Palabras de la senadora Mariana Gómez del Campo Gurza, durante la Mesa de Discusión: Una nueva División Territorial para el Distrito Federal, que llevó a cabo la Comisión del Distrito Federal en el Senado de la República.
Muy buenos días.
Primero celebro que se pueda estar llevando a cabo esta mesa de trabajo sobre límites territoriales en el Distrito Federal, poder estar con las personalidades que nos acompañan y celebro la capacidad también del presidente de la Comisión del Distrito Federal en el Senado de la República para poder realizar este tipo de foros y escuchar la opinión de los expertos.
Llevamos menos de 10 años viendo que los gobiernos del Distrito Federal así como de Estado de México, Hidalgo y Morelos e incluso Puebla han comenzado a diseñar políticas juntos, tiene muy poco tiempo que escuchamos la palabra “coordinación”. Siguen siendo -a pesar de esos 10 años- situaciones aisladas las que nos vinculan.
Lo que hemos visto es que la realidad poblacional y urbana rebasó la capacidad del gobierno y de los legisladores para trabajar bajo el concepto me tropolitano.
Cómo no va a ser un reto si las 16 delegaciones del Distrito Federal no tienen fronteras ni barreras que las separen de 59 municipios conurbados o si lo que hagamos o se hace en esos estados en materia de seguridad, residuos, medio ambiente, asentamientos urbanos, agua, transporte e incluso hasta en el pago de la Tenencia nos afecta al final del día a todos.
Otro gran tema del que seguramente se discutirá en esta mesa, tiene que ver con la dinámica interna en el DF, no solamente con lo que ocurre afuera de la ciudad, sino también con las disparidades que afectan a los capitalinos. Tenemos delegaciones como Iztapalapa con más de 1.8 millones de habitantes y otras como Cuajimalpa con 130 mil habitantes. ¿Es hora de pensar en si dividimos delegaciones como Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Álvaro Obregón y Azcapotzalco? ¿Están rebasadas en su capacidad para darle respuesta a los ciudadanos?
Y creo que estos temas al final del día pues los hemos discutido a lo largo de los años desde la Asamblea Legislativa, incluso se creó una Comisión de Límites Territoriales, de manera muy atinada la senadora Alejandra Barrales optó por esta propuesta. Desafortunadamente al día de hoy pues no hemos logrado, hemos discutido en diferentes foros si se debe o no dividir estas tres o cuatro delegaciones, pero lo que nos tenemos que preguntar el día de hoy es si formará parte de la Reforma Política que estamos impulsando en el Senado de la República.
Desde el punto de vista de Acción Nacional y en la Plataforma de Acción Nacional, por supuesto que estamos impulsando esta división territorial para que los ciudadanos puedan ser atendidos de mejor manera por sus jefes delegacionales o por qué no pensar en ayuntamientos como tal, que seguramente también se dará la discusión dentro del marco de la Reforma Política del Distrito Federal. Pero sí me parece importante el que podamos poner el dedo en la llaga, ver si en realidad vamos a lograr esta división territorial más allá de lo partidos políticos, más allá de los intereses partidistas. Me parece crucial que los ciudadanos sean atendidos de manera adecuada, no podemos seguir pensando en una delegación con más de 1.8 millones de habitantes como lo es Iztapalapa y celebro que aquí esté nuestro Jefe Delegacional en Iztapalapa, Jesús Valencia, y en delegaciones, como dije hace un momento, como Cuajimalpa con 130 mil habitantes.
Un tercer tema que me gustaría escuchar la opinión de los expertos que hoy nos acompañan, es el crecimiento desordenado de la “mancha urbana”. En 10 años hemos perdido cerca del 13 por ciento del suelo de conservación, ¿Qué podemos hacer nosotros desde la Reforma Política para que se planee mejor, para que las acciones impulsadas sean eficaces, para que se ponga un alto a los asentamientos irregulares y para que se cuiden nuestros ya deteriorados bosques? Urge hacer algo porque el 59 por ciento del territorio del DF es suelo de conservación pero de ese total, el 45 por ciento ya se ha degradado.
Yo espero poder escuchar cada una de sus opiniones y que a partir de aquí podamos seguir construyendo la Reforma Política tan anhelada.
Bienvenidos al Senado.
Muchas gracias.
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