Versión del discurso de la Presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores Organismos Internacionales del Senado, Laura Rojas Hernández, en la ceremonia de la entrega del donativo de la Cámara Alta a la Cruz Roja
Muy buenos días a todos y a todas.
Senador Ernesto Cordero, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República; senador Emilio Gamboa Patrón, presidente de la Junta de Coordinación Política; senador Miguel Barbosa Huerta, Coordinador del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática y presidente del Instituto Belisario Domínguez.
Señor Karl Anton Mattli, delegado Regional para México, América Central y Cuba del Comité Internacional de la Cruz Roja; licenciado Fernando Suinaga Cárdenas, presidente de la Cruz Roja Mexicana; estimados senadoras y senador; estimados todos.
El día de hoy para nosotros es un gusto y un privilegio tenerlos aquí en el Senado de la República para llevar a cabo dos actos, por un lado la entrega del donativo que año con año el Senado de la República hace a la Cruz Roja Mexicana; y por otro lado, la inauguración de la exposición sobre el trabajo que la Cruz Roja Internacional hace en todo el mundo.
1863, fue un año de grandes matices históricos, mientras que en el continente americano se desarrollaban la Guerra de Secesión Norteamericana y la Segunda Intervención Francesa en México, en Europa se gestaba un movimiento que tenía como objetivo concientizar al mundo de la necesidad de detener el proceso de deshumanización de la guerra y así, llevar a cabo medidas que permitieran ayudar a cada uno de los soldados que, sin importar su procedencia y creencia, requirieran auxilio.
La batalla de Solferino, en Italia, dejó a más de 40 mil hombres olvidados en el campo de batalla; el horror de ese dolor humano, despertó la conciencia de Henri Dunant, quien logró movilizar a la población para socorrer a los heridos. Esa acción sentó las bases de un movimiento de voluntariado que se convertiría años después en la Cruz Roja Internacional y que serviría para establecer los principios del derecho humano internacional moderno.
Henri Dunant, caló hondo en el sentir y pensar de los grandes hombres de su época; convirtió los sufrimientos de las personas en un compromiso de sentido humanitario, que hoy es el valor que mueve a miles de ciudadanos en el mundo para encontrarse con su prójimo, independientemente de cualquier diferencia que pueda haber entre ellos.
Así, la unidad y universalidad de la Cruz Roja responden a la naturaleza de las acciones humanitarias de auxilio, siendo éstas imparciales, independientes y voluntarias.
La Cruz Roja cumple este año 150 años de ayuda, que implican un cúmulo de grandes esfuerzos y acciones heroicas, alrededor de todo el mundo.
La Cruz Roja Mexicana ha sido también un pilar fundamental de este esfuerzo desde 1909, y hasta hoy en día.
Hoy el Senado hace un reconocimiento a esta labor con el montaje de esta exposición; y quiero agradecer especialmente al senador Cordero y a toda la Mesa Directiva por su apoyo, así como a la Junta de Coordinación Política para la realización de este evento.
La exposición que hoy inauguramos, nos traslada hacia esas primeras labores de Henri Dunant y nos evoca a la esperanza su lema: “Tutti Frattelli” (Todos Hermanos), que es una pincelada del poema de Schiller donde todos nos reconocemos como hermanos.
Esta exposición, es también un homenaje, es también un homenaje a todas las mujeres y hombres que han colaborado en esta ardua tarea humanitaria y se convierte en un llamado a todos nosotros para entender que independientemente de nuestras diferencias somos ante todo hermanos, que debemos tendernos la mano, y precisamente, sirve de marco, para que el Senado de la República haga entrega de un donativo como símbolo de esa solidaridad entre los seres humanos y del deber de todos y todas para contribuir a que la Cruz Roja pueda seguir cumpliendo con sus loables objetivos.
Muchísimas gracias y bienvenidos.
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