EL UNIVERSAL
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b201.2018
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¿Legalizar la marihuana?
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a
Jega!iU~ción
de la marihuana es un fenómeno
que
está
ocurriendo
en
las principales democracias,
ya
sea
para
uso
medicinal, terapéutico y
hasta
recreativo.
En
donde ha sucedido existe el consenso
de
que es
más
bene–
ficioso
crear
el
marco
legal e instirucional
para
produciry co–
merciallzarmarihuana que prohibirlatotalmente.
En
México
este debate
es necesario por las implicaciones económicas y
sociales
que
esta
posibilidad conlleva.
pect.OSquesedebentomarencuentaalevaluarlalegalización.
¿Conviene permitirla
y
pagar
los impuestos asociados? Una
de las previsiones es
que
legalizar la marihuana debilitará las
finanzas
y la operación de los cárteles de
la
droga.
A
partir
de
2018,
en California. Estados Unidos,
ya
se pro–
duce
y
comercializamarihuanalegal–
mente
para
uso
recreativo.
La
econo-
Para el
Estado
mexicano, contar con mayor recaudación
fiscal
puede
ser
un
alivio
para
las
finanzas. Por
otra
parte,
restar
fuerza
al narcotráfico sería
un escenario
deseado en
cualquier
caso.
En
México
ya
está
permitido el
uso
de
lama–
rihuana
para
uso
medicinal ycientifico,
sin
embargoson
cada
vezmás
las
voces
quemanifiestan la necesidad de ampliar
su
uso
al ámbito recreativo.
( 1
T
DIJA
mía~
esta
entidad
es la
más
impor-
Al
respectO,
todaviaquedan
cuestiones fundamentales al
aire.
tante de Estados Unidos y por
si
mis-
ma
es
más
grande
que
la
de
muchos
países del orbe.
La
historia
está
por
contarse,
sin
embargo
es previsible que en los próximos ai\os
se evalúe el
impacto
social, económico y de salud públicade
esta
decisión. por lo que cualquier debate al
respectO
debe
darse
a
partir
de
estas
dimensiones.
Se
desconoce
si
los
actuales participantes del mercado de la
marihuana~aserlegales,
del
mismo
modoque
nose
sabe
cómorecibirlananuevoscompetidoresenlaindustria
Además,
queda
pendiente
la fonna
en
la
que
se
integrarla
a
este
nuevo
sector
en
laeconomíaformal. en los procesos
de
bancarización.
ante
las autoridades fiscales,
entre
otros
elementos.
Para
México
es
muy
relevante
que
Califomia.
estado
parte
de
la
frontera
con
nuestro
país,
haya
dado
este
paso,
por lo
que
la
pregunta
es
inevitable:
¿conviene
legalizar
lamarlhuana
para
que
sea
producida y consumida libremente
en
suelo
mexicano?
Se
sabe
que la industria de la marihuana
podría
generar
qecimiento económico a cierta
escala.
aunque
hay
otros
as-
La
actual
polftica
antidrogas
está
relacionada
conla
ola
de
vio–
lencia
en
la
que
el crimen
organizado ha sumido
al
país.
En
una
democ:rc:da
moderna.
los individuos
deben
tener
la
capacidad
de
decidir
por
sí
mismos
lo
que
les
aprovecha
o
no,
y
si
lo que
consumen
les
beneficia
o perjudica
La
libertad
es un derecho
humano
ftmdamental
que
merece
el
respetO
irrestrieto
de
los
gobiernos.
Por ello,
el
debate
debe
reabrirse
cuanto antes. •
HAY
VIDA DESPUÉS DEL
TLCAN
A
finales
de
mes
tendrá lugar la
sexta
rooda
de
negociaciones
para
la
"modemización"
del
Tratado de
Libre Comercio de
América
del
Norte
(1LCAN)
entre los
representantes
de
México,
Estados
Unidos
y
Canadá.
Por
este
motivo, el
tm1a
de un posible
fin
del
pacto
que
ha
regido
las
relaciones comerciales entre
estos
países
desde
el
primero
de
enero
de
1994
vuelve a los
primeros
planos en
la
agenda del
gobierno federal, de los agentes
económicos·
y
de medios de
comunicación.
Como muestra
de
la
importancia
que
el futuro del 1LCAN
tiene en
la orden
del
día.
bastó
con
que
fuentes
del gobierno canadiense manifestaran
estar
"cada vezmás convencidas" del abandono del
acuerdo
por
parte
de Washington,
para
que
la
moneda mexicana sufriese un nuevo
retroceso
ante el
dólar.
Cabe recordar
que el tratado se encuentra
bajo discusión desde el afio pasado por la
convicción del mandatario estadunidense de
que el texto vigente es lesivo para su país,
y sus consiguientes presiones para lograr
una redacción más favorable a los intereses
domésticos, ante todo en lo que respecta al
déficit comercial existente con nuestro país.
En
estos tmninos, Trump no
ha
dejado de
amagar con un retiro total del acuerdo si los
otros dos socios no
se
pliegan por completo
a sus demandas.
No tiene sentido ocultar que por la
contigüidad geográfica tanto como por el
tamafio de su economía, el estadunidense
es el mercado natural para las exportaciones
mexicanas, y que perderlo sin duda repre–
sentaría un golpe a la economía mexicana.
Pero es hora de
recordar
que ni el
1LCAN
es la única forma de comerciar con Estados
Unidos, ni la eventual pérdida de una parte
sustancial de ese mercado es el
fin
de
México. Por el contrario, la terminación del
acuerdo pondría sobre la mesa una oporru–
nidad para avanzar en la dirección que debió
tomarse hace mucho, esto es, la diversifica–
ción del comercio exterior mexicano y el
diseño de una política económica soberana,
estructurada en función no de los intereses
de un socio comercial sino del desarrollo
integral del país.
En las condiciones presentes, el futuro
del acuerdo es de pronóstico reservado,
pues tan posible es que se dé el temido
retiro de Washington, como que se alcance
(tujomada
Hglna
'"b
_.
una redacción satisfactoria para las tres
partes, e incluso que se aplacen de manera
indefinida las pláticas, dejando en el ínte–
rin
las cosas como están, posibilidad ya
abierta por Trump al anunciar flexibilidad
con México, bajo el entendido de que "hay
muchas cosas que son difíciles de negociar
antes de una elección" , si bien el magnate
es sobradamente conocido por la veleidad
de sus palabras.
Pero sin importar cuál sea el desenlace
de la sexta ronda que tendrá lugar este mes,
así como el de las subsiguientes que pudie–
ran realizarse, el gobierno mexicano está
obligado a mantener una postura de firmeza
inamovible en la defensa de la soberanía y
el mejor interés de la nación. Esto implica
no ceder a chantajes de
ningún
tipo, incluso
si se atraviesa, como señaló su contraparte,
la dificil coyuntura electoral: sería de hecho
aconsejable aprovechar la ventana abier–
ta por Trump para dejar una negociación
tan delicada en manos del gobierno que
habrá de asumir sus funciones el próximo
diciembre, y no en las de una adminis–
tración irremediablemente desgastada por
encontrarse en su tramo final.