PRESENTADOR: Muy buenos días tengan todos ustedes.
La Sexagésima Tercera Legislatura del Senado de la República les da la más cordial bienvenida a la inauguración de la exposición itinerante titulada “Facsímiles de Los Sentimientos de la Nación de 1813 y las Constituciones de 1824, 1857 y 1917”, que organiza la Mesa Directiva, la Comisión de Puntos Constitucionales y la Comisión Especial para el Diagnóstico y reflexión sobre el texto que conforma la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos del Senado de la República, en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional, en este recinto que es el Patio del Federalismo del Senado de la República.
Para esta inauguración nos acompaña en el presídium el senador Roberto Gil Zuarth, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República.
Senador Enrique Burgos García, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales del Senado de la República.
Senador Raúl Cervantes Andrade, presidente de la Comisión Especial para el Diagnóstico y Reflexión sobre el texto que conforma la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Finalmente para conformar este honorable presídium, nos acompaña el general de Brigada Diplomado de Estado Mayor, Gustavo Nieto Navarro, Comandante de la Primera Zona Militar.
Desde luego agradecemos la presencia de todos y cada uno de ustedes dentro de esta exposición itinerante titulada “Facsímiles de los Sentimientos de la Nación”, así como agradecemos la presencia de los integrantes de la Mesa Directiva y de los senadores aquí presentes, agradecemos la presencia de la senadora María Elena Barrera Tapia, de la senadora Adriana Díaz Lizama y del senador Octavio Pedroza.
Desde luego agradecemos la presencia del senador Arturo Zamora.
Señoras y señores, en estos momentos rendiremos honores a nuestro Lábaro Patrio, por lo que solicitamos sean tan amables de ponerse de pie.
(HONORES A LA BANDERA)
Señoras y señores, para dar la bienvenida a esta inauguración escucharemos el mensaje del senador Raúl Cervantes Andrade, presidente de la Comisión Especial para el Diagnóstico y Reflexión sobre el Texto que conforma la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
SENADOR RAÚL CERVANTES ANDRADE: Buenos días, señor presidente del Senado, Roberto Gil Zuarth.
Sea bienvenido General de Brigada Diplomado del Estado Mayor, Gustavo Nieto Navarro, comandante de la Primera Zona Militar.
Senador Burgos.
Senadoras y senadores:
Agradecemos a la SEDENA compartir con ustedes esta bellísima colección y nos permite generar una reflexión sobre el documento de los Sentimientos de la Nación. Éste fue proclamado el 14 de septiembre de 1813, al Congreso de Anáhuac, por parte de José María Morelos y Pavón; y cabe señalar que Miguel Hidalgo y Costilla nunca llegó a tener la oportunidad histórica de reflejar los sentimientos, los principios y los valores que motivaron al movimiento de Independencia.
Es tan importante este documento de los Sentimientos de la Nación, porque trascendió tanto la Constitución de 1857, como la Constitución de 1917.
Como por ejemplo, el sentimiento en el numeral 1 de este documento, habló de la independencia de la soberanía nacional. Éste se trasladó a la Constitución de 1857 en el artículo 39, en el cual se describe el concepto de soberanía nacional e independencia.
Y también trasciende a la Constitución vigente, en el 17, al tercero, al 25, al 26, al 27 y al 28 constitucional; en donde se emana la independencia y la soberanía nacional.
En el Sentimiento del numeral 5, se describió la soberanía que reside en el pueblo, lo cual también trasciende a la Constitución de 1857 en del artículo 39 al 41; en donde se describe el principio de que la soberanía reside en el pueblo. Y también se traslada a la Constitución de 1917 en el artículo 39.
En el Sentimiento de la Nación numeral 6, que habló de la división de poderes, traslada a la Constitución del 57 en el artículo 50; y en la actual, en el 41 y en el 49, cuando habló de disminuir las desigualdades sociales y promover la educación, éste se trasladó al artículo 1º constitucional en 1857 y después en la del 17, en el segundo, en el tercero, en el 25, en el 26, en el 28 y en el 123; principios de mandato de igualdad de la sociedad.
La igualdad ante la ley, que fue descrita en el Sentimiento treceavo, lo describió también la Constitución de 1857 en el artículo 1º, y lo trasladó la del 17 al 1º, al 2º, al 4º, al 12 y al 13. Éstos hablaron de los derechos del hombre, la prohibición de los fueros, la igualdad de los derechos, que no hubiera distinción de sexos y la prohibición de títulos específicos o fueros específicos.
En el Sentimiento 14, el derecho a la libertad y a la discriminación, en la Constitución del 57 se señaló en el artículo 2º y en el artículo 12; en el cual se señaló la no discriminación ni la libertad. Y en el actual texto, en el artículo 1º y en el 29, tratando el tema de derechos humanos.
En los Sentimientos de la Nación se habló del derecho a la propiedad y a la inviolabilidad del domicilio. Éste se traslada en la del 57 en el artículo 16 y en el 27; y en el actual texto vigente en el 14, en el 16 y en el 27. Ambos hablando del derecho a la propiedad y la inviolabilidad del domicilio.
Cuando se habló de proscripción de penas infamantes, lo hizo suyo la del 57 en el artículo 22; y también en la del 57, dejándolo también en ese numeral.
Cuando se habló de que no debía haber pago de impuestos justos y progresivos y buena administración en el manejo de los recursos públicos, el 72, fracción VII lo señaló claramente en la Constitución del 57 y en el actual texto, en el artículo 31, fracción IV.
En el artículo 6º, en el 73, en el 74, en el 79, en el 108, en el 109, en el 113, en el 126 y 134; todo haciendo un embalaje constitucional sobre la administración, control y transparencia de los recursos públicos.
El movimiento constitucional que inicia con este documento de los Sentimientos de la Nación, y que van trasladándose los diferentes movimientos constitucionales del Siglo XIX, y que son el motivo e inicio de modificación y modificaciones que se hacen en el Constituyente del 17, hace ver que la sociedad mexicana, desde ese momento hasta la actualidad, en ese pensamiento y reflexión constitucional, ha sido la evolución y no la involución como Estado; la evolución de los derechos y el mejor estadio de una sociedad que se da a sí misma reglas para su desarrollo.
La muestra que iniciamos hoy, tanto numismática como fotográfica, nos permite hacer la reflexión de lo que en ese momento anhelaba en la construcción del Estado mexicano que iniciaba con el pensamiento de la Independencia, que pasaron por la época de la Reforma, que se formó el Estado mexicano de manera muy importante con el movimiento del Constituyente del 16 y del 17.
La evolución que se ha manejado en el siglo XX por parte de la sociedad sigue reflejando los principios y valores constitucionales que la motivaron: la igualdad, la libertad y el desarrollo en la armonía y en paz.
Mil gracias.
PRESENTADOR: Agradecemos el mensaje de bienvenida del senador Raúl Cervantes Andrade, presidente de la Comisión Especial para el Diagnóstico y Reflexión sobre el Texto que Conforma la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
A continuación, escucharemos el mensaje del General de Brigada, Diplomado de Estado Mayor, Gustavo Nieto Navarro, Comandante de la Primera Zona Militar.
GUSTAVO NIETO NAVARRO: Muchas gracias. Muy buenos días.
“Temamos a la historia que ha de presentar al mundo el cuadro de nuestras acciones” José María Morelos y Pavón en el discurso de la apertura del Congreso de Chilpancingo, el 14 de septiembre de 1813.
Ciudadano senador Roberto Gil Zuarth, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República;
Ciudadano senador Enrique Burgos García, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales;
Ciudadano senador Raúl Cervantes Andrade, presidente de la Comisión Especial para el Diagnóstico y Reflexión sobre el Texto que Conforma la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos;
Distinguidas senadoras y senadores de la LXIII Legislatura;
Señoras y señores, jóvenes que nos acompañan:
En esta ocasión especial, por encomienda del ciudadano general, Secretario de la Defensa Nacional, tengo el honor de dirigirme a ustedes para llevar a cabo la exhibición itinerante de los facsímiles, los Sentimientos de la Nación y de las constituciones de 1824, 1857 y 1917. Así como la exposición numismática “Monedas e historia”, la cual se viene presentando en los diferentes estados de la República, en el marco de las actividades conmemorativas a los 100 años de la promulgación de la Constitución de 1917.
Los Sentimientos de la Nación es un documento elaborado por el mismo José María Morelos y Pavón el 14 de septiembre de 1813 en Chilpancingo, constituyéndose en uno de los primeros esfuerzos por dotar de autonomía al pueblo de México y poner en marcha un programa de organización propia.
Morelos plasmó en los Sentimientos de la Nación su pensamiento socioliberal y profundo conocimiento de las necesidades del pueblo mexicano.
Fue leído por primera vez en el discurso inaugural del Congreso de Anáhuac.
Un día después de su lectura el Congreso nombró a Morelos como Generalísimo, grado que rechazó humildemente manifestando que sólo era un siervo de la nación.
En los Sentimientos de la Nación se plantearon por primera vez algunos principios políticos que han constituido los ejes principales en el establecimiento del Estado mexicano, al propugnar por una soberanía nacional que sirviera como fundamento para el reconocimiento de nuestro país ante las entidades internacionales.
Considerado como una de las obras políticas mexicanas más trascendentes, resaltan particularmente los apartados relativos a que América es independiente de otras naciones; que su soberanía proviene directamente del pueblo; la instalación de un gobierno liberal; la aplicación de las leyes sin excepciones y la prohibición de la esclavitud y la tortura, entre otros.
Los Sentimientos de la Nación de 1813 sirvieron de antecedente para el decreto constitucional para la libertad de la América mexicana, expedido el 22 de octubre de 1814 por el Congreso de Anáhuac de la América Septentrional, reunido en el Palacio Nacional del Supremo Congreso Mexicano en Apatzingán; ordenamiento también conocido como la Constitución de Apatzingán, la cual fue un precedente trascendental para institucionalizar la independencia de nuestro país.
La Constitución de 1824, también denominada Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos entró en vigor el 4 de octubre de 1824, durante la presidencia del General Guadalupe Victoria y tuvo como antecedente inmediato el Acta Constitutiva de la Federación, establecida en enero de ese año.
En este documento, se establece el federalismo como una nueva forma de gobierno, así como los principios para la división y el equilibrio de los poderes, y establece la independencia de la Nación Mexicana, la religión católica, la forma de gobierno representativa, popular y federal.
Por este documento el país asumió el nombre de Estados Unidos Mexicanos y fue declarado como una República Federal y representativa.
La Constitución de 1857 fue promulgada el 5 de febrero de ese año por el Congreso Constituyente, cuyas sesiones se efectuaron desde el 4 de febrero de 1856 y el cual fue convocado durante la presidencia interina del general Juan Álvarez.
El nuevo ordenamiento surge en el contexto del inicio de la Reforma Liberal, emprendida por una nueva generación de mexicanos cuyo objetivo era el establecimiento de instituciones modernas para fortalecer la unión nacional.
Esta Constitución, proclama que los derechos del hombre son la base y el objeto de las instituciones sociales.
En ellas se resaltan los relativos a los derechos del hombre, la soberanía nacional, la división de poderes de la Nación en Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Los estados debían de adoptar el régimen republicano, representativo y popular. Se suprimieron las aduanas interiores y también se estableció el derecho al voto de los ciudadanos.
El documento de 1857 se convirtió en la máxima ley que mandaría el devenir de la Nación y ningún otro ordenamiento podría ser superior a ella.
La Carta Magna permaneció en vigor hasta 1917 y fue el fundamento legal de la defensa de nuestro país durante la invasión francesa y el imperio de Maximiliano de Habsburgo.
La Constitución de 1917 fue promulgada el 5 de febrero de ese año y está en vigor en nuestro país hasta la fecha.
Surge en el contexto del movimiento armado de la Revolución Mexicana, resultado de un escenario nacional marcado por el caciquismo, analfabetismo, insalubridad, inseguridad social y pobreza endémica, resultado de la dictadura porfirista, que duró más de 30 años.
Con el Primer Jefe de Gobierno Constitucionalista, Venustiano Carranza, al frente del Poder Ejecutivo de la Nación, el Congreso Constituyente inició su primer periodo ordinario de sesiones del 1° de diciembre de 1916, en el Teatro Iturbide, de la Ciudad de Querétaro, a fin de efectuar adaptaciones conforme a las nuevas circunstancias económicas, políticas y sociales de nuestro país.
Desde el 2 de diciembre de 1916 y hasta el 31 de enero de 1917, se efectuaron las sesiones ordinarias en las cuales los diputados debatieron el proyecto de reformas a la Constitución de 1857.
Para firmar la nueva Constitución, todos los integrantes del Congreso Constituyente utilizaron la misma pluma con la que había firmado el Plan de Guadalupe, la cual fue ofrecida por el Presidente Venustiano Carranza.
El nuevo ordenamiento surge entonces como producto de las reformas realizadas a la Constitución de 1857, y aunque se basó en este último documento, la nueva Constitución era fundamentalmente distinta, ya que incorporaba elementos del liberalismo del Siglo XIX, así como la integración de los derechos sociales.
Considerada como la primera constitución social del Siglo XX a nivel internacional, este documento fusionó los ideales de la Revolución Mexicana y fue promulgada el 5 de febrero de 1917, en el Teatro de la República de la ciudad de Querétaro.
Desde su promulgación, en 1917, sus preceptos han normado a varias generaciones de mexicanos; sus principios han guiado a México hacia su desarrollo y sus valores que han sido la bandera de los mexicanos para luchar por la paz, la equidad y la justicia social.
En su próximo Centenario, los mexicanos refrendamos nuestro respeto y el apego al documento rector de nuestra vida nacional, para que México aproveche toda su fortaleza y potencial en beneficio de sus habitantes. No hay mejor ruta y mejor guía, que la que define nuestra Constitución.
A lo largo de nuestra historia, nuestras Cartas Magnas no sólo han estructurado y organizado las instituciones públicas; sino que también han orientado el actuar de autoridades y ciudadanos, armonizando nuestra convivencia social.
En las Fuerzas Armadas estamos convencidos de que el destino de México es compartido con la sociedad civil, cada día son más los ciudadanos que con su ejemplo transforman el curso y la conciencia de nuestro país; mujeres y hombres con sus ideales, comprometidos de hacer de nuestro país un lugar de paz y armonía.
Tengan siempre presente que las Fuerzas Armadas han sido testigos y protagonistas de episodios históricos como el de hoy, el cual nos tiene ahora reunidos para ser testigos presenciales del recorrido itinerante de estos documentos históricos por todo el territorio nacional y la exposición numismática de monedas de historia; que han sido testigos de la conformación de nuestra nación y es por ello que hoy la tenemos en este recinto, esta muestra llena de historia reafirmando con estos actos, nuestra identidad nacional.
Muchas gracias.
PRESENTADOR: Agradecemos el mensaje del general de brigada diplomado de Estado Mayor, Gustavo Nieto Navarro, comandante de la Primera Zona Militar.
Señoras y señores, a continuación solicitamos al senador Roberto Gil Zuarth, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, sea tan amable de dirigir su discurso.
SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Muy buenos días tengan todos ustedes.
Damos la más cordial bienvenida al ciudadano general de Brigada Diplomado del Estado Mayor, Gustavo Nieto Navarro, comandante de la Primera Zona Militar con sede en la Ciudad de México, así como a los elementos integrantes de las Fuerzas Armadas que nos acompañan.
Sean ustedes bienvenidos al Senado de la República.
También saludo con aprecio al presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, el senador Enrique Burgos; al senador presidente de la Comisión Encargada de la Reflexión sobre el texto constitucional vigente, al senador Raúl Cervantes Andrade, así como a las señoras y señores senadores que nos acompañan esta mañana.
Una constitución no es solamente un conjunto de reglas e instituciones que ordenan la vida en sociedad, la vida de una comunidad política. También es la historia de una sociedad.
El hecho de que el día de hoy inauguremos una exposición itinerante a propósito de los textos constitucionales básicos, es una forma de penetrarnos, una forma de interiorizarnos a la historia de nuestras constituciones, pero también a la historia de nuestras instituciones.
Lo decía bien el general Nieto y también el senador Cervantes, muchas de las instituciones vigentes han sido evoluciones de un conjunto de reglas que se han sembrado en el pasado.
Podemos reconocer muchas de nuestras instituciones en ese trayecto histórico que va desde la Constitución vigente con las reformas profundas que se han hecho en los últimos años hasta el primer documento formalmente constitucional: Los Sentimientos de la Nación, que incluso pudo haber estado inspirado en los antecedentes constitucionales de Francia, Estados Unidos y por supuesto también del Puerto de Cádiz.
En esta historia está semblanteada, en esta historia está conformada nuestra vida en sociedad y por eso es tan importante conocerla, estudiarla, profundizarnos en ello.
No solamente es importante reconocer los aportes que cada texto constitucional ha tenido nuestra vida institucional, sino también reconocer que cada texto constitucional que hemos tenido en este país ha sido la solución a una ruptura institucional a la interrupción en nuestra vida social de ese orden institucional básico.
Es absolutamente incomprensible Los Sentimientos de la Nación sin la ruptura independentista, sin la formación de una nación, de la formación de una soberanía y, sobre todo, de una nación independiente; como también es absolutamente incomprensible la Constitución del 24 sin la ruptura frente al imperio, la del 57 frente a una decisión de conformar instituciones diferentes y la de 1917, también sin esa intención y la voluntad de la sociedad mexicana de recomponer su vida institucional después de la dictadura de principios de este siglo.
En consecuencia, nuestros textos constitucionales reflejan la intención de nuestra sociedad de construir las reglas básicas de nuestra convivencia, pero también de reponernos frente a episodios de ruptura.
Afortunadamente nuestro país ha vivido el mayor periodo de continuidad institucional. Estamos a punto de cumplir 100 años de vigencia en la Constitución con profundas reformas, reformas que han transformado de fondo las instituciones básicas de nuestra nación, pero hemos tenido un periodo de estabilidad y continuidad institucional, absolutamente inédito en nuestra vida como nación independiente.
Casi 100 años de continuidad institucional; casi 100 años de vigencia de nuestras instituciones; y, por supuesto, casi 100 años de una vida ordenada a partir de las mismas.
Y esa es la razón por la que el día de hoy se presenta esta importantísima exposición que, entiendo, han visto más de 25 mil personas en distintos puntos de la República Mexicana, y el día de hoy se alberga en el Senado.
Esta exposición se justifica en la idea de que estos documentos son la primera forma de conocer, acercarnos y, sobre todo, reconocer nuestra historia constitucional.
Dicen los que saben de historia que en 1813, cuando José María Morelos y Pavón abandonó Chilpancingo para ir sobre Valladolid, le encargó a Carlos María Bustamante el original de los Sentimientos de la Nación para que hiciera las modificaciones pertinentes.
En febrero de 1814, cuando los insurgentes fueron derrotados, el documento cayó en manos del Ejército Realista; y el capítulo segundo que incluía la médula de la insurrección desapareció décadas después del Archivo General.
Se dice que años más tarde un descendiente del insurgente Ignacio Rayón vendió el documento al historiador Luis Chávez Orozco, quien se lo obsequió al presidente Cárdenas en 1937 con motivo de su cumpleaños.
Después de 30 años el documento regresó al Archivo General de la Nación, dando congruencia narrativa histórica, de reconocimiento de nuestra propia historia.
Cito a José María Morelos y Pavón:
“Que como la buena ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser tales que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia.
Que las leyes generales comprendan a todos sin excepción de cuerpos privilegiados y que estos sólo lo sean en cuanto al uso de su ministerio, que sólo distinguirá a un americano de otro el vicio y la virtud”. Fin de la cita.
Esto y otras cosas pedía el caudillo en su discurso inaugural ante el Congreso de Anáhuac en 1813, con la intención de que sirviera de base para el desarrollo constitucional posterior, un discurso que todavía tiene vigencia en las discusiones actuales.
Qué tan vigentes --y hay que preguntarnos-- son las exigencias de igualdad ante la ley, de igualdad sin distingo de ingreso, sin aspiración de privilegio en una sociedad que aspira a ser justa.
Y al mismo tiempo, qué tan distante está aquella noción de la soberanía frente a la apertura de nuestro texto constitucional a los tratados internacionales, a la interiorización de las decisiones de los órganos internacionales de defensa de los derechos humanos en la propia dinámica de nuestro sistema jurídico.
Tal vez la contribución máxima de Morelos sí haya sido, como dice Enrique Krauze, la de introducir en la Revolución un cuerpo altamente original de argumentos ideológicos que legitimaran un alegato moral que incluía prescripciones económicas, políticas y sociales que al día de hoy se vislumbran con urgencia y vigencia, que hoy conocemos gracias a la obstinada dedicación de historiadores que han recuperado estos textos y sobre todo a nuestras Fuerzas Armadas, que hoy lo ponen a disposición del Senado de la República y del público en general.
Documentos fundacionales, la historia de nuestros textos constitucionales, testimonios de patriotismo, testimonios vivos de diseño de instituciones, reglas, evolución, cultura, política, en buena medida está detrás de cada una de las instituciones que reflejan estos textos básicos.
Ciertamente, como dice Enrique Krauze: la historia comienza ahí donde se nos ofrecen datos escritos, que inspiren confianza.
Quiero agradecer de nueva cuenta al General Gustavo Nieto, por haber ofrecido al Senado de la República esta exposición.
Quiero también agradecer, reconocer al senador Enrique Burgos por la gestión diligente de presentar esta iniciativa en el marco de la Conmemoración del Centenario de la Constitución que, como ustedes saben, hace unos días hemos iniciado formalmente.
Durante este año realizaremos 100 eventos relacionados con el Centenario de la Constitución, para honrar nuestra historia constitucional, para honrar a nuestras instituciones, pero sobre todo para insistir en la necesidad de que no hay vida ordenada, generosa y justa, que no se aprecie desde el respeto a las instituciones y desde la obediencia escrupulosa de nuestro texto constitucional.
Por su atención muchísimas gracias.
Muy buen día.
PRESENTADOR: Agradecemos el mensaje del senador Roberto Gil Zuarth, presidente de la mesa Directiva del Senado de la República dentro de esta inauguración de la exposición itinerante titulada “Facsímiles de Los Sentimientos de la Nación de 1813 y las constituciones de 1824, 1857 y 1917”, aquí, en el Patio del Federalismo del Senado de la República.
Señoras y señores, a continuación entonaremos el Himno Nacional Mexicano, por lo que nuevamente solicitamos de la manera más atenta sean tan amables de ponerse de pie.
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