Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Versión estenográfica de la Sesión Solemne del Senado de la República para otorgar el reconocimiento “Elvia Carrillo Puerto” a la embajadora emérita Carmen Toscano Moreno.

SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: En cumplimiento al decreto por el que se crea el reconocimiento Elvia Carrillo Puerto, se abre la Sesión Solemne del Senado de la República, convocada para la entrega correspondiente al año 2015.

Solicito a la Secretaría, dé lectura a las comisiones de cortesía que han sido designadas para recibir y acompañar a nuestros distinguidos invitados a esta Sesión Solemne.
SENADORA MARÍA ELENA BARRERA TAPIA: Doy lectura a las comisiones protocolarias de esta Sesión Solemne.
Senadora Cristina Díaz Salazar, senador Alejandro Fernández Sánchez Navarro, senador Fernando Mayans Canabal y senador Carlos Alberto Puente Salas; quienes recibirán al licenciado Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación.
Para recibir a la ministra Margarita Beatriz Luna Ramos, senador Ernesto Gándara, senador Francisco López Brito y senador Fidel Demédicis Hidalgo.
Para recibir a la diputada Aleida Alavez Ruiz, vicepresidenta de la Cámara de Diputados; senadora Lucero Saldaña Pérez, senadora Vianey Montes Colunga y senadora Dolores Padierna Luna.
Para recibir a la embajadora emérita Carmen Moreno Toscano, senadora Diva Hadamira Gastélum Bajo, senadora Adriana Dávila Fernández, senadora Angélica de la Peña Gómez, senador Jorge Aréchiga Ávila y senadora Ana Gabriela Guevara.
Es cuanto, señor Presidente.
SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Esta Presidencia solicita a las comisiones designadas, acudan a las puertas de este recinto a fin de cumplir su cometido.
En tanto, se declara un receso.
(R E C E S O)

SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Se reanuda la Sesión Solemne.
Con fundamento en el artículo 100 bis de la Ley Orgánica del Congreso General, en los artículos 56 y 56 bis del Reglamento del Senado; y en el decreto por el que se crea el reconocimiento Elvia Carrillo Puerto, damos inicio a la Sesión Solemne a fin de realizar la entrega correspondiente.
Damos la bienvenida al licenciado Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación.
A la diputada Aleida Alavez Ruiz, vicepresidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
A la ministro Margarita Beatriz Luna Ramos.
A la embajadora emérita, Carmen Moreno Toscano.
Agradezco la presencia de los invitados que acompañan en esta Sesión Solemne:
La maestra Norma Inés Aguilar León, cuarta visitadora de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Al doctor Ricardo Sepúlveda, director general de Política Pública de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación.
A la magistrada María del Carmen Alanís Figueroa, integrantes del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
A la diputada María Guadalupe Sánchez Santiago, secretaria de la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados.
A la doctora Ana Güezmes García, representante en México de ONU-Mujeres;
A la señora Marcela Eternod Arámburu, secretaria Ejecutiva del Instituto Nacional de las Mujeres;
Al Embajador Aníbal Enríquez Quiñonez Abarca, representante de la OEA en México;
A la doctora Alejandra Moreno Toscano, hermana de la galardonada y Coordinadora General dela Autoridad del Centro Histórico del Distrito Federal;
Al licenciado Felipe Solís Acero, Subsecretario de Enlace Legislativo y Acuerdos Políticos de la Secretaría de Gobernación;
Al Embajador Joel Hernández, de la Secretaría de Relaciones Exteriores;
Al señor Jorge Márquez Montes, Oficial Mayor de la Secretaría de Gobernación;
Saludo también la presencia de la señora Melba María Pría Olavarrieta, Embajadora de México en la India;
Agradezco también la presencia de los integrantes de la familia de la Embajadora Emérita Carmen Moreno Toscano, que acuden a esta Sesión Solemne. Sean todos ustedes bienvenidos.
En cumplimiento al punto tercero del acuerdo aprobado por este Pleno el pasado 26 de febrero, solicito a la senadora María Elena Barrera Tapia, Secretaria de la Mesa Directiva, dé lectura a la semblanza de la señora Elvia Carrillo Puerto.
SENADORA MARÍA ELENA BARRERA TAPIA: Doy lectura a la semblanza de doña Elvia Carrillo Puerto.
Elvia Carrillo Puerto, una mujer yucateca, fue no sólo la clásica soldadera de la Revolución sino una mujer socialista a la altura de su tiempo y de las mejores mentes del momento, también conocida como “La Monja Roja del Mayab” por sus ideas socialistas.
Luchó incansablemente por la reivindicación de los derechos políticos de las mujeres. Fue su dedicación al feminismo socialista la bandera que enarboló cual religión socialista lo fue hasta la muerte.
Luchó siempre en contra del fanatismo religioso y a favor del libre albedrío sobre nuestros seres. Nació en Motul, Yucatán, población situada a 44 kilómetros al este de Mérida el 6 de diciembre de 1878.
Elvia Carrillo Puerto creció en una familia de clase media baja. Ocupó el sexto lugar de 13 hermanos.
Estudió en una escuela secular ocupada de algunos cuya lengua materna era el maya. En ese lugar, demostró sus grandes capacidades intelectuales logrando dominar el maya y el castellano.
Es durante su infancia que adquiere plena consciencia de las abismales desigualdades sociales que imperaban en la época.
Los actos de injusticia que presenció, se convirtieron en el motor de su causa por cambiar las cosas. A ella le tocó ser testigo de los horrores de la esclavitud indígena. Además, entre los indígenas, la mujer es, aún hoy en día, la víctima más indefensa.
Fue seguidora de una de las luchadoras sociales más importantes de la época en Yucatán, Rita Cetina Gutiérrez, periodista que fundó la sociedad feminista “La siempre viva”.
Identificada como una lectora ávida e incansable, abrevó en la biblioteca de la iglesia de su pueblo las ideas transformadoras de las mentes brillantes, de las grande pensadoras francesas, inglesas y estadounidenses de su época, mujeres pioneras y fundadoras del feminismo moderno.
A través de su propia realidad y del conocimiento que tuvo, gracias a sus lecturas, identificó la necesidad de luchar contra la injusticia y la doble moral de la sociedad hacia las mujeres.
Siendo aún casi una niña, a los 13 años de edad contrae matrimonio con Vicente Pérez, con quien tuvo un hijo: Marcial Pérez Carrillo. Elvia Carrillo enviudó 10 años más tarde, hecho que le otorgaba la mayoría de edad a los 23 años, en una época en que la edad de la emancipación de las mujeres solteras se alcanzaba hasta los 31.
Viéndose en una situación precaria, trabajó de maestra y escribana, además de continuar su lucha con la causa socialista.
Elvia Carrillo Puerto, que desde niña vivió en una zona altamente poblada por indígenas mayas y en sus clases enseñaba primero a leer y escribir en maya y después en español. Defensora de los derechos humanos, comenzó a enseñar a sus alumnas la Constitución del país de su hermano Felipe.
Es en el ámbito educativo y ante el conocimiento directo que tiene de las desigualdades entre hombres y mujeres ante la ley, que Elvia fundó a lo largo de una década Ligas Feministas Campesinas y socialistas.
Al igual que el prócer Belisario Domínguez, fue víctima de persecuciones por el gobierno de Victoriano Huerta y años más tarde del gobierno de Venustiano Carranza.
Elvia, que para entonces era miembro activo del Partido Socialista del Sureste, se vio obligada a abandonar Yucatán y refugiarse en el Distrito Federal.
En el año de 1912 se trasladó a Motul, donde fundó la primera organización femenina de campesinas, la cual fue considerada como la más importante por los numerosos contingentes que la integraban y por impulsar la incorporación de las mujeres en la política agraria, razón por la que aquellos que veían atentar contra su estabilidad y el conservadurismo de la época, la calificaban de sufragista y Bolchevique.
A partir de este año, en la Liga Feminista de Mujeres Campesinas se discuten los temas que giran alrededor del principio que la tenencia de la tierra debería de ser de quien la trabaja, las jornadas de ocho horas, la liberación de todos los indios acasillados, la necesidad de construir escuelas rurales en todas las poblaciones y haciendas del estado y de introducir en ella el método de enseñanza racionalista; el problema del alcoholismo, la necesidad de educar a las mujeres sobre métodos modernos de contracepción y el amor libre.
Dedicó años intensos de su vida a luchar por la liberación de los esclavos mayas y la emancipación de las campesinas. Su esfuerzo se encaminó a impulsar el reconocimiento de la ley para que a las mujeres jefas de familia se les garantizaran los mismos derechos que a los hombres en la distribución de las tierras.
Su lucha trascendió fronteras locales, ya que no sólo se encargó de organizar grupos feministas de reflexión en Yucatán, sino también lo hizo en la Ciudad de México.
Esa lucha y esfuerzo le permitieron fundar lo que más tarde se reconoció como la Agrupación Femenina “Liga Rita Cetina”.
Fue la primera candidata de izquierda electa al Congreso yucateco, cargo que desempeñó por dos años y que tuvo que dejar ante la situación convulsa por la que atravesaba nuestro Estado.
En 1923, acompañada de las feministas Gloria Mireya Rosado y Susana Betancourt, Elvia asiste al Congreso Panamericano de Mujeres, en la Ciudad de México.
La pequeña delegación yucateca se destacó como la más radical del Congreso y no obstante que sus demandas sobre control natal y amor libre fueron derrotadas, logró consenso en impulsar el sufragio femenino.
Este último se convertiría, desde ese momento, en el punto central de las demandas de todos los grupos feministas de México y del resto de América Latina, claramente influenciando por los movimientos feministas que ya se desarrollaban en Europa y en Estados Unidos.
Su actividad incansable en la política, la llevó a fundar, en 1927, la Liga Orientadora Socialista Femenina, para dar atención a menores desamparados y madres solteras.
En 1931, funda la Liga de Acción Femenina para luchas por los derechos políticos de las mujeres.
Sin descanso y a veces de forma individual, continúa su trabajo para alcanzar el reconocimiento a la ciudadanía de las mujeres mexicanas.
Prueba de la seriedad y dedicación a la causa feminista de Elvia Carrillo Puerto, es el hecho que ella será la única de las prominentes feministas que seguirá luchando durante las décadas siguientes por la obtención del sufragio femenino y al concientización de las obreras y campesinas mexicanas.
Los presidentes Lázaro Cárdenas y Adolfo Ruiz Cortines, reconocieron la lucha de Elvia Carrillo y le otorgaron premios como Veterana de la Revolución.
Durante sus últimos años de vida trabajó en diferentes instituciones de gobierno, siempre luchando e instruyendo la causa de la igualdad y el socialismo a las mujeres mexicanas.
En 1968, Elvia Carrillo Puerto muere en la Ciudad de México a los 90 años. Desde entonces se le reconoce como gran revolucionaria socialista y feminista que luchó durante toda su vida por los derechos de la mujer, de las indígenas, de las campesinas mayas en su estado natal, y por las miles obreras mexicanas.
Elvia Carrillo Puerto fue sin duda una mexicana ejemplar.
Es cuánto señor Presidente.
SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Gracias senadora.
Con fundamento en el punto tercero del Acuerdo aprobado, se concede el uso de la palabra a la senadora Diva Hadamira Gastélum Bajo, a nombre de la Cámara de Senadores.
Adelante senadora.
SENADORA DIVA HADAMIRA GASTÉLUM BAJO: Con su permiso señor Presidente.
Muy estimado Secretario de Gobernación, licenciado Miguel Ángel Osorio Chong, representante del Poder Judicial.
Estimada vicepresidenta de la Cámara de los Diputados.
Integrantes de la Mesa Directiva.
Embajadora Eminente Carmen Moreno Toscano.
Bienvenidos y bienvenidas invitadas, invitados especiales, ONU-Mujeres y el Instituto Nacional de las Mujeres y todos y todas las presentes.
A nombre del Senado de la República y especialmente de la Comisión para la Igualdad de Género, que presido, y a nombre de las secretarias Angélica de la Peña y Martha Elena García y todas las integrantes, nos da mucho gusto participar en esta Sesión Solemne a propósito del Día Internacional de las Mujeres y para la entrega de la Medalla Elvia Carrillo Puerto, en su versión 2015.
Según Nicolson, las personas que se dedican a la diplomacia requieren tener un perfil muy especial, y él nombra las siete virtudes: Tiene que tener veracidad, precisión, calma, buen carácter, paciencia, modestia y lealtad.
En 1953 se nos reconoce el derecho al voto de las mujeres y es hasta el 67, cuando se incorporan plenamente las mujeres al Servicio Exterior Mexicano.
Durante el siglo XIX, la legislación negaba a las mujeres la posibilidad de representar a México en el extranjero. Cuando fue permitido, sólo fue para cargos menores: secretarias, intérpretes, escribientes, traductoras.
La primera mujer a la que se le asignó un alto rango en el Servicio Diplomático, fue la profesora Paloma Guillén de Nicole. Las primeras mujeres, así como Amalia Caballero de Castillo Ledón, que fue embajadora en Suiza.
Dentro de estas mujeres que han hecho brecha, se encuentra nuestra galardonada. La primera mujer embajadora eminente, la embajadora Carmen Moreno Toscano.
Carmen es egresada de la Universidad de Relaciones Internacionales del Colegio de México. Fue embajadora de México en Costa Rica y Guatemala; representante permanente de México ante la OEA; subsecretaria de Relaciones Exteriores para Naciones Unidas, África y Medio Oriente.
En el 2003 fue nombrada directora del Instituto Internacional de Investigaciones y Capacitación de las Naciones Unidas para la Promoción de las Mujeres, en donde logró consolidar y financiar un programa de investigación aplicado a la gestión del conocimiento y capacitación en áreas claves para la igualdad de género y los derechos de las mujeres, como migración y desarrollo, participación en política, paz y seguridad.
En el 2009 fue nombrada secretaria ejecutiva de la CIM, en la OEA, con sede en Washington, DC, cargo que ocupa hasta el día de hoy. Por ello, reconocemos la gran trayectoria de Carmen Moreno Toscano.
Hay que subrayar que a través de los años ha sido galardonada en distintos países, por ejemplo, el presidente de Costa Rica, Rafael Ángel Calderón, le otorgó la Orden de Juan de Mora, con la categoría de Cruz de Plata.
En Guatemala, Alfonso Portillo le otorgó la Orden de Quetzal en grado de Gran Cruz, de Guatemala.
El presidente Francois Hollande le otorgó en el 2013 la Orden de Legión de Honor en grado de Caballero, por su labor en defensa de los derechos de las mujeres.
Esto es parte del testimonio de que nuestra querida Carmen es una mujer emblemática por haber alcanzado el título de Embajadora Eminente; ser nuestra representante ante Naciones Unidas y actualmente en la Organización de Estados Americanos.
Lo es, porque además adquirió el compromiso de representar a México en el extranjero y adquirió también el compromiso de la lucha de los derechos humanos de las mujeres.
Carmen es nuestra aliada valiosa, porque ha contribuido a visibilizar la problemática y los retos a los que nos hemos enfrentado las mujeres en todos los ámbitos, en la vida pública y privada desde la esfera internacional.
Ella misma es ejemplo de lucha, inteligencia y tenacidad. Es muestra de que las mujeres podemos lograr llegar muy alto, demostrando nuestra capacidad intelectual; sólo es necesario, y subrayo, la igualdad de oportunidades para poder demostrarlo.
Es un gran orgullo para el Senado de la República el otorgarle el Reconocimiento Elvia Carrillo Puerto, en esta su segunda edición. Máximo reconocimiento que se da a las mujeres en el Senado de la República.
Dejo constancia del valor y la tenacidad de Carmen moreno. Estamos muy contentas de tenerla aquí, Carmen, de que esté con nosotras, de ser parte de nuestra lucha y de ser galardonada en el Día Internacional de las Mujeres.
Bien decía Octavio Paz que la libertad no necesita alas, lo que necesita son raíces, y eso es lo que usted ha logrado sembrando a lo largo y ancho del país y fuera de él.
Muchas felicidades.
SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Le solicito ponerse de pie para el acto de entrega a la Embajadora Emérita Carmen Moreno Toscano del Reconocimiento Elvia Carrillo Puerto.
(ENTREGA DEL RECONOCIMIENTO ELVIA CARRILLO PUERTO)
Sírvanse tomar asiento.
Como lo dispone el punto tercero del acuerdo aprobado para normar esta Sesión Solemne, hará uso de la Tribuna la galardonada, la Embajadora Emérita Carmen Moreno Toscano. Se le concede el uso de la palabra.
EMBAJADORA EMÉRITA CARMEN MORENO TOSCANO: Señor Presidente; distinguidos miembros del presídium; honorables senadoras y senadores; señoras y señores:
La exclusión de las mujeres, cuestión multidimensional, precariza su inserción y actuación en los ámbitos económicos, sociales y políticos.
Esta exclusión de las mujeres en las instancias del Estado con poder, representación política y con recursos públicos, pone límites a la democracia y al ejercicio de su ciudadanía de pleno derecho.
La participación igualitaria y sustantiva de las mujeres en la toma de decisiones, la asignación de recursos y el ejercicio del poder, es imprescindible para la gobernabilidad democrática y para ir construyendo estados que garanticen vidas libres de violencia, que garanticen acceso a la justicia de calidad.
Estados que no permitan que los poderes fácticos impongan límites al ejercicio de los derechos; estados que aseguren el acceso al trabajo, a la educación y a la salud; estados que logren distribuir con equidad el poder político y las riquezas que estamos generando.
Estados que contribuyan, con su acción, a contrarrestar y eliminar las fuertes desigualdades que ponen en peligro el desarrollo humano y económico de la región; estados que logren eliminar la pobreza, la desnutrición, la insalubridad, el analfabetismo y el rezago educacional.
En este contexto de nuevos reclamos a los gobiernos, las mujeres emergen como actores centrales para liberar los procesos hacia democracias más participativas.

Las mujeres están irrumpiendo en las instituciones políticas, en la economía y en la sociedad, aunque todavía hay muchos obstáculos por vencer y espacios por conquistar, tanto en la empresa privada como en la vida pública; en particular, aquellos donde se concentra el poder.
La Comisión Interamericana de Mujeres fue establecida hace 87 años, en 1928, para luchar por el reconocimiento y la garantía de los derechos de las mujeres en el hemisferio.
Empieza con el derecho a la identidad, el derecho a la vida, el derecho al voto y gradualmente fue ampliando su amplia gama hasta incorporar todos los derechos humanos de las mujeres.
Casi nueve décadas después, el marco jurídico y político en torno a los derechos de las mujeres en las Américas, es el más completo después de Europa Occidental.
Destacan la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, la CEDAW, y la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, convención de Belem do Pará.
Es decir, jurídicamente las mujeres tienen ya una amplia gama de derechos, pero, como dice ONU-Mujeres y cito: “En todas las sociedades, las mujeres tienen menos poder que los hombres y existen dos áreas donde sus derechos están menos protegidos.
La primera, es el ámbito privado, donde muchas mujeres no tienen derecho a vivir en un entorno libre de violencia o a tomar decisiones sobre su sexualidad, su matrimonio, el divorcio y su salud reproductiva.
La segunda son los derechos económicos, que incluyen el derecho a un empleo digno y el derecho a heredar y a controlar la tierra y otros recursos productivos.
O sea, falta mucho camino por recorrer y peor aún, con cada avance y cada nuevo territorio ganado, aparecen nuevas formas de violencia, de represión y de acoso contra las mujeres.

Me inicié en la lucha por los derechos de las mujeres en el servicio exterior, en la Primera conferencia Mundial de la Mujer, en 1975.
Y he continuado en el Instituto Internacional de Investigaciones y Capacitación de las Naciones Unidas para la promoción de la mujer, y en la Comisión Interamericana de Mujeres de la OEA y todos los días, todavía, me sigo sorprendiendo con la dedicación y la resistencia de todas las organizaciones de mujeres, sin las cuales no existiría ni la CIM, ni ONU Mujeres, “ni en mí Mujeres, ni la de lendo para”.
La exclusión política de las mujeres y la agenda política de sus derechos.
La Carta Democrática Interamericana reconoce la importancia de la plena e igualitaria participación de las mujeres en las estructuras políticas de sus respectivos países, como elemento fundamental para la promoción de la democracia.
En ese sentido, el estado del ejercicio de los derechos políticos de las Mujeres en las Américas, es un termómetro de la legitimidad, la calidad y la efectividad de la democracia y la gobernabilidad en las Américas, ya que sin las mujeres no hay democracia.
Las cifras dan cuenta del grado en que las mujeres están excluidas en la vida política y los cargos de representación popular y poder político aún hoy en Las Américas, las mujeres no alcanzan simultáneamente, en ningún lugar, un tercio de los cargos de las más altas instancias de los Tres Poderes del Estado: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
En este contexto, felicito la adopción de la paridad en México y el papel jugado por el Senado en este proceso.
México es uno de los 5 países de la región que ha logrado este avance tan importante para fortalecer la democracia.
La Región está atenta a la implementación durante la próxima jornada electoral y, sobre todo, al papel del Tribunal Federal Electoral en el proceso de asegurar el cumplimiento de la ley para que efectivamente las mujeres puedan participar, al igual que los hombres, en la construcción política del país.
No obstante y más allá de los Parlamentos, la participación de las mujeres en la vida política, partidos políticos, gabinetes ministeriales, instituciones electorales, empresas públicas, enfrentan todavía limitaciones importantes con base en la desigualdad y la discriminación de género.
Además, la posibilidad de incidencia en la política desde una plataforma de los derechos de las mujeres y la igualdad de género, enfrenta aún mayores limitaciones a pesar de que en la mayoría de los países existen comisiones o bancadas de mujeres en los parlamentos y comités de mujeres en los partidos políticos.
Recientemente organizamos un seminario sobre La Violencia Política contra las Mujeres, para visibilizar el fenómeno de que con la llegada de las mujeres al ámbito político han surgido nuevas manifestaciones de violencia y acoso por parte de los hombres.
Bolivia ya tiene una ley contra la violencia política y hay proyectos de ley en consideración en Costa Rica y en Perú.
Celebro la Iniciativa del Senado para considerar el proyecto de Ley contra la Violencia Política en México.
Espero que México pueda ser el segundo país en el que se logre esta importante legislación.
Por otra parte, existe un debate abierto en torno al tema de la calidad de la representación, o la representación sustantiva en alusión a la agenda de las mujeres que acceden al Poder, cuyos contenidos deben incorporar los derechos de las mujeres.
Creo que nunca hemos escuchado hablar de representación sustantiva cuando se trata de los hombres.
La defensa y la garantía de los derechos humanos deben formar parte de todas las agendas de los hombres y de las mujeres.
El derecho a participar en todos los espacios de toma de decisiones es de todas las mujeres, independientemente de su agenda, aunque también es evidente que los principales logros que tienen que ver con los derechos de las mujeres, los han impulsado mujeres que han llegado al poder.
Por esto, Michelle Bachelet afirma que cuando una mujer accede a la política, cambia la mujer; pero cuando muchas mujeres acceden a la política, cambia la política, y esta política se orienta a una mayor justicia social. La violencia contra las mujeres es un atentado contra la vigencia de la democracia en la región.
Aunque todos los derechos humanos existen, tanto en el ámbito privado como en el público, la violencia contra las mujeres, en particular la intrafamiliar o doméstica, se considera todavía a nivel social como un problema privado y a resolverse entre parejas; en vez de verse como lo que es: una amenaza a la seguridad de las mujeres, a la seguridad ciudadana y a la gobernabilidad democrática.
En 2014 se cumplieron 20 años de la adopción de la Convención de Belem Do Pará y 10 años del establecimiento del Mecanismo de Seguimiento MESECVI. Los Estados que tienen todavía una deuda que cumplir en materia de las múltiples formas de violencia y discriminación en contra de las mujeres, deben continuar luchando.
De particular preocupación es el acceso a la justicia de las mujeres, las mujeres víctimas de violencia, en particular la lucha contra la impunidad de actos criminales como la violación y la posibilidad de resarcimiento y reparación del daño ocasionados.
En cualquier debate sobre los derechos de las mujeres, la debilidad del acceso de las mujeres a la justicia y el escaso conocimiento y poco impacto de los estándares jurídicos internacionales, resultado del litigio estratégico de organizaciones de mujeres en la región; tienen que ser puntos centrales.
En los últimos 15 años, la violencia contra las mujeres ha sido citada como el objetivo del milenio que faltaba, porque atenta contra el logro de cualquiera de las otras metas. La violencia no permite que se desarrollen las otras metas.
Nosotros tenemos que plantear, en el ámbito de la cooperación internacional y hemisférica, de manera urgente compromisos y metas concretos para avanzar en la prevención de la violencia; y en la OEA estaremos a la vanguardia en este trabajo.
En este contexto, les encomiendo las recomendaciones que ha hecho el Comité de Expertas del MESECVI al Estado Mexicano durante las últimas rondas de evaluación y seguimiento de la Convención; que señalan áreas claves donde ustedes pueden tener un impacto profundo en la capacidad de las mujeres de vivir libres de violencia.
La institucionalización del enfoque de género y derechos en el trabajo de la OEA. En la última década hemos notado un cambio sustantivo a la priorización del enfoque de género y derechos de las mujeres a nivel nacional y hemisférico; y en consecuencia, en el trabajo de la OEA.
La Asamblea General ha adoptado más resoluciones que reconocen las barreras adicionales que pueden enfrentar las mujeres para su plena participación en los ámbitos políticos, económicos y sociales. Las reuniones ministeriales y otras reuniones que se producen, abordan cada vez más el enfoque de género, diversidad y derechos humanos en sus trabajos; y la OEA ha establecido una serie de medidas y ha empezado a difundir los resultados del trabajo que ha tenido como organización, que responde a las demandas de las mujeres y de los hombres de la región.
La región ha adoptado numerosos acuerdos jurídicos vinculantes, acuerdos políticos y declaraciones de compromiso sobre los derechos humanos de las mujeres y la igualdad de género. Este año observaremos el vigésimo aniversario de la Adopción de la Declaración y Plataforma de Acción de la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer, conocida como la Plataforma de Beijing.
Celebraremos los avances, sí claro, pero debemos redoblar los esfuerzos para luchar contra los desafíos que todavía enfrentamos y que son muchos. Estos acuerdos son fundamentales para la plena inclusión de las mujeres y el ejercicio de sus derechos.
Y ya es hora de que la violencia deje de ser una realidad en la vida de las mujeres.
Más allá de la ley en el papel, tenemos todos y todas el deber de cambiar, de eliminar los prejuicios y de modificar nuestras formas de pensar y de actuar para asegurar que vivimos diariamente la igualdad de género y confrontar las resistencias y los obstáculos que persisten.
En este sentido, el Senado tiene un papel fundamental, debido a su capacidad de legislar y reglamentar estos compromisos adquiridos a nivel internacional, así como fiscalizar y asegurar su plena implementación.
Para mantener su vigencia en la vida de las mujeres, hay temas fundamentales que el Senado podría incluir en su agenda. Por ejemplo:
El reconocimiento y la garantía de los derechos sexuales y reproductivos, tanto de hombres como de mujeres.
El cambio estructural en las normas y los estereotipos de género, incluyendo la corresponsabilidad entre mujeres y hombres en el trabajo doméstico y de cuidado.
La participación, liderazgo e incidencia de las mujeres en todos los procesos y en todas las instancias democráticas, en condiciones de igualdad y no discriminación y libres de violencia.
La eliminación de una cultura de impunidad y aceptación social de la violencia contra las mujeres y las niñas en todos los ámbitos de la vida privada y de la vida pública.
Y la eliminación de la brecha salarial entre hombres y mujeres; la búsqueda de nuevos enfoques en la creación de empleo que permitan a las mujeres participar en el mercado laboral en condiciones de igualdad y con la posibilidad de conciliar las vidas laboral y familiar.
Acepto y agradezco el Reconocimiento Elvia Carrillo Puerto, esto me honra; pero lo acepto como un estímulo a la gran tarea pendiente en que todos y todas debemos participar para lograr que las mujeres puedan ejercer plenamente sus derechos y vivir libres de violencia y en igualdad de condiciones con los hombres, sin discriminación ni exclusión, y contribuir así a la democracia y la gobernabilidad en nuestra región.
México fue pionero al realizar la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer y con su diversidad y riqueza cultural ha dado un gran legado en materia de derechos sociales en el reconocimiento de las luchas de los pueblos por su independencia y soberanía, por su libertad y su democracia.
Ahora México es observado en el mundo por los complejos desafíos que enfrentamos en materia de derechos humanos y que superaremos fortaleciendo nuestras libertades, nuestra democracia y el marco jurídico de los derechos humanos de hombres y mujeres en todo el país, asegurándonos de que la procuración e impartición de justicia es impecable, sin cuestionamientos de calidad y que termina con la impunidad y con la corrupción.
Estos desafíos nos abren oportunidades para construir un nuevo país más justo y equitativo que incorpore a toda la población, incluyendo indígenas afrodescendientes, marginados y excluidos con su diversidad, en una cultura de derechos humanos y de respeto a las personas como eje central de toda la política.
Las mujeres estamos listas para emprender esta transformación. El Senado puede dirigir este cambio hacia la justicia y la equidad y llevar a México a ser nuevamente un pionero y ejemplo en nuestro continente.
Muchas gracias.
SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: La Sesión Solemne de este día lleva dos mensajes de gran significado: recordar y reconocer.
El Senado recuerda a una gran mujer, Elvia Carrillo Puerto y reconoce a otra gran mujer, este año, a Carmen Moreno Toscano.
Junto con la medalla “Belisario Domínguez”, la entrega del reconocimiento “Elvia Carrillo Puerto” es una de las más altas distinciones que entrega la Cámara de Senadores a las mujeres que han incidido en la lucha social, cultural, política y económica a favor de los derechos de las mujeres y la igualdad de género.
Recordar la memoria de Elvia Carrillo Puerto, una mujer excepcional cuyo legado, con los años, comienza a apreciarse en sus verdaderas dimensiones.
Este legado consiste en una historia de lucha y esfuerzo personal a contracorriente de su tiempo y los prejuicios. Elvia Carrillo Puerto se formó como una luchadora invencible ante la adversidad. Su inteligencia y sensibilidad le permitieron conocer y comprender las profundas desigualdades que padecía nuestra sociedad, particularmente asumir la lucha a favor de la reivindicación de los derechos políticos, sociales y económicos de las mujeres.
Hoy valoramos su legado como revolucionaria y como una feminista que luchó durante toda su vida por los derechos de la mujer, sobre todo de las indígenas, de las campesinas y las obreras.
En esa ocasión el Senado de la República reconoce a Carmen Moreno Toscano por su trabajo a favor de la paz, el desarrollo social, los derechos humanos y el desarme.
Su amplia carrera en el servicio público y diplomático avalan su experiencia, su trayectoria, muestra su adhesión a las mejores causas en nuestro país y en nuestro continente.
El Senado de la República reconoce la labor de las mujeres y la importancia que ellas tienen en el desarrollo de nuestro tiempo. Me refiero al 52 por ciento de la población del país, a las mujeres, jefas de familia, a las estudiantes, a las trabajadoras, a las maestras, a las profesionistas, a las que denuncian las injusticias y los abusos, a las empresarias, a las campesinas y a las pescadoras, a todas, a todas ustedes.

Me refiero a mis compañeras senadoras de todos los grupos parlamentarios, mujeres de lucha, de pasión y de trabajo. Para todas ustedes mi reconocimiento.
Apreciados invitados:
El Senado se honra con su presencia en esta ocasión. A nombre de esta institución deseo expresar nuestro agradecimiento al licenciado Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación; a la diputada Aleida Alavez Ruiz, vicepresidenta de la Cámara de los Diputados; a la ministra Margarita Beatriz Luna Ramos; a la embajadora emérita Carmen Moreno Toscano, así como a todos nuestros distinguidos invitados por su asistencia a esta Sesión Solemne.
SENADORA MARÍA ELENA BARRERA TAPIA: Se solicita a los asistentes ponerse de pie, a fin de entonar el Himno Nacional.

(HIMNO NACIONAL)

SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Se levanta la Sesión Solemne.

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