Senado de la República

Versión del discurso del Coordinador del GPPAN en el Senado de la República, Jorge Luis Preciado Rodríguez, al inaugurar la exposición fotográfica in memoriam de Alonso Lujambio Irazábal
Muy buenos días.
Agradezco a los compañeros senadores y senadoras, a los distintos senadores de otros grupos parlamentarios y académicos del ITAM su presencia el día de hoy, en la inauguración de la muestra fotográfica que se exhibirá en este recinto legislativo.
Alonso Lujambio, profesor, maestro, analista, político, liberal, demócrata, humanista, nació en 1962 en la Ciudad de México. Fue un hombre de una sola pieza, pero de muchas facetas. De fuertes raíces panistas, Alonso fue testigo de las luchas que su padre Sergio y su tío Alfredo compartieron con otros militantes en épocas en las que la democracia era una aspiración indeclinable de los panistas, vanguardia democrática de nuestro país.
Estudió Ciencia Política en las mejores escuelas de su tiempo y circunstancia, primero en el Instituto Tecnológico Autónomo de México, el ITAM, y posteriormente en la Universidad de Yale. Regresó al ITAM, su alma máter, no sólo como profesor y director de la licenciatura, sino sobre todo como destacado integrante de un equipo de jóvenes politólogos que reformaron la carrera para convertirla en una de las mejores de América Latina.
Fue también un hombre de Estado que supo siempre conciliar sus convicciones personales con el mandato de la ley y que puso muchos talentos al servicio del bien común. Sin dejar nunca la academia, consagró parte importante de su vida al servicio público; como integrante del Consejo General del Instituto Federal Electoral, fue uno de los talentos que transformaron esa institución en pilar de la transición democrática en México.
Su espíritu constructivo y transformador también dejó huella profunda en uno de los grandes temas de la construcción de una ciudadanía más robusta en México: la transparencia. Durante el periodo en que presidió el Instituto Federal de Acceso a la Información, los temas de la máxima publicidad de la información pública y de respeto a la información privada dieron un gran salto adelante no sólo a nivel federal, sino también en los estados; la mayor parte de las leyes estatales de acceso a la información surgieron del impulso político tenaz y de la técnica convincente de Lujambio.
En esta etapa, Lujambio supo anudar, como pocos lo logran, la teoría y la práctica en dos de sus temas favoritos: federalismo y transparencia.
Alonso Lujambio también ocupó el escritorio de Vasconcelos y desde ahí logró mediante el trabajo técnico y la habilidad negociadora, algunas de las reformas a la educación que más han contribuido y, lo seguirán haciendo, a la elevación de la calidad de la educación de los mexicanos.
Como político conjugó venturosamente sus valores humanistas y su profunda vena liberal con la pluralidad, que su tesonero esfuerzo y democratizador contribuyó a transformar en el pluralismo democrático que hoy gozamos en su querido México.
Los panistas le debemos ideas y propuestas que refrescan y proyectan con fuerza nuestra doctrina, como biógrafo notable nos aportó el conocimiento profundo de los temas que enfrentaron con entereza varios de nuestros próceres.
Al  Senado llegó en sus momentos finales, librando una lucha por la vida que fue ejemplar por su estoicismo y bonhomía.
Hoy me enorgullece que esta Cámara y todos aquellos que compartimos espacios de reflexión y lucha, pero sobre todo de trato de camaradería castrense, como lo decía el gran pensador Efraín González Luna, con el maestro Lujambio, lo recordemos como compañero de Legislatura, como amigo, como académico, como humanista y político.
Hoy a través de esta  memoria fotográfica que el ITAM  puso a disposición de esta Cámara, nos permitimos hacer presente el testimonio de vida, del trabajo por México y sus instituciones que dejó a nuestro país el maestro Lujambio.
Hoy queremos que esta exposición y el homenaje que le rendirá  el Pleno del Senado con un minuto de silencio, deje constancia de que hay hombres que trascienden en la historia y dejan un legado de acciones y de obras en beneficio de México, y el maestro Alonso es uno de ellos, y demostró que fue un hombre congruente con sus palabras, las cuales me permito mencionar:
“Darlo todo por México significa que cada uno, cada hombre y cada mujer, cada joven y cada adulto, tenga su parte en la construcción del México que anhelamos”.
Muchísimas gracias.
ooOoo