempre significa una lejanía de sus familias.

 

Y por otro lado la reclusión en centros mixtos, garantiza tal vez una mayor cercanía con sus hijos e hijas, pero no necesariamente garantiza las condiciones que requiere una mujer y sus hijos.

 

Luego la sobrepoblación, la falta de programas educativos, sociales, la falta de condiciones y servicios básicos.

 

Entonces tenemos, por un lado, los tipos de delitos por los cuales las mujeres se involucran y están en las cárceles; por otro lado los problemas, las deficiencias de nuestro sistema penitenciario. Todo esto nos lleva a pensar en que difícilmente el encarcelamiento masivo de las mujeres y particularmente de las madres, es una respuesta adecuada.

 

Aun más tomando en cuenta que el costo social del encarcelamiento de las mujeres y las consecuencias que tiene para aquellos que dependen de ellas, es mucho más en muchos casos, es mayor y mucho más alto que el costo del delito que se haya cometido.

 

Muchas de estas mujeres y particularmente cuando se trata de madres, no deberían de estar en la cárcel. Desde Equis, llevamos ya más de un año trabajando con mujeres que están siendo encarceladas por delitos contra la salud, quienes no sólo enfrentan todos los retos en el camino al acceso de la justicia sino también están enfrentando un estigma importante y discriminación como ningún otro grupo que está en las cárceles.

 

Muchas de ellas, como ya lo dije, se involucran en este tipo de delitos justo para proveer en el tráfico, en la venta de drogas, una manera fácil de asegurar un ingreso que les va a ayudar a cumplir con su papel de cuidadoras.

 

Justo hace una semana lanzamos una guía con propuestas muy concretas, con propuestas de alternativas al encarcelamiento y son recomendaciones muy puntuales que ayudarían a sacar a muchas mujeres, a muchas madres de las cárceles sin mover mucho el marco legislativo.

 

Por ejemplo, eliminar la prisión preventiva no sólo para mujeres que están lactando sino para todas las madres en general, todas aquellas que tienen dependientes. Insistir que los jueces en el momento de dictar la sentencia tomen en cuenta si una mujer, no sólo si es primodelincuente sino también si tiene menores de edad que dependen de ella y si ella es la única que está a cargo de ellos.

 

Para finalizar, sólo quiero resaltar que no hay soluciones sencillas. También quiero resaltar que ninguna medida alternativa puede funcionar si no se desarrolla una respuesta un poco más integral.

 

Creo que es importante empujar e insistir que se incorpore una perspectiva de género en el sistema penal, en el sistema penitenciario. Pero también me parece necesario pensar en programas, en políticas públicas que toman en cuenta desde las condiciones que ponen a las mujeres, a las madres, en una situación de desventaja, en un contexto de vulnerabilidad y que las empujan a involucrarse en este tipo de actividades, hasta buscar solucione para su reintegración tanto de ellas como de sus hijos en la sociedad una vez que abandonen las cárceles.

 

El costo es alto, no sólo para las mujeres sino para sus niños y niñas, y necesitamos pensar en otras alternativas.

 

Finalmente sólo resaltar que es importante que cada uno de los actores que estamos sentados aquí asumamos nuestra responsabilidad, y en ese sentido me parece muy buena esta iniciativa donde estamos sentadas juntas legisladoras, la sociedad civil, las instancias internacionales para que todas demos nuestras perspectivas, compartamos nuestro conocimiento y busquemos estas soluciones alternativas y más integrales al fenómeno que estamos enfrentando hoy.

 

Muchas gracias.

 

SENADORA DIVA HADAMIRA GASTÉLUM BAJO: Muchas gracias, Ana.

 

Y, como ustedes han podido observar, solamente de entrada ya hemos visto cuánto hay que hacer.

 

Me decía Martha Elena ahora: “¿Cómo hay que hacer? ¿Por dónde empezamos?” Pues por el principio.

 

Hay que hacer una lista de prioridades en donde revisemos cosas que ya traíamos y que en este arranque de este foro hemos podido también acercarnos datos muy reveladores, y otros sistemas de otros países que les ha generado mayor justicia hacia las mujeres y sobre todo el respeto a los derechos de las niñas, niños y adolescentes.

 

Les agradezco mucho su presencia y le pido a la senadora Yolanda de la Torre pueda hacer la inauguración formal de ese Foro de hijas e Hijos de Mujeres Privadas de la Libertad: Panorama y perspectiva para la reforma.

 

Adelante, senadora.

 

SENADORA YOLANDA DE LA TORRE: Muchísimas gracias.

 

Les saludo a todos con un gran reconocimiento, porque el que ustedes estén aquí acompañándonos realmente es la razón de ser de este foro y la razón de ser de la tarea legislativa del Senado de la República, en este foro del federalismo donde todas y todos estamos incluidos.

 

Primero, antes de proceder a la inauguración, darle las gracias por esta oportunidad, pero sobre todo reconocer este gran trabajo de la Comisión de Igualdad, de su presidenta, la senadora Diva Gastélum, que de verdad es una mujer extraordinariamente trabajadora, comprometida, sensible, pero sobre todo que siempre está atenta a lo que de veras requiere toda la atención, no sólo de la sociedad, sino de los legisladores.

 

Senadora, de verdad mi reconocimiento por este gran compromiso y sobre todo por poner y darle esta visibilidad a estos niños invisibles víctimas del sistema penitenciario.

 

Por supuesto saludar y reconocer el trabajo de la senadora Angélica de la Peña, conocida también por su trabajo, su sensibilidad y además es una mujer guerrera igual que Lilia Merodio, de la Comisión de Grupos Vulnerables, que ha estado haciendo un gran trabajo en este poco tiempo, que ha dado grandes resultado; mi reconocimiento senadora, y a la senadora María Elena de la Comisión de la Niñez y la Adolescencia, por ese trabajo que le da transversalidad a la acción del Senado de la República en estos temas.

 

Saludar a quienes nos acompañan y solamente señalar que es tanta la lista que a la hora de tratar de hacer como una lista de todos los temas que exponía la senadora Angélica de la Peña, la propia Diva, los representantes de Naciones Unidas, Anna Popova, que hacían realmente una exposición, es imposible hacer el seguimiento, porque hay tanto qué hacer, pero como decía Diva: estamos iniciando por el principio, por donde debe ser, y el que ustedes estén aquí legitima esta lucha de las senadoras por darle visibilidad a estos niños.

 

Y hablaba, senadores, yo quisiera, si me dan la oportunidad, compañeras, hablaba la senadora Diva Gastélum de darle una perspectiva de género, pero creo que también tenemos que luchar por la perspectiva de infancia para estos niños que acompañan a su madre, que garantice no sólo su protección, sino el ejercicio pleno de derechos.

 

Eso es en materia de estas niñas y niños que acompañan a sus madres privadas de libertad, lo que tiene que ser nuestra lucha: la protección de sus garantías y el cumplimiento de sus derechos: educación, salud, recreación, cultura, todos los derechos que están reconocidos por la propia convención y por la Ley General de Niñas, Niños y Adolescentes y creo que esa es la lucha que tenemos que dar con todo el apoyo que nos den.

 

Muchísimas gracias y siendo hoy miércoles 30 de marzo, a las 11 horas con 7 minutos, me permito declarar formalmente inaugurado el Foro Hijos e Hijas de Mujeres Privadas de la Libertad.

 

Que sea por el bien de México y por el bien de las niñas y los niños invisibles que acompañan a sus madres privadas de la libertad.

 

Muchísimas felicidades senadoras, muchísimas felicidades a todos.

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