Senado de la República

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Por más vueltas le den, la reforma en materia energética irá a parar a la Corte, porque muchos de sus términos violan la Constitución, advirtió el senador del PRD, Luis Sánchez Jiménez.

Durante su posicionamiento en contra de la creación de las leyes de PEMEX, de la CFE y las reformas a diversas disposiciones en materia energética, el legislador mexiquense criticó que esta propuesta busca desintegrar a las empresas públicas, reducir sus objetivos y consolidar tendencias muy graves a la ineficiencia, y la corrupción.
Recalcó que en la izquierda “no aceptamos el mandato neoliberal para que el Estado deje de intervenir como articulador y promotor de la economía nacional y pasar a ser un simple auxiliar administrativo de los negocios privados”.
Así que “por más vueltas le den a la Constitución, en la concreción del hecho, estos asuntos irán a parar a la Corte, porque para nosotros son inconstitucionales”, adelantó.
Comentó que este dictamen sobre la restructuración del sector energético mexicano “concreta el retiro de la intervención del Estado en los sectores de hidrocarburos y electricidad”.
El senador Luis Sánchez criticó que Enrique Peña, el PRI y el PAN presentan una propuesta orientada a reducir las posibilidades de acción de CFE y PEMEX para reducir su margen de maniobra financiero-presupuestal y así fortalecer el control de la Secretaría de Hacienda.
Dijo el riesgo de que esto suceda será que habrá mayores facilidades para que participe el capital privado y, para que la dirección central de ambas entidades las convierta, burocráticamente en las empresas del Ejecutivo en turno, más que en empresas productivas del Estado Mexicano.
El senador por el Estado de México detalló que mientras en países como China, Arabia Saudita, Corea, India, Rusia, Brasil, Irán o Noruega, buscan afianzar su fortaleza y presencia a través de sus empresas petroleras y públicas, en México, el Ejecutivo, el PRI, el PAN y el Partido Verde buscan lo contrario.
Con este dictamen se coloca a PEMEX y CFE en desventaja frente a sus competidores más fuertes, subrayó el legislador del PRD.
Refirió el PRD presentó una propuesta específica para la reforma de ambas empresas, en la cual tuvieran una gran flexibilidad, se abandonaran esquemas de control burocrático para se pudieran reorganizar de acuerdo al ciclo industrial de cada negocio, todo ello con plena transparencia, control y fiscalización por parte de las instancias pertinentes y del propio Congreso.
Sin embargo, con esta propuesta del PRI, el gobierno federal y el PAN, tanto PEMEX como CFE serán empresas a modo del presidente en turno y no del Estado. Tanto los consejeros como los funcionarios de segundo nivel serán del presidente, lo que favorecerá la ausencia de autonomía, profesionalismo y la inestabilidad de su conducción.
“El cerrar el control y la conducción de PEMEX y CFE a un reducido grupo de funcionarios, más allá de buenos deseos, solo podrá acarrear una gran fragilidad institucional y el terreno fértil para que se reproduzca la corrupción”, dijo.
El modelo energético mexicano al día de hoy es exitoso. Sin embargo, la reforma que hoy se propone no asume buenas prácticas de los modelos brasileño, venezolano, noruego o saudí. Sino que se encamina a un modelo mexicano “del uca-uca, el que se lo encuentra se lo emboruca".

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