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Palabras de Ernesto Cordero Arroyo, Presidente del Senado, en conmemoración del 59 aniversario del sufragio femenino.
Muy buenos días a todas y a todos. Me da mucho gusto que me haya tocado como Presidente del Senado de la República inaugurar esta sala que lleva el nombre de las primeras senadoras de la República y de dos grandes mujeres.
Quiero saludar con mucho afecto y mucho respeto a la senadora Ifigenia Martínez, a la senadora Lucía Carrasco, a la senadora María de los Ángeles Moreno, a la senadora Yolanda Sentíes, a la señora Alicia Sánchez Jara, luchadora incansable de 1953, gracias a lo cual hoy México es más justo, más incluyente y más próspero.
Quiero saludar también a la señora Ana Guemes de ONU Mujeres, quiero también saludar a la diputada Martha Lucía Micher Camarena, presidenta de la Comisión de Equidad y Género en la Cámara de Diputados. Saludar también o felicitar a mis compañeros senadores Claudia Pavlovich Arellano y a Jorge Luis Lavalle, compañeros nuestros, y saludar a todas las senadoras compañeras de esta LXII, en particular y con especial cariño a la presidenta de la Comisión de Equidad y Género, a la senadora Diva Gastelum.
Hoy es un día que hay que estar muy contentos, yo creo que por dos razones, la primera porque estamos conmemorando 59 años de que las mujeres, las mexicanas en México puedan ejercer un derecho fundamental que es votar. Me parece que nos tardamos bastantito en que las mujeres pudieran votar en México, pero queda mucho por hacer y este es el principio del camino de tener un país más justo y más igualitario.
Las mujeres en México son la mitad de la solución a todos nuestros problemas, son la mitad de la fuerza productiva, son la mitad de la inteligencia de este país, es la mitad del trabajo de este país, es la mitad de las familias. Las mujeres son más de la mitad de las soluciones a todos los problemas de este país.
El segundo motivo es rendirle homenaje y honores a estas dos grandes mujeres, a doña Alicia Arellano Tapia de Pavlovich, una sonorense incansable, una mujer de férreo carácter, con una gran trayectoria en el estado de Sonora, alcaldesa, según sé, en Magdalena de Kino, en Hermosillo, y a lo cual pues un muy merecido homenaje en que en el Senado de la República sus compañeras y compañeros le pongan su nombre a esta sala.
También señalar a doña María Lavalle, quien tuvo también una trayectoria muy destacada, ella a nivel federal, una funcionaria ejemplar en la Secretaría de Educación Pública, nos representó en innumerables foros con gran distinción y con gran talento a nivel internacional, portadora de la Medalla Belisario Domínguez en 1985.
Mujeres que claramente han dejado su ejemplo y prueba de ello es que hoy tenemos a su hija y a su sobrino nieto como senadores de la República, estoy seguro influenciados por el ejemplo de estas dos grandes mujeres.
Puedo decirles que como ustedes bien lo dicen, más de la mitad de los mexicanos son mujeres, son mexicanas, y lamentablemente, únicamente hay 33 por ciento de las senadoras representadas en el Senado de la República y esta es la cifra más alta en la historia del Senado de la República, o sea, que todavía nos falta.
Sí el Senado de la República estuviera equitativamente representado, pues más de la mitad de los integrantes del Senado deberían de ser mujeres. Estoy seguro que esto muy pronto, muy pronto en unos años, así será.
Quiero señalar también que si hoy celebramos 59 años del voto de las mujeres, no se nos olvide que todavía hay muchas localidades en México que amparándose en los usos y costumbres tienen prohibido el voto de muchas mujeres indígenas en nuestro país, o sea, que cosas tan elementales como el derecho fundamental al voto todavía no están resueltas en nuestro país.
Yo las invito, como estoy seguro, a que tengan una agenda muy productiva, una agenda muy agresiva para respetar el voto y los derechos de las mujeres; contaran con todo el apoyo de la Mesa Directiva del Senado de la República, y en lo personal contarán con el apoyo de Ernesto Cordero.
Les dejo un saludo, me da mucho gusto, me da mucho gusto de estar con ustedes aquí con mujeres luchadoras, con mujeres representantes de la vida pública y política de México, son un ejemplo para todos nosotros y cuentan con nosotros, muchas gracias.
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