Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Inauguración del Seminario Encuentro por la Federación y la Unidad Nacional

PRESENTADOR: Señoras y señores, en el marco del Encuentro por la Federación y la Unidad Nacional, nos acompañan en este evento el señor presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, senador Miguel Barbosa Huerta.

El ministro Juan Silva Meza, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

El licenciado Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación.
El presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, senador Emilio Gamboa Patrón.
El ingeniero Carlos Lozano de la Torre, gobernador constitucional del estado de Aguascalientes, y presidente en turno de la Conferencia Nacional de Gobernadores.
El doctor Miguel Ángel Mancera Espinosa, jefe de Gobierno del Distrito Federal.
El licenciado Rubén Moreira Valdez, gobernador constitucional del estado de Coahuila, y coordinador de la Comisión de Seguimiento a la Agenda Estratégica Federalista de la Conferencia Nacional de Gobernadores.
Damos la bienvenida a las y los integrantes de la Mesa Directiva y de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República.
A senadoras y senadores integrantes de esta LXII Legislatura.
A diputadas y diputados federales. A los gobernadores de los estados de la República. A funcionarios y representantes de instituciones públicas y académicas. A invitados especiales, a directivos y representantes de los medios de comunicación.
A todas y a todos, gracias por su presencia.
A continuación, hace uso de la palabra el ingeniero Carlos Lozano de la Torre, gobernador constitucional del estado de Aguascalientes, y presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores.
GOBERNADOR CARLOS LOZANO DE LA TORRE, PRESIDENTE DE LA CONFERENCIA NACIONAL DE GOBERNADORES: Muy buenas tardes.
En un marco de respeto a la división republicana de poderes, la Conferencia Nacional de Gobernadores hace un reconocimiento al Senado de la República por la realización de este encuentro histórico que en el diálogo, el acuerdo y el entendimiento, marca un precedente en la construcción de un nuevo Federalismo en México.
Asimismo, la CONAGO expresa un reconocimiento a los tres Poderes de la Unión por su presencia en este Foro; pero sobre todo, porque el cumplimiento de su responsabilidad constitucional están fortaleciendo a nuestro país en sus leyes e instituciones.
Saludo al señor secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y en su persona, la CONAGO envía un reconocimiento al Presidente de la República por su voluntad política para impulsar la transformación de México, de la mano con los tres órdenes y poderes de Gobierno, con las distintas fuerzas políticas y la sociedad, para que las reformas estructurales puedan traducirse en cambios necesarios, profundos y permanentes.
Saludo al senador Miguel Barbosa Huerta, Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República; al Ministro Juan Silva Mesa, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
De igual manera a los señores senadores y diputados del Congreso de la Unión, a los ministros del Poder Judicial, a mis compañeros gobernadores y al Jefe de Gobierno del Distrito Federal; a los presidentes de los Congresos Estatales y de la Asamblea del Distrito Federal; a los presidentes de los Tribunales Superiores de Justicia de los estados y a los señores secretarios de estados que están aquí con nosotros. A los académicos, especialistas, medios de comunicación y a los demás invitados especiales que nos acompañan: muchas gracias.
Señores representantes de los tres órdenes y poderes del gobierno del Estado Mexicano, señoras y señores:
El nacimiento de México como nación independiente significó para nuestro país apropiarse de su propio destino y buscar el establecimiento de un régimen que permitiera a la organización territorial, social y económica de la nueva nación.
Particularmente en el Federalismo hemos encontrado el camino para configurar un Estado laico, democrático y moderno, con una división republicana de poderes y el reconocimiento de los derechos humanos, sociales y políticos de todos los mexicanos.
La Constitución Política de 1917, define con claridad que nuestro actual Sistema Federal es el resultado de la voluntad del pueblo mexicano, con estados libres y soberanos, pero unidos en una federación bajo los principios de nuestra Carta Magna. Por eso el federalismo jamás será un asunto de partidos, sino resultado de la voluntad, unidad, coordinación y compromiso de los tres órdenes y poderes del gobierno para caminar junto con la sociedad en la consolidación de una democracia efectiva del Estado de Derecho y de un bienestar social sin exclusiones, porque la división republicana de poderes no significa segmentación, significa unidad nacional en el respeto y la autonomía.
El pacto por México que convocó e integran las propuestas de las principales fuerzas políticas de nuestro país, nos ha permitido sacar adelante en el consenso y en el acuerdo las grandes reformas que buscan descentralizar sus beneficios económicos y sociales a todas las regiones y estados de nuestro país en el marco de un federalismo más articulado pero, sobre todo, más equitativo.
Los mexicanos hemos demostrado que podemos alcanzar acuerdos fundamentales que se han convertido en reformas de profundo contenido social y que alientan un nuevo federalismo en nuestro país.
Ahora es tiempo de mantener esa unidad para pasar de las reformas a las transformaciones, porque los cambios no ocurrirán por sí solos, ni un federalismo auténtico se alcanza por decreto.
En un clima de respeto, coordinación y entendimiento, y por encima de orígenes partidistas, la Conferencia Nacional de Gobernadores ha podido construir con el Presidente de la República y el Gobierno Federal para avanzar en los grandes temas nacionales en el marco de una planeación regional que es construida junto con las entidades federativas. Sobre todo, porque el gran reto de las reformas estructurales es lograr el equilibrio en el desarrollo de las regiones para que no convivan en un mismo territorio tres Méxicos distintos: el norte, el centro y el sur, sino para que México sea uno solo, con todo su potencial de crecimiento económico, competitividad y bienestar social, porque una sola es nuestra bandera.
De manera particular, compartimos el desafío de hacer que la educación sea la gran fuerza de cambio social en todo nuestro país, porque es el instrumento más eficaz de prevención y la mejor herramienta con la que contaremos los mexicanos para lograr la gran transformación de México en la unidad nacional.
Por eso, el fortalecimiento del federalismo en nuestro país de ninguna manera significa anular las competencias constitucionales ni renunciar a las responsabilidades señaladas por nuestra Constitución Política para los diferentes órdenes de gobierno. Por el contrario, significa ser más eficiente, transparente y eficaz el cumplimiento de nuestra responsabilidad constitucional en la atención de las necesidades más apremiantes de la población.
Señoras y señores:
En este encuentro histórico que ha reunido la sede del Senado de la República a los diferentes órdenes y poderes del Estado Mexicano, la Conferencia Nacional de Gobernadores refrenda su compromiso irrenunciable con el fortalecimiento del federalismo, para que las reformas estructurales puedan cumplir con su propósito de transformar nuestro país.
Asimismo reiteramos nuestro reconocimiento al Senado de la Republica por esta convocatoria republicana, que es inédita en nuestra historia para establecer un diálogo permanente por un federalismo que represente más oportunidades de bienestar a todos los mexicanos, sobre todo porque el Senado de la República es la cuna histórica del federalismo mexicano, donde convergen la unidad y la participación equitativa de las entidades federativas.
De manera muy personal deseo expresar mi respeto y aprecio por el Senado de la República, al que siempre guardare un recuerdo muy especial, porque como senador fortalecí mi deseo de servir a México, al lado de muchos amigos que en la actualidad continúan desempeñando una labor legislativa o responsabilidades como gobernadores o secretarios de Estado y con quienes tuve la oportunidad de construir propuestas que se convirtieron en leyes a favor de todos los mexicanos.
Al mismo tiempo, desde este recinto, la CONAGO expresa su respaldo al Presidente de la República para que este federalismo más articulado siga consolidándose con una visión compartida del desarrollo, más coordinado y corresponsable, en un clima de respeto, cordialidad y vinculación permanente.
En este momento crucial para México la unidad de todos los mexicanos y de los tres órdenes y poderes de gobierno, es una responsabilidad que no podemos soslayar.

Ha llegado el tiempo de asumir nuestro compromiso de mirar hacia adelante y de seguir fortaleciendo nuestra voluntad y capacidad de diálogo, acuerdo y consenso, porque todavía tenemos muchos retos por resolver en todos los rubros del desarrollo, pero no en el aislamiento, sino en la unidad para acelerar los cambios que se requieren en las distintas regiones y estados de nuestro país.
Hace cien años, en el estado de Aguascalientes la soberana Convención Revolucionaria del 14 fue capaz de reunir distintas facciones que antepusieron sus lealtades y objetivos al interés superior de la nación.
El legado denla soberana convención se mantiene más vivo que nunca en el presente, porque si aquella generación de mexicanos buscó transitar de las armas a las normas, en el Siglo XXI debemos transitar de las reformas a las transformaciones, en un dialogo plural y en el que nadie está ni debe sentirse excluido.
Porque México es un proyecto que necesita del compromiso y del esfuerzo de todos para que siga avanzando por la vía de un federalismo moderno, más equitativo y que sea un instrumento de unidad para todos los mexicanos.

Muchas gracias.
PRESENTADOR: Tiene la palabra el Ministro Juan Silva Meza, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
MINISTRO JUAN SILVA MEZA, PRESIDENTE DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN: Muy buenas tardes a todos ustedes.
Señor senador Miguel Barbosa Huerta, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores;
Señor licenciado Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación, representante del titular del Poder Ejecutivo Federal;
Señor ingeniero Carlos Lozano Alatorre, Presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores;
Señor doctor Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno del Distrito Federal.
Señoras senadoras, señores senadores, diputadas, diputados federales;
Señoras y señores:
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917 estableció claramente que la nuestra es una Nación Federal constituida con la unión de estados libres y soberanos, que cedieron parcialmente su independencia y autonomía en búsqueda de un mejor futuro común como nación.
El Federalismo, fue la respuesta histórica a la mutilación territorial sufrida por el país frente a potencias extranjeras, y a la mutilación moral derivada de las guerras civiles que consumaron gran parte de la segunda mitad de nuestro siglo XIX y casi una década del XX.
Así, el México de nuestros días se construyó sobre la aspiración de ser un país fuerte y unido, bajo el principio del respeto a los derechos y libertades de las personas que lo habitan, en línea con lo que proclama nuestro régimen constitucional desde 1857.
Esta visión que sostiene el tejido de la unión nacional, ha sido reforzada mediante la incorporación en el Texto Constitucional de notables reformas, en particular en nuestro tiempo, en materia de derechos humanos, de amparo y justicia penal.
No olvidemos que la tradición ya asentada entre nosotros, establece un sistema de revisión judicial uniforme. Es una de las piedras angulares de la unidad a la que aspiramos a la luz del Pacto Federal.
Por eso, desde el punto de vista de la impartición de justicia, no es extraño concebir a la obligación de todas las jurisdicciones locales, de someterse a la construcción jurisprudencial federal, como un elemento que fortalece la unidad nacional.
En este sentido, la Institución Federal de Amparo exige, desde su origen, que ninguna autoridad del país, en ninguna de sus regiones, ni siquiera en el más alejado de los rincones de nuestra geografía, esté exenta de comportarse con respeto absoluto al Estado de Derecho.
A esta tradición mexicana, se ha venido ahora a sumar la decisión. Así es ratificada por el Poder Revisor de la Constitución, de que los derechos humanos establecidos en ella y en los Tratados Internacionales firmados y ratificados por nuestro país, sean también protegidos y garantizados de manera invariable, de una región a otra, de una entidad federativa a la otra por todas las autoridades.
En virtud de lo que dispone la Cláusula Federal de nuestro Máximo Ordenamiento, sabemos que todas las facultades que no están expresamente reconocidas a las autoridades federales, se entenderán como exclusivas de las locales.
Es, en este marco, que debemos leer el texto del recientemente modificado artículo 1º y el mandato que impone su párrafo III: “Todas las autoridades del país, están obligadas a regirse bajo el principio de máximo respeto y protección a los derechos humanos. Frente a la obligación de cumplir con esta exigencia, no hay competencia constitucional que valga”.
Esta es la base de nuestro renovado Sistema Federal.
La Constitución no distingue entre competencias, entre jurisdicciones, entre autoridades, cuando se trata de proteger derechos de las personas.
Lo dispuesto en el Artículo Primero, se ajusta en normas aceptadas por la comunidad de naciones, que no pueden cumplirse alegando razones de derecho interno.
En este contexto, la nueva base del federalismo mexicano no sólo es la mejor plataforma para lograr consolidar el Estado Democrático, próspero y justo al que todos aspiramos, reforzando el núcleo básico del Estado de Derecho.
También puede significar hacia el futuro una gran aportación de México en el mundo.
Señoras y señores:
A nuestro país le ha venido bien la organización constitucional bajo un esquema federal.
El Federalismo es una de las decisiones políticas fundamentales de nuestra Constitución, uno de los grandes pilares de nuestra estructura política, y uno de los temas en los que, ideológica y conceptualmente, sin duda, existe el mayor consenso político.
Hoy, en el México Democrático, en el que mucho o casi todo está sujeto a debate, el Federalismo en sí mismo no está a discusión. Las reflexiones en torno a él están en cómo ser federalistas o en cómo hacer funcionar mejor el federalismo, y sobre todo, cómo profundizamos y hacemos más eficaz el Federalismo.
México, adoptó la forma de organización federalista, claramente una fórmula técnica de distribución de facultades y competencias, pero la empobrecemos si sólo la entendemos como una forma de organización; porque el Federalismo es también un valor y un principio, es esencialmente respeto, convivencia y tolerancia a la diferencia.
La Federación Mexicana ha vivido en paz por casi 100 años, bajo un sistema que apuesta al imperio de la Constitución y a la vida institucional. Hemos hecho por la Federación una apuesta de recuperación moral de los ideales de libertad y unidad, que dieron origen al país en la Constitución.
Los impartidores de justicia pensamos que el Federalismo puede dar lugar a un renovado desempeño de facultades y competencias, que igualan a todas las instituciones bajo el mandato expreso de protección de derechos, en particular, de derechos humanos.
El potencial innovador del modelo federalista, genera hoy condiciones constitucionales para, en la unidad, desarrollar al México de derechos al que la Constitución aspira desde cada localidad, desde cada región, desde cada entidad federativa o desde la Federación misma. Hoy, nuestra Constitución configura un Estado Federal en el que todas las autoridades trabajan todos los días para hacer valer los derechos de las personas.
En el Poder Judicial de la Federación, en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que ha podido atestiguar por casi 150 años la capacidad unificadora de la vida federal; estamos seguros de que en nuestro país puede ser mediante la protección efectiva de los derechos de todos, un referente mundial de solución de problemas comunes a todas las naciones, consolidándose como un país de prosperidad y de justicia; como un país de leyes e instituciones al que todos aspiramos; donde el respeto, la certeza y la seguridad jurídica se garanticen por el intachable desempeño de sus jueces.
Nosotros, hoy, solamente cumplamos con ella.
Muchas gracias.
PRESENTADOR: A continuación hace uso de la palabra, con la representación del ciudadano Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, el licenciado Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación.
MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG, SECRETARIO DE GOBERNACIÓN: Senador Miguel Barbosa, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República. Ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Juan Silva Meza. Gobernador Carlos Lozano de la Torre, presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores. Senador Emilio Gamboa Patrón, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado. Señor jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera. Señor gobernador Rubén Moreira, gobernador del estado de Coahuila. Señores gobernadores, señoras y señores legisladores.
Saludo a los titulares integrantes de órganos autónomos, a los presidentes de los tribunales superiores de justicia de las entidades federativas y, por supuesto, también a los especialistas y miembros de la academia que hoy nos acompañan. A los representantes de los medios de comunicación.
Acudo con la representación del Presidente de la República, licenciado Enrique Peña Nieto, quien les envía un respetuoso y reconocimiento permanente.
Felicito a las y a los senadores de la República, por la convocatoria a este evento. En lo particular, saludo y nuestro reconocimiento al senador presidente de la Mesa Directiva, Miguel Barbosa, por el impulso al mismo, pensando más allá de partidos, pensando en el fortalecimiento de nuestro Federalismo; pensando en la unidad de todos los mexicanos. Muchas felicidades.
Señoras y señores, el Federalismo Mexicano es testigo y resultado de casi dos siglos de vida como nación independiente, pero, sobre todo, es reflejo de nuestra diversidad territorial y pluralidad política.
El Senado de la República es un espacio ideal para continuar la discusión en torno a sus retos y fortalezas actuales, ya que aquí se expresa por igual todas las voces de nuestro Pacto Federal.
Es aquí donde las aportaciones y esfuerzos de las entidades se conjugan en beneficio de la unidad del país. Así lo simboliza la placa que hoy debelamos, con los 32 escudos que representan a los Estados Unidos Mexicanos.
No hay duda de que nuestra riqueza se encuentra en cada municipio, entidad y en cada región; pero también es cierto que se consolida y potencia gracias a que todos ellos se integran en una federación.
El Presidente de la República se comprometió desde el primer día de su gobierno a sumar visiones para encontrar juntos soluciones a los retos que enfrentamos, pues son los propios estados y municipios quienes viven esos desafíos con mayor precisión. De ahí que impulsamos un federalismo donde la autonomía no significa desacuerdo obligado, sino fuente de colaboración.
Ya desde 1917 el constituyente tuvo claro que garantizar el desarrollo nacional desde lo local requería la participación conjunta de los órdenes de gobierno, razón por la cual existen facultades concurrentes.
A partir de los años 80’s, tuvo lugar un proceso de descentralización que dio un nuevo impulso a la autonomía de las entidades y trasladó a los estados y municipios muchas de las funciones y servicios que anteriormente solamente realizaba el Gobierno Federal.
Sin embargo, las nuevas responsabilidades constitucionales y legales no siempre fueron acompañadas del fortalecimiento de las instituciones locales que permitieran su total cumplimiento, ni se generaron los mecanismos efectivos de coordinación. Esto resultaba, muchas veces, entidades locales con facultades amplias, pero con capacidad de actuar limitada. En ayuntamientos que en el papel sí podían atender a las necesidades de sus habitantes, pero en la práctica carecían de los recursos y el conocimiento compartido para hacerlo.
Por eso, la instrucción del Presidente ha sido impulsar un federalismo que, con pleno respeto a la soberanía de los estados, articule esfuerzos y potencie capacidades.
Se trata de generar condiciones de corresponsabilidad que permita entregar mejores resultados a los ciudadanos; de contar con un mecanismo de coordinación más efectivos para dar respuestas a las demandas de toda la población; de abrir espacios para la toma de decisiones e impulsar con estrategias y líneas de acción concretas la participación de los tres órdenes de gobierno.
Estamos convencidos de que la democracia y el bienestar de la población comienza en cada región y en cada localidad. Es ahí donde se concretan los logros que, entre todos, estamos alcanzando.
Hoy, a partir del diálogo, la búsqueda de coincidencias y la generación de acuerdos entre las principales fuerzas políticas, el Congreso de la Unión y el Gobierno de la República, México vive un momento histórico de transformación nacional. Un proceso que ha implicado modernizar y reformar las estructuras fundamentales del país para que, con ello, generar las condiciones que nos permitan detonar todo nuestro potencial.
Pero para que estos cambios tengan resultados duraderos de fondo, deben de venir acompañados de transformaciones locales, de la modernización de instituciones y la generación de mayores capacidades en todos los órdenes de gobierno.
Aprovechar al máximo la oportunidad del momento que atraviesa México, requiere necesariamente reflexionar sobre nuestro federalismo, ya que en cada municipio y entidad, donde las reformas y los cambios deben cobrar sentido, con economías locales más sólidas que ofrezcan más oportunidades de empleo para sus habitantes y se traduzcan en una mejor calidad de vida para los mexicanos.
Es ahí, en cada localidad, donde los esfuerzos conjuntos se deben de ver reflejados. En un Sistema de Justicia más expedito, en mayor igualdad entre hombres y mujeres, en más oportunidades para que la ciudadanía forme parte de las decisiones públicas y en la generación de mayores capacidades y aptitudes para competir en un mundo global.
Por eso, las reformas estructurales nunca han pertenecido a un orden de gobierno en particular o a un poder en específico, sino a la labor conjunta de todos, para así generar mejores resultados para los mexicanos.
Como lo ha señalado el Presidente de la República, la meta sí es detonar el crecimiento económico, pero hacerlo de una manera que impulse todas las regiones del país por igual.
Un crecimiento en el que ser del norte o del sur, vivir en el campo o vivir en la ciudad no signifique oportunidades de desarrollo distintas y es en el marco del Pacto Federal que debemos asegurar que los estados y municipios históricamente rezagados caminen por la vía del desarrollo y el crecimiento sustentable.

Porque un federalismo que funciona es un federalismo solidario en el que avanzamos juntos. Un federalismo eficaz no es aquél que se limita por las fronteras entre órdenes de gobierno, sino aquél que en pleno respeto de las competencias promueve su articulación.
Se trata de una colaboración sin traspasar responsabilidades, de una coordinación sin infringir competencias, porque lo más importante es que la ruta de prosperidad que hemos trazado juntos para este país, sea una a la que todo mexicano tenga acceso, sin importar su origen ni su circunstancia.
Señoras y señores, la soberanía de nuestra nación se sustenta en la soberanía de cada una de las entidades que la integran, al tiempo que la unidad entre los mexicanos se refleja en la unidad que significa el Pacto Federal.
El trabajo en conjunto no pide que seamos iguales, sino que actuemos en igualdad. Por eso el gobierno de la República trabaja decididamente para que la colaboración se traduzca en un pacto social más justo y más equitativo.
Por eso la instrucción del Presidente a toda la administración pública federal ha sido clara: pasar de los esfuerzos aislados a la suma de los esfuerzos. Así lo exige el momento de definición que vive México, que ni la división de poderes ni la competencia de órdenes de gobierno sean barreras para su desarrollo, sino herramientas de colaboración que impulsen su transformación.
Hemos avanzado juntos en caminos que se creyeron alguna vez imposibles. Hoy es hora de dar muestra una vez más de la grandeza de nuestro país, este país que tiene una fortaleza en su federalismo, que da origen a una diversidad que no genera competencias, que no genera disputa, sino que da una unidad que todos debemos de entender:
La unidad que es respeto, la unidad que es tolerancia, la unidad que es suma de voluntades a favor de los mexicanos.
Muchas gracias.
PRESENTADOR: Señoras y señores, escuchemos ahora las palabras del Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, senador Miguel Barbosa Huerta.
SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA, PRESIDENTE DE LA MESA DIRECTIVA DEL SENADO DE LA REPÚBLICA: Gracias, muchas gracias.
Bienvenidos al Senado de la República, a todas y a todos los que asisten a este evento inauguratorio del Seminario sobre Federalismo y Unidad Nacional.

La unidad nacional está representada por el Pacto Federal. Ni más ni menos, hoy en el senado se reúne la República, los Tres Poderes de la Unión y los gobiernos estatales.
Saludo la presencia del Ministro Juan Silva Meza, Presidente de la Suprema Corte de Justicia;
Del licenciado Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación, que asiste en representación del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Enrique Peña Nieto;
De los gobernadores de los estados, acompañados por los presidentes o presidentas de los tribunales superiores de justicia y de los congresos locales. De los representantes Presidentes de organismos Constitucionales Autónomos.
De senadoras y senadores. Diputadas y diputados federales. Del Jefe de Gobierno del Distrito Federal. De representantes de la sociedad.
Representantes de medios de información y desde luego de los medios de información que dan cobertura a este evento.
Se trata, éste, de un encuentro republicano. En democracia no existen unanimidades.
La organización, convocatoria y participantes en este seminario, lo representa de manera muy clara.
En democracia, aparecen divergencias que se expresan libremente. Cada parte asume sus decisiones y responsabilidades.
Lo importante es que nunca perdamos la capacidad de establecer un sano ejercicio de comunicación y diálogo entre Poderes.
Esta es una obligación que nos exige la sociedad.
Quien no sea capaz de comprenderla, más tarde que temprano acabará en la marginación política.
Los recintos parlamentarios son el reflejo de una sociedad democrática.
En éstos, la arquitectura tiene componentes simbólicos y expresan un concepto de unidad.
Winston Churchill, cuando explicó la reconstrucción de la Cámara de Debates del Parlamento, luego de su destrucción parcial durante los bombardeos nazis de la Segunda Guerra Mundial, acuñó una frase:
“Nosotros damos forma a nuestros edificios, pero luego ellos nos moldean a nosotros”.
Estamos en la inauguración de un seminario que constituye una aportación del Senado al fortalecimiento de nuestro federalismo.
No es un punto de llegada, sino el punto de partida de una reflexión colectiva, a favor de una de las decisiones fundamentales del Estado Mexicano.
Iniciamos este Seminario con un acto sencillo. Así fue pensado siempre, pero de gran simbolismo, el cual consiste en declarar este sitio, con la República reunida, por medio de la develación de una placa, como El Patio del Federalismo.
De hoy en adelante, en este Recinto, este espacio se conocerá como El Patio del Federalismo.
El Senado, es el garante del Pacto Federal, y la Mesa Directiva quiere expresarlo en este espacio, teniendo presente nuestra Bandera Nacional y los Escudos de los Estados y del Distrito Federal.
Desde Aguascalientes hasta Zacatecas. La Federación, presente por medio de sus Escudos.
Se trata de una Iniciativa que nació en la anterior Mesa Directiva y que hoy presentamos de manera oficial.
Saludo la presencia del senador con licencia, Raúl Cervantes Andrade, Presidente de la Mesa Directiva en el anterior año de ejercicio y con quien compartimos esta idea.
En la historia y en la política, existen definiciones y acciones que expresan las aspiraciones de una sociedad o de un pueblo.
Cuando afirmamos que México es una República representativa, democrática, laica y federal, compuesta de Estados libres y soberanos, tal como puede leerse en nuestra Constitución, no estamos refiriendo a una realidad y a un reto.
Nuestro Federalismo, tiene fuertes raíces históricas, jurídicas y sociales.
La idea de una República Federal obedece a la visión estratégica de los hombres y mujeres que han forjado nuestro país.
Cuando México comenzó su vida independiente, en aquellos convulsos años, cuando a sangre y fuego se forjó el sentido de nuestra nacionalidad; el territorio mexicano era vasto: más del doble del que actualmente lo integra.
La Constitución de 1824 estableció que la nación mexicana adoptada para su gobierno la forma de República Representativa Popular y Federal. Un poco más de una década después, en 1835, los cimientos de la nación se tambalearon.
Las visiones conservadores, como las que lamentablemente aún persisten, asumieron el poder para establecer un sistema centralista; desaparecieron los estados y nacieron los departamentos.
Esta visión centralista provocó inestabilidad por los continuos conflictos entre el centro y las regiones que habían nacido como estados soberanos.
Siguieron guerras, intervenciones armadas, pérdida de territorio, luchas entre concepciones de nación y finalmente, una generación de ilustres mexicanos, encabezados por Juárez, restauró el sistema federal.
La Constitución de 1857 expresó con claridad el carácter federal de nuestro país; el cual, se reafirmó y fortaleció en la Constitución de 1917, que se promulgó cuando nos encontrábamos inmersos en el movimiento militar, social y político más importante del siglo XX: la Revolución Mexicana.
No ha sido fácil lograr que nuestro país sea una República Federal. Es el momento de consolidar nuestro Federalismo, las disparidades regionales, los desequilibrios entre el norte y el sur, la intensa concentración en un puñado de metrópolis, como la Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, y recientemente Puebla, Tijuana y Cancún; así como los desequilibrios en la aportación al Producto Interno Brut0, la recaudación fiscal y la asignación anual de recursos presupuestales, no favorecen a nuestro Sistema Federal.
Percibo en los titulares de los Poderes de la Unión, entre los gobernadores y poderes estatales; la voluntad de abordar el tema del Federalismo desde una perspectiva amplia y de cara al futuro.
Este Seminario constituye una revisión necesaria para poder detonar el desarrollo, asegurar la justicia y el bienestar para la población en todos los rincones del país.
Queremos ser un Senado útil y atento al acontecer de nuestro país. Por esta razón, expresamos nuestra preocupación y exigimos el esclarecimiento de los hechos violentos en el estado de Guerrero, sobre muertes y desapariciones.
El Estado Mexicano debe ser capaz de mantener el orden y al mismo tiempo, garantizar la vigencia de los derechos humanos. Esto incluye de forma clara, frente a la sociedad, el respeto de las fuerzas del orden y de las Fuerzas Armadas. El caso Tlatlaya debe quedar esclarecido.
El Senado está atento al acontecer de nuestra sociedad, por eso expresa la necesidad de que se escuchen las opiniones y se escuchen de manera muy atenta, los planteamientos de los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional. Nunca más, condiciones de confrontación con estudiantes, como en 1968 y 1971.
La Cámara de Senadores, en un ambiente de pluralidad y respeto, desea contribuir a este esfuerzo por el bien de la sociedad y la República.
Nuevamente agradezco, en nombre del Senado de la República, en nombre de los coordinadores parlamentarios Emilio Gamboa y Jorge Emilio González, la presencia de la República en este recinto.
Bienvenidos. Esta es la casa de las mexicanas y de los mexicanos.
Muchas gracias.
PRESENTADOR: A continuación, se invita al Presidente del Senado de la República, al Presidente de la Suprema Corte de la Nación, al ciudadano Secretario de Gobernación, al Presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, al ciudadano Gobernador del estado de Aguascalientes, al ciudadano Jefe de Gobierno del Distrito Federal y al ciudadano Gobernador del estado de Coahuila, tengan a bien proceder a la debelación de la placa alusiva al Federalismo y a la Unidad Nacional.
(DEVELACIÓN DE LA PLACA ALUSIVA AL FEDERALISMO Y A LA UNIDAD NACIONAL)
Se ha develado esta placa, señoras y señores, que fortalece y reafirma el Pacto Federal.
Y de esta manera, da inicio este Encuentro por la Federación y la Unidas Nacional. Gracias por su presencia a todas y a todos ustedes en este el ahora Patio del Federalismo.

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