Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Versión Estenográfica de la recepción y sesión solemne para recibir al señor Andrej Kiska, presidente de la República Eslovaca, en el Senado de la República.

SENADOR ERNESTO CORDERO ARROYO: Realizamos esta Sesión Solemne con motivo de la importante visita del Presidente de la República Eslovaca, por lo que la Cámara de Senadores del Honorable Congreso de la Unión de los Estados Unidos Mexicanos, expresa la más cordial bienvenida al señor Andrej Kiska, presidente de la República Eslovaca.

Al diputado Jorge Carlos Ramírez Marín, presidente de la Cámara de Diputados.

Doy también la bienvenida a la excelentísima señora Alena Gazurova, embajadora extraordinaria y plenipotenciaria de la República Eslovaca.

Al señor Andrej Hensiar, vicepresidente del Consejo Nacional de la República Eslovaca.

Al señor Thomas Ferco, jefe de Protocolo de la Oficina de la Presidencia de la República Eslovaca.

A la embajadora Alicia Buenrostro, embajadora extraordinaria y plenipotenciaria de México ante la República Eslovaca.

Y al embajador Francisco del Río, director general para Europa, que acude con la representación del Secretario de Relaciones Exteriores.

Sean ustedes bienvenidos al Senado de la República.

Distinguido presidente Andrej Kiska, están presentes en el presídium de esta Sesión Solemne:

La senadora Ana Lilia Herrera Anzaldo, presidenta de la Junta de Coordinación Política.

El senador César Octavio Pedroza Gaitán; el senador David Monreal Ávila; vicepresidentes de la Mesa Directiva de este Senado.

También nos acompaña la senadora Martha Palafox Gutiérrez, y el senador Juan Gerardo Flores Ramírez, secretarios de la Mesa Directiva.

Señor Andrej Kiska, presidente de la República Eslovaca, sea usted bienvenido.

Sean todos bienvenidos al Senado de la República en esta Sesión Solemne.

Es para mí un honor recibir al señor Andrej Kiska, presidente de la República Eslovaca, en esta histórica visita a México; la primera de un Presidente eslovaco, desde su nacimiento como Estado independiente; y el establecimiento de relaciones diplomáticos, hace 25 años.

Este acontecimiento será un punto de partida del relanzamiento de nuestras relaciones bilaterales, en las que la diplomacia parlamentaria acompañará los esfuerzos de la diplomacia tradicional para profundizar cada vez más nuestros lazos de amistad.

Los amigos estrechan la mano en situaciones difíciles, tal y como su país lo hizo con el nuestro con motivo de los sismos de septiembre pasado. Agradecemos profundamente su solidaridad y apoyo.

Vivimos actualmente en una coyuntura internacional, verdaderamente desafiante para el mundo contemporáneo. Las narrativas y políticas extremistas, populistas, proteccionistas y escépticas de la cooperación internacional, representan una prueba a los cimientos de nuestras sociedades; centrados en la convicción de que la separación de poderes, el respeto irrestricto a los derechos humanos y el predominio del Estado de Derecho y las instituciones democráticas; son la base mínima para promover el bien común.

En contextos equiparables, países como México y Eslovaquia, democracias jóvenes y economías abiertas y potentes, estamos llamados a unir nuestras voces y nuestros esfuerzos en la defensa de los valores y principios compartidos; mismos que dan rumbo a nuestras aspiraciones nacionales de prosperidad para todos.

Estimado presidente Kiska:

Eslovaquia es sin duda una de las más admirables historias de éxito en las últimas décadas. Tan sólo hace unos días, el 17 de noviembre, se celebró el vigésimo octavo aniversario de la Revolución de Terciopelo, en que la juventud eslovaca salió de manera pacífica a las calles de Bratislava, clamando por libertad, justicia y democracia.

El esfuerzo de su pueblo fue clave en la caída de la cortina de hierro y el inicio de un camino hacia un nuevo futuro: democrático, abierto y próspero, por las sociedades de Europa del Este y Europa Central.

Entonces, parte de Checoslovaquia, el pueblo eslovaco estuvo a la vanguardia de los esfuerzos democratizadores de finales del siglo pasado.

Eslovaquia, junto con Hungría y Polonia, apelando a vínculos históricos y culturales milenarios, lanzaron en 1990 el Grupo Visegrád para restaurar la soberanía nacional, erradicar todo remanente de los órdenes totalitarios, construir democracias parlamentarias y economías de mercado, capaces de integrarse en el proyecto de la comunidad europea.

Apenas tres años después, la separación de Checoeslovaquia y el tránsito hacia la constitución de los Estados independientes de Eslovaquia y la República Checa, demostraron la madurez y la templanza de pueblos que, si bien hermanos, decidieron por mutuo acuerdo construir sus proyectos nacionales de manera separada.

Definitivamente este proceso es uno de los mejor consumados en términos políticos y sociales en la historia moderna, y una invitación al diálogo y a la buena política.

A más de dos décadas de distancia, los resultados en términos de consolidación democrática y desarrollo económico, son las mejores muestras de ello.

Con un Producto Interno Bruto de alrededor de 27 mil millones de dólares anuales en 1997, la economía eslovaca representa hoy poco más de 89 mil millones de dólares.

Apenas 10 años después de la Constitución de la República Eslovaca, el país ya había cumplido con todos los requisitos en materia de organización política, democrática y económica, para adherirse como miembro pleno a la Unión Europea, lo que sucedió en 2004, tan sólo cinco años después, Eslovaquia se unió a la Eurozona.

A lo largo del último lustro, la economía eslovaca ha crecido en un promedio del tres por ciento anual, al tiempo que las proyecciones económicas señalan que en este 2017 podría crecer al 3.2 por ciento y mantenerse estable en los próximos dos años.

En términos de poder adquisitivo, Eslovaquia tuvo un incremento de 17 puntos porcentuales durante el periodo del 2005 al 2015, con relación al promedio de la Unión Europea, superando a países como Portugal, Grecia y Hungría.

Otras variables macroeconómicas, como la inflación y la tasa de desempleo, retratan una economía sólida, estable y con buenos pronósticos a futuro; lo que ha llevado a que sea uno de los países con mejores indicadores por parte de las calificadoras internacionales.

Más aún, Eslovaquia ha conseguido en las recientes décadas, logros sobresalientes en materia de calidad de vida, desarrollo humano, educación y seguridad social.

Desde México, saludamos con entusiasmo y admiración la evolución y desarrollo de la República Eslovaca durante las últimas tres décadas. Su país, presidente Kiska, ha conseguido exitosamente articular una síntesis entre riqueza cultural y tradicional milenaria, por un lado, y modernidad y progreso, por otro, con infraestructura de calidad mundial y conectividad eficiente con las grandes capitales de Europa Central.

Así como Eslovaquia, enclavada en el corazón de Europa, ha tenido un notorio éxito en la conciliación entre tradición y modernidad, desde el corazón del continente americano donde está situado México, hacemos lo propio en la consecución de mejores condiciones para nuestros ciudadanos.

México, al tiempo que es uno de los países con mayor número de sitios culturales inscritos en la lista del patrimonio mundial de la UNESCO, es también una economía vibrante, abierta al mundo e integrada en las principales cadenas de valor regionales y globales.

Al respecto, no quiero dejar de señalar una notable característica que comparten nuestras economías. Eslovaquia en Europa y México en América del Norte, se han consolidado como potencias manufactureras en el sector automotriz, con infraestructura de última generación para garantizar la conectividad con los mercados de sus respectivas zonas geográficas, mano de obra altamente calificada y condiciones propicias para la inversión extranjera, nuestros países son eslabones centrales en esta industria global.

Y hay un espacio potencial para la cooperación bilateral en materia de intercambio de mejores prácticas industriales, de capacitación técnica y optimización de procesos productivos.

También tenemos la oportunidad de profundizar la relación comercial entre México y Eslovaquia. Hemos avanzado, pero juntos podemos hacer mucho más.

Nuestro comercio bilateral, a partir de 2000, ha pasado de un intercambio de apenas 27 millones de dólares a 316 millones de dólares en 2016.

Apenas en 2015 alcanzamos el máximo histórico de comercio bilateral con casi 400 millones de dólares. Se trata de una evolución que responde en buena medida al vigente acuerdo global entre México y la Unión Europea, que se encuentra en un proceso de actualización y modernización.


Para México, la Unión Europea es nuestro tercer socio comercial a nivel mundial, tan sólo después de Estados Unidos y Canadá. Por lo tanto, en el marco de la Estrategia Nacional para Diversificar nuestros Lazos Comerciales con el Mundo, Europa representa una alternativa natural.

Confiamos en que una vez concluidas las negociaciones para la modernización del acuerdo global, contaremos con el apoyo y respaldo de la República Eslovaca para su pronta ratificación y entrada en vigor.

Nuestros países también comparten convicciones democráticas y condenan todo recursos fuera de la diplomacia, para la resolución de disputas internacionales.

Respetamos y celebramos las posiciones que usted, señor Presidente, ha asumido para condenar las intromisiones externas que promoverían la subversión de los órdenes democráticos en Europa, así como su respaldo a los principios del respeto y promoción de los derechos humanos, que enarbola el proyecto europeo.

Tenga por seguro que siempre tendrá en México a un aliado en la defensa de los valores democráticos y el respeto a los derechos individuales.

Agradecemos una vez más su visita a México y le pido sea portavoz del mensaje del Senado Mexicano para transmitirle al pueblo eslovaco nuestros más sinceros y profundos sentimientos de amistad y de admiración.

Separa que, independientemente de la geografía, historia, cultura e idioma, reconocemos que los principios y valores de nuestros pueblos son compartidos, al tiempo que sumamos esfuerzos en el mutuo interés multilateral, un orden internacional basado en reglas ya cuerdos, enfocado en la solución pacífica de cualquier controversia y abierta al mundo en términos culturales, económicos y comerciales.

No hay distancia geográfica que resista la voluntad compartida de dos naciones para avanzar por el mismo camino.

México y Eslovaquia caminan hacia adelante en la búsqueda del bienestar y prosperidad para nuestros pueblos.

En palabras de Ludovic Tour, símbolo de la cohesión nacional en su país, no podemos volver atrás, debemos de ir adelante.

Recuerde que México es su casa y siempre será usted bienvenido.

Muchas gracias.

Conforme al acuerdo aprobado para esta Sesión Solemne, se concibe el uso de la palabra y de la tribuna del Senado Mexicano al señor Andrej Kiska, presidente de la República Eslovaca.

Tiene usted la palabra, señor Kiska.

PRESIDENTE ANDREJ KISKA: Muy buenos días.

Estimado señor Presidente del Senado; estimado señor Presidente de la Cámara de Diputados; estimadas senadoras y senadores, diputadas y diputados, damas y caballeros.

Muchas gracias por la cordial bienvenida y la presentación, desde el primer momento, junto con mi delegación, nos sentimos aquí, en su país, muy bien y sé que es porque estamos aquí, en este país, entre amigos.

En países como los nuestros, que se basan en los valores de la libertad, democracia y respeto por los derechos humanos, es el Parlamento que representa los principios de la democracia, los principios de la libre voluntad del pueblo que vota a sus representantes, que gestionan de manera responsable el país y que la hagan progresar.

Y por ello, también es un gran honor, para mí, ser el primer Presidente de la República Eslovaca, que tiene esta oportunidad de comparecer ante este distinguido foro y enviar, mediante ustedes, saludos a todos los ciudadanos de México, a quienes representan.

El recién terremoto ha puesto a México a una prueba muy difícil. Permítanme expresar mi gran pesar ante la pérdida de vidas y los daños materiales que su Capital y su país han sufrido en el terremoto.

Pero también me gustaría manifestar mi admiración, por la manera de la que sus ciudadanos han podido hacer frente a esta adversidad, como han podido mostrar la solidaridad y la humanidad en esos tiempos difíciles.

Eslovaquia, también, ha ofrecido una ayuda financiera a su país. Es nuestra muestra de nuestra amistad, de la solidaridad hacia el pueblo mexicano.

Damas y caballeros:

Estoy convencido de que está en nuestro interés común, que nuestros ciudadanos, nuestras instituciones y nuestras empresas, que se conozcan mejor y que nosotros les ayudemos a abrir la puerta hacia una cooperación, que les animemos a que entablen nuevas amistades, asociaciones, y, bueno, aunque hay una gran distancia entre nosotros, una distancia geográfica, creo que la distancia geográfica no puede ser un obstáculo de poder aprovechar del todo el potencial que tenemos.

Yo creo que tenemos mucho en común, los dos países. Somos muy fuertes en la industria automotriz. Nuestro país es, incluso, el mayor fabricante de coches per cápita en el mundo.

Los dos países tienen una fuerte dependencia de un socio comercial, en su caso, son los Estados Unidos Americanos; en nuestro caso, es la Unión Europea.

Pero lo que es lo más importante, es que en los dos países tenemos gente fantástica, orgullosa y muy trabajadora.

Por ello, lo que nos une son, también, los cambios que tenemos que realizar en los dos países.

Tenemos que apoyar las empresas con un gran valor añadido.

Necesitamos innovaciones, necesitamos startup, reformas del sistema educativo y más inversiones. El mayor capital que tenemos es nuestra gente.

El año que viene, Eslovaquia y México celebrarán 25 años de sus relaciones bilaterales. Es una oportunidad no sólo para celebrar sino también para hacer balanza.

Y México es un amigo y también un importante socio comercial para Eslovaquia, incluso el mayor, el más importante en América Latina.

Recientemente, nos va bastante bien en el comercio bilateral, pero desde lejos no utilizamos todo el potencial, no aprovechamos todo el potencial que tenemos.

Y, por ello, una gran parte de mi Delegación es compuesta por los empresarios eslovacos, y vengo justo ahora, desde un foro de negocios mexicano-eslovaco.

Y yo espero que todos los empresarios que me acompañan, vuelvan a Eslovaquia con una idea concreta, que pueda traer resultados tangibles.

Eslovaquia, por supuesto, es un país mucho más pequeño que México, pero tenemos una economía abierta, que funciona bien y gente con talento.

Somos parte de la Unión Europea, de 500 millones de personas, y, además, también, somos miembros de la zona Euro.

Me gustaría recordar, también, nuestro apoyo para las negociaciones entre la UE y México, sobre la actualización del Acuerdo Global.

Y estoy convencido de que nos beneficie a las dos partes, y gracias a este acuerdo, se intensifiquen nuestras relaciones y enriquezcan las oportunidades, y dependerá sólo de nosotros como saquemos provecho de ellas.

Tenemos buenas oportunidades de cooperación, también otros ámbitos, ciencia, innovaciones, investigación o cultura, y para ello, también, servirán los acuerdos de cooperación entre las agencias y los gobiernos, hoy firmados.

Con mi presencia aquí en el Senado, me gustaría apoyar, también, nuestra cooperación a nivel parlamentario.

También, por ello, me acompaña el Vicepresidente del Consejo Nacional de la República Eslovaca, el señor “Andrejan”.

Los últimos contactos tuvieron lugar en 2009, y me complace que exista el Grupo de Amistad en su Cámara de Diputados, y también me da mucho gusto que el señor diputado Castañón, presidente de este Grupo, desempeño esfuerzos activos para reforzar esta cooperación.

Damas y caballeros:

El mundo de hoy tiene que hacer frente a muchos retos y creo que es muy importante darse cuenta de que ningún país, y lo repito, ningún país, no puede afrontar solo estos retos.

Sea el cambio climático, el calentamiento global, la migración, el terrorismo, el desarrollo económico, de verdad es el deber de todos los países que se basan en los principios, los valores de la democracia y la libertad de unirse; hoy es el tiempo de unirse, no de separarse.

Y lo que me preocupa a mí es el auge del nacionalismo, populismo, extremismo y el hecho de que se esté perdiendo la tolerancia en nuestras sociedades, la cooperación, la humanidad y la comprensión muchas veces se sustituye por una confrontación y a gran medida yo creo que es la consecuencia de la falta de la defensa de los valores básicos en los que se han construido nuestras sociedades democráticas.


Pero también es la consecuencia de que no siempre conseguimos dar a nuestros ciudadanos lo que desean y lo que es la base de cada sociedad sana y que prospere.


La sanidad pública, que funcione bien, la seguridad, la educación, etcétera, es decir, simplemente para que la gente pueda vivir de manera digna.

Esta es la responsabilidad que cae en nuestros hombros, en los hombros de los políticos. El populismo, por desgracia, muchas veces se convierte en un arma de los políticos, como ha dicho el antiguo secretario de las ONU, señor Ban Ki-moon, que la experiencia más triste de su trabajo es que muchos líderes y muchos políticos piensan más en su propio poder que en sus propios ciudadanos, y es el deber de nosotros los políticos servir a los ciudadanos.

Es nuestro deber construir un mundo de amistad, de respeto mutuo y de comprensión.

Es nuestro deber construir un mundo común de democracia y de libertad.

Estimadas señoras senadoras, señores senadores; diputadas y diputados:

Muchas gracias por darme la oportunidad de comparecer ante este distinguido foro, y deseo a su país, y sobre todo a sus ciudadanos, de verdad todo lo mejor.

Y a las relaciones mexicano-eslovacas, les deseo un desarrollo con éxito, y estoy preparado a contribuir a ello.

Muchas gracias.

SENADOR ERNESTO CORDERO ARROYO: Muchas gracias por su mensaje, señor Presidente.

Señor Andrej Kiska, agradecemos su visita al Senado de la República.

También doy nuestro agradecimiento al diputado Jorge Carlos Ramírez Marín, por su asistencia a esta Sesión Solemne.

Igualmente agradezco a los distinguidos invitados que nos han acompañado.

Solicito a las comisiones designadas, se sirvan acompañar a nuestros invitados hasta las puertas de este recinto.

Damos por finalizada la Sesión Solemne, y se solicita a las señoras y señores senadores permanecer en sus lugares para continuar con la sesión ordinaria del día.

 

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