Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

  • Pidió exhortar al gobernador Eruviel Ávila Villegas documentar los avances derivados del acuerdo con el Gobierno Federal para implementar una estrategia coordinada en materia de seguridad pública
  • “…es incomprensible la formación de estas agrupaciones porque además de violentar la ley, se corre el riesgo de que estos grupos sean infiltrados o apoyados por la delincuencia organizada…”
  • Desde mediados del año pasado se supo de la conformación de este tipo de agrupaciones en los municipios de Amatepec y Tlatlaya
  • El fenómeno que se ha extendido a las zonas metropolitanas como es el caso de Tlalnepantla, Cuautitlán Izcalli, Nezahualcóyotl, Atizapán, Los Reyes La Paz, Chalco, Texcoco, Ecatepec y Coacalco


Ante el surgimiento de un supuesto grupo de “autodefensa” en el municipio de Tlalnepantla, denominado La Presa, y la alerta de que existen indicios de la presencia de movimientos ‘semilleros’ en Cuautitlán Izcalli, Nezahualcóyotl, Atizapán, Los Reyes La Paz, Chalco, Texcoco, Ecatepec y Coacalco, es urgente que el gobierno del Estado de México informe las medidas adoptadas para atender esta situación, demandó la senadora Laura Angélica Rojas Hernández.

La legisladora de Acción Nacional solicitó que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión exhorte al gobernador Eruviel Ávila Villegas a que documente no sólo los avances obtenidos en el índice delictivo de la entidad derivado del acuerdo con el Gobierno Federal para implementar una estrategia coordinada en materia de seguridad pública, sino también de las acciones emprendidas por la autoridad estatal.

Los grupos de autodefensa, alertó Rojas Hernández, son reacciones delicadas de la ciudadanía ante la inseguridad imperante así como la percepción de que la autoridad no puede controlar dicha situación, por lo que es necesario una respuesta por parte de las autoridades del Estado de México.

En un Estado de Derecho es incomprensible la formación de este tipo de grupos porque, además de violentar la ley, se corre el riesgo de que sean infiltrados o apoyados por la delincuencia organizada, lo que implica un mayor peligro para la población, subrayó.

La senadora Laura Angélica Rojas Hernández recordó que desde mediados del año pasado se supo de la conformación de este tipo de agrupaciones en los municipios de Amatepec y Tlatlaya; fenómeno que se ha extendido de las zonas rurales a las zonas metropolitanas como es el caso de Tlalnepantla, sin dejar de lado el indicio de movimientos semilleros de este tipo en Cuautitlán Izcalli, Nezahualcóyotl, Atizapán, Los Reyes La Paz, Chalco, Texcoco, Ecatepec y Coacalco.

A pesar de que el gobernador Eruviel Ávila Villegas ha asegurado que no es una situación alarmante, hace meses ingresó el Ejército y la Marina Armada para realizar acciones de patrullaje, como parte de la estrategia conjunta entre el gobierno Federal y local en materia de seguridad, de la cual aún no se conocen los resultados que ésta haya arrojado a la fecha.

En este sentido, Rojas Hernández demandó del gobierno del Estado de México un informe sobre los resultados del índice delictivo en la entidad, derivado de este acuerdo así como de las acciones emprendidas por el titular del ejecutivo estatal.

A pesar de dicha estrategia y de las acciones emprendidas, en días pasados se dio a conocer la existencia del grupo de autodefensa denominado “La Presa”, integrado por vecinos, comerciantes y taxistas, quienes afirmaron que su movimiento surgió a mediados del año pasado ante el alto número de secuestros y extorsiones, y la falta de acción de las autoridades municipales, por lo que el objetivo es tomar la seguridad en sus manos.

Se estima que son 40 personas activas en la brigada, con el apoyo de 600 personas. Este grupo posee armas, algunas de uso exclusivo del Ejército, además de que han instalado 22 cámaras en puntos estratégicos para inhibir los delitos de secuestro y extorsión.

La senadora panista recordó lo ocurrido en Michoacán, donde el crimen organizado superó a los poderes instituidos, lo cual generó un importante movimiento de autodefensas, y provocó que el gobierno federal asumiera las funciones propias del gobierno estatal.

Finalmente, enfatizó que el propio Congreso de la Unión ha manifestado su preocupación ante el surgimiento de los grupos denominados “autodefensas”, conformado por ciudadanos que al sentirse desprotegidos ante la inseguridad y la ausencia de un poder público que la controle, se organizan empleando fuerza armada para protegerse, autoprotección que vulnera la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos que señala que “ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho”, finalizó.

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