Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL


INAUGURACIÓN DEL FORO “PERSONA MIGRANTE, CENTRO DE LA POLÍTICA MIGRATORIA” EN EL QUE PARTICIPARON LAS SENADORAS MARCELA TORRES PEIMBERT, MARIANA GÓMEZ DEL CAMPO GURZA Y GABRIELA CUEVAS BARRON; EL PRESIDENTE DE LA CNDH, RAÚL PLASCENCIA VILLANUEVA; EL EMBAJADOR DE EU EN MÉXICO, EARL ANTHONY WAYNE; EL PADRE ALEJANDRO SOLALINDE GUERRA; SERGIO ALCOCER MARTÍNEZ DE CASTRO, SUBSECRETARIO PARA AMÉRICA DEL NORTE DE LA SRE; OMAR DE LA TORRE MORA, TITULAR DE LA UNIDAD DE POLÍTICA MIGRATORIA DE SEGOB; ARDELIO VARGAS FOSADO, COMISIONADO DEL INM; Y LA DIPUTADA FEDERAL, AMALIA GARCÍA MEDINA.
MODERADOR: Bienvenidos a este Foro “Persona Migrante, Centro de la Política Migratoria”.
Este foro tiene como objetivo analizar la movilidad humana en México desde una perspectiva multidimensional, así como escuchar las voces de organizaciones de la sociedad civil y trabajar con las autoridades correspondientes, a fin de alcanzar mejoras legislativas encaminadas a facilitar la ayuda humanitaria y brindar protección integral a este grupo de personas en situación de vulnerabilidad.
Nos complace contar en este importante espacio, con la participación de integrantes de organizaciones de la sociedad civil, personas defensoras de los derechos humanos, servidores públicos de los tres ámbitos de gobierno, personal de organismos internacionales, miembros del cuerpo diplomático de embajadas centroamericanas y de Estados Unidos en México y muy especialmente tener entre nosotros la presencia de personas migrantes.
Sean muy bienvenidos ustedes que transitan por nuestro país en busca de una vida más digna.
Hoy tenemos el honor de que nos acompañen en el presídium la senadora Marcela Torres Peimbert, Secretaria de la Comisión Anticorrupción y Participación Ciudadana del Senado de la República.
El doctor Raúl Plascencia Villanueva, Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
El embajador Earl Anthony Wayne, embajador de los Estados Unidos en México.
El padre Alejandro Solalinde Guerra, Director del Albergue “Hermanos en el Camino”, Defensor de los derechos humanos de las personas migrantes.
La senadora mariana Gómez del Campo Gurza, Presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, América Latina y El Caribe, del Senado de la República.
La diputada Amalia Dolores García Medina, Presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios de la Cámara de Diputados.
El doctor Sergio Alcocer Martínez de Castro, Subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones exteriores.
El licenciado Omar de la Torre Mora, titular de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación, en representación de la licenciada Mercedes del Carmen Guillén Vicente, Subsecretaria de Población, Migración y Asuntos Religiosos.
El licenciado Ardelio Vargas Fosado, Comisionado del Instituto Nacional de Migración.
Para dar inicio a este evento cedemos el uso de la palabra al padre Alejandro Solalinde Guerra, Director del Albergue “Hermanos en el Camino, Defensor de Derechos Humanos de las Personas Migrantes”.
PADRE ALEJANDRO SOLALINDE GUERRA: Buenos días a todos.
Qué gran oportunidad esta coincidencia de estar en este momento con nosotros todas y todos los que nos encontramos, pero sobre todo hay una presencia muy importante, que es la de nuestros hermanos migrantes.
Son ya 235 millones en el mundo que se están moviendo forzadamente. En México estamos viendo uno de los flujos más importantes migratorios y en este momento tenemos la presencia clara, una prueba evidente del dolor de ese camino, de lo peligroso y lo mortal de ese camino.
Hay cosas que no podemos evitar, pero hay cosas que sí podeos evitar. Este foro se hizo con la finalidad principal, prioritaria, de buscar la protección de las personas migrantes en esta parte, en este flujo del sur al norte.
Creo que es una buena oportunidad para todas y para todos que nos toquemos el corazón, que seamos responsables con la vida, que entendamos que todos somos una sola familia, que estamos caminando hacia un mundo globalizado pero incluyente.
Creo que este foro es una gran oportunidad, la voz de la humanidad en este momento la tienen estos hermanos migrantes que han venido de Honduras.
Ellos, sin duda, nos dirán su palabra directa, nos dirán su penar. Gracias a Dios ya el Presidente de la República aceptó hablar con ellos, ya nos dieron esa información, lo cual agradecemos de verdad y creo que es un gesto de muy buena voluntad de un mandatario que acaba de estar precisamente en el país de procedencia de estos hermanos migrantes, lo cual agradezco públicamente e invito a todas y a todos para unirnos en ese esfuerzo común de buscar la protección.
La seguridad nacional ha crecido desproporcionadamente y no así la protección a los migrantes. Esperamos que este foro sea una oportunidad para que todos demos lo mejor de nosotros mismos y podamos contribuir a una verdadera legislación que proteja el flujo migratorio que proteja a las personas más vulnerables, que son en este momento las personas migrantes.
Buenos días, muchas gracias.
MODERADOR: Agradecemos al Padre Alejandro Solalinde Guerra su mensaje y escuchamos a continuación al licenciado Omar de la Torre de la Mora, titular de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación.
LICENCIADO OMAR DE LA TORRE DE LA MORA: Me da mucho gusto saludarlos, saludo a la senadora Torres Peimbert, al doctor Raúl Plascencia, al excelentísimo embajador Wayne, a todos los integrantes de esta mesa, senadores, diputados, funcionarios del sector público federal y también saludo, por supuesto, a todos los señores migrantes y a todas las personas que están en esta reunión.
Quiero decirles que insertar el tema del bienestar del migrante y de la persona inmigrante hoy, cuando se habla de migración, es uno de los puntos más importantes con lo cual podemos arrancar cualquier discusión en materia migratoria.
En el 2013 la Organización Internacional de Migración, su reporte está hecho especialmente para apoyar el bienestar del migrante como persona.
OCDE también en su reporte 2013 está hecho para ver las condiciones de las personas, o sea, quitar esas dimensiones macro y que apuntaban nada más a ver, por ejemplo, qué impacto general de las remesas que pueda tener en un país, impactos grandes y ahora reducir a las condiciones de vida, la percepción de cómo se entienden sus condiciones de vida los migrantes.
Eso queremos que es algo que es muy importante, el Programa Especial de Migración que presenta en unos días la Secretaría de Gobernación, en su introducción ustedes ya van a ver, desde el inicio habla de que el centro de la migración, de la política migratoria de México, por supuesto es la persona migrante, la persona como individuo.
Entonces, aquí, para hacer esto, para hacer el Programa Especial de Migración, que será presentado en unos días, tuvimos en cuenta dos grandes cosas: una, que deberemos tener una gran consulta, la tuvimos, tenemos una consulta ciudadana, más de 2 mil propuestas ciudadanas en varias partes de México, en Estados Unidos, incluso en Suiza hubo participación on line para los mexicanos en el exterior y hubo una amplia participación para la consulta.
Y, dos, tomar como índice principal el que tendríamos que ir hacia la liga entre migración y desarrollo, que no puede ser otra más que el de ver cómo los fenómenos, a pesar de la migración en México, tienen que hacer un reconocimiento de que es un fenómeno integral, que es un fenómeno que tiene las dimensiones de inmigración, emigración, tránsito y retorno y que todos tenemos que captarnos como país, tenemos que aceptarnos que esa es la nueva forma de ver nuestro país en esas cuatro dimensiones.
Este programa no sólo va a conceptos tan importantes como el individuo, sino va también a conceptos como la corresponsabilidad Tenemos que ser corresponsables en materia migratoria a nivel hemisférico, a nivel regional, a nivel persona, a nivel institucional.
También otros conceptos como el de seguridad humana, como decía el padre ahorita, tiene que ser un concepto que penetre, por supuesto que vaya de la mano con sí, el orden, con velar por la seguridad de los migrantes, pero sí tener entendido que antes que nada la prevención es el fenómeno más importante que puede haber en materia de seguridad.
Y a ellos, por supuesto conceptos como integración social y reintegración social son fundamentales. En la integración social, por ejemplo, nuestro país hoy todavía está en pañales. Nosotros pertenecemos a la OCDE como país, mientras nosotros tenemos .3 por ciento de extranjeros en México, en un discurso que históricamente hemos dicho que tenemos los brazos abiertos, pero únicamente .3 por ciento en nuestro país son extranjeros, esto es 350 mil que tengan origen e otro país, mientras el promedio de la OCDE tiene 13 por ciento.
Países como Canadá, Australia y todos esos, que rebasan el 20 por ciento, seguimos teniendo el .3 por ciento y entonces requerimos mucho más que la integración, que es un fenómeno real, que aceptemos mucho más a los migrantes, de cualquiera que sea su situación.
Y la reintegración hoy es un fenómeno que nos ocupa, es el fenómeno más importante de los próximos años y todo lo que significa las deportaciones.
La Secretaría de Gobernación tiene ya los primeros pasos como fruto de este Programa Especial de Migración acaba de anunciar hace unos días el Instituto Nacional de Migración, todo lo que significa y la Subsecretaría de Población y Servicios de Migración y Asuntos Religiosos, acaba de anunciar el Programa “Somos Mexicanos”, para atender de una manera integral a los mexicanos que son deportados y hay que reintegrarlos de la mejor manera a que puedan ser útiles en nuestro país.
Asimismo vendrá, por parte de la Secretaría de Gobernación en los próximos días programas como “Paso Seguro”, que atenderá la frontera sur, como “Raíces”, que es la homologación de lo que significa actas de nacimiento y todo el papeleo, el derecho de identidad y también “México, País Destino”, que es para todo un  programa de regularización.
Entonces, eso es lo que estamos haciendo, el Programa Especial se publicará en la primera semana de mayo y pretende tener, a partir de lo que se recogió de la sociedad, tener ajustes anuales y seguir con un monitoreo ciudadano para que esto pueda ser un programa con responsabilidad.
Gracias.
MODERADOR: Agradecemos al licenciado Omar de la Torre de la Mora su mensaje.
Damos la más cordial bienvenida a la senadora Gabriela Cuevas Barron, Presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de la República.
A continuación pedimos el uso de la palabra al doctor Sergio Alcocer Martínez de Castro, Subsecretario para América del Norte, de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
DOCTOR SERGIO ALCOCER MARTÍNEZ DE CASTRO: Muchas gracias, muy buenos días, señora senadora Marcela Torres, muchas gracias por la convocatoria y la invitación a este foro importante, sin duda, para la política interior, pero también para la política exterior de México, que es reconocer la importancia del fenómeno migratorio para nuestro país.
Me complace mucho estar el día de hoy acompañando al doctor Raúl Plascencia, Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, así como también a mi muy buen amigo, el señor embajador de los Estados Unidos en México, señor Anthony Wayne.
Igualmente reconocer la presencia y el interés siempre permanentes sobre este tema, de la diputada Amalia Dolores García, de la senadora Mariana Gómez del Campo, así como también de la senadora Gabriela Cuevas.
Igualmente reconozco la asistencia el día de hoy de mis colegas de la Secretaría de Gobernación, licenciado Omar de la Torre, el licenciado Ardelio Vargas, y dejo al final, no por ser menos importante, al contrario, por ser un líder en el movimiento pro migrante, con una dedicación, sin duda por su vocación religiosa, pero sobre todo que da una lección de solidaridad humana, el Padre Solalinde, es un privilegio estar el día de hoy acompañándolo, Padre.
La evolución del fenómeno migratorio y de sus manifestaciones en cuanto a ser un fenómeno de origen tránsito, destino y retorno de personas  nos plantea el reto de trascender esquemas tradicionales de la atención y adoptar una óptica renovada, bajo la cual la persona migrante, además de ser sujeto de derecho, es además un sujeto de desarrollo.
Es un aliado del desarrollo de las comunidades que lo reciben, como también es un aliado del desarrollo de las comunidades a las cuales pertenecían originalmente.
Los enfoques parciales y las respuestas coyunturales para la atención del fenómeno migratorio deben dar paso a una perspectiva amplia, coherente, incluyente y de largo aliento.
La adopción de un enfoque regional y el reconocimiento de realidades demográficas y económicas son elementos que la Cancillería mexicana identifica como ejes transversales para avanzar en el tratamiento del fenómeno migratorio.
La movilidad de las personas es un elemento indispensable para consolidar la competitividad y la integración económica de América del Norte y esta realidad se extiende hasta Centroamérica.
De hecho las proyecciones estadísticas señalan que entre el año 2030 y 2040 los países desarrollados tendrán déficit poblacional y que la migración no será suficiente para compensar ese desnivel.
En todo este dinámico y complejo marco, las tareas de asistencia y protección consular seguirán siendo una de las prioridades y funciones primordiales de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
México cuenta con un sólido andamiaje para la protección de personas mexicanas en el exterior, por vocación, historia, voluntad política y de servicios, esta infraestructura no tiene paralelo en el mundo y se ha convertido en un punto de referencia a nivel mundial.
Los casi 200 mil casos de asistencia y protección consular registrados por las representaciones de México en el exterior el año pasado, acreditan este compromiso cuyo énfasis principal está en la atención a personas vulnerables, con los más de 16 mil niños, niñas y adolescentes no acompañados, de nacionalidad mexicana, asistidos por la red consular fronteriza durante el año 2013.
Para nosotros el tema de la corresponsabilidad, y lo señalo, la corresponsabilidad, es indispensable en la atención del fenómeno migratorio a nivel nacional, regional y multilateral.
El gobierno federal y los estados, el Poder Legislativo, el Judicial, los empresarios, la academia y la sociedad civil compartimos la responsabilidad en el análisis del fenómeno, en la creación de oportunidades de empleo para los migrantes, así como en el diseño de políticas públicas para atender sus necesidades.
Justo con este espíritu de responsabilidad compartida, en la atención de las personas migrantes, aplaudo la iniciativa de la senadora Torres Peimbert y celebro la presencia e interés de todos ustedes, especialmente de nuestros amigos migrantes que el día de hoy nos acompañan.
Quisiera terminar agradeciendo al Senado de la República el interés y el punto de acuerdo que ayer expresaron, a favor de las gestiones que el gobierno de la República hace frente al gobierno de los Estados Unidos, para lograr la implantación del lenguaje de Avena, así como todos los recursos que la Cancillería Mexicana ha desplegado en el ámbito judicial, político, para evitar el caso de la ejecución de nuestro connacional, el señor Hernández Llamas.
Agradezco al Senado de la República la solidaridad, el interés y el punto de acuerdo que fue expresado.
Con esto agradezco la oportunidad de dirigirme a ustedes, muchas gracias.
MODERADOR: Agradecemos al doctor Alcocer sus palabras y cedemos la palabra a la diputada Amalia García Medina, Presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios de la Cámara de Diputados.
DIPUTADA AMALIA GARCÍA MEDINA: Muchas gracias.
Agradezco de verdad, de manera muy enfática, esta iniciativa del Senado de la República, de la senadora marcela Torres Peimbert y la presencia, el respaldo y el compromiso de la demás senadoras que están aquí presentes, porque la causa de los migrantes es una causa que es y que tiene que ser de todas y de todos.
Realmente me resulta difícil intervenir esta mañana, porque igual que todos los que estamos aquí, nos conmueve mucho ver a estos hombres que deseaban ir a los Estados Unidos, aquí está el Embajador de los Estados Unidos, y que igual que todas y todos los que estamos aquí, lo que deseaban era encontrar un trabajo, buscar un trabajo para sostener a su familia.
Todas y todos hemos estado en esa situación, en distintos momentos de nuestra vida; ¿Por qué entonces tener que estar en las sombras y por qué correr riesgos? Y ¿Por qué sufrir por haber transitado en la bestia y ser víctimas de un sueño, de un deseo, para cambiar su vida?
Me parece sustancial que desde el Congreso de la Unión y reconozco esta iniciativa del Senado de la República en este evento; tomemos algunas acciones que cambien esta situación. Es aquí en donde podemos hacerlo, desde el Congreso de la Unión y desde el Gobierno de la República; tenemos la encomienda y los espacios para tomar esas decisiones y la única manera de acabar esto es que ya no tengan que esconderse y estar en las sombras cuando transitan por México.
Se ha hablado de la posibilidad de una visa de tránsito y creo que es el momento oportuno para que empecemos a discutir esa posibilidad; solamente con una visa de tránsito podrá ser posible.
Y también con un concepto nuevo en los gobiernos regionalmente, en Centroamérica, en México y en los Estados Unidos; que no vean a la migración como un asunto de seguridad nacional, sino como un asunto de seguridad humana. A quien se les debe garantizar es a las personas; a personas como las que están hoy aquí esta mañana, que no gozaron de las condiciones para mantener su integridad física aunque, por lo que se ven, mantienen en algo su integridad moral, su entusiasmo, su deseo de salir adelante.
Las personas tienen derechos, independientemente de que dejen su país de origen y México se ha distinguido y aquí reconozco a la Secretaría de Relaciones Exteriores porque en Ginebra planteó en Naciones Unidas, y fue aceptado, que nunca se utilice ya jamás el término de “ilegal” cuando se habla de un migrante: No son ilegales, son personas que están buscando un trabajo; y el concepto tiene que ser el de trabajadores migrantes con sus familias.
Reconozco esta determinación y esta disposición de continuar trabajando a favor de los derechos de los migrantes y expreso, a nombre de la Comisión de Asuntos Migratorios de la Cámara de Diputados, nuestra determinación y deseo de trabajar estrechamente con el Senado de la República, con el Gobierno de la República, con la Comisión de Derechos Humanos y, por supuesto, con quienes desde la sociedad civil, como el Padre Solalinde, se han destacado incluso a riesgo de su vida, por la defensa de los derechos de los migrantes, las migrantes y sus familias.
Muchas gracias.
MODERADOR: Agradecemos la exposición de la diputada Amalia García Medina; para escuchar ahora el mensaje de la Senadora Mariana López del Campo Gurza, Presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América Latina y el Caribe del Senado de la República.
SENADORA MARIANA GÓMEZ DEL CAMPO GURZA: Muchas gracias.
Primero, celebrar que la Senadora Marcela Torres Peimbert haya tenido esta iniciativa, poder tener un encuentro con nuestros hermanos migrantes; poder tener un encuentro con las personas que encabezan estos albergues a lo largo y ancho del país; con quien además he tenido la oportunidad de visitarlos, de saber en qué condiciones se encuentran los albergues en el país, en qué condiciones se encuentran los migrantes que llegan a estos albergues.
Y para mí también es un honor poder estar en este presídium, con el Padre Solalinde. Toda mi admiración, mi respeto a su trabajo, esa vocación de servicio y sobre todo ese corazón tan grande que tiene el Padre Solalinde y el amor con el que recibe a los hermanos migrantes.
Saludo a cada uno de los que nos acompañan en este presídium, sin duda alguna habla el que puedan estar aquí todas estas personalidades, habla del interés que tiene México en seguir trabajando por el respeto a los derechos humanos de los migrantes, en seguir trabajando porque tengan mejores condiciones. Y gracias a los migrantes, que seguramente con mucho esfuerzo están aquí esta mañana.
México tiene dos maneras de ver la problemática de la migración: La primera, como país de origen y retorno de los connacionales que van desde México hacia los Estados Unidos; y la segunda, como país de tránsito para las millones de personas que cruzan el territorio nacional para llegar a la frontera norte de nuestro país.
En ambas problemáticas se tiene un común denominador, seguimos teniendo constantes violaciones a los derechos humanos de manera indiscriminada y que ocurren a lo largo y ancho del país; tanto en Chiapas como en Tabasco, Veracruz, Tamaulipas o el Estado de México.
Hay que destacar la evolución que hemos tenido en los últimos años y la tarea que tenemos pendiente. En este sentido y tras la adecuación que se ha realizado de manera paulatina de nuestra legislación, cada vez se habla más de protección y defensa de los derechos humanos de las personas; como ha sido el caso de la Ley de Migración.
Les quiero compartir que un grupo de legisladores presentamos ya una iniciativa de ley para elevar a rango constitucional el derecho de todas las personas migrantes; así como la obligación que tiene el Estado mexicano de garantizarlo, independientemente de su nacionalidad, origen, género, etnia, edad o status migratorio.
Esta última, sustentada en la opinión consultiva realizada por el Gobierno mexicano en el año 2003, ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, relativa a la condición jurídica y los derechos de los migrantes indocumentados, en la que se determina que el principio fundamental de igualdad y no discriminación, acarrea obligaciones erga onmes, respeto a los derechos humanos.
Y también en esta misma iniciativa estamos incluyendo un transitorio segundo, en el que lo que estamos buscando es que el Congreso de la Unión expida a la brevedad una ley que reglamente y regule los albergues de asistencia humanitaria. Por eso, celebro también que pueda estar aquí con nosotros la diputada Amalia García, para que me ayude a que podamos darle este impulso y que los albergues puedan estar regulados y, sobre todo, puedan recibir ayuda del Gobierno, apoyo del Gobierno y no como ocurre hoy en día, que vemos al Padre Solalinde –por poner un ejemplo– tocando puertas y pidiendo a todos apoyo para que puedan estar vivos estos albergues.
Sin duda alguna hay mucho por hacer, hay mucho por hacer en cada uno de los estados de la República; en algunos el problema es mucho más fuerte y yo lo que sí creo es que la grave problemática que aqueja a las personas migrantes que son objeto de robos, de secuestros, intimidaciones o de un sinnúmero de delitos realizados por integrantes de redes de delincuencia organizada, esto tiene que parar.
Y por eso la importancia también que nos pueda estar hoy acompañando el licenciado Ardelio Vargas Fosado, el Comisionado del Instituto Nacional de Migración, con quien además hemos tenido a partir de estas visitas a los albergues, a las estaciones migratorias, hemos tenido una serie de reuniones para ver de qué manera podemos ayudar desde el Senado de la República, perfeccionar las leyes y sobre todo, ver de qué manera pueden ser más eficientes.
Y por último, quiero compartirles que en el Senado hemos ido trabajando este tema y hemos logrado que el tema de los migrantes se esté convirtiendo en la agenda de todos y cada uno de los senadores. Logramos con mucho éxito la semana del migrante, a partir de ahí se conformó un grupo técnico integrado por organizaciones de la sociedad civil, expertos del tema migratorio, con la intención de poder generar iniciativas.
Generamos la primera propuesta legislativa dirigida a contribuir el fortalecimiento del Instituto Nacional de Migración; lo que queremos es que el Instituto Nacional de Migración tenga cada vez una visión más humana. Tenemos y debemos humanizar al Instituto Nacional de Migración y a cada una de las instancias de gobierno que trabajan por los migrantes.
Por último, y nuevamente, reconozco el interés, el esfuerzo y el empeño de la Senadora Marcela Torres Peimbert, le agradezco la invitación a este encuentro. Con lo que aquí tratemos, vamos a lograr fortalecer a nuestras instituciones y todos los que estamos aquí, estamos obligados a actuar a favor del bien común, de la dignidad de las personas sin importar su procedencia, condición económica o status migratorio.
Tenemos que trabajar por todos esos niños no acompañados, por todas esas mujeres que desafortunadamente son violadas, son maltratadas y terminan, en el mejor de los casos, en algunos de estos albergues siendo auxiliadas.
Muchas gracias, Senadora, y bienvenidos todos al Senado de la República; es un honor tenerlos aquí en su casa.
MODERADOR: Agradecemos a la Senadora Gómez del Campo sus palabras.
Corresponde a continuación la intervención de la Senadora Gabriela Cuevas Barron, Presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de la República.
SENADORA GABRIELA CUEVAS BARRON: Buenos días. Bienvenidos a todas, a todos a este Senado de la República, esta es su casa.
Muchas gracias, Senadora Marcela Torres Peimbert por esta invitación; muchas gracias también a la Comisión de Derechos Humanos por participar; también a las organizaciones de la sociedad civil.
Nos da mucho gusto tenerlos por aquí y ojalá sea este, uno de los muchos diálogos que podamos sostener a favor de una política migratoria que se centre en las personas y no en los intereses políticos.
Durante los últimos años hemos dado pasos muy importantes en materia migratoria, específicamente en el ámbito legislativo. Desde el año 2011 se dejó de criminalizar la migración en México y también hicimos un cambio sustantivo, fundamental para hacer una Ley de Migración que tuviera claramente este nuevo concepto y no el que se tenía antes de estar criminalizando a las personas migrantes.
Sabemos que nadie migra por gusto, nadie deja a su familia, a su casa, a sus comunidades por gusto: se hace buscando oportunidades, se hace huyendo de situaciones de inseguridad, de violencia, se hace buscando tener una mejor calidad de vida para uno o para sus hijos.
Sin embargo, parece que todavía esa sensibilidad no la tienen los gobiernos, no sólo el de México o el de Estados Unidos; sino los de todo el mundo. Si lo vemos, por ejemplo, en las cifras en nivel agregado, nada más cuando hablamos de menores de edad, hay más de 30 millones de niños, niñas y adolescentes migrando en el mundo.
Hay países que no tienen 30 millones de habitantes, hablar de 30 millones de menores migrando en el mundo, son cifras alarmantes y claramente no estamos los políticos a la altura de estas circunstancias.
La complejidad que tiene el fenómeno migratorio, sin duda nos obliga a atenderlo desde distintos ámbitos: Uno, sin duda el Legislativo, donde hace falta dar muchos más pasos significativos e importantes; pero también está el de las políticas públicas y también está el del trabajo de la diplomacia y el trabajo entre distintas regiones y países del mundo.
Por eso yo celebro esta gran convocatoria que hace la Senadora Torres Peimbert, porque nos tiene aquí a muchos de los involucrados en esta toma de decisiones y por eso digo que puede ser el primero de muchos pasos que tengan grandes resultados.
Durante este día habrá dos mesas que me parecen muy importantes: El primero, que tiene que ver con la ayuda humanitaria. Y creo que este es un tema en donde México hoy está en deuda con el mundo; pero sobre todo, con la humanidad.
México ha recibido mucho por parte del mundo y también hubo años donde México dio mucho también en el mundo; y uno fue la tradición de asilo que tuvimos, por ejemplo, en la época de los 80’s, donde México recibió a muchísimas personas no solo de Centro y Sudamérica, sino también de Europa y distintas nacionalidades; y que llegaron a nuestro país buscando una esperanza para tener una vida en paz.
Ese fue el México de los 80’s. Hoy no tenemos ese mismo espíritu; hoy México no es el hogar donde no exista la discriminación, donde no exista la xenofobia, donde exista una mano para poder ayudar a quien hoy lo necesita.
Para darles un dato que me parece gravísimo: entre 2011 y 2012 se recibieron mil 381 solicitudes de reconocimiento de la condición de refugiado. De esas mil 381, solamente se le reconoció esta condición a 447 personas.
Si lo vemos en distintas áreas y lo que sucede con los demás solicitantes y las razones por las que se niega el asilo; vemos que nuestro país no es esa misma casa abierta y hospitalaria que era en los 80’s.
Al mismo tiempo también, es importante discutir cuáles son las necesidades de los refugiados. Un informe de ACNUR y de COMAR, ha puntualizado que a los refugiados en nuestro país se les complica mucho la vida por estas prácticas de discriminación, de xenofobia, por la falta de oportunidades, por los abusos, por la pobreza.
Sin duda hay mucho que tenemos que hacer en esta materia y creo que esa mesa sobre ayuda humanitaria, podrá ser de gran ayuda para hacernos avanzar en una legislación que esté acorde con lo que hoy México, como la catorceava economía del mundo, debe ofrecer en esta región.
La segunda mesa, titulada “Protección integral a las personas migrantes”, sin duda es de lo más interesante. Hoy, como lo comentaban las anteriores ponencias, México es un país de origen, de tránsito, de destino de migrantes. Y si bien tenemos toda esta posible experiencia, no hemos sabido encontrar dónde están esos problemas estructurales; pero lo más importante, no hemos sabido solucionarlos.
Y tenemos que solucionarlo porque todos los días son miles de personas las afectadas por esta carencia de una política migratoria, que tenga como centro a las personas.
En esta mesa, me parece que será importante definir políticas públicas diferenciadas y, ustedes lo sabrán mejor, no vive lo mismo una mujer, una niña migrante, que un varón; no vive lo mismo un niño, que aquel niño que se encuentra separado o no acompañado; no vive lo mismo una persona con alguna discapacidad, que una persona que está buscando migrar con toda su familia.
Son distintas las realidades a las que se enfrentan y me parece que las políticas públicas por ello deben ser diferenciadas y acorde a las necesidades de cada uno de los migrantes, de manera que nadie quede fuera de una esfera de protección.
Hace dos semanas fueron rescatados 370 niños migrantes que, para variar, fueron abandonados en lugares peligrosos y en lugares de difícil tránsito, después de haber pagado entre 3 mil y 5 mil dólares a los traficantes; 163 de estos pequeños emprendieron el viaje solos y la gran mayoría presentaba fatiga extrema, lesiones o deshidratación.
Y estas son las historias que a veces nos enteramos en las noticias; pero las historias cotidianas, aquellas historias de abandono, de lucha a veces hasta con el clima, de problemas con el crimen organizado, de amenazas que enfrentan los luchadores de derechos humanos: Esas historias son las que hay que prevenir y las que tenemos nosotros que defender todos los días.
Si lo vemos en algunos datos, que me parecen también gravísimos, si lo vemos en niños migrantes no acompañados, abramos un paréntesis: Una cosa es la política que México reclama a Estados Unidos y otra es la falta de congruencia de México hacia Centro y Sudamérica.
Nosotros reclamamos a Estados Unidos un trato justo, digno, apegado a los derechos humanos a Estados Unidos; y sí, claramente debemos exigirlo a los Estados Unidos, porque son principios universales. Pero, ojalá México pudiera ser ejemplo de lo mismo que exige.
Hoy México no practica lo que exige a Estados Unidos, en su frontera sur; nuestra frontera sur es peligrosa, es complicada, tiene problemas a veces hasta para cruzar los ríos, hay muerte, hay violaciones a los derechos humanos, hay traficantes, hay personas –sobre todo mujeres– que enfrentan violaciones sexuales.
Hoy es tiempo de que México sea un ejemplo en lo que tanto pide, y es el tema de migración. Si lo vemos en cómo México ha sido con los niños migrantes; es un tema que hemos reclamad a Estados Unidos, México no es mucho mejor: En el año 2011 deportamos a 2 mil 800 niños migrantes no acompañados y en 2013, a 5 mil 400; más del doble.
Estas cifras, lo que nos dejan ver es que la realidad está rebasando por mucho cualquier decisión que tomamos los legisladores o que toma el Gobierno; y si no entendemos que la realidad está ahí y debemos solucionarla, en lugar de pretender que no existe y nada más devolver –por ejemplo– a los niños a comunidades en las que no sabemos qué tipo de riesgos están corriendo, claramente seguiremos avanzando por el camino equivocado.
La responsabilidad que tenemos es fundamental.
Yo quiero agradecerles una vez más a todos su presencia. Me da mucho gusto, en especial que esté aquí el Embajador Wayne, con quien además hemos podido avanzar mucho en estos temas de niñez y quien tiene un particular interés por prevenir todos los problemas de trata en los que México tampoco es un ejemplo en el mundo.
Y sin duda quisiera también aprovechar este espacio para compartirles dos temas que hemos estado trabajando en este Senado de la República:
Uno tiene que ver con la Unión Interparlamentaria. La Unión Interparlamentaria es el brazo legislativo de Naciones Unidas y forman parte 164 países.
Ahí solamente se votan cada año cuatro resoluciones: tres de temas de estudio y un punto de urgencia.
Pues una de estas cuatro resoluciones, y que votamos apenas hace una semanas, fue precisamente buscando que estos 164 países nos comprometamos a legislar y a tener políticas públicas a favor de la niñez migrante separada o no acompañad y de la niñez en situaciones de conflictos, sean armados o incluso no armados porque después parece que a veces a los estados se les complica catalogar cuando la niñez corre peligro.
Parte de lo que nos comprometemos incluyendo a México entre estos 164 países es, primero, a respetar todos los derechos de los niñas y adolescentes.
Y con esto implica defender el interior del niño en cada una de las decisiones que tomemos, y un tema muy importante muy sensible al comprometernos con el principio de no devolución o las no deportaciones.
Primero, se tiene que estudiar cuál es la situación que están viviendo los niños, niñas y adolescentes antes de pensar que la puerta giratoria tiene que dar vueltas para volver a los niños a situaciones donde no sabemos incluso si están arriesgando su vida.
En materia de niños en situaciones de conflicto, también hay grandes avances en esta resolución.
Si a alguien le interesa, con mucho gusto le dejaré el material a la senadora Torres Peimbert. Estaremos también aquí durante la mañana de este evento.
Pero es un gran avance y yo espero que encontremos los mecanismos para que todos estos 164 países realmente demos puntual seguimiento y este acuerdo a nivel internacional se traslade a las legislaciones nacionales, a los presupuestos y a las políticas públicas de cada uno de estos países.
Y otro tema también que quisiera compartirles antes de terminar y de que la senadora Torres Peimbert me ponga cara de que me apure, es el de una iniciativa que acabamos de presentar varias senadoras a favor de los niños migrantes separados o no acompañados.
Y aquí incluye algunos temas muy importantes y que se han expresado ya en esta mesa, como lo comentaba la senadora Gómez del Campo: el tema de los albergues.
Los albergues tienen que ser mucho más apoyados por el gobierno, pero también tienen que estar los sistemas DIF, sobre todo en los estados, atentos a resolver cualquier situación que sea necesaria, y para esto se tiene que destinar presupuesto y se tiene que legislar.
Se propone también la creación de una comisión especializada para determinar el interés superior de la niña, niño o adolescente, porque no es un asunto nada más de lo que un niño, una niña le cuente algún uniformado.
Vienen ya muy asustados y si pensamos que ahí es donde se va a poder realmente determinar cuál es la situación que viven los niños, cuál es la problemática que están viviendo, pues es difícil.
México tiene que dar plena certeza y vigencia a los derechos humanos, empezando por el de los niños, niñas y adolescentes, que son unas de las poblaciones muy, muy vulnerables, especialmente cuando se encuentran migrando.
Y sin duda también un tema que me parece fundamental, y es incluir en nuestra legislación el principio de la no devolución.
México no tiene por qué devolver de manera inmediata y sin hacer un estudio de fondo, a todos estos niños y niñas que no sabemos, insisto, cómo se las estén viendo en sus comunidades.
Primero hay que hacer una entrevista seria, un buen estudio y después tomar este tipo de decisiones.
Quiero reconocer especialmente el papel que desempeñan los grupos de la sociedad civil.
Me parece que están mucho más adelantados de lo que hacemos legisladores y gobierno.
Son ustedes quienes salvan la vida de millones de personas: de niños, de niñas, de adolescentes, de adultos, de viejitos, que se encuentran en situaciones muy graves.
Muchas gracias por el trabajo que realizan, muchas gracias por su ejemplo, por su testimonio y muchas gracias por estar aquí.
MODERADOR: Agradecemos a la senadora Gabriel Cuevas su mensaje.
Tiene el uso de la palabra el Embajador Earl Anthony Wayne, Embajador de Estados Unidos en México.
EMBAJADOR EARL ANTHONY WAYNE: Muchas gracias a todos ustedes por acompañarlos aquí el día de hoy.
Es un gran privilegio ser parte de un evento que reúne a tantas personas para avanzar en una causa tan importante; proteger a una población extremadamente vulnerable: los migrantes.
Me gustaría dar un agradecimiento especial a mis compañeros aquí en el presídium, especialmente a la senadora Marcela Torres Peimbert, Secretaria de la Comisión Anticorrupción y Participación Ciudadana del Senado, por sus esfuerzos para organizar este Foro.
El doctor Raúl Plascencia Villanueva, Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Senadora Gabriela Cuevas Barron, Presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
Senadora Mariana Gómez del Campo, Presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América Latina y el Caribe, del senado.
Diputada Amalia Dolores García Medina, Presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios de la Cámara de Diputados.
Padre Alejandro Solalinde Guerra, Rector del Albergue Hermanos en Camino, defensor de derechos humanos para personas migrantes.
Licenciado Omar de la Torre de la Mora, titular de la Unidad Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación.
Doctor Sergio Alcocer, Subsecretario para Asuntos de América del Norte en SRE.
Y licenciado Ardelio Vargas Fosado, Comisionado del Instituto Nacional de Migración.
Y todos ustedes:
Cuando hablamos sobre migración, a menudo parece ser un tema político o económico, pero es mucho más que eso: Se trata de una cuestión humanitaria, una cuestión moral.
Tenemos que ver a los migrantes como algo más que números. Podrían ser padres con vejez o incluso niños. Son humanos y debemos ayudarles en lo que podamos.
Los Estados Unidos y México sabemos que compartimos la responsabilidad de la protección a los migrantes.
La principal interacción que tenemos en temas migratorios se centra en nuestra frontera compartida.
Aquí, estamos cooperando estrechamente a través de nuestro programa de repatriación y nuestras autoridades que se coordinan a lo largo de la frontera.
La repatriación segura de nacionales mexicanos de los Estados Unidos a México, es de suma importancia para los Estados Unidos, sobre todo cuando hay niños y familias involucrados.
Es por esto que los Estados Unidos han puesto en marcha políticas en conjunto con el Gobierno de México, para garantizar la seguridad de niños y de unidad familiar durante el proceso de repatriación.
Por ejemplo, los Estados Unidos repatria a los menores sólo durante horas del día, antes de las 7:30 de la noche durante todo el año.
Además de los menores que pueden estar viajando solos, esta consideración se extiende a otras personas que pueden tener necesidad especial o estar en mayor riesgo, incluyendo adultos mayores, mujeres que viajen solas, mujeres embarazadas o con niños, y personas que pueden ser mental o médicamente incapacitadas.
Adicionalmente, los Estados Unidos y México han establecido la iniciativa de repatriación al interior. Esta iniciativa regresa a los nacionales mexicanos más cerca de su lugar de residencia u origen.
Esto proporciona un retorno seguro, humano y ordenado, al tiempo que evita que en la medida de lo posible caigan en manos de traficantes o tratantes de personas, ya que proporciona seguridad física y promueve la integración social y económica en México.
Los Estados Unidos y México también han trabajado en estrecha colaboración para coordinar los patrullajes a lo largo de nuestra frontera compartida.
Desde julio de 2013, los Estados Unidos y México han coordinado cerca de 500 patrullas a lo largo de la frontera.
Por ejemplo, en Piedras Negras, Coahuila, estas patrullas coordinadas, han reducido o eliminado por completo los incidentes de violencia en la zona de operaciones.
Los ciudadanos que viven en las áreas que están siendo patrulladas han hecho comentarios positivos sobre las patrullas, indicando que se sienten más seguros ahora. Corredores y otros amantes del aire libre están regresando a esta área; resultado de menos violencia brinda un ambiente más seguro para las poblaciones migrantes a lo largo de la frontera.
No sólo centramos en los migrantes indocumentados en la frontera. La semana pasada nuestros respectivos secretarios del Trabajo, firmaron un acuerdo de promovidad, diversas iniciativas para ayudar a informar a los trabajadores migrantes mexicanos en los Estados Unidos, sobre sus derechos laborales, estipulados en las leyes estadounidenses.
Estos programas ayudarán a los trabajadores temporales que viajan a los estados unidos cada año con visas H2 y estamos trabajando muy de cerca con el Gobierno de México para implementar dicho acuerdo.
Además de nuestra estrecha cooperación con las autoridades mexicanas, la Embajada de los Estados Unidos en México, nuestro nueve consulados y el Departamento de Seguridad Interna de los Estados Unidos, llevaron a cabo una campaña de mensajes públicos durante el otoño pasado para hacer del conocimiento de los ciudadanos mexicanos y otros presentes en el país, los peligros relacionados con la migración irregular.
La campaña fue en respuesta a la creciente atención al de parte sobre la Reforma Migratoria en Estados Unidos. Ello imposible aumento en el número de personas que intentan emigrar.
Como parte de esta campaña se destruyeron cientos de DVD, CD, y carteles. Hicimos varias entrevistas de radio y televisión; emitimos un comunicado de prensa incluyendo los materiales informativos y utilizamos nuestra fuerte presencia en los medios sociales, todo para advertir a los migrantes sobre los peligros de la emigración irregular.
En los Estados Unidos también estamos trabajando para ayudar a proteger a los migrantes mediante de la Reforma de nuestras propias leyes, por ejemplo, a través de una Reforma Migratoria Integral.
Hacer frente a los problemas que existen en nuestro sistema de inmigración actual, es una prioridad para la administración del Presidente Obama.
Tristemente algunos empleadores en los Estados Unidos abusan del sistema al emplear emigrantes sin papeles, ocasionando que 11 millones de personas vivan en las sombras.
Esta situación no es buena para la economía, el país o la seguridad de las poblaciones migrantes.
El plan del Presidente Obama es la construcción del sistema de inmigración inteligente, eficaz, que continúe los esfuerzos para tener nuestras fronteras seguras y tomar medidas contra los empleadores que abusan del sistema.
Es un plan que requiere que cualquier persona que no tiene sus papales, pague sus impuestos y una multa, aprender inglés y someterse a verificación de antecedentes y después pueden ser elegibles para obtener ciudadanía, por ejemplo.
Se requiere que cada empresa y cada trabajador se ajusten al mismo conjunto de reglas. Es firme pero es justo.
Pero lo más importante es que sí podemos conseguir en nuestras propias leyes internas y el proceso sean adecuados.
Podemos ayudar a proteger a los migrantes que están en busca de nada más que una vida mejor. Les debemos eso.
Voy a concluir con la cita del Presidente Obama: “Nuestro viaje no está completo hasta que encontremos mejor manera de dar la bienvenida al esfuerzo y a la esperanza de los migrantes, que todavía ven a los Estados Unidos como una tierra de oportunidades”.
Gracias por su atención a todos. Les deseo éxito en su importante labor.
MODERADOR: Muchas gracias Embajador. Cedemos el uso de la voz al doctor Raúl Plascencia Villanueva, Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
DOCTOR RAÚL PLASCENCIA VILLANUEVA: Muchas gracias. Buenos días tengan todos ustedes.
Senadora Marcela Torres Peimbert, Secretaria de la Comisión Anticorrupción y Participación Ciudadana del Senado de la República.
Embajador Anthony Wayne.
Padre Alejandro Solalinde Guerra, Director del Albergue Hermanos en el Camino; defensor de derechos humanos de personas migrantes y Premio Nacional de Derechos Humanos 2002.
Lo he dicho, Alejandro, y lo seguiré reiterando: tu esfuerzo, tu vocación de servicio, tu compromiso por ayudar a los demás, particularmente aquellas personas que más lo requieren y que se encuentran en mayor condición de vulnerabilidad como son los migrantes, es el mejor ejemplo para todos nosotros.
Estamos muy orgullosos de que te dediques a esto y particularmente de ese reconocimiento del Premio Nacional de de Derechos Humanos que te otorgamos, que sigue siendo hoy por hoy el mejor ejemplo de lo que todos, de lo que muchos deberíamos de hacer por los demás. Enhorabuena por estar con nosotros.
Senadora Gabriel Cuevas Barron.
Senadora Mariana Gómez del Campo.
Diputada Amalia Dolores García Medina.
Doctor Sergio Alcocer Martínez de Castro.
Licenciado Omar de la Torre de la Mora.
Licenciado Ardelio Vargas Fosado.
Amigos migrantes que nos acompañan el día de hoy y que también son la mejor prueba, el mejor reflejo del drama, de la tragedia que enfrentan miles de migrantes en su tránsito por México, por la única causa, por el único motivo de buscar la felicidad, de buscar mejores oportunidades de desarrollo para ustedes y para su familia.
Quiero decirles que en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos tienen ustedes siempre un aliado, una institución que está para atender las quejas, para atender este fenómeno, buscando; buscando que algún día logremos superar esta terrible realidad que hoy por hoy enfrentan miles de migrantes.
La victimización por parte de delincuentes, pero también ser víctimas de malos servidores públicos sólo, sólo por el único motivo, de ingresar al país en vía de tránsito para buscar mejores oportunidad. Qué gusto que estén aquí ustedes el día de hoy.
Señoras y señores miembros de organismos no gubernamentales.
Amigas y amigos:
Para la Comisión Nacional de los Derechos Humanos es muy significativo estar aquí presentes el día de hoy, a propósito de este Foro de Migración, un Foro que sin duda será de gran utilidad para revisar con mucho cuidado el marco jurídico en materia migratoria, pero también el resto del marco migratorio que afecta, que tiene contacto con las personas en general.
El poder buscar y alcanzar mejores soluciones legales para atender un fenómeno que está aquí, presente, y no siempre lo suficientemente visible para entenderlo, pero particularmente para atenderlo en la dimensión que le corresponda.
Existen, en el México de la segunda década del Siglo XXI, retos grandes. Pero uno muy importante, y es precisamente el tema de los flujos migratorios.
En el mundo vivimos una época de gran movilidad humana. Hoy por hoy, en términos de cifras internacionales, podemos hablar de cerca de 250 millones de personas que se encuentran migrando de un país a otro.
México es un país de tránsito, de destino y de retorno de migrantes. Es un país que enfrenta problemáticas migratorias en torno a movilidad interna, pero también a movilidad internacional.
En México hablamos de un fenómeno de grandes proporciones y altamente complejo.
En todos los casos, los migrantes se encuentran en un gran peligro de vulnerabilidad, por estar lejos de su país, por desconocer la manera en cómo defender sus derechos humanos, pero también, por la voracidad de delincuentes y también de malos servidores públicos que en lugar de ayudar, de apoyar, aprovechan esta condición de vulnerabilidad para lastimar, para afectar, en lugar de para favorecer el respeto a los derechos humanos.
El ser migrante no es delito. El ser migrante tiene que reconocerse hoy por hoy como un derecho para todas las personas y tienen que existir las facilidades adecuadas para que pueda en buena medida cualquier persona aspirar a mejores condiciones de vida, a mejores condiciones de desarrollo.
Particularmente, cuando un país no las tiene y cuando en otro país existen las condiciones para efecto de que puedan sumarse al desarrollo.
México históricamente es un país que se fue poblando con grandes migraciones. México siempre tuvo una clara vocación de recibir con las manos abiertas a los migrantes.
Esta vocación, lamentablemente, en los últimos años se fue pervirtiendo, se fue desviando, se fue olvidando y se ha ido convirtiendo tristemente nuestro país en un punto de peligro para el tránsito de los migrantes.
Por ello, en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, estamos abocados a identificar el fenómeno, a tratar de tener las cifras lo más cercanas posible a la realidad y no solamente quedarnos con las cifras oficiales. Los migrantes indocumentados generalmente no aparecen en las cifras oficiales; la cifra que ahí se encuentra, es mínima.
Por ello, la gran importancia de que nos acerquemos lo más posible al fenómeno en términos reales, y estemos conscientes que el dato oficial no siempre nos acerca a la realidad de este terrible fenómeno.
Señoras y señores:
Quienes deciden abandonar su lugar de origen, sólo están buscando una mayor felicidad, una mejor calidad de vida, la reunificación familiar o protegerse eventualmente de la violencia; por lo que de ninguna manera merecen ser tratados como delincuentes, ni mucho menos victimizados por la delincuencia.
La construcción de un país más justo, más equitativo, demanda erradicar cualquier manifestación de rechazo, de discriminación por nacionalidad, por el origen, por el color de piel, por las creencias, por la cultura o por cualquier otro. Todo ello, es una afectación clara a la dignidad de las personas.
Por ello, yo quiero reiterarles el compromiso de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para seguir trabajando en esfuerzos como este, convocado por la Senadora Marcela Torres Peimbert, a quien quiero reconocer su vocación de servicio, su compromiso; pero también la idea de llevar a cabo este evento el día de hoy para continuar recordando, para continuar trabajando en una agenda que no debe ser olvidada, pero particularmente de una agenda que debe ser parte de un compromiso de todos, convencidos que si hacemos de este tema, el tema de los derechos de los migrantes, un compromiso de todos, seguramente más pronto que tarde podremos encontrar muchas soluciones.
Muchas gracias a todos ustedes.
MODERADOR: Agradecemos las palabras de nuestro ombudsman nacional y cedemos a continuación el turno a la Senadora Marcela Torres Peimbert, Secretaria de la Comisión Anticorrupción y Participación Ciudadana del Senado de la República, a quien debemos la organización y el diseño de este evento, y quien hará la declaratoria inaugural del mismo.
SENADORA MARCELA TORRES PEIMBERT: Muy buenos días.
Muy buenos días a todas y a todos. Un honor recibir en el Senado de la República a cada uno y a cada una de ustedes. Sean bienvenidos.
Doctor Raúl Plasencia Villanueva, Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos; Embajador Earl Anthony Wayne, embajador de Estados Unidos; padre Alejandro Solalinde, director del albergue “Hermanos en el Camino” y defensor de derechos humanos de las personas migrantes, un honor tenerlo aquí.
Senadora y amiga Gabriela Cuevas Barron, Presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de la República, convencida de la lucha que hay que tener, sobre todo, y lo sé de primera mano por ella, por niñas y niños migrantes en situación de vulnerabilidad.
La Senadora Mariana Gómez del Campo, que tuvo que salir y regresa en un momento; Diputada Amalia Dolores García Medina, Presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios de la Cámara de Diputados, un honor recibirla; doctor Sergio Alcocer Martínez de Castro, Subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, un honor.
Licenciado Omar de la Torre de la Mora, Titular de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación, un gusto tenerlo aquí en representación de la licenciada Mercedes del Carmen Guillén Vicente, a quien también conozco y envío mis saludos y mi respeto; licenciado Ardelio Vargas Fosado, Comisionado del Instituto Nacional de Migración, un gusto también tenerlo aquí.
Bienvenidas y bienvenidos todos.
Ya se dijo mucho, ya se dieron muchas cifras. Y, antes que nada, sí quisiera agradecer a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en concreto al doctor Raúl Plasencia, porque cuando decidí hacer este evento fue él quien me buscó y me dijo: “Quiero sumarme al evento. Quiero ayudarte a hacerlo más grande, más fuerte y a poner todo mi esfuerzo y el de la Comisión para que realmente se pueda visibilizar este aspecto tan frágil de nuestro mundo, de nuestra sociedad”.
Agradezco mucho su ayuda y todo su apoyo.
A lo largo de la historia, la raza humana, las personas, hemos sido caminantes. Hemos migrado y seguiremos migrando por diversas razones; razones políticas, condiciones climáticas, desastres naturales, pobreza, guerra, persecuciones y un largo etcétera, etcétera, etcétera.
Es cierto, es que el ser humano se mueve y camina. Seguiremos migrando. En un momento dado todos somos migrantes, porque el ser humano está llamado a buscar legítimamente su plenitud y su felicidad.
En este sentido, en este mundo que habitamos y que nos pertenece a todos, hemos puestos límites ficticios, fronteras en los países, para evitar que las personas entren o salgan, y eso mucho tiene que ver con razones económicas o políticas.
Para el caminante, la migración en estos tiempos implica una pausa en el respeto de sus derechos, de sus derechos básicos, de sus derechos como humano.
En este estado de suspensión de derechos, los niños, las niñas, las mujeres y los hombres son considerados y tratados como criminales, cuando simplemente somos personas en tránsito.
Son perseguidos, son presos por la delincuencia organizada, viven a la sombra, temerosos de ser descubiertos, viviendo altos riesgos personales, atrapados en la vulnerabilidad llevada a su máxima expresión.
Desde luego, este fenómeno es un reto para los gobiernos en el mundo, para nuestros gobiernos, pero también para los ciudadanos que habitamos aquí.
Cada año pasan por este suelo mexicano 10 mil menores, niñas y niños que, por su condición de desamparo, nos correspondería a todas y a todos atender.
Luis Carro, alguna vez dijo: “Uno de los secretos profundos de la vida es que lo único que merece la pena hacer es lo que hacemos por otros y otras”.
Conscientes de esto, y aún entre las condiciones más adversas que existen, pocas personas, muy pocas personas extraordinarias, conocen la alegría que puede causar cuidar a otros que son olvidados.
Esos hombres, esas mujeres hacen la diferencia; ofreciendo a quienes van de paso por nuestra tierra una sonrisa, un plato de comida, una cama tibia, un techo seguro, un aventón a un par de pies cansados.
Estas cosas aparentemente simples, son invaluables cuando la ley pretende negar lo más importante: El ser, la identidad, sin distinguir edad, sexo, origen, destino, religión.
Estas personas, estos voluntarios, que han dedicado su vida a ayudar, ponen en riesgo, y me consta, su identidad, enfrentándose a prejuicios, a huecos legales, a corrupción de autoridades y ciudadanos, al racismo, al crimen organizado, con el único fin de apaciguar por un momento el dolor de hermanos y hermanas que caminan horas negras a través de nuestro país, solamente con el sueño de una mejor oportunidad de vida.
Hace algunos meses tuve una oportunidad de oro. El padre Solalinde me dio la ocasión de poder vivir un tiempo en el albergue, de ver su trabajo, de conocer a gente como él, que brinda ayuda humanitaria.
Fui testigo de miradas tristes y alegres, de historias de lucha de migrantes y de voluntarios, de personas que deciden no rendirse ante una realidad terrible; tomar en sus manos su propia realidad y la de su comunidad y poner lo que les toca para cambiarla. Líderes en todos sentidos.
Vi que detrás de las cifras y los encabezados amarillistas, hay historias y también una enorme indiferencia de sociedad y de gobierno.
Inspirada por estas personas y estas historias, que se han dado ellos a la tarea de ayudar, tengo el honor de poner hoy un granito de arena para visibilizar este fenómeno.
Pongamos en el centro de la acción política a la persona, a la persona migrante que podemos ser cada una y cada uno de nosotros, con el ánimo de escuchar todas las voces en ésta, la más alta tribuna del país, nos hemos dado a la tarea de convocar un foro, el cual tiene como objetivo analizar desde sus distintos ángulos el fenómeno de la migración y el de la ayuda humanitaria.
Desde esta perspectiva multidimensional, pretendemos escuchar todas las voces que así lo deseen, de sociedad y gobierno, y en conjunto poder trabajar de manera corresponsable para alcanzar mejoras legislativas, mejores leyes, en caminadas a facilitar la ayuda humanitaria que se da en condiciones precarias a este grupo tan vulnerable.
Les agradezco a todas, a todas aquí presentes, a todos, su asistencia el día de hoy a este foro. Estoy segura que de aquí saldrán nuevas propuestas muy valiosas en la construcción de una América, de un mundo más justo y humano.
Por tal motivo, nos ponemos de pie, siendo las 10:35 horas del día 9 de abril, declaro formalmente inaugurado el Foro Persona Migrante, Centro de la Política Migratoria.
Muchísimas gracias y toda la suerte a todos.
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