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13.02.2018
IPíginJ)
MAXIMIUANOCORTÁZAR LARA
Militante del PAN
max.cortazar@gmail.comlnt~rcampañas, ·
el dolorde cabeza
os tneXicanos
.
presenciamos un tiblo
comienzo de conri<?ncla
la Presidencia
áe.laRepública
Al no apostar las dlrigenclas partidistas por mé–
todos particlpativos e Incluyentes de selección de
candidatos que obligaran a los aspirantes a reco–
rrer el país, Intensificar el debate democr;Hico y
motivar el interés ciudadano. el periodo de pre–
campafias hizo poco en mitigar el escepticismo
social que se tiene sobre la clase política y su ca–
pacidad para plantear soluciones viables a los pro-
blemas nacionales.
·
El desencanto permea también en Chiapas. Jalis–
co yMorelos, donde la imposición de candidatos no
corresponde con las preferencias ciudadanas que op–
taban por políticos más cercanos a sus comunidades.
o hicieron Inviables la conformación de coaliciones.
La
designaciónvertical de candidaturas bien se puede
traducir en realineación de preferencias electorales,
cuando no en un fenómeno que aleje a los'votantes
de las urnas ante la falta de
afinlda~
con los perfiles
contenidos en la boleta.
Además, las líneas de potencial conflicto siguen
abiertas, si se considera que falta aún por conocer
el listado de aquellos que buscan un escafio pluri–
norninal o de mayoría en el Senado
y
la Cámara de
Diputados. Éste es el contexto que marca el fin de
las nueve semanas correspondientes al periodo de
precampafias.
En ellas. se comenzóa consolidaruna elección do–
minada por la expectativa de cambio a las políticas
desarrolladas por la actual administración. asf como
se empieza a perfilar un proceso de discusión pública
donde el combate a la corrupción y los mecanismos
para asegurar
g~stlones
integras al interiorde las
ins–
tituciones, ocuparáun lugar'priorltarlo en los debates.
incluso. por encima de temas tradicionales como se–
guridady economía.
De cualquier manera. el discurso político no con–
siguió marcar agendas bien definidas yconsumió más
tiempo a la defensa de ataques, que a la propuesta
mis
in
a.
En
cuanto a los candidatos presidenciales. Andrés
Manuel López Obrador. José Antonio Meade y Ricar–
do Anaya buscan romper sus techos de crecimien–
to electoral o. cuando menos. mantener su nivel de
preferencias.
AndrésManuel LópezObrador lo hace a partir de la
Incorporación de perfiles políticos o sociales distintos
a los que tradicionalmente
integR.Ilsu movimiento;
los segundos,Intentando posicionar sus atributos per–
sonales como los necesarios para garantizar la cons–
trucción de país y la prosperidad que los mexicanos
desean en el futuro.
Lo cierto es que Andrés Manuel ya no cuenta con
mucho margen paramoldear las percepciones sobre
su persona pues. de acuerdo con las encuestas, prác–
ticamen.tetodos los mexicanos en edad de votar lo
ubican.
Le sigue Ricardo Anaya como el candidato más
conocido y, de los tres. es Pepe Meade quien tiene to–
davíaoportunidad de posicionarse por primeravez en
más del30% del electorado.
Los propios sondeos de opinión pública muestran
una carrera dominada por López Obrador, pero con
un alto porcentaje de Indecisos que llega hasta una
tercera parte del electorado.
En estas condiciones de competencia. las campa–
fias sí importarán y el candidato ganador será quien
logre identificar tanto las principales demandas de
quienes tienen indefinido su voto. como también las
razones que les motiva a acudir a la urna.
Las campafias serán atractivas en la medida que
los cu.artos de guerra de campafiavayan por ese seg–
mento fuera de su voto duro. porque les obligará a la
creatividad en la propaganda y a la pelea por seducir
a los ciudadanos.
El periodo lntercampafias, que va hasta el 29 de
marzo y donde los candidatos sólo podrán realizar
pronunciamientos institucionales sin llamar al voto,
es u.n lapso que atenta contra laciudadanía al restarle
la posibilidad de comparar alternativas de política,
asf
como al impedirle dar continuidad a un debate en el
que ya está tnsena.
Esperemos que. tras ellnter:medio,los contendien–
tes regresen con un debate llamativo y de fondo. a la
altura de lagravedad de nuestros tiempos.