Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

La senadora Adriana Dávila Fernández hizo un llamado al Ejecutivo federal a impulsar junto con el Poder Legislativo el marco jurídico necesario para combatir el tráfico ilícito de migrantes, la trata de personas y lavado de dinero.

Con ello, México dará cumplimiento a los tres protocolos internacionales contenidos en la Convención de las Naciones Unidas Contra la Delincuencia Organizada en esta materia, afirmó la senadora Adriana Dávila Fernández.

“El llamado principal que hacemos es apelar a la voluntad del Ejecutivo federal para que se impulsen las reformas necesarias que nosotras hemos empujado en distintas áreas y que nos ayuden a generar los marcos jurídicos correctos para combatir estos delitos”, afirmó.

Durante la presentación de la campaña "Tráfico ilícito de migrantes #NegocioMortal", de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) en el Senado de la República, la legisladora por Tlaxcala afirmó que esta representación adoptará dicha campaña.

Dávila Fernández agregó que el gobierno federal debe aplicar tanto los recursos como las políticas públicas en la materia para combatir estos delitos.

“Los recursos que se tienen no sólo son para la compra de armas y la compra de vehículos; hay muchos recursos que deben aplicarse también para atacar desde el origen este tipo de delitos”, precisó la también presidenta de la Comisión Contra la Trata de Personas.

Por su parte, la senadora Sylvia Leticia Martínez Elizondo dijo que se presentará un punto de acuerdo para que la campaña "Tráfico ilícito de migrantes #NegocioMortal" sea difundida en el Canal del Congreso.

La senadora Mariana Gómez del Campo Gurza recordó que legisladores de distintas fuerzas políticas han presentado una serie de iniciativas al respecto y la idea es que el gobierno las acompañe.

Además, criticó que cada año la actual administración le recorte presupuesto al Instituto Nacional de Migración, lo que refleja que esta materia no ha sido abordada con la sensibilidad que se merece.

 

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8 de diciembre de 2016

* Versión de las palabras de la primera intervención presidenta de la Comisión Contra la Trata de Personas del Senado de la República, Adriana Dávila Fernández, durante la presentación de la campaña "Tráfico ilícito de migrantes #NegocioMortal", de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito

Buenos días a todos y a todas.

Muchas gracias por acudir a esta convocatoria para la presentación de esta campaña de "Tráfico ilícito de migrantes #NegocioMortal" que fortalece la delincuencia organizada.

Quiero, por supuesto, agradecer a la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), representada aquí por Felipe de la Torre, con quien hemos venido trabajando algunos temas.

Por supuesto, agradecer a la senadora Mariana Gómez del Campo en representación de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República.

Nuestra compañera Sylvia, que siempre ha sido solidaria en estos temas, sobre todo porque ella, la senadora Sylvia, está también en frontera y está en Asuntos Migratorios, pero además ella vive en frontera, en Chihuahua, sabe lo que significa el tema migratorio y las dificultades que se han venido planteando para poder combatir la delincuencia organizada transnacional.

En mi caso, como presidenta de la Comisión Contra la Trata de Personas y el motivo de poder arropar, por supuesto, con todo lo que significa esta campaña que la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) está llevando a cabo, evidentemente porque dentro de la Convención de las Naciones Unidas Contra la Delincuencia Organizada hay tres protocolos, pero dos de ellos evidentemente muy relacionados; los tres muy relacionados: el de lavado de dinero, por supuesto; el protocolo de Palermo, mejor conocido como Protocolo de Palermo de la Trata de Personas y el Protocolo de Tráfico Ilícito de Migrantes.

Evidentemente, estos tres protocolos que México adopta en el año 2000, que firma a través de esta Convención y que entran en vigor en diciembre, 25 de diciembre de 2003 para México, es una obligación constitucional para nosotros poder adoptar estas medidas necesarias para el combate a estos delitos, concretamente el combate a la delincuencia organizada transnacional y señalar, por supuesto, que este Convenio, esta Convención, este Tratado que está firmando México desde esa fecha forma parte de nuestro bloque constitucional, de acuerdo, por supuesto, al artículo primero constitucional y al 133, que tiene que ver justamente con esta cooperación internacional en materia de derechos humanos.

Para nosotros aquí en el Senado es fundamental que podamos entender que todo lo que se haga para prevenir estos delitos, incluidos en estos tres protocolos, forman parte de un combate decidido, forman parte de un compromiso que México ha adquirido y en el que, si hacemos una revisión, lamentablemente tenemos en algunos casos acciones que no necesariamente han permitido o permeado para este combate a la delincuencia organizada transnacional.

Incluso estamos en un supuesto de inconvencionalidad por el tema, por lo menos en materia de trata de personas, por no seguir el protocolo establecido y tipificar los delitos en materia de trata de personas como se puede plantear.

Sé que muchos de ustedes dirán: “Bueno, trata y tráfico no es lo mismo”, porque evidentemente no son los mismo, pero sí quiero señalar que para nosotros como Comisión Contra la Trata de Personas es un tema fundamental que se entienda que los migrantes son un grupo sumamente vulnerable para poder, después de ser traficados, tratados.

¿A qué me refiero? Si bien es cierto hay quienes en el momento en el que deciden pagarle a lo que comunmente conocemos como “polleros” o traficantes de personas, que es el término correcto, y que van con su voluntad para poder mejorar condiciones de vida para pasar, cumplir este sueño americano en Estados Unidos y hoy, evidentemente, con el nuevo gobierno que vendrá de Estados Unidos, pues que tendríamos que reforzar justamente estas medidas de protección a nuestros amigos migrantes.

Evidentemente, muchos de ellos terminan siendo abandonados en cualquiera de las modalidades en las que son trasladados o transportados y son, por supuesto, víctimas muy fáciles, muy vulnerables de ser captados, reclutados, enganchados, lamentablemente también bajo la amenaza de los grupos delincuenciales y los cárteles de la droga en nuestro país.

Eso es una tristeza, porque después de ser traficados y ellos buscando una mejor forma de vivir, terminan encontrando una peor forma de cómo sobrevivir.

Las fosas que hoy vemos y el número de desaparecidos que tenemos en este país también está evidentemente vinculada.

No sabemos cuántas de esas personas pudieron haber sido primero…. pagado, pues, llamémosle, un “pasaporte” con estos traficantes para poder ser llevados a algún otro lugar y, evidentemente, lo que nosotros vemos es una crisis, una crisis humanitaria en ese sentido.

México no es el único país que evidentemente pasa por ese problema. Hemos visto lamentablemente escenas en otros lugares del mundo, pero México tiene que comprometerse justamente con estos tres protocolos y yo sí creo que quienes están, como la senadora Sylvia, parte de la Comisión de Asuntos Migratorios, como la senadora Mariana Gómez del Campo en el caso concreto de Derechos Humanos, y su servidora, en materia de trata de personas, tenemos que buscar los mecanismos para que los protocolos que están establecidos en esta Convención puedan ser protocolos que realmente México adopte con toda seriedad para un combate muy directo.

Termino diciendo que para nosotros es importante en este combate, la cooperación internacional por tratarse justamente de delincuencia organizada transnacional.

¿Y por qué lo menciono? Porque, evidentemente, hoy se ha hablado mucho de la nueva relación de Estados Unidos con México y yo sí quiero ser enfática en señalar que México tiene que estar preparado, el gobierno mexicano, el Estado mexicano ―y eso nos incluye a nosotros como Poder Legislativo―, estar preparado para las nuevas condiciones que se establezcan en las relaciones con Estados Unidos, empezando por lo que significa el programa de Iniciativa Mérida, que es un programa que, como ustedes saben, entró en vigor hace ya algunos años y cuando se firma por supuesto este apoyo económico que Estados Unidos da a México para poder combatir la delincuencia organizada transnacional a través de Iniciativa Mérida, pues no todo son armas ni todos son helicópteros ni todo son vehículos; también es prevención, también es participación, también es política pública.

Y hubo un tiempo en el que fue bloqueado el recurso a México y que ese dinero que fue bloqueado a México es justamente porque los resultados y las cifras que se nos están planteando desde los gobiernos, pues no están siendo las cifras que queremos para poder detener y desarticular a todas estas bandas criminales y, evidentemente, eso habla de que nosotros como México estamos fallando en este combate; como Estado mexicano.

Los legisladores al no atrevernos a hacer las leyes de manera correcta, porque hay quienes aunque dicen que de una u otra forma México no tiene problemas de leyes, que lo que tiene es problema de la aplicación de las mismas, yo hoy sí puedo decirles con toda certeza que México sí tiene un problema de leyes.

La interpretación de las mismas o la falta de certeza jurídica en muchas de ellas ―concretamente en estos tres protocolos de los que yo les estoy hablando― evidencian que no estamos haciendo, como Poder Legislativo, lo correcto; que estamos actuando en la coyuntura, en la presión de ciertos grupos para admitir o no ciertas modificaciones a las que estamos obligados por ser los tratados internacionales parte de nuestro bloque constitucional.

Y por supuesto que fallamos también en la política pública porque evidentemente cuando nosotros empezamos a trabajar respecto de la ley y lo que mandata concretamente en leyes generales para las facultades de estados y municipios y, evidentemente, de la Federación, pues también terminamos sin hacer lo correcto.

De tal manera que el Poder Legislativo tiene un gran compromiso de hacer las cosas de manera correcta. Tenemos instrumentos internacionales; reitero: la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada no es letra muerta, no debiera ser letra muerta; tiene que ser, justamente, el referente que nos permita legislar en materia de migración, que nos permita legislar en materia de derechos humanos, pero especialmente y, evidentemente, en trata de personas para poder hacer lo que es correcto.

Agradezco y les ofrezco una disculpa por mi garganta, que no está hoy en la mejor situación, y por supuesto doy la bienvenida a las senadora Layda Sansores, presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios, con quien tuve el gusto de trabajar antes también y a quien aprecio, por supuesto que juntas, comisiones de Derechos Humanos, de Asuntos Migratorios y Contra la Trata de Personas, podamos hacer este bloque que nos permita hacer correctamente nuestro trabajo de Poder Legislativo.

Finalmente hago un llamado al Poder Ejecutivo de hacer también lo propio, de buscar los mecanismos para que se destraben algunos ordenamientos que se encuentran detenidos en la Cámara de Diputados y que tenemos como obligación, insisto, por pertenecer a nuestro bloque constitucional, no armonizarlos, porque no se trata de una armonización legislativa, no es un asunto de obligatoriedad, como se pretende, pero sí es un asunto de sentido, al menos, sentido común y de responsabilidad legislativa evidentemente para poder adaptarnos a esos protocolos y esta Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada.

Cedería la palabra, si me lo permiten, antes de darle paso a quien… a la UNODC, que será quienes cierren y nos puedan presentar esta campaña de qué significa y que el Senado adoptará, por supuesto, a nuestra presidenta de la comisión de Asuntos Migratorios, la senadora Layda Sansores Sanromán.

 

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8 de diciembre de 2016

 

* Versión de la segunda intervención de la presidenta de la Comisión Contra la Trata de Personas del Senado de la República, Adriana Dávila Fernández, durante la presentación de la campaña "Tráfico ilícito de migrantes #NegocioMortal", de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC)

Hemos hablado las cuatro senadoras hoy a nombre de las comisiones, y el llamado principal que hemos hecho primero es el apelar a la voluntad del Ejecutivo federal para que se impulsen las reformas necesarias que nosotras hemos empujado en distintas áreas y que nos ayuden a generar los marcos jurídicos correctos para combatir el delito, que apliquen la política pública correctamente, que apliquen los recursos que tienen no sólo para la compra de armas y la compra de vehículos, hay mucho recurso que se va ahí; queremos que se aplique también para atacar desde el origen este tipo de delitos.

Y cuando Mariana hablaba justamente de lo que significan las zonas migratorias, las estaciones migratorias y de ahí (inaudible) también, nada más recordarles que tenemos casos literales, literales, que nadie ha querido ver ni visibilizar, de cárteles de la droga que llegan, raptan a todos estos migrantes, los distribuyen en las distintas plazas de la droga, con los distintos jefes de plaza, los obligan, usan la fuerza para que se cometan todo tipo de ilícitos y pasan de ser parte del tráfico de migrantes a ser tratados y creo que eso es algo que tenemos que buscar que se evite, para visibilizar concretamente lo que hoy se llama trabajo, servicio forzado, a través de la delincuencia organizada nacional.

Recordar que los protocolos que tenemos que seguir están justamente en el barco de la Convención de las Naciones Unidas en el Combate a la Delincuencia Organizada Transnacional y donde podemos encontrar a los delincuentes.

Y en el otro protocolo que también establece que es el lavado de dinero. Cuando revisemos las cuentas en la parte de inteligencia financiera, de dónde y quiénes  son los verdaderos delincuentes, no tengamos unos chivos expiatorios porque se agarran a meseros, a cantineros o lo que moralmente para algunos son actividades no necesariamente propias y entonces con golpes de pecho quieren generar una política pública en un tema que no pude ser tocado bajo ninguna circunstancia bajo la vía moral.

A mí me parece fundamental que seamos capaces de seguir esta Convención de las Naciones Unidas, forma parte de nuestro bloque constitucional y perdonen que insista tanto, pero México  está --por llamar de alguna forma-- en desacato, como le llaman los abogados, estamos fuera del bloque constitucional y estamos en la inconvencionalidad, por no cumplir con lo que mandatan los instrumentos y la legislación internacional en la materia de migración y la trata de personas, tenemos que lograr que esto suceda y espero que la voluntad del Gobierno federal no sólo para darnos opiniones favorables sino para empujar a que las bancadas, concretamente la suya en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores, hagan con responsabilidad su trabajo.

Con el tema de trata no puedo negar el apoyo del Senado de la República, pero tampoco quisiera saber que estamos jugando uno al bueno y otro al malo; el bueno en la Cámara de Senadores, en donde nos dan atole con el dedo, y el malo en la Cámara de Diputados en donde se oponen a hacer los cambios ya acordados con la Cámara de Senadores, eso me parce que no sólo es grave, es perverso querer jugar bajo esa circunstancia; no se vale que una sola Cámara asuma el tema de: “ya ves, yo sí te apoyo, estamos trabajando”, y otra Cámara mientras diga: “yo no puedo intervenir; somos intervencionistas”, no, no es cierto, somos Cámaras que tenemos que trabajar en coordinación y perdónenme, ha habido leyes como las reformas que han estado presentando en materia de migración, que llevan años, años y años y luego se van desechando para poder generar.

Nosotros llevamos más de tres años luchando para que la Ley contra la Trata de Personas se armonice al marco y a la legislación internacional, y nada más nos están dando atole con el dedo en la Cámara de Diputados, porque no quieren aprobarlo por distintos motivos: morales, religiosos y electorales. Creo que es el momento de que asuman su responsabilidad, no queriendo tomarnos el pelo, porque ya estamos un poco grandecitas, ya no nos toman el pelo, sabemos por dónde viene la jugada.

De paso, por supuesto, le ofrezco disculpas a la UNODC, ellas han sido súper colaboradoras con nosotros, pero de paso diré que me siento muy contenta de que la UNODC haga materiales de tan excelente calidad. No me refiero a la calidad impresa --porque por supuesto es el kit que vamos a presentar acá—, me refiero a la calidad que tiene que ver  justamente con los contenidos para el tema de la prevención.

Me siento muy contenta de que esto pueda suceder, asumo que la propuesta que hace la senadora Sylvia como parte de nosotros, de hacer ese punto de acuerdo para que sean distribuidos los materiales en la Cámara de Senadores, y haría una propuesta adicional, si las senadoras, por supuesto, así lo plantean, y al igual que vamos  a hacer con la campaña contra la trata de personas que hemos  adoptado de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, y que está enmarcada evidentemente en la campaña “Corazón Azul”, que ustedes relanzarán ustedes el próximo año, hagamos lo mismo con la campaña del tráfico ilícito de migrantes en las zonas fronterizas, y acudamos a esos lugares a buscar la colaboración de las entidades federativas. Si las senadoras así lo quieren podemos empezar a trabajar ese punto de acuerdo con mucha certeza para que el próximo martes pudiéramos ya aprobar y el próximo año estemos junto con la UNODC trabajando estos temas.

 

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