PONENCIA MAGISTRAL DEL DOCTOR XAVIER RICHET, ACADÉMICO DE LA UNIVERSIDAD SORBONNE NOUVELLE
INTERPRETACIÓN DEL FRANCÉS AL ESPAÑOL
Muchas gracias por su invitación para presentar algunos problemas de la integración y la ampliación en tiempos de crisis.
Como probablemente ya leyeron ayer en los diarios, la Zona Euro va entrando en recesión y el líder en Europa está discutiendo esto para poder equilibrar, por una parte, la austeridad.
Es un tema muy importante porque también hay una discusión de una política en Europa y también las personas se preguntan si debemos tener demasiada austeridad, por otra parte y si tenemos que promover el crecimiento, cuál va a ser la herramienta y cuáles van a ser las políticas que debemos apoyar. Eso es por una parte.
Y, la segunda parte, es que a pesar de este problema son países históricos y muchas veces en diferentes siglos fueron pasando de ciertos números y podemos poder manejar esta crisis, por una parte y la ampliación y la integración de otros países, por otra parte.
No es seguro de que haya un paralelo. Un punto que es interesante plantear es saber si hay un paralelo, o una interacción entre la crisis y la integración.
Quiere decir acaso en alguna forma la decisión de los políticos en Francia, después de la caída del Muro de Berlín, no contribuyó en alguna forma a crear las condiciones y a incrementar la crisis. Ese es el primer punto.
Y, el segundo punto que se plantea hoy, es saber si los mecanismos de integración, y en particular el establecimiento del Euro como moneda única, que circula dentro de 17 países, no tampoco puede ser el origen de un vector de la crisis.
Quisiera abordar algunos puntos alrededor de estas dos interrogantes y para ver cuáles son las opciones que se presentan para salir de la crisis.
De hecho, la crisis que Europa sufre hoy, viene de lejos; no llegó de pronto. Y pienso que hubo factores geopolíticos, como la caída del Muro de Berlín, por una parte, que cambió un poco el marco político institucional y también tuvimos el crecimiento de las economías emergentes, lo que llamamos Los Emergentes, que también llamamos los BRICS, Brasil, India, China, aún la sigla es discutible porque vemos hay muchas diferencias entre Brasil y China, o Rusia e India.
Pero el fin del comunismo anunció un mundo unipolar y paralelamente el derrumbe del comunismo constituyó una carga financiera para la Unión Europea y, sobre todo, sobre Alemania, porque la integración de Alemania del Este tuvo un costo muy importante y a nivel político hubo también un acuerdo entre Alemania, por una parte y el resto de los países europeos, por otra parte.
El acuerdo fue que Alemania creó y aceptó que el Euro, siempre que hubiese una compensación para poder integrar Alemania del Este, Alemania tenía que seguir teniendo una moneda fuerte, o sea el Deutsche Mark y aceptar la creación con esas condiciones para el Euro.
El otro aspecto importante fue el crecimiento de las economías emergentes, que creó una oportunidad pero también un temor en la medida en que finalmente algunos países emergentes, China, por ejemplo, o los países del Golfo empezaron a tener reservas que pudieron movilizar y que fueron hacia Europa y tomaron el control de ciertos activos en Europa.
Como dije hace un momento, había el problema del Euro. Hay que saber, y hoy nos preguntamos si el Euro no fue una concepción errónea, que no correspondía a la realidad y en el sentido en que se creó una moneda única, sin que hubiera una unión política.
Y ese es un gran problema y los economistas plantean el problema de la zona óptima porque hay un shock por las disparidades, por ejemplo, el dólar en los Estados Unidos, Texas, por ejemplo, puede realmente apoyar a California gracias al presupuesto federal.
Y quisimos crear una sola moneda y esto plantea realmente el tema del federalismo, que está muy debatido.
Otra cosa, es que, finalmente, la crisis se acrecentó y de hecho nos dimos cuenta que con el aumento de la crisis, los mecanismos europeos resultaron ser incapaces de frenar los estados de las crisis, por ejemplo, apoyar a los bancos.
Finalmente fueron los bancos los que vinieron a apoyar a los bancos, no sino que –él rectifica—fueron los gobiernos que apoyaron a los bancos, hubo una crisis que hizo subir las tasas de interés y vimos dentro de la zona de Europa, la gran presión sobre las tasas de interés, puesto que los mercados financieros salvados por los gobiernos se pusieron a especular en contra de sus propios gobiernos, vendiendo las obligaciones y bonos emitidos por los estados y que dio sentido a una diferencia cada vez más elevada entre emisiones de las obligaciones alemanas, como referencia y las tasas, pagados por Italia, Grecia y España.
Vemos este impacto, y ahí vemos entonces el problema del Euro, que no fue capaz de frenar ni de reaccionar ante los efectos de la crisis.
La interrogante que tenemos hoy en Europa y que algunos tienen también, es el cuestionamiento del Euro.
Si ven los diarios y siguen la política, tienen personas no de la calle sino personas, especialistas, que aconsejan salirse del Euro y del Red, al Franco, también Marco Alemán. Pero eso también plantea problemas.
Pero podemos acaso adoptar una moneda única para todos los países que tienen divergencias tan fuertes en términos de eficiencia, rentabilidad y desempeño.
Pero la contraparte, es decir, la productividad no es la misma en Grecia que en España, y a pesar del Euro fuerte, Alemania es el primer exportador europeo dentro de Europa y fuera de Europa.
Y así que hay una discusión que el problema no es Europa necesariamente sino cómo se asignan los recursos gracias a los financiamientos a través del Euro.
Por eso vimos que la crisis se difundió por países como Grecia, Portugal y, hablando de países dotados realmente de recursos naturales, y hablamos de enfermedades holandesas, como Rusia, y también hay una enfermedad española y porque los españoles tienen el dinero a precio bajo, a intereses bajos, invierten y alimentan lo inmobiliario que literalmente explotó.
Este es un problema del Euro, que fue la mala asignación de los recursos. Quizá hubo malas concepciones al principio desde el bautizo del Euro, puesto que no hubo un acuerdo político.
Y también lo que se plantea es el futuro del Euro, porque como les dije hace un momento, algunos opinan y ciertos líderes políticos aconsejan y en Francia tenemos amplios debates al respecto.
Inglaterra, que jamás quiso pertenecer al Euro. Alemania dice: “bueno, conservo el Euro, si sigue siendo fuerte”, etcétera. Y vemos en Europa del Este, países que dudan de entrar a la Zona Euro, porque algunos que ya entraron, como Eslovenia, hoy, tiene grandes dificultades, igual que Polonia, que es un peso realmente muy importante entre los estados miembros. Realmente dice que no le convino entrar en la Unión Europea.
El problema es que se planteó un endeudamiento general, donde tenemos toda una serie de países, no sólo europeos, pero Estados Unidos, etcétera y la relación con la desconexión entre el sistema de producción industrial, etcétera y la autonomía de las finanzas.
Y hay un endeudamiento creciente y continuo que plantea la necesidad de reducir esa deuda y aplicar políticas de austeridad que se han aplicado y que son necesarias.
Aquí llegamos a otro punto interesante, que es el de la naturaleza de las medidas tomadas y hubo varios problemas también. Hubo una separación muy clara en Europa, entre la amplitud de la crisis y la percepción de la crisis por los políticos.
Esto resulta claro, porque si ustedes ven las reuniones políticas en las cumbres europeas, que se celebraron en los tres o cuatro últimos años, hubo más o menos 20 cumbres sucesivas y jamás hubo grandes decisiones.
Se puede decir que hay un problema político en Europa, que rige Europa y vieron ustedes también que después de la adopción de la Constitución, la dicha Constitución Europea, pusimos a un señor belga, que es muy competente, pero que no tiene poder.
Entonces pusimos a la cabeza de Europa alguien que no tiene poder, ¿por qué?, para que los estados conserven el poder. Eso es muy importante.
Y cómo decirles aún, el otro punto, también que hay que subrayar, son las cláusulas de salvaguarda. Cuando no se consideran las cláusulas de salvaguarda que salvarían al Euro, sí había problemas con el Euro, por lo tanto no había necesidad de mecanismos de salvamento ni de salvaguarda, puesto que no iba a haber crisis con el Euro y la palabra de los estados iba a ser suficiente.
Y ahí hay un gran debate que conduce a la adopción de fondos de apoyo, de fondos europeos; era la adopción por el Banco Central Europeo, de un programa que le permite dar su acuerdo y volver a comprar las obligaciones de los países que están en dificultad.
O sea, no es el que presta en última instancia, pero tiene la posibilidad de hacer bajar la presión que gravita sobre estados como Italia, Grecia, que están fuertemente endeudados.
Rápidamente, acerca de este punto, podemos decir que hoy hay varios escenarios que se presentan: el escenario alemán, que es la creación de una gobernanza económica como un súper poder, como una súper secretaría de finanzas.
Y los alemanes incluso propusieron, pero que tiene sentido, la posibilidad de que todos los presupuestos nacionales, antes de ser aceptados, fuesen revisados por la Comisión Europea, o por un súper comisario europeo, que tuviera derecho de veto, en la adopción de los presupuestos de los estados.
Es muy importante, se diría, que iríamos hacia ese federalismo del que hablamos, o sea, aumentaría el poder del centro y del corazón mismo de Europa en las naciones.
El otro punto importante del enfoque alemán, es la deuda y la reducción de la deuda, en detrimento del gasto. El dilema famoso se reduce, porque reduciendo vamos a pagar menos, a mediano plazo, pero al mismo tiempo realmente se destruyen empleos.
Esto es el gran debate hoy en Europa y nos damos cuenta que desde hace un año o dos y más bien desde hace unos meses, hubo un cambio de actitud de los dirigentes europeos para volver más flexible la doctrina y dar, por ejemplo, más tiempo a ciertos países, para que se desendeuden, como Francia y justamente aprovechar ese tres por ciento del déficit anual.
Esta es la línea pero, grosso modo, es la línea que va a ser adoptada y que va a ser ajustada y que va a ser la línea, más o menos oficial, pero algunos han aconsejado una alteración de la euro, o sea con la creación de un euro.
El euro del norte que sería para los países del norte, alrededor de la zona alemana, los Países Bajos, República Checa, Finlandia, etcétera y el seuro que sería del sur, con Italia, España, Francia.
Francia no sabemos muy bien donde la vamos a colocar, porque hay duda entre las dos, pero sería una integración del euro que ya no existiría. Eso quiere decir que volveríamos al sistema europeo anterior, pero se propuso y en general, lo propusieron las personas que están en contra del euro fuerte y la idea del federalismo.
De hecho, otros problemas se plantearon, otras sugerencias fueron hechas, como expulsar a los países incapaces de estar al nivel en la disciplina europea como Malta, Chipre, etcétera; algunos incluso como Soros, el millonario americano de origen húngaro, él defiende la idea de que quizá, y que es muy interesante, porque dice: no son los países pobres los que se tienen que ir sino es Alemania.
Alemania no pierde nada porque su moneda no cambia pero permitiría a los países endeudados bajar su deuda, y por tanto, volver a reponerse en el plano financiero. Es una tesis, es provocadora y que provoca a los alemanes porque la señora Merkel se va a reelegir en unos meses y no quiere adoptar ahora medidas muy fuertes.
Otras soluciones son la recapitalización de los bancos y también de las medidas especificas para países con problemas y así salvarlos, eso está en discusión.
Otro punto importante, pero no voy a detallarlo, es el hecho hoy, de que se insiste no en una solución de los problemas sino una visión. Un problema que se planteó en esta crisis, la ausencia de visión y de voluntad política.
Un periodista francés muy conocido dijo: no hay Europa con 27, sólo hay una Europa de dos, una Europa de dos que es Alemania y Francia y, puesto que no funciona entre los dos, ¿por qué?, porque los ingleses no son miembros, el señor Cambero, él mismo y su gobierno piensan irse de esa reunión al término, pero lo que éste requiere es realmente la voluntad política y el carro histórico que es Francia y Alemania.
Es un problema político porque a los dos países les falta ese liderazgo como teníamos de Gaulle y Adenauer y Mitterrand o sea, ¿cuál es la visión?, ¿cuáles son los recursos para alcanzar esta gran integración a pesar de sus problemas, podemos decir hoy dos cosas claras: aún si esta voluntad política no aparece, primero el euro del Banco Central que va a incrementarse y que va a dar seguridad a los países más endeudados, siendo prestador en última instancia y la adopción de un mayor federalismo entre los estados de la zona euro, de hecho ha aumentado la disciplina presupuestal para que finalmente los choques asimétricos se reduzcan y, evitar así, la crisis.
Pero la discusión --y este es el punto débil de la salida de la crisis durante los últimos años-- es si hubiese una concepción europea de cómo salir de la crisis. No hubo una concepción europea, ¿y por qué es importante tenerla?, porque los grandes proyectos para una infraestructura, grandes proyectos para la unificación bancaria, que es un gran problema, los alemanes son reticentes, pero la unión bancaria permitiría sanar los mercados financieros.
No pude introducir el resultado cuando terminé mi presentación ayer en la noche, encontré las cifras que todavía son peores que estas, porque la Unión Europea está en recesión, Europa en general y la zona euro en particular que plantea el problema de los instrumentos y políticas para salir de esta recesión.
Y se puede decir que el futuro no es rosa, no se puede ser demasiado optimista si se considera que los Estados Unidos entraron en una larga crisis, aún si hay un ligero repunte hoy y vemos también, que en los países emergentes y China en especial, las tasas de crecimiento no son las mismas que antes y finamente vemos del lado de la globalización de las diferentes economías y esferas económicas y no hay salida de la crisis europea sin que salgan los demás países de esa crisis.
Ahora unas cuantas palabras sobre la integración europea. Es muy interesante ver que, por una parte, hay un proceso de integración a pesar de los malos funcionamientos y medidas inadecuadas por ciertas partes, pero al mismo tiempo, lleva una voluntad de ampliar y de integrar a los diferentes países.
Lo importante en la historia de Europa durante los últimos 15 o 20 años ha sido el proceso de integración de países que antes eran comunistas y formaban parte de la Unión Soviética, de hecho, fue un fenómeno muy importante para toda Europa porque había sabido integrarse a través de tres en tres, pero a groso modo se integraban países que tenían las mismas instituciones, que estaban en el mismo nivel de desarrollo, que tenían especializaciones, que se integraban perfectamente, con una excepción muy importante para comprender lo que ocurre en la Europa del Este en la integración de los años 80’s de España, Portugal y Grecia, tres países que salieron de un periodo de dictaduras y que se fueron integrando y su integración a la Unión Europea fue muy importante para lo que vino después porque su adhesión fue un éxito hasta la crisis que actualmente los golpea terriblemente.
Era el ejemplo de una integración bien lograda porque con los mecanismos de convergencia y de transferencia era posible llevar a las economías menos desarrolladas a que tuvieran reformas estructurales que les permitieran entrar dentro de economía y ponerse al nivel de desarrollo de los demás países de la Unión, lo que era el caso de España y Portugal y, quizás menos, de Grecia.
Pero lo que fue importante para Europa después de la caída del comunismo fue la integración de países que eran alejados, estaban lejos de las integraciones anteriores, porque integramos países que en términos de desarrollo eran muy bajos si vemos, por ejemplo, una gran parte de los países, porque cuando entraron a la Unión Europea el país más desarrollado con PIB per cápita era la mitad del PIB promedio de 2.15 en Europa, para mostrarles que si tomamos a Bulgaria era el 30 por ciento, por lo tanto, integramos países estructuralmente y también en términos de desarrollo muy alejados de la norma o del promedio de los países que habían ingresado anteriormente, ese fue un shock.
Y otro punto muy importante es que esas economías pasaron por tres shocks: uno, desaparición del modelo; otro shock que la economía fuera justa y se reestructura cómo pasamos de una economía casi integrada a la USSR a una economía que se va a integrar totalmente a la Unión Europea , ese es un choque económico que iba a plantear también problemas de privatización y, además, vamos a tener un choque institucional que es cómo vamos a cambiar a las instituciones para que se adapten y se adecuen a las instituciones europeas, o sea las ampliaciones realizadas en estos últimos años fueron muy interesantes puesto que fueron un cambio en la política que era la de la Unión Europea de integración por pequeños números, o sea números reducidos de países con el mismo nivel de desarrollo y eso fue un gran desafío para la Unión Europea.
Y podemos ver las paradojas, porque por una parte tenemos una economía europea en crisis, pero esa idea de integración tiene mucho peso, aún si hay discusiones entre los especialistas que dicen “quizás no hubiera sido necesario integrar de forma concéntrica, conservar el núcleo de Europa, núcleo histórico más algunos países y después tener un primer círculo de países con capacidad de integración y un segundo círculo de países con ciertas dificultades y un cuarto que pudieran entrar para lo cual tener una política especial”.
Esto fue abordado también por personas de la izquierda en nuestros países en Francia, pero también por personas más liberales, por ejemplo The Economist, inglés, desde hace mucho se plantea y es el abogado de este tipo de integración, la idea era que sólo Europa podría integrarse si había desarrollos similares ¿y por qué no funcionó? No funcionó porque hubo una dimensión política, una dimensión política que finalmente hacía que esos países tuvieran el derecho de ser europeos -no se les podía dejar como un país de segunda zona- y un tercer elemento que era mostrar a Rusia que era el que perdió grandemente, el gran perdedor fue Rusia, que ese movimiento de integración era un movimiento irreversible.
Por lo tanto en los años 90 y principios del 2000 hubo una pequeña batalla entre los diferentes países que dijeron ser mejor, los checos decían ser los mejores, pero los húngaros decían nosotros somos todavía mejores. Los polacos hicieron esfuerzos pero realmente ingresaron todos, algunos menos desarrollados como Rumania y Bulgaria con precauciones porque no tenían el nivel a nivel institucional y siguen sin tenerlo, pero vuelvo al ejemplo de la integración de España y Portugal, finalmente hubo un efecto de aceleración para esos países y vamos hoy a países como Eslovaquia, Polonia, etcétera, vemos la importancia de ese fenómeno de integración.
O sea, lo que se plantea y hablaré rápidamente de esto porque el tiempo pasa, es si las reformas institucionales bastaron para integrar a esos países; y ahí vemos cómo un fenómeno nuevo que no se había previsto, que fue el papel de las compañías transnacionales, sobre todo europeas.
Ustedes saben que en Francia hay una expresión, bueno, se abre la puerta y vemos que hay un invitado que no estaba invitado y se llama: ¿adivina quién viene a cenar esta noche? Esto quiere decir que las medidas institucionales introducidas fueron muy positivas, pero vemos que había una aceleración actualmente realizada gracias a la presencia de capitales extranjeros.
Plantea problemas, ¿por qué? Porque si creamos un nuevo espacio económico de mercado vienen las compañías extranjeras y lo que se produjo es que, primero di algunas cifras. Si ven la presentación, lo muy interesante de este es que vamos a ver que va a haber un efecto de proximidad. Primero las compañías que van a reestructurar y van a venir a las economías van a ser compañías alemanas, francesas, inglesas, italianas, etcétera. Y vamos a ver otra cosa muy importante para Europa de los 15, que es que vamos a asistir a un fenómeno de reubicación.
En Francia decimos hoy que el problema del desempleo en gran parte se debe al hecho de que hay compañías francesas que se instalan en Rumania y en Eslovaquia. Y algunos van a decir: pero el éxito de Alemania hoy se debe al hecho de que hay subcontratación y una gran parte de la actividad económica.
Si tomamos la industria automotriz que se fabrica en Polonia y en Eslovaquia y ahí está el éxito y en Chequia también. Así que la integración y la ampliación no simplemente tuvo una dimensión política o institucional sino también una dimensión económica que dio un espacio –que creó un espacio- para recibir a las compañías extranjeras que desarrollaron actividades, porque las antiguas industrias socialistas se derrumbaron y dieron nacimiento a esta industria.
¿Cuáles son los problemas que se plantean hoy? Si consideramos por una parte la Europa ampliada en crisis, hay dos problemas que se plantean. El primero son los mecanismos para evitar que haya una diferencia demasiado grande entre la antigua Europa de los 15 y los nuevos. Finalmente quizá el ritmo de convergencia se sostiene y los mecanismos que pueden acelerar también.
Hace un momento dije que algunos países dudan a entrar por el euro porque piensan: bueno, si introducimos el euro ¿va a haber desempleo? Ese es el primer punto.
Y el segundo punto es la Europa ampliada con sus nuevos vecinos, la política que llamamos de vecinos con Europa, con el este y el sur. Este es un problema muy importante. En el Este tenemos países como Ucrania que está compartido; finalmente entre Rusia y el oeste tenemos Rusia, ahí tenemos un socio estratégico. Es el primer cliente de Rusia, es Rusia. También tiene como primer cliente Europa. Vemos los fuertes intercambios entre los dos, pero sin acuerdo político y vemos pequeñas repúblicas, hasta Georgia, que quisieran entrar en la Unión Europea.
Ese es el primer punto, o sea, cuáles son las políticas ante los amigos del este. La Unión Europea cómo debe hacerlo, porque el problema de la Unión Europea es no volver a construir un Muro de Berlín que pudiera impedir el paso, así que la integración en la Unión no implica la construcción de un muro que estuviera en el este. Realmente no hacemos nada con los demás países.
Y tenemos otro problema muy importante: el problema de los países del Mediterráneo. Vimos la revolución de los países árabes y su impacto, así que Europa puede quizás desarrollar nuevas relaciones con el sur, donde hay relaciones económicas esenciales, pero también relaciones políticas.
Vemos el problema de Turquía que es un candidato desafortunado para la Unión Europea, pero que también es un actor muy poderoso, fantástico, así que vemos también que la integración política es muy importante y va a plantearse.
Aquí hago algunas observaciones que quería yo hacer, diciéndoles también que finalmente hay dos grandes problemas, más bien son tres; el primero es salir de la crisis y por sí misma y por la reforma de sus mecanismos la Unión Europea puede salir de la crisis o una coordinación internacional.
Hay una paradoja, vean el Euro, es una moneda que es fuerte en relación con el Dólar a pesar de la crisis europea y en relación con el Yen japonés. Así que vemos y algunos plantean que hay que bajar la paridad del Euro en relación con, hacer quantitative easing, como se dice en el país del norte, en Washington.
Vemos la liga entre las instituciones europeas, monetarias y económicas, parecen también ser realmente una caja muy difícil de modificar y hay esta reflexión sobre esta política a nivel institucional, pero económica, que permitiría volver a repuntar la economía.
El segundo punto, es lo que les mencioné hace un momento, quiere decir que hemos integrado a nuevos países que tienen una voluntad para ser miembros y que van a adoptar el Euro en algunos años y que en caso de eficiencia económica, gracias a las inversiones de las compañías de los 15, tienen una aceleración mayor de crecimiento.
Por ejemplo de Polonia, tiene un crecimiento de 2.5 y esto se debe a la política de desarrollo polaco, pero también a la fuerte presencia de inversiones extranjeras, sobre todo alemanas, así que vemos la política de cómo evitar esta brecha entre la antigua Europa de los 15 y los nuevos y cómo evitar la propagación de la crisis.
Ya encontramos mecanismos para que Italia, por ejemplo, no se vuelva insolvente porque ahí sería el caos y sería el fin de la zona europea; hay que reforzar los mecanismos evitando esta caída.
El último punto es Europa y su entorno inmediato y mundial; América, América Latina, pero también el entorno inmediato con los nuevos vecinos del este y del sur.
Vemos en conclusión que hay toda una serie de problemas por una parte que requieren una visión política, no sólo recursos financieros sino también una visión política y una adhesión política.
Por qué cite las cifras tan malas sobre la eficiencia y el desempeño europeo, esta semana también una encuesta y la idea europea empieza a verse en Europa; antes las personas pensaban que Europa aportaba bienes y creaba mayor riqueza y ahora lo que llamamos los europeos de la calle, cuando se les consultó, no ven muy bien cuál es el porvenir y no piensan que la política europea pueda traer una mejora en el porvenir, ni mejorar su modo de vida.
Hay que ser euroescéptico o eurooptimista, hay un problema realmente de la botella a la mitad, yo estoy del otro lado, soy más bien eurooptimista, porque hay un pasado, hay algo formidable que fue lo que se creó por una parte y hay también capacidades entre los líderes y los dirigentes, que pueden pensar algo para seguir apoyando la construcción de Europa y su desarrollo y crear mayor riqueza para integrar a los demás países.
Muchas gracias.
--ooOOoo--