Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Versión Estenográfica de la inauguración del Foro “Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares: los nuevos desafíos para el efectivo acceso a la justicia”, al que convoca la senadora Yolanda de la Torre Valdez, integrante de la Comisión de Justicia del Senado de la República. 

PRESENTADOR: Sean bienvenidos todos ustedes.

La Sexagésima Tercera Legislatura del Senado de la República les da la más cordial bienvenida al Foro Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares, los nuevos desafíos para el efectivo acceso a la justicia, que preside la senadora Yolanda de la Torre, vicecoordinadora del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, en este recinto que es el Auditorio Octavio Paz del Senado de la República.

Es un honor presentar a todos y cada uno de los senadores y senadoras de la República e invitados especiales, que esta mañana nos honran con su presencia.

Senador Ernesto Cordero Arroyo, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República.

Senadora María del Pilar Ortega Martínez, presidenta de la Comisión de Justicia del Senado de la República.

Nuestra anfitriona, la senadora Yolanda de la Torre Valdez, vicecoordinadora del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional.

Senadora Luz María Beristáin Navarrete, secretaria de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado Mexicano.

Licenciado Felipe Solís Acero, subsecretario de Enlace Legislativo y Acuerdos Políticos de la Secretaría de Gobernación.

Licenciado José Mario de la Garza Marroquín, presidente de la Barra Mexicana de Abogados.

Licenciado Alfonso Guati Rojo, presidente de la Asociación Nacional de Abogados de Empresa.

Licenciado Alfonso Pérez Cuéllar, presidente del ilustre y nacional Colegio de Abogados.

Finalmente, para conformar a este honorable presídium, contamos con la presencia del licenciado Luis Díaz Mirón, rector de la escuela Libre de Derecho.

Desde luego agradecemos la presencia de todas y todos ustedes, dentro de este importante foro para el Senado de la República, así como a quienes no siguen a través de la señal del Canal del Congreso de la Unión y de los diferentes medios de comunicación que esta mañana nos acompañan.

Sin más preámbulo, señoras y señores, para dar la bienvenida a este importante foro, escucharemos el mensaje a cargo de la senadora Yolanda de la Torre, vicecoordinadora del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional.

Desde luego, le queremos brindar la más cordial bienvenida a la senadora Ana Lilia Herrera Anzaldo, presidenta de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República.

SENADORA YOLANDA DE LA TORRE VALDEZ: Muy buenos días.

Este día del amor y la amistad, para el Senado de la República es un honor tenerlos aquí, en la Casa del Federalismo. Sean todas y todos ustedes bienvenidos.

Yo quisiera iniciar, primero que todo, agradeciendo, reconociendo y manifestándoles el respeto y el afecto que siento por nuestro presidente del Senado de la República, el senador Ernesto Cordero Arroyo.


Senador, es un honor que usted esté presidiendo y acompañando este evento. Muchísimas gracias, les pido un gran aplauso para nuestro Presidente.

Que, además, es la segunda ocasión que es Presidente y ha sido un extraordinario Presidente que distingue, que honra el carácter republicano del Senado de la República.

También quiero dar la bienvenida y el agradecimiento por su presencia, a un hombre que respeto mucho, a un hombre conocedor que hoy es Subsecretario de Enlace Legislativo y Acuerdos Políticos de la Subsecretaría de Gobernación; y que tuve el honor de compartir con él la LXI Legislatura y que desde entonces le tengo un gran afecto y respeto a su compromiso con una mejor legislación, pero también su compromiso con México, el licenciado Felipe Solís Acero.

Muchísimas gracias por venir.

Y con mucho orgullo, quiero saludar y dar la bienvenida a la presidenta de la Junta de Coordinación Política, que para las mujeres senadoras y para las mujeres legisladoras en general, es un honor que una mujer presida este órgano de Gobierno del Senado de la República, de esta casa del Federalismo, y me refiero a la senadora mexiquense Ana Lilia Herrera Anzaldo.

Presidenta, gracias.

Quiero también pedirles un aplauso y reconocimiento para la senadora Pilar Ortega Martínez, presidenta de la Comisión de Justicia.

Presidenta, muchas gracias por todo tu apoyo.

Igual para la senadora Luz María Beristain Navarrete, muchísimas gracias senadora. Siempre solidaria y siempre participativa, muchísimas gracias.

Señor rector de la Escuela Libre de Derecho, es un honor tenerlo con nosotros, licenciado Luis Díaz Mirón. Muchísimas gracias.

Bienvenidos todas y todos al Auditorio Octavio Paz del Senado de la República, al Foro “Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares: los nuevos desafíos para el efectivo acceso a la justicia”; que estamos organizando en conjunto la Barra Mexicana de Abogados, BMA; con su presidente, el licenciado Mario de la Garza Marroquín; con la Asociación Nacional de Abogados de Empresa, la ANADE; con su presidente, el licenciado Alfonso Guati Rojo; el Ilustre y Nacional Colegio de Abogados, el INCAM; con su presidente, el licenciado Alfonso Pérez-Cuéllar; y su servidora, senadora por el estado de Durango.

Asimismo, quiero reconocer también la generosidad de la Comisión de Justicia y de nuestra presidenta, la senadora Pilar Ortega Martínez, por sumarse a la organización de este evento.

Muchísimas gracias, presidenta de la Comisión de Justicia y amiga, Pilar, por todo tu apoyo.

La necesidad de contar con un Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares, surge como una propuesta derivada del Informe de Resultados de los Foros de Justicia Cotidiana; convocados por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en conjunto con diversas instituciones académicas del país; entre ellas el Instituto de Investigaciones Jurídicas de nuestra máxima casa de estudios, la UNAM; y del Centro de Investigaciones y Docencia Económicas, el CIDE; con el apoyo de diversas organizaciones de la sociedad civil; entre ellas, de manera especial con los colegios de abogados que el día de hoy están presentes y representados en las personas de sus presidentes en este Foro; y quienes además son convocantes a este evento; y todos ustedes, agremiados a los colegios.

En este sentido, el pasado 15 de septiembre de 2017, se publicaron en el Diario Oficial de la Federación, las reformas a los artículos 16º, 17º y 73º de nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; que contiene cambios fundamentales en materia de justicia.

Destacaría entre ellos, el primero: reconocer como válido cualquier medio que dé certeza a los juicios orales en nuestro país. En segundo lugar, es lo que se refiere a llegar a una solución de fondo a los conflictos sobre formalismos y procedimentalismos. Y el tercero de ellos y materia de este Foro, es la expedición de una nueva legislación en materia civil y familiar.

Para ello, en el Poder Legislativo contamos con un plazo de 180 días naturales, que vence en el próximo mes de marzo para expedir el Código Nacional.

Por tal motivo, este foro se ha convocado para recoger las aportaciones de los más destacados juristas que integran los tres colegios de abogados más importantes de nuestro país, y de académicos destacados, con la finalidad de considerar sus opiniones en el proceso legislativo.

Finalmente, quisiera destacar que la importancia de este Código, radica en que está dirigido a resolver los problemas cotidianos de la gente, los problemas de su día a día y que requieren de la intervención judicial de la autoridad judicial.

Y para muestra un botón, en materia general, en procedimientos, tales como pensiones alimenticias, divorcios, adopciones, sucesiones, entre otros, o por ejemplo en materia civil, el procedimiento aplicable para exigir el cumplimiento forzoso de los contratos, la agilidad de la resolución de los recursos o el despacho de las notificaciones de exhortos judiciales.

Sólo por poner un ejemplo. Significa garantizar el efectivo acceso a la impartición de justicia de la solución de los problemas que más le duelen a la gente, su vida civil y familiar, desde el derecho a tener un nombre, el derecho a tener una familia, el derecho a cuando dos personas deciden construir un proyecto común a través de un contrato de matrimonio o el derecho de ejercer plenamente para niños, niñas, adultos mayores, mujeres, hombres, la vida de las personas de todos los días está en la materia civil y familiar.

Por eso es tan trascendente y tan importante el que estemos hoy aquí reunidos.

En este sentido, la importancia de contar con un solo Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares, radica en establecer el procedimiento igualitario para todos los mexicanos.

Armonizar las reglas procesales en todo el país es de vital importancia, trascendencia para facilitar la resolución de los conflictos civiles y familiares. Ello significa igualar a todos los mexicanos, porque el mismo procedimiento será utilizado en Baja California o en Durango, mi estado, o aquí en la Ciudad de México o en Yucatán, para resolver los problemas más sensibles de los habitantes de nuestro país.

Muchísimas gracias por su presencia. Es un honor para el Senado de la República contar de veras con su presencia, con el que ustedes estén aquí, de verdad para nosotros es sumamente importante.

Bienvenidos a todas y a todos a este foro, que pretende fortalecer nuestro Estado de derecho y las instituciones jurídicas del Estado mexicano, en beneficio de los ciudadanos.

Muchas gracias por su presencia.

PRESENTADR: Desde luego, que agradecemos todas y cada una de las palabras a cargo de nuestra anfitriona, la senadora Yolanda de la Torre Valdés.

A continuación, escucharemos el mensaje a cargo de la senadora María del Pilar Ortega Martínez, presidenta de la Comisión de Justicia del Senado de la República.

SENADORA MARÍA DEL PILAR ORTEGA MARTÍNEZ: Muchas gracias, muy buenos días.

Quisiera, primero que nada, felicitar a la senadora Yolanda de la Torre por el ejercicio al que nos convoca y, sobre todo, por la confianza, agradecerla de participar en este evento de manera conjunta con la barra de abogados, el Ilustre Colegio de Abogados y la ANADE.

Yo quisiera señalar que la importancia de este evento es realmente un ejercicio muy importante en el inicio de este periodo, y al final de la legislatura estaremos trabajando por construir este instrumento jurídico de una trascendencia muy importante.

Quisiera saludar, por supuesto, al presidente del Senado, el senador Ernesto Cordero Arroyo, presidente de la Mesa Directiva.

A la senadora Ana Lilia Herrera Anzaldo, presidenta de la Junta de Coordinación Política.

Por supuesto, al licenciado Felipe Solís Acero, subsecretario de Enlace Legislativo de la Secretaría de Gobernación.

Al licenciado Luis Díaz Mirón, rector de la Escuela Libre de Derecho.

Al licenciado José Mario de la Garza Marroquín, presidente de la Barra Mexicana de Abogados.

Al licenciado Guati Rojo Sánchez, presidente de la Asociación Nacional de Abogados de Empresa.

Al licenciado Alfonso Pérez Cuellar Martínez, presidente de la Ilustre y Nacional Colegio de Abogados.

Y por supuesto a la senadora Luz María Beristain, con mucho gusto.

El pasado 15 de septiembre de 2017 fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el Decreto en Materia de Justicia Cotidiana. A través de este se reformaron los artículos 16, 17 y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Producto de ello, el Congreso de la Unión tiene ahora el mandato y facultad constitucional de expedir una legislación única en materia civil y familiar, que armonice el procedimiento civil y familiar en un solo Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares.

Y con ello, pues tenemos varios retos enfrente. El primero y creo que medular, pues esta armonización, entre lo que hoy tenemos, que es el procedimiento civil y familiar local, que expedían los congresos locales y el procedimiento civil y familiar federal en un solo Código Nacional y esto, bueno, ya es una empresa muy importante y otro, pues el incorporar el modelo oral dentro de este procedimiento.

El cambio constitucional fue motivado en buena medida por modelos que ya no responden a los retos de una sociedad demandante de acceso a la justicia.

En materia civil y familiar, esto ha incidido directamente en la merma de la confianza hacia las instituciones responsables de impartir justicia.


La legislación procesal civil vigente en el Código Federal de Procedimientos Civiles data del 24 de febrero de 1943 y con sus casi 75 años, sin duda ha sido un instrumento normativo importante, que ha servido para resolver las problemáticas que han sido sometidas a las reglas en éste contenidas.

Sin embargo, recordemos que el derecho no es inamovible, los ordenamientos no permanecen inertes, el derecho de evolución, a medida que evoluciona la sociedad, está en constante cambio, en una transformación continua, para atender las necesidades de la realidad histórica.

Hoy, estas condiciones generan la necesidad de cambios fundamentales en materia de justicia y en materia de proceso, en materia del sistema procesal de justicia en materia civil y su sustanciación.


Por ello, resulta necesaria la creación de un marco jurídico que corresponda a los tiempos que vivimos, a la evolución de las problemáticas y a la dinámica de impartición de justicia actuales.

En este tenor, la reforma cuenta con distintos antecedentes y ha sido una necesidad constante durante los últimos años, de tal suerte que en múltiples ocasiones se llevaron a cabo propuestas para lograr un instrumento como el que pretendemos conformar hoy.


Por ejemplo, desde el año 2012 buscaba la armonización del derecho procesal civil, a través de un proyecto de código procesal civil modelo, para la República Mexicana.

Lo anterior fue motivado por lograr cambios de profundidad para transformar radicalmente los sistemas de enjuiciamiento y sustituirlos por nuevos paradigmas, sustentados en la idea de la oralidad en el proceso civil, con todas sus consecuencias, principalmente que hubiera inmediatez del juez con las partes y el material litigioso, la concentración y la publicidad de los actos, así como la disminución de formalidades y la carga burocrática de los procedimientos, tal como podemos ver en la exposición de motivos del proyecto de Código Procesal Civil Modelo para la República Mexicana de esa fecha.

En fechas más recientes se llevaron a cabo los diálogos por la justicia cotidiana, cuyo documento de diagnóstico y propuestas de soluciones fue emitido en 2016, éste diagnóstico señalaba, en el caso del proceso civil y familiar, la multiplicidad de criterios, ocasionadas por las diferencias contenidas en las múltiples legislaciones procesales, que en la materia las entidades federativas han establecido.

La imposibilidad de que la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de los tribunales colegiados de circuito y de los plenos de circuito, lograra cumplir con su función de reuniformar la interpretación judicial.

En efecto, no es posible unificar los criterios interpretativos ante la dispersión legislativa.

La actual regulación de los juicios civiles que era otro elemento de estos diálogos ocasionaba que los juicios, bueno, ocasiona que los juicios tomen demasiado tiempo, entre otras cosas, por ejemplo, asuntos como que las notificaciones tienen un proceso complicado: la insuficiencia de mecanismos de justicia civil y familiar con los métodos alternativos; y la necesidad de formación de profesionales en métodos de justicia alternativa y programas de difusión de estos medios para la población.

Es decir, no había, no se ha trabajado en esa área de manera suficiente; y hay también una gran dispersión en este sentido.

Y también la ausencia de capacitación en los servidores públicos que trabajan en las instancias jurídicas, sobre una cultura de respeto, promoción y defensa de los derechos civiles y familiares.

Entre las soluciones propuestas, figura precisamente esta reforma constitucional, cuyo efecto nos tiene hoy congregados. La facultad que se nos ha dotado al Congreso Federal para crear la legislación en materia procesal civil y familiar.

Hoy ya tenemos un esfuerzo, hay presentada una iniciativa a cargo de la senadora Yolanda de la Torre; y creo que esto ha motivado justamente este encuentro. Yo celebro que hoy estemos congregados aquí y me da mucho gusto que este Foro esté tan nutrido; creo que esto ayudará también en el intercambio de ideas.

Creo firmemente que los procesos legislativos no pueden ser simplemente ejercicios solitarios en el Congreso, sin la participación de la sociedad, sin la participación de los operadores. Hoy tenemos una participación muy importante, que es justamente de los abogados, de la abogacía que hoy está participando con nosotros en la organización de este evento; y creo que esto será fundamental para ir direccionando hacia dónde queremos ir.

En la Comisión de Justicia queremos que este proceso siga discutiéndose y platicar con los distintos operadores, y así lo haremos para revisar este proyecto y tal vez los nuevos proyectos que se presenten al respecto sobre este importante instrumento jurídico.

De manera tal que felicito calurosamente este esfuerzo que encabeza hoy la senadora Yolanda de la Torre. Con ello creo que iniciamos formalmente una discusión sobre un instrumento fundamental, como en su momento lo fue el Código Nacional de Procedimientos Penales; para que hoy en el ámbito civil y familiar podamos dar paso a concretar un instrumento de naturaleza procesal, de manera que homologue en un solo cuerpo normativo estas normas y que con ello, se logre la finalidad: lograr ese anhelo de acceso a la justicia para todas y todos los mexicanos.

Enhorabuena por este ejercicio. Buenos días.

PRESENTADOR: Agradecemos el importante mensaje a cargo de la presidenta de la Comisión de Justicia del Senado de la República, la senadora María del Pilar Ortega Martínez.

A continuación escucharemos la intervención del licenciado José Mario de la Garza Marroquín, presidente de la Barra Mexicana de Abogados.

LICENCIADO MARIO DE LA GARZA MARROQUIN: Buenos días a todos y a todas. Saludo con mi reconocimiento y mis respetos, a las personalidades que integran el presídium el día de hoy.

Me uno al agradecimiento que se ha hecho en esta tribuna por la organización de este evento, que ha liderado la senadora Yolanda de la Torre. Muchas gracias senadora por su apertura, por su apoyo y por su entusiasmo para que debatamos una legislación tan importante para la abogacía en nuestro país.

También quiero felicitar por el esfuerzo que han hecho para organizar el foro en el que estamos convocados, a Eduardo Méndez, que forma parte del Consejo de la Barra Mexicana Colegio de Abogados; y al abogado Mario Fernández, que trabaja en el equipo de la senadora Yolanda de la Torre, que también son dos piezas claves que quiero reconocer en la elaboración de este evento.

Muchas gracias.

Quiero aprovechar unos minutos para compartir con ustedes unas breves reflexiones conceptuales de por dónde pensamos que debe orientarse el debate y la discusión del Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares.

Consideramos que debe hacerse y efectuarse esta importante reforma, para incorporar el principio de la justicia cotidiana, que ya se mencionaba hace unos momentos.

Al día de hoy, esta idea no significa mucho para nuestra sociedad.

El esfuerzo que se inicia el día de hoy, tiene que enfocarse en buscar una reforma profunda en el acceso a la justicia de los de abajo, pero imponiendo el cambio desde arriba.

Ya vimos la experiencia del Nuevo Sistema de Justicia Penal, y los resultados no son, como ustedes lo saben, nada alentadores. En general, porque se trata de una reforma que ocurre en la cápsula del aparato de justicia y sus operadores, pero sus consecuencias afectan a una sociedad que no comprende el alcance de la reforma, ni está convencida de sus beneficios.

Aprovechando la experiencia de lo ocurrido con los pasos seguidos en la implementación del Nuevo Sistema de Justicia Penal, consideramos que es necesario unificar la legislación procesal existente en materia civil y familiar, para evitar lo que tenemos al día de hoy, que es una diversidad de procedimientos, una multiplicidad de criterios de interpretación; pero, sobre todo, consideramos que el enfoque y la guía por donde debemos orientarnos el día de hoy en estas mesas, debe ser el cómo logramos procesos más ejecutivos, procesos más expeditos, mucho más simplificados y que se rijan bajo los principios de inmediatez, y poner un énfasis en la justicia restaurativa y en fórmulas que favorezcan un mejor cumplimiento de las sentencias.

En la justicia cotidiana, es fundamental, entonces, partir de una perspectiva de integralidad. Es decir, tenemos que considerar la reforma constitucional que ya se ha mencionado, la reforma legal-procesal que se va a implementar a partir de las mesas que se inicien el día de hoy, las políticas públicas, las políticas públicas en los tribunales, y buscar que este procedimiento tenga un alcance completo.

Para lograrlo, consideramos, es necesario trabajar en mesas como las del día de hoy, en donde participen los tres órdenes de gobierno, donde esté acompañado por expertos, como todos ustedes que están aquí el día de hoy para aportar sus ideas, para aportar sus reflexiones. Este foro tiene como consecuencia escuchar a la abogacía para que oriente por dónde debe implementarse la legislación; el acompañamiento por supuesto de los académicos y de los actores de la sociedad civil.

Quiero compartirles que los tres colegios de abogados y de abogadas que estamos aquí presentes, recientemente hemos logrado estructurar dos acciones que me parecen de la mayor relevancia y que van enfocadas en el objetivo de este foro y de esta legislación.

La semana pasada, propusimos un Código de Ética para la Abogacía, el cual fue auspiciado por el Consejo de Participación Ciudadana, e hicimos un llamado para que la abogacía en México estudie este planteamiento de ética y adoptemos en nuestro ejercicio profesional los estándares éticos y nos comprometamos a cumplir este modelo que estamos poniendo a su disposición. Está disponible para que todos los que están aquí en el auditorio lo puedan consultar, lo puedan revisar, y ojalá, hago votos para que lo puedan suscribir y para que su ejercicio profesional se oriente y se guíe bajo estos estándares éticos.

México necesita abogados y abogadas que ejerzan la profesión utilizando un estándar ético.

Segunda cuestión que considero relevante, también hace unas semanas constituimos el Consejo General de la Abogacía, que es una estructura que pretende incorporar a todas las voces preocupadas por la abogacía de nuestro país y pretende generar la agenda de la abogacía.


Necesitamos discutir a la par de estas nuevas legislaciones la certificación obligatoria y el control ético de nuestra profesión.

De nada sirve tener un excelente Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares, si no tenemos procedimientos de certificación obligatoria y no hemos establecido sanciones y procedimientos para que, aquellos abogados y aquellas abogadas que violen los principios éticos de nuestra profesión sean sancionados.

La profesión tiene que asumir una posición autocrítica y tenemos que decantar a los malos abogados y tenemos que poder señalarlos con procedimientos objetivos.

Son dos cosas que van a interactuar con una legislación novedosa, como la que se pretende hacer aquí.

Finalmente, me atrevo a sugerir que este proceso, que estamos iniciando y que estamos participando, incorpore la idea, que ya se ha mencionado, de justicia cotidiana, desde la perspectiva del ciudadano, que tiene un problema de acceso a la justicia que no puede resolver.

Partamos de un federalismo jurídico, contemplando también lo que pasa en las entidades federativas, para lograr que los procedimientos se uniformen legislativamente.

Coordinemos la implementación de políticas públicas en todos los estados, que ayuden a fortalecer a los poderes judiciales y que diseñemos mecanismos eficaces de seguimiento y comprobación de la capacitación de los operadores, tanto de los abogados y de las abogadas litigantes, como de los jueces, las juezas, que actúan en nuestros tribunales.

Esto nos va a ayudar si trabajamos todos desde la perspectiva de los ciudadanos, de los funcionarios públicos que aquí nos acompañan, de los legisladores.

Vamos a lograr si actuamos en conjunto y en un esfuerzo de sumar, que este proceso nos lleve finalmente a que en nuestro país el sistema de justicia funciones de manera eficaz y respete los derechos humanos de todas y de todos los ciudadanos.


Muchísimas gracias, buenos días.

PRESENTADOR: Desde luego que agradecemos estas reflexiones a cargo del licenciado José Mario de la Garza Marroquín.

A continuación, escucharemos al licenciado Alfonso Guati Rojo, presidente de la Asociación Nacional de Abogados de Empresa.

LICENCIADO ALFONSO GUATI ROJO: Muchísimas gracias.

Señor presidente de la Mesa Directiva, don Ernesto Cordero; señora senadora, muchas gracias por recibirnos aquí, en su casa, y por darnos la oportunidad de participar en este magnífico evento.

Estamos verdaderamente agradecidos, senadora Yolanda de la Torre, de la oportunidad que nos ha brindado a los colegios de abogados para poder participar activamente en este trascendental evento.

Señora senadora, senadores, señor subsecretario, Don Felipe de Jesús Acero; señoras y señores, muy buenos días.

Yo simplemente quiero limitar mi participación a tres reflexiones fundamentales: la primera es que vamos a empezar, a partir de ahora, un proceso fundamental, trascendente en la construcción de un valor que nuestra sociedad no ha sido lo suficientemente consolidado, como lo es la justicia, pero que todo mundo lo aspiramos.

Todos reiteradamente mencionamos que queremos estándares de justicia más elaborados y con mayores estándares. Sin embargo, poco hacemos por lograr esos objetivos y muchas veces, en ocasiones hasta enturbiamos aquellos mecanismos y aquellos ingredientes para logra runa mejor justicia.

Pues bien, hoy tenemos que ser conscientes que el proceso que estamos por iniciar, que el proceso que estamos por seguir nos marcará una impronta, un sello en este 2018, donde dejaremos un Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares, a nuestros operadores, a nuestras familias y seguramente a las generaciones venideras.

Como se comentaba hace unos minutos, nuestro código federal de procedimientos civiles y nuestros códigos estaduales de procedimientos civiles, datan de 1942, 1928; y siguen una formación de unos códigos, quizá en su más remota formación, desde 1855.

Son producto de un trabajo añejo, pero que verdaderamente no corresponden a la justicia que hoy los mexicanos tenemos y requerimos a lo largo y ancho del país. Por eso, este acto que estamos iniciando y este trabajo que todos vamos a desempeñar, tanto desde la Cámara de Senadores, en su momento la Cámara de Diputados; el Poder Ejecutivo a través de sus diferentes entidades; y hoy los abogados organizados que representamos a la sociedad en su conjunto; será un evento trascendente. Y es importante tener consciencia de ello y lo trascendente que será para futuras generaciones.

Una segunda reflexión que quiero hacer en torno a este punto, es que la justicia que aspiramos no puede construirse simplemente con un buen código, ni siquiera con buenos jueces; es indispensable que los operadores del derecho, que son los abogados, que son los justiciables, también se involucren en la construcción de estos ordenamientos.

Todos hablamos y aspiramos del perfecto código. No existe el perfecto código, habrá un código que tenga ciertas estructuras, ciertos fines y ciertos objetivos; y es válido que aspiremos al mejor de los códigos. Pero no nos detengamos en sutilezas y en detalles que pueden alargar y que pueden retrasar un código de buena hechura.

Seguramente este código se irá perfeccionando día a día, a través de su fortalecimiento en las cátedras, en la doctrina, en la construcción científica y sobre todo a través de la jurisprudencia y la interpretación de los códigos. Por eso a lo que ahora estamos llamados a trabajar, es a construir un código con buenas hechuras, con buenas estructuras, principios que nos dejen un elemento fundamental para que a partir de ahí podamos construir de mejor manera.

Y finalmente en esta reflexión, es una reflexión con agradecimiento, es una reflexión con responsabilidad. Los abogados organizados, tanto el Ilustre y Nacional Colegio de Abogados; la Barra Mexicana Colegio de Abogados; y la Asociación Nacional de Abogados de Empresa; empeñamos nuestro mayor compromiso.

Por eso hemos buscado, hemos hecho un escrutinio sólido entre nuestra membresía para presentar a nuestros mejores hombres y mujeres, a efecto de que trabajen de la mano de los legisladores del Poder Ejecutivo, en aras de formular el mejor código.

Mandamos una selección de abogados de primer nivel, abogados con experiencia, abogados que se dedican a la docencia, abogados que conocen perfectamente lo importante que es incorporar nuevos ingredientes en esos ordenamientos.

Esa es la forma en la que podemos participar de manera seria y responsable los colegios, que asumimos una responsabilidad y una consciencia de lo que se va a legislar en próximos días.

Y seguramente a lo largo y ancho del país, en los siguientes años, por qué no centurias, podamos agradecer que el 2018 pasó a la eternidad por crear un código de procedimientos civiles y familiares a nivel internacional, y que tenga un peso también en cada uno de los rincones en el país.

Muchísimas gracias y enhorabuena, señores senadores. Gracias.

PRESENTADOR: Agradecemos la reflexión a cargo del licenciado Alfonso Guati Rojo.

A continuación escuchamos al licenciado Alfonso Pérez Cuéllar, presidente del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados.

LICENCIADO ALFONSO PÉREZ CUÉLLAR: Muy buenos días. Muchas gracias a todos por su presencia.

Saludo, por supuesto, a los distinguidos miembros del presídium, con mucho gusto y con mucho respeto. Y especialmente a la senadora Yolanda de la Torre, a quien también de verdad agradecemos y reconocemos este entusiasmo y este ímpetu para desarrollar estas primeras discusiones en este foro.

Sin duda, el primer mensaje positivo que quiero llamar a cuenta es la posibilidad de estar hoy en el Senado, demostrar que el Senado no está solamente ocupado, como pudiera pensarse y nos dan muestra de ello, en los temas políticos que involucran al país; que hay interés por estos grandes temas y aplaudimos desde la abogacía la posibilidad de que se siga generando creación de leyes tan importantes a partir de momentos tan trascendentales del país.

Por supuesto, el acceso a la justicia es el punto fundamental que nos involucra en la creación de este Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares.

El debido proceso, evidentemente para quienes nos dedicamos como abogados al litigio, quienes estamos verdaderamente como usuarios de los códigos, entendemos la forma en que se ha venido desarrollando en el tiempo la creación de las normas procesales, estas normas procesales que definitivamente tienen que ser revisadas, pero también hay que hacer un llamado en que no debemos venir a hacer un cambio, un golpe de timón de todo.

Existen normas procesales evidentemente perfectibles. Tenemos que revisar qué existe actualmente, qué puede y debe tomarse en cuenta, y los cambios que sí se requieren, y especialmente en algunos aspectos como la atención de grupos vulnerables.

Hay temas de acceso a la justicia para grupos, como son: tercera edad, menores, integrantes por ejemplo de comunidades indígenas.

Todos estos temas de acceso a la justicia tienen que ser revisados en este nuevo Código, y creo que es el primer llamado también, sobre todo a entenderlo en el marco de la defensa, protección y expansión de los derechos humanos, por supuesto, en el marco constitucional y convencional.

De esta forma, y entendiendo a la abogacía, así como a la judicatura, como a los usuarios de estos sistemas procesales, también hay que considerar al destinatario o destinatarios finales. Ellos son, pues, los ciudadanos.

Los abogados recibiremos y buscamos este insumo con el cual podemos desarrollar nuestro trabajo, podemos presentar y podemos llevar a cabo los juicios junto con la participación de la judicatura, pero tenemos que atender a la necesidad de comprender las necesidades de justicia imperantes que requiere la ciudadanía.

De ahí que creo que, me atrevo a decir que de los temas de justicia cotidiana, el más o de los más importantes es la creación de este Código unificado a nivel nacional de Procedimientos Civiles y Familiares.

Pero además tiene un factor fundamental que tiene que ver con la supletoriedad de otra materia. Es decir, cruza en forma transversal con otras materias, y no podemos omitir también la importancia de involucrar el resto de los ordenamientos procesales y entenderlos para que este nuevo Código pueda cumplir con esa obligación que tiene de ser la ley procesal base para el resto de otras materias cuando se habla de supletoriedad.

Básicamente un Código de este tipo, hablando en términos de justicia cotidiana y de lo que se requiere para los ciudadanos, podrá generar, estoy seguro, a través de otros mecanismos, paz social. Porque la posibilidad de generar procesos más rápidos, acceso verdadero a la justicia, implicará también desactivar estos mecanismos de tensión en los que muchas veces la ciudadanía está inmerso.

Por supuesto, los medios alternativos de solución de controversias también son fundamentales, deberá atenderse a ello y deberá hacerse una gran e importante difusión de las fórmulas y los mecanismos de este Código.

La Vacatio Legis para este Código, está pensada probablemente en menos tiempo, habrá que revisarla; en el Código Nacional de Procedimientos Penales, lo sabemos, fueron más de ocho años de preparación, en este caso habría que pensar y meditar cómo nos vamos a preparar en la implementación tanto, por supuesto, los jueces, los abogados y evidentemente informar y difundir esto a los justiciables.

Yo auguro mucho éxito a estos trabajos.

Debo decirles a las señoras senadoras y al señor senador y al señor Subsecretario, que buena parte de la abogacía organizada está aquí representada o presente, que hay gentes muy prestigiadas del foro aquí en este momento en el Auditorio, y que creo que alimentar la posibilidad de este Código con esta experiencia es fundamental.

Muchas gracias.

PRESENTADOR: Desde luego que agradecemos el mensaje por parte del licenciado Alfonso Pérez Cuellar.

A continuación, escucharemos las palabras de la senadora Ana Lilia Herrera Anzaldo, presidenta de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República.

SENADORA ANA LILIA HERRERA ANZALDO: Muy buenos días, gracias Yola.

Quiero reconocer a una mujer que nos da ejemplo todos los días, Yolanda de la Torre es de las legisladoras más productivas y yo tenía muchas granas de estar hoy contigo, qué bueno que lo logramos, porque aquí está acreditada la capacidad de convocatoria, no sólo en número, en calidad, y también para un tema fundamental.


Gracias Yola por esta invitación que mucho me honra y que seré muy breve, porque quiero compartir solamente algunas reflexiones.

Quiero decirles que cuando nosotros hacemos campaña para ser legisladores, mucha gente nos pregunta para qué vamos a ahcer más leyes; con que se cumplan las que hay –nos dicen muchos ciudadanos— pues estaríamos pagados.

Y yo creo que este país ha venido evolucionando de manera muy importante, a partir de la reforma constitucional en materia de derechos humanos, que se logró apenas en 2011 y digo apenas, porque como país, sí llevamos muchos años de retraso en materia de protección a nuestros derechos fundamentales.

¿Qué ha logrado esa reforma y en qué se ha enfocado el Poder Legislativo a partir de entonces?

Pues justamente en la protección de estos derechos para que dejen de ser un listado de buenos deseos, enumerados en la Constitución, para que puedan ser exigibles por las personas ante el Estado, por la vía, por supuesto, del acceso a la justicia.

Necesitamos garantizar el respeto a los derechos fundamentales, protegiendo las diferencias, reduciendo las desigualdades y, como todos tenemos claro, las personas y sus familias deben ser origen y destino, no sólo de las leyes, sino también de las políticas públicas.


Por eso me parece que este foro es de la mayor relevancia.

Uno de los grandes aciertos de la reforma de 2011 es hacer exigibles estos derechos humanos frente a los tres órdenes de gobierno y yo creo que hoy todavía podemos decir que tenemos ciudadanos, ciudadanas de primera y de segunda, según el origen o el lugar de residencia.


Les pongo el caso en el tema de feminicidios. Nuestro Código Penal federal establece siete causales por las que un crimen contra una mujer se considera un feminicidio.

Sin embargo, hay un estudio de la Cámara de Diputados que señala, luego de una revisión de los códigos penales locales, encontró que 14 cumplían al cien por ciento con estas causales, siete incluían siete entidades, incluían más del 70 por ciento, un estado, Aguascalientes, solamente tres y algunas incluían menos.

Entonces, estamos frente a un reto enorme, yo celebro esta oportunidad que propicia la Comisión de Justicia, que propicia Yolanda de la Torre, que aquí está el Presidente del Senado, con toda la voluntad también y que creo que, más allá de diferencias partidistas, nos invita a todos a legislar pensado en este núcleo tan fundamental de nuestra sociedad.

Es en la intimidad del hogar donde debiéramos estar más protegidos, donde hay vínculos afectivos, donde hay vínculos de parentesco y lamentablemente es en la intimidad del hogar donde muchas veces se violentan de manera más grave.

Por eso es muy importante escuchar hoy a ustedes, a los especialistas. Yo soy de las que cree que la impunidad que tanto nos duele y nos ofende como sociedad, se aprende en caso y que, si desde casa podemos, si desde la familia podemos saber que existe justicia, saber cuáles son nuestros derechos y hacerlos valer, pues estaremos dando un gran paso.

No me queda más que desearles que este Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares sea, con sus aportaciones, desearnos, sea incluyente, que tenga perspectiva de género.

A mí me parece también que la posibilidad que nos da la reforma constitucional para que las mujeres vayamos en paridad en las candidaturas, es muy importante.


Porque esta visión femenina tiene mucho que aportar a la masculina, que es igualmente valiosa.

Así que creo que ahí tenemos también un avance, que haya esta perspectiva de género, que haya procedimientos –como ya se dijo aquí por los especialistas– prontos y expeditos; que se agilice la ejecución de las sentencias, se erradiquen estas prácticas discriminatorias. Y en suma que se promuevan, se respeten, se protejan y se garanticen los derechos humanos y se vele por las personas, por las familias y entonces estaremos velando por la sociedad toda.

Enhorabuena, que sea muy exitoso.

PRESENTADOR: Agradecemos este importante mensaje a cargo de la senadora Ana Lilia Herrera Anzaldo, presidenta de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República.

Para finalizar esta ceremonia inaugural, solicitamos al senador Ernesto Cordero Arroyo, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, sea tan amable de dirigir su mensaje y realice la declaratoria inaugural de este importante foro.

SENADOR ERNESTO CORDERO ARROYO: Muy buenos días a todos.

Saludo a la senadora Ana Lilia Herrera Anzaldo, presidenta de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República. Muy buenos días, compañera.

A la senadora María del Pilar Ortega Martínez, presidenta de la Comisión de Justicia.

A la senadora Yolanda de la Torre Valdez, vicecoordinadora del Grupo Parlamentario del PRI.

A la senadora Luz María Beristain, secretaria de la Comisión de Relaciones Exteriores.

Todas ellas queridas compañeras.

Al licenciado Felipe Solís Acero, subsecretario de Enlace Legislativo y Acuerdos Políticos de la Secretaría de Gobernación.

Al licenciado Luis Díaz Mirón, rector de la Escuela Libre de Derecho.

Licenciado José Mario de la Garza Marroquín, presidente de la Barra Mexicana Colegio de Abogados.

Al licenciado Alfonso Guati Rojo Sánchez, presidente de la Asociación Nacional de Abogados de Empresa.

Y al licenciado Alfonso Pérez Cuéllar Martínez, presidente del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados.

Amigas y amigos:

Sean todos ustedes bienvenidos al Senado de la República, en donde a lo largo de casi seis años hemos asumido un importante compromiso en favor del acceso a una justicia pronta y expedita, y a la transformación de las instituciones de justicia para mejorar la calidad de vida de todos y todas.

Agradezco la invitación de la senadora Yolanda de la Torre, a participar en este importante foro de Parlamento Abierto y colaboración, en temas trascendentes para la sociedad mexicana y más en cuestiones de acceso a la justicia en el día a día.

Hace poco menos de cinco años, comenzamos este proceso de transformación de la impartición de justicia en circunstancias distintas. En ese momento nos acercábamos a la entrada en vigor de la reforma en materia penal y se tenían avances muy tímidos.

Por esa razón, decidimos impulsar una reforma constitucional para unificar la legislación procesal penal en un solo código. Lo anterior fue clave para cumplir a tiempo en los ámbitos federal y local, con el plazo de ocho años para la adopción del nuevo Sistema Penal Acusatorio.

La experiencia nos ha dado la razón en este tema.

Meses después de la publicación del Código Nacional de Procedimientos Penales y por iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto; se emprendió uno de los mayores ejercicios que el Estado mexicano ha emprendido: mejorar la calidad de la justicia cotidiana en todo el país.

Para ello, fuimos testigos de la manera en que, entre diciembre del 2015 y marzo de 2016, especialistas de todo tipo y origen debatieron sobre la situación de la justicia civil y familiar en el país, en el marco de los Diálogos por la Justicia Cotidiana; donde se concluyó que nuestro sistema de justicia de carácter fundamentalmente local, es lento, incierto, discriminatorio, complicado y costoso.

Esto fue para todos una fuerte llamada para transformar el modelo con que contamos y eliminar las barreras de acceso a la justicia, como son el tratamiento diferenciado en las distintas entidades federativas y la dificultad para ejecutar una sentencia de manera pronta y sencilla.

Por esta razón actuamos con celeridad y el pasado 15 de septiembre se publicó la reforma constitucional que faculta al Congreso de la Unión a expedir una legislación única en materia civil y familiar, en un término de 180 días, que termina precisamente en un mes.

Esto nos exige redoblar el esfuerzo realizado por casi dos años en la materia, y analizar el tema planteado en la iniciativa presentada por la senadora Yolanda de la Torre, en conjunto con otros senadores; para lograr su oportuna aprobación, cumpliendo con los siguientes objetivos:

Primero, reducir el costo de la justicia y mejorar el uso de los recursos materiales y humanos.

Segundo, simplificar las actuaciones y procedimientos judiciales.

Tercero, eliminar la diversidad de criterios judiciales sobre una misma institución procesal.

Y cuarto, incorporar los más altos estándares internacionales en materia de acceso a un recurso sencillo, rápido y efectivo.

Finalmente, quisiera señalar que este importante esfuerzo también deberá inscribirse en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que hemos asumido como Estado Mexicano en el marco de las Naciones Unidas, para promover el Estado de Derecho en los planos nacional e internacional, y garantizar la igualdad de acceso a la justicia para todos.

Sigamos trabajando con la misma constancia y compromiso del primer día, y hagamos realidad esta importante transformación.

De nuevo les doy la bienvenida a todas y a todos. Les deseo mucho éxito en su trabajo, que seguiremos con mucha atención, y estoy seguro de que será de lo más fructífero que pueda darse.

Les suplico que se pongan de pie para hacer la declaratoria inaugural.

Siendo el 14 de febrero de 2018, a las 11:22 horas, se declara inaugurado el Foro “Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares: los nuevos desafíos para el efectivo acceso a la justicia”, en el Senado de la República.

Enhorabuena.

Gracias.

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