Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Versión Estenográfica de la comparecencia del embajador designado de México ante Estados Unidos de América, Gerónimo Gutiérrez Fernández, a la que convocan las senadoras Gabriela Cuevas Barron y Marcela Guerra Castillo, en el Senado de la República. (Segunda parte y final)

SENADOR ISIDRO PEDRAZA CHÁVEZ: No’mbre, a este paso parece que no me iban a dejar.

Miren, yo suscribo y me sumo casi textualmente a lo expresado por mi compañero, el senador Patricio Martínez. No podemos renunciar a una facultad que tenemos ahora, de examinar y de revisar la propuesta para poderla aprobar.

Y si ustedes nos quieren llevar de la mano, apresurados para sacar un compromiso que tiene el Presidente o no sé quién; digo, no legislamos a destajo. Lamento que lo presenten así, pero esto sí tenemos que dejarlo muy claro, no es el papel que venimos a hacer aquí.

Hay temas que han sido tocados, señalados y que vale la pena retomar porque nosotros tendríamos que decir: con los Estados Unidos de América tenemos unas grandes diferencias.

Nosotros somos una nación que fue forjada por hombres que se enfrentaron a grandes desafíos. Nos ha costado mucho crear en nuestro país los mismos despojos que hemos sufrido del territorio, han hecho que tengamos la identidad como nación.

Nosotros tenemos visiones distintas con los americanos y más con su Presidente. Nosotros no exterminamos a los indígenas ni tampoco los encerramos en reservas. Aquí protegemos a nuestros pueblos indígenas. Tenemos que plantearnos con una posición de dignidad frente a lo que está pasando.

Yo creo que una parte, la última del senador Patricio, donde nos pide dignidad para defender nuestros derechos frente a Estados Unidos es lo que nos ha faltado.

Yo no he escuchado al Canciller plantearse con firmeza para confrontar las posiciones xenofóbicas que han ido tomándose en el seno del ejercicio del poder que ha hecho Donald Trump.

Nosotros, y a veces lo escucho, ahora lo escuchaba y a veces hasta me preocupa porque sigue teniendo ahí una actitud de sus antecesores, de que no pasa nada.

Creo que tenemos que salir con mucha firmeza a defender principios y valores, los valores que nos dan nuestra definición como nación.

Diga usted que no o diga usted que sí, hace falta definir una estrategia para revisar la relación de los Estados Unidos con nuestro país, es necesaria.

No están planteadas las cosas de manera puntual, hay que hacerlo. No se trata de ganarle, de exhibirlo ni de cuestionarlo; hay que construirlo.

El propio Canciller se ha comprometido a trabajar con nosotros en ese tema y creo que no podemos renunciar a nuestra facultad ya expresa aquí que dice nuestro amigo, ni siquiera es de oficio el tener que revisar esto.

Ha habido mucha soberbia de nuestros cancilleres, nuestros embajadores en este sentido.

Y creo que sí hay urgencia de tener embajador, pero ¡caray! Vayamos cuidando las formas para que se vaya haciendo.

No hemos estado en la sesión de hoy; nos venimos aquí a fusionar en la Comisión para sacar rápido esto, pero esto no es un tema rápido, es un tema delicado, es un tema de trascendencia para nuestro país.

A lo mejor usted lo ve como una chamba muy transitoria porque estamos ya en el 2018 con las elecciones encima. Creo que nosotros no podemos ser tan superficiales en ese sentido, y tenemos que ver qué es lo que se va a defender en el ámbito internacional.

Hay necesidad de establecer algunos mecanismos y sobre todo si ellos fueron los que empezaron planteando a revisar temas, nosotros podemos también empezar a replantear temas y exigir que en la mesa abordemos otros temas que no han sido abordados.

Ha sido una promesa recurrente de campaña de los candidatos norteamericanos el poder ofrecernos la amnistía famosa para regularizar los derechos de los migrantes. Nos la ofrecen y nunca la cumplen. Barack Obama hizo una gran promesa de esto y nunca se lo aprobaron las cámaras.

Yo creo que sí tenemos que ver en esta revisión del tratado el capítulo de los derechos humanos, y habría que establecer incluso y empujar para crear un tratado de defensa de los derechos humanos entre México, Canadá y Estados Unidos. Es necesario también evolucionar en el sentido de la defensa a un tratado para que tengan un estatus jurídico.

Ustedes conocen, conocemos la actitud del gobierno de Norteamérica de no respetar tratados internacionales ni recomendaciones internacionales, cuando no lees con memes, no aceptan ninguna recomendación, restricción, ahí estamos atados y otros donde pudiéramos ver que ellos no respetan nada.

Nos lo hicieron en el atún, nos lo hicieron en el aguacate, nos lo han hecho en el jitomate, nos lo han hecho en muchas cosas y ellos solamente defienden sus intereses y ene se sentido creo que nosotros, a la hora de revisar el Tratado de Libre Comercio sí es importante que empecemos a revisar excluir el capítulo agropecuario del TLC.

Es una cosa que en México hace falta que la revisemos, no ha habido una evaluación correcta del TLC en el campo. El Secretario de Agricultura ha manejado cifras que no son las reales, porque incluyen ahí la venta de cerveza, la venta de tequila, la venta de mezcal y como vienen del sector agropecuario, dicen que estamos creciendo en la balanza de exportaciones en ese sentido y no reflejan de verdad el crecimiento que tengamos o no tengamos en la balanza comercial ene se sentido.

Por eso creo que es importante excluir ese tema de los derechos laborales, el tema de los derechos laborales no ha sido un tema abordado correctamente, incluso se llenan la boca diciendo que les sale en una quinta parte el sueldo de un mexicano frente a lo que pagan por un trabajador norteamericano.

Y entonces en materia de una forma tan cínica y socarrona de reconocerlo, pues no podemos aceptar que tengan ese trato los compañeros que están trabajando allá, en donde ni siquiera ganan u homologan los sueldos con lo que ellos tienen ahí.

Hace falta que en el tema de la seguridad interna, ellos ven sus preocupaciones de ellos y es gente que ha distorsionado su realidad por muchas cosas y nos quieren hacer culpables y responsables, como ya se dijo, de la seguridad interna de los Estados Unidos.

Nosotros no tenemos por qué pagar por eso y a veces nos ha faltado firmeza. Ahorita que oía al senador Patricio exigiendo que recorran su muro porque está invadiendo en los linderos, imagínense cómo van a levantar la voz ya que estamos ahí a manera de regañados, porque ya nos dijeron que vamos a pagar el muro.

Creo que estas acciones que se plantean tienen que recurrirse a las cortes internacionales para exigir respecto y ellos son a veces renuentes a aceptar mandatos internacionales.

Ya lo vimos cuando se estaba discutiendo el tema de la apertura energética, cómo ellos tienen muchos señalamientos y no acuden a eso.

Entonces creo que nosotros le tendríamos que pedir a usted en este caso que fuera, bueno, es evidente que lo van a nombrar embajador, pedirle que sí mantenga una actitud de defensa de principios y de valores y que el pueblo vea entre sus representantes, tanto en el Canciller como en usted, alguien que va a exigir respeto a la dignidad de los mexicanos.

Esto es algo que tiene que hacerse y que a veces pareciera que nosotros le regateamos a los mexicanos la solidaridad que hemos presumido tener con otros. Lo hemos hecho con los españoles, con los argentinos, con los chilenos y pareciera que no somos capaces de brindarle a los mexicanos en Estados Unidos todo el respaldo y el reclamo del respeto a sus derechos y a sus condiciones de vida que ellos han alcanzado en ese país.

Entonces, creo que en ese sentido sí se requiere establecer objetivos muy puntuales en la estrategia de defenderse, dónde vamos a hacerlo ¿a partir de la diplomacia? Porque aquí hay una pregunta que yo quería hacerle incluso, se me estaba olvidando, a diferencia de los otros compañeros que guardaron sus preguntas.

Tenemos que revisar los perfiles de los cónsules, porque tenemos muchos que son cuates y no son de carrera y aquí los hemos ido nombrando como corcholatas, bien dijera aquí el senador, pero creo que llegó el momento de revisar esos perfiles y no sé si usted, frente a esto, esté considerando revisar una serie de perfiles que ayuden en la elaboración de un compromiso diplomático para defender los temas que se han estado señalando aquí.

Eso sí, nos interesaría saber cómo integrar los perfiles, cómo valorar el desempeño de los que han estado ahí para ver de qué manera los cónsules de México en Estados, a recomendación suya, pues podamos mejorar el papel que se tenga.

Y en el tema de la seguridad, qué acciones o qué estrategias se considera implementar de manera bilateral para detener el trasiego ilegal de armas hacia México.

Este ha sido uno de los problemas que bien señaló el senador Patricio, que nos ha puesto en la mira.

Incluso hace algunos días una televisora, pasaron un reportaje de cómo es tan fácil el ingreso de armas y de municiones a nuestro país.

Gracias.

SENADORA GABRIELA CUEVAS BARRÓN: Gracias senador.

Senadora Graciela Ortiz.

SENADORA GRACIELA ORTIZ GONZÁLEZ: A mí me parece que estamos en México, y lo he dicho en varias ocasiones, hoy lo hago no solamente ante mi Grupo Parlamentario, en la condición más difícil tal vez desde 1840-47 como país.

Estamos tal vez en la peor crisis en la relación con Estados Unidos, de la que los mexicanos de mi generación y desde luego las subsecuentes tengan memoria.

Y qué bueno que se planteó aquí la necesidad de la revisión de los antecedentes históricos para que, entendiendo el pasado, podamos tener una mejor perspectiva hacia lo que sigue.

Es un tiempo de crisis, es un tiempo de retos, es un tiempo de desafíos enormes que exige, bien lo dijo aquí un senador, no es en el contexto en el que él lo dijo pero yo creo que es el concepto que debemos de atender.

Exige condiciones y disposición de grandeza de quienes tenemos la responsabilidad, como es el caso del Senado de la República, de revisar, de apoyar y de respaldar la política exterior del Gobierno Mexicano en esta etapa tan difícil.

Se ha dicho mucho de las condiciones verdaderamente inaceptables en las que el nuevo Presidente de Estados Unidos ha tratado a los mexicanos.

Pero debiéramos de revisar con mayor atención lo que ese nuevo gobierno está iniciando desde luego con México, que es lo que nos atañe, nos importa y lo que debemos de atender, pero también observando que no solamente es con México sino con el mundo, es el Gobierno de Donald Trump contra el mundo.

Nosotros tenemos que revisar desde luego la parte que nos corresponde y en la parte que nos corresponde una tarea sustantiva de este Senado de la República es analizar a quién manda el Gobierno Mexicano como Embajador a Estados Unidos para atender este desafío, el mayor de la historia.

Entonces, maestro Gutiérrez, la posibilidad de su nombramiento tiene una de las mayores importancias de las decisiones que el Senado de la República ha tomado para ratificar los nombramientos que manda el Presidente de la República.

Y desde luego en ese contexto me parece que son absolutamente atendible y respetable las expresiones de todos los compañeros en el sentido de que le debemos dar el tiempo y la discusión porque no es un nombramiento más.

De ser usted ratificado, en usted y en el equipo que usted conforme, desde luego aplicando la política exterior que defina el Gobierno Mexicano, porque esa será su tarea, va a estar la responsabilidad de la peor etapa en la relación entre México y Estados Unidos. No es una responsabilidad menor.

Y entonces cuando un nombramiento así es enviado al Senado Mexicano lo primero que se tiene que hacer es revisar con mucha imparcialidad, con mucha objetividad y con mucha preocupación, revisar los antecedentes de aquel, como es su caso, que es enviado por el señor Presidente de la República para atender ese desafío.

En una primera revisión desde luego institucionalmente hablando, me parece que su desempeño diría que hay la garantía de que no es una improvisación, de que no es un nombramiento que se mande solamente para cumplir una responsabilidad; sino que tiene un sentido institucional que creo que hay que rescatar y hay que reconocer.

Yo haría solamente una acotación, con todo respeto, hacia lo que es la disposición del señor Presidente de la República; y la hago porque además ya usted y yo lo comentamos. Y la acotación es que su desempeño en materia de relaciones exteriores se da en un periodo de alternancia política en este país y eso significa, entonces, que hay una identificación con quienes dirigieron al país en los últimos doce años, antes de la llegada de esta administración; y hay un prurito personal que lo establecí como diputada federal, lo hago hoy como senadora; que lo comenté con usted y lo he comentado con otros compañeros, en el sentido de si debería de ser ese prurito ese periodo en el que usted destaca en materia de relaciones exteriores, un obstáculo o no para que quienes militamos en el Partido Revolucionario Institucional, el partido que hoy está en el gobierno, para quienes cuestionamos la política exterior de las dos administraciones anteriores, para quienes señalamos el grave riesgo que estaba viviendo México al ir reduciendo su participación en materia de política exterior en el mundo; para quienes vimos que México había ido perdiendo importancia estratégica en esa relación, debiera de ser en este momento un obstáculo para la definición.

Créame que es un tema que con toda responsabilidad fui en lo personal, fui analizando. Y lo trato porque quiero fundamentar por qué me parece que debemos ratificar el nombramiento que envía el señor Presidente de la República.

Y me parece que lo debemos de ratificar, por dos razones:

La primera, desde luego, por su desempeño en esa etapa. La primera, desde luego, por sus prendas personales. Pero hay una mucho más importante que esa: me parece que este es un momento en el que estamos obligados quienes estamos hoy en esta mesa de discusión y de análisis, y quienes habremos de verlo en el Pleno en su conjunto, de priorizar que es el compromiso con el país.

Se ha hablado mucho aquí, y lo trataré en un segundo punto, se ha hablado mucho aquí de la falta de estrategia de esta administración y ojalá tuviésemos una comprensión más cabal, más amplia y más generosa; pero sobre todo más analítica de la condición en la que está México, para que no incurriéramos en una serie de recetas que son fáciles de decir, que fueron muy difíciles de aplicar en su momento.

Me parece que este momento exige que los mejores hombres y mujeres estén representando a nuestro país en este momento en Estados Unidos, con el Embajador ante Washington y también con una red consular que ha dado, como nunca, como nunca en la historia y lo podemos ver ciudad por ciudad, consulado por consulado; la batalla en la defensa en los intereses de nuestros connacionales.

Y esa es la razón, señor Embajador, por la cual yo voy a votar con un enorme gusto y con una enorme convicción, por ese nombramiento que ha enviado el licenciado Enrique Peña Nieto, presidente constitucional de los Estados Unidos de México; porque me parece que estamos obligados a ver más allá de las condiciones políticas, de la coyuntura y de la facilidad para en la coyuntura, aprovechar políticamente el momento y pensar en el país.

Y si empezamos a pensar en el país, entonces lo que aquí se ha expresado, más allá de la ratificación que yo, insisto, con enorme gusto lo haré, se lo expresé a usted en lo personal, lo dije con una profunda convicción, de atender lo que creo son condiciones extraordinarias, son condiciones inéditas y son condiciones que exigen entonces una actuación fuera de lo común, fuera de lo que ordinariamente atendemos, para entrar en esta nueva etapa de desafíos con algunos detalles.

A mí me parece que en esta indignación que nos marca a los mexicanos esta verborrea, esta actuación del Presidente de los Estados Unidos, no debemos de perder de vista jamás que tenemos que pensar en México como un país que hoy tiene fortalezas que no tenía hace 22 años que se firmó el Tratado de Libre Comercio.

Que tiene además condiciones como país muy diferentes a las que tuvimos en el pasado. Y quiero tocar muy brevemente la razón por la cual digo esto.

México se preparó estos cuatro años para llevar a cabo una serie de reformas estructurales que yo en lo personal voté, aprobé a conciencia, muchas veces hasta se nos dijo hasta vendedores de la patria, traidores y demás, las aprobé a conciencia. Muy clara, como lo dije en la tribuna del Senado, muy clara de que México tenía que prepararse para afrontar con mayor fortaleza las condiciones del desafío.

Cuando Trump vino a México dije dos cosas que las quiero hoy recordar. La primera es: Nunca la relación con Estados Unidos ha sido una relación ni sencilla ni fácil ni cómoda, jamás; ni un republicano ni un demócrata le garantizan a México lo que México necesita hacer. Por eso considero que el haber llevado a cabo las reformas es uno de los grandes logros de esta administración pero también de este Senado de la República, de este Congreso Nacional.

Fortaleza que no se pudo hacer en años anteriores se logró en esta etapa, gracias a la generosidad, a la visión y al compromiso de todas las fuerzas políticas, tuvimos la capacidad para ponernos de acuerdo, para anteponer nuestra visión de Estado, de país, nuestra visión partidista y construir una ruta que me parece que es insuperable para que México asuma su papel en una condición mucho mejor de la que estábamos hace cuatro años. Ese es un avance que usted deberá de tener como parte de su acervo y como parte de su fortaleza en la difícil tarea que le espera hacia adelante.

Tenemos además, ya no voy a abundar en ello, temas tan importantes como el que aquí se trataron de seguridad, de migración, de educación y por supuesto de esa interacción que hay de las economías de ambos países que no son las mismas que teníamos hace 22 años. México hoy es un país al que Estados Unidos debe de respetar, no solamente como vecino sino como aliado para que su economía siga siendo boyante en esos 35 estados y en el país en general que usted mencionó.

Yo creo que el Gobierno de la República estando en la condición más difícil que ha tenido gobierno alguno en los últimos años, en esta etapa contemporánea después de 1840 y tantos, no ha sido, y esto hay que reconocérselo, y sé que muchos disienten de ello, yo sostengo con absoluta convicción sostengo mi dicho, no ha sido un gobierno colaboracionista. Ahí está un Presidente de la República que le dice al presidente Trump: No voy con ese trato que le estás tratando de dar al país.

Sé que no fue una decisión fácil; sé que lo más cómodo hubiera sido acudir. Sin embargo, el Presidente se atrevió a decirle que no. Pero tampoco puede ser un gobierno oposicionista, per se.

Si no entendemos la gran vinculación, la interacción que existe ente los dos pueblos, es muy fácil y muy sencillo dar la receta de actuar de determinada manera. El Gobierno de la República está obligado a defender los intereses de los mexicanos en el país y lo primero que tiene que hacer, como lo hemos hecho todas las fuerzas políticas en todos estos tiempos, es entender que el diálogo es fundamental.

Enredarnos en la bandera sería muy sencillo, es lo que nuestra emoción nos dicta. Lo que la razón nos dice es que tenemos que seguir tratando con ellos, que tenemos que sentarnos en la mesa en esa condición ciertamente de igualdad, ciertamente de respeto y de respaldo a nuestra soberanía, pero que tenemos que seguir sentados en esa mesa buscando que las condiciones para los mexicanos en el futuro sean mejor de los que son hoy.

Muy firmes en la defensa de nuestros derechos y muy claros también en nuestras fortalezas. Pero absolutamente conscientes de que no podemos quebrantar una relación histórica que, hoy más que nunca, tiene vertebraciones y vinculaciones que no existían en el pasado.

Y en ese contexto pues su tarea, señor embajador, va a ser muchísimo más compleja, porque no va a dejar usted, como no deja el gobierno de la República, como no deja el Canciller, contentos a todo mundo, pero lo que tienen que pensar es que ustedes están obligados a dar resultados, más allá de las opiniones y porque están obligados a dar resultados, es justamente una de las razones por la cual estoy absolutamente convencida de que es usted el embajador que debe de acompañar el esfuerzo de la República en este momento y desde luego el apoyo y el respaldo al gobierno.

Concluiría diciéndole que tengo la certeza de que habrá usted de entender su papel en la historia, es un papel difícil, contará con todo nuestro respaldo en la medida que su papel se desempeñe con absoluta lealtad al gobierno de la República, porque al hacerlo estará usted cumpliendo con su país.

Muchas gracias por atender.

SENADORA GABRIELA CUEVAS BARRÓN: Gracias senadora.

Senador Juan Carlos Romero Hicks.

SENADOR JUAN CARLOS ROMERO HICKS: Señoras presidentas de las comisiones unidas, distinguidos legisladores, don Gerónimo Gutiérrez.

En caso de ratificarse su designación usted va a llegar a Estados Unidos en el momento de la peor tormenta en más de 150 años. Las expresiones que hemos escuchado son de amenaza yd e desconocimiento a México por parte del presidente Donald Trump.

En momentos de mucha complejidad que van a requerir tareas diplomáticas para defender, como usted lo ha propuesto, el interés nacional.

La política exterior es una política de Estado y eso hay que recordarlo de manera permanente, no es de partidos, no es de visiones parciales y hoy, frente a esa tormenta, de pocas luces y muchas sombras, se requiere el estadista, se requiere la persona con la pasión y el compromiso.

Quiero compartirles que conozco a Gerónimo desde hace más de 20 años y estoy absolutamente convencido que tiene el perfil idóneo para representar los intereses de México y así lo sentí desde el primer momento en que empezaron los anuncios informales.

Como senador de Guanajuato, como miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores estoy plenamente convencido y celebro la combinación que el Presidente de la República encuentra para ubicar los mejores perfiles; a Carlos Manuel Sada, como el cónsul de cónsules para regresar a coordinar estos 50 espacios de defensoría de los mexicanos y a Gerónimo Gutiérrez por su trayectoria que es ya sumamente reconocida.

En esta estrategia diplomática me quiero referir y preguntar sobre cuatro puntos: primero el tema educativo; segundo, las relaciones comerciales; tercero, la protección consular y finalmente aspectos que tienen que ver con la imagen de México.

Una parte que nos reúne muchísimo, primero, es el tema de educación, cultura, ciencia y tecnología. En cultura tiene México muchísimo que proyectar y las oportunidades de educación, ciencia y tecnología, innovación, todavía pueden mejorar, usted las conoce y las asume y las ha trabajado.

Pregunta primera es ¿qué acciones contempla para crear sinergias ante sistemas educativos de ambos países, desde preescolar hasta postgrado? Y en este momento estamos por sacar una iniciativa preferente del Presidente Peña para el reconocimiento de validez de estudios, que no es solamente por el tema migratorio, es un tema que estuvo esperando durante mucho tiempo y que lo estábamos viendo. Quiénes serían los aliados, cuál sería la fuerza de la Embajada.

Segundo tema: la relación comercial.

Y ésta es muy conocida. Tenemos una relación de poco más de 80 por ciento con Estados Unidos de América.

Usted viene a dirigir una institución creada en el marco del Tratado de Comercio Libre para América del Norte.

¿Cuál es la postura? ¿Diversificar para la renegociación? ¿O cuáles son los principales puntos que se deben corregir o mejorar para esa integración productiva?

Sé que estamos contra corriente. Hoy deberíamos estar trabajando en integrar una región de América del Norte y no en nacionalismos de conservadurismo, de neopopulismos retrógradas y eso es lo que estamos enfrentando como reto. ¿Cuál es el escenario que usted contempla?

Tercero: la protección consular.

Sé que el diseño de la Embajada es más para la relación política y que los 50 consulados dependen más de la Subsecretaría de América del Norte.

Sin embargo, hoy en la calle el mexicano, y tenemos de varias generaciones, 36 millones de mexicanos, con polvo, sudor y lágrimas, han hecho esfuerzos muy importantes que no hemos sabido en ocasiones proyectar y atender.

Sería un error pensar que los consulados únicamente se van a dedicar a trámites de documentos. Esto equivaldría a una atención deficiente.

Los consulados, entre otras tareas, atienden tres:

Primero, la promoción de México.

Segundo, la defensa irrestricta de los intereses y los derechos de los mexicanos.

Y, tercero, la actividad registral.

Tenemos ahí pendientes. Por ejemplo, este Senado y el Congreso de la Unión facultaron a la Cancillería, en la Ley del Servicio Exterior, para expedir actas de nacimiento por primera ocasión.

Entiendo que en los próximos días se va a expedir finalmente la primera para personas que no tienen una identidad acreditada de origen.

La pregunta es: ¿cómo articularía usted, desde el cargo de Embajador, la cobertura efectiva de la protección consular?

Y, cuarto, la imagen de México.

México es un gran país y México tiene muchos orgullos por los cuales puede presentar grandes logros y grandes retos que ha venido trabajando con polvo, sudor y lágrimas.

Cómo podemos –es la pregunta- contrarrestar esta paranoia mediática, esta insensibilidad y el desconocimiento de muchos estadounidenses que son buenas personas, de buen fe pero que no se dan cuenta que vivimos en un mundo globalizado, en donde dependemos mucho unos de otros y que la amistad se hace construyendo puentes y no poniendo muros, regresando a esquemas históricos que no funcionan.

Cómo podemos hacerle para cambiar la percepción del 24 por ciento de los estadounidenses, que creen que el inmigrante mexicano les quita empleo.

Cómo hacer para que el 36 por ciento de ciudadanos de ese país que apoyan la construcción del muro, se den cuenta de lo que México representa, de la gran oportunidad que perderíamos en caso de no caminar juntos.

Aquí estamos varios legisladores que estuvimos en Ciudad Juárez, en el trozo del alma de México que es Chihuahua, con la senadora Ortiz, con el senador Patricio Martínez y otros y el mensaje es de amistad.

Frente al odio el amor, frente a la incomprensión la sonrisa, y frente a la provocación irracional el trabajo diplomático sobre cómo hacer estas tareas.

Vivimos en un mundo en donde la palabra ha sido devaluada. Cómo construir mejores puentes.

En años anteriores se hablaba del poder suave de las naciones pero hoy en día el poder más efectivo que puede ser un estado es el poder inteligente, la inteligencia para conocer la verdad, la libertad para practicar el bien y todas las virtudes humanas.

Ciertamente este panorama es abrumador y frente a esa gran cantidad de expectativas le puedo adelantar que nuevo voto, convencido, será a favor.

Y es el valor de la confianza y la palabra confianza la fe, la fe frente a escenarios de tormenta que hoy no alcanzamos a comprender y que tenemos que enfrentar. Este Senado va a estar presente y de parte de nosotros no será con visiones parciales, será con visiones de Estado y lo vamos a acompañar.

SENADORA GABRIELA CUEVAS BARRON: Muchas gracias, senador.

Debo decirles que nuestras intervenciones han concluido y por lo tanto, ahora toca el uso de la palabra al ciudadano Gerónimo Gutiérrez Fernández.

GERÓNIMO GUTIÉRREZ FERNÁNDEZ: Muchas gracias, senadora. Con su permiso.

Definitivamente debo de empezar por agradecer las expresiones que algunos de los senadores y de las senadoras han hecho a favor de mi persona y de la posibilidad de que sea ratificado.

Lo agradezco sinceramente y lo único que quiero destacar es que esas expresiones simplemente me comprometen más con mi país, con el Gobierno de la República y por supuesto con el Senado de la República, en ejercicio de sus facultades, para poder trabajar juntos en lo que hoy coincidimos, es un momento importante en la relación con Estados Unidos.

Así es que esas expresiones, en verdad, sólo me comprometen más y así las asumo.

Hay varios puntos que han sido comentados por las señoras senadoras y senadores, trataré de referirme a todos.

El primer punto es, nuevamente en relación a los memorándums de implementación que fueron comentados. Al punto que decía la senadora Cuevas, en efecto, la sección H, punto 9 de uno de esos memorándums autoriza conforme a la legislación migratoria, al Departamento de Seguridad Interior a hacer lo que usted ya mencionó en relación a las peticiones de asilo.

Autoriza al Departamento de Seguridad Interior, no obliga en forma alguna al Estado mexicano a hacerlo. Estoy completamente de acuerdo con usted, así es que ante ese planteamiento que existe en ese memorándum, por supuesto estará sujeto al cumplimiento de nuestro propio marco legal y de nuestros intereses. Repito, no obliga en forma alguna al Estado mexicano.

También quiero destacar un punto, porque está relacionado, el senador Flores hablaba de la ayuda, de la revisión de la ayuda. Creo que la manera, primero es, hay que precisar, eso no es ayuda, es cooperación, número uno.

Nuestro país creo que siempre está abierto a la cooperación y si eso implica recursos, sea bienvenido. Hay que entender, a mi juicio, bien, el origen conceptual de esa cooperación; porque parte de un principio básico que es: la hemos aceptado porque tiene que ver con la responsabilidad compartida en distintos retos; destaco principalmente el tema de la cooperación en materia de seguridad y los recursos a los que ya hizo referencia, senadora, que tiene que ver con la Iniciativa Mérida.

Esa cooperación, que en recursos inició tan sólo hace unos cuantos años, es importante porque es el reconocimiento del Gobierno de los Estados Unidos que existe una responsabilidad compartida en la atención del combate al crimen organizado y específicamente, al comercio ilegal de drogas. Por eso está ahí y el Gobierno de la República sólo la ha aceptado porque responde a ese principio de responsabilidad compartida.

Si se pierde y si se cancela, no va por ningún motivo a impedir que el Gobierno de la República haga lo que tiene que hacer en materia de procuración de justicia y de combate al narcotráfico, y será en detrimento del Gobierno de los Estados Unidos y de ese país, esa decisión.

La revisión no, senador, la revisión la hacemos nosotros mismos antes de que nos la hagan, porque entendemos la naturaleza de esa cooperación que responde a principios de responsabilidad compartida, no ayuda, pero estoy de acuerdo en que es un tema que hay que dejar medianamente claro con nuestras contrapartes.

Se hizo también mención de los protocolos, la senadora Hernández, Lisbeth Hernández, del protocolo de atención consular, sobre todo en lo que tiene que ver a niños y niñas no acompañados y a familias.

La parte más dolorosa sin duda de lo que se está viviendo en materia migratoria, tiene que ver con la afectación o con la separación de familias y con la afectación a la vida diaria de niños y niñas. Naturalmente eso es lo que ocupa a la Secretaría de Relaciones Exteriores de manera primordial.

Como ya fue señalado, afortunadamente hay disposiciones o los memorándums hablan específicamente de que prevalecen ciertas disposiciones.

Y tenga la certeza, uno, que desde la Embajada y desde la Cancillería se pone y se pondrá especial énfasis en eso y estaremos por supuesto trabajando con usted y con otros senadores y senadoras para la revisión y para actualizar de los resultados y de lo que estamos viviendo en esa materia.

Hay un tema que ya trató el senador que es importante, que es por qué no se ha discutido nuevamente el acuerdo migratorio.

Yo creo que sin duda es una de las materias que tendrán que abordarse en los diálogos que tenga el Senado en la colaboración con el Ejecutivo.

Yo creo que hay que enfatizar tres cosas:

Uno, como mencioné, buscar la ampliación y la modernización de las vías legales para que exista movilidad entre México y en Estados Unidos laboral, y para que la gestión del fenómeno migratorio sea más humana, mucho más eficiente, con mejores resultados para ambos países. No es un objetivo que se pueda abandonar y no se abandona.

Creo que hay que entender también que los acuerdos migratorios, que de hecho existen, Estados Unidos lo que tiene es una legislación como existe en México la Ley de Población y Migración, una legislación en esa materia y que las excepciones particulares o a países particulares son mínimas, y normalmente esas se dan a través del ámbito ejecutivo.

Soy de la convicción de que así como hace 20 años al tener discusiones sobre el Tratado de Libre Comercio ambas partes dejaron temas fuera de la agenda, no es ningún secreto, nosotros energía ellos materia migratoria, es un buen momento, a pesar de las dificultades que existen, para decir: Si vamos a discutir ese tema, nosotros también tenemos interés en discutir cuáles son las necesidades reales que hay en materia de determinados tipos de visas.

¿Cómo se pueden construir mejores mecanismos para que –como decía el senador Martínez– no estemos preocupados ni ellos ni nosotros de una migración que no está estrictamente en el marco legal? Se dé en el marco legal.

Los mexicanos, me atrevo a decir y se lo he dicho muchas veces a contrapartes estadounidenses, no tienen una predeterminación para violar el marco legal de los Estados Unidos, eso no es cierto. Demuestren que existen vías legales suficientes para que usen y vayan a los trabajos que demanda su propia economía y que demandan los estadounidenses y que están haciendo una gran aportación a Estados Unidos y verán que los mexicanos van a escoger las vías legales.

No se debe abandonar. Hay que entender cuáles son los mejores o discutir incluso cuáles son los mejores mecanismos para lograrlo, pero no es un objetivo que esté abandonado ni a mi juicio por ninguna circunstancias que se deba de abandonar.

Vuelvo al tema, ya lo mencioné un poco, la senadora hablaba del tema de drogas y de todo lo que ha pasado. Es muy claro, la verdad es que los dos gobiernos, los gobiernos de ambos lados de la frontera afortunadamente, es mi opinión, la cooperación en materia de procuración de justicia y de seguridad y de combate narcotraficantes, ha evolucionado sí, con altibajos, pero favorablemente en los últimos 20 años.

Tenemos hoy una mejor cooperación, se abrió un mejor marco legal sobre mejores marcos de respeto y eso creo que la mayoría coincide. No quiere decir que está exento a problemas, diferencias, retos, pero tenemos una mejor cooperación, hoy de lo que teníamos.

Recuerden tan sólo que hace poco existía un proceso absolutamente unilateral mediante el gobierno de Estados Unidos, certificaba o no, a las naciones en su lucha o cooperación en materia de combate al narcotráfico.

Hoy hay mejores mecanismos, la cooperación es fluida, pero siempre tiene que ser bajo el principio de responsabilidad compartida. A nosotros nos interesa, ya lo decía el senador Patricio Martínez, hay que abordar también el flujo de armas que ilegalmente van de norte a sur, de dinero que es interés de la nación, y por eso está señalado eso en uno de los 10 objetivo que marcó el señor Presidente de la República para cualquier discusión o negociación con los Estados Unidos.

Por supuesto que así se debe hacer. Es tan importante para nosotros, como cualquier punto que el gobierno estadounidense pueda señalar como interés de ellos.

El gobierno de México por muchas décadas ha sabido hacer un uso inteligente de los organismos, de las cortes y de los procesos internacionales. Basta ver la tradición diplomática, no de ahora sino de muchos años.

El caso avena, por mencionar un ejemplo de hace unos años, en el cual se logró establecer una serie de precedentes a favor de los derechos de connacionales en Estados Unidos, independientemente de los estados migratorios.

Se han solicitado, obtenido en muchas ocasiones opiniones consultivas de todo tipo de organismos internacionales. Afortunadamente en la Cancillería de tiempo atrás hay un equipo competente, profesional, que conoce los organismos internacionales y no habrá ninguna duda del gobierno de la República en hacer uso de esos mecanismos cuando sea útil, oportuno, como lo ha hecho siempre.

Así es que los comentarios en ese sentido son válidos, pero creo que simplemente hay una coincidencia con lo planteado por las señoras senadoras y los señores senadores.

Se mencionaba, por parte del senador Pedraza el perfil de los cónsules. Mire senador, yo dos cosas quiero destacar: yo he tenido la oportunidad de trabajar en la Cancillería ya algunos años y me he encontrado en realidad en muchos miembros del Servicio Exterior Mexicano, la gran mayoría, los funcionarios más comprometidos y más profesionales que tiene el Ejecutivo, se lo digo sin ningún empacho, pero no son todos.

Yo creo que el perfil, por supuesto que los que son miembros del Servicio Exterior Mexicano son los que naturalmente reúnen el perfil apropiado para una labor consular. No tengo las cifras de cómo esté ahora, pero también ahí ha habido y lo he visto de personas que no son servidores públicos, que son miembros del Servicio Exterior Mexicano que han hecho una estupenda labor y déjenme tomar un ejemplo.

El embajador Carlos Sada, no es un miembro de carrera del Servicio Exterior Mexicano y sin embargo se ha desempeñado, creo que todo mundo coincide en eso, se ha desempeñado en Chicago, en Los Ángeles, en Nueva York, en San Antonio, en la embajada, con un profesionalismo que creo que todas las partes reconocen.

Ha habido muchos funcionarios de ese tipo.

Entonces, lo que sí tiene razón en señalar es que independientemente de su origen o su formación, los consulados deben de tener gente sobre todo comprometida y sí profesional y el que no esté dispuesto a comprometerse plenamente y a tener una actitud profesional sin distingo, de origen político, de si es miembro del servicio, debe estar fuera inmediatamente.

Me atrevo a decir que el Secretario Videgaray tiene perfectamente claro eso y que sabrá motivar a todos los cónsules y sabrá, en su momento, claramente tomar medidas ante los que no lo hagan.

El trabajo en Estados Unidos, lo tuve oportunidad de mencionar durante una conversación con algunos de los grupos parlamentarios, es un triángulo de coordinación entre la Embajada, la red consular y el Subsecretario para América del Norte, por supuesto con las instrucciones de la Cancillería y del señor Presidente de la República.

No es como a veces se percibe que el Embajador tenga en los consulados a perfiles que son conocidos para él, no, yo creo que no va por ahí y no es mi intención hacerlo.

Los consulados dependen por razones claramente correctas y operativas de la Subsecretaría: la Dirección General de Protección y Asuntos Consulares se encuentra en la Subsecretaría, la Dirección General de América del Norte.

Pero lo que sí puedo decir es que si no hay coordinación, comunicación entre esos tres puntos, no es posible hacer el trabajo.

En eso estoy plenamente consciente y tenga la certeza que pondré, de ser ratificado, todo mi empeño en eso.

El senador Romero Hicks me hizo algunas preguntas muy específicas que voy a tratar de abordar brevemente en interés del tiempo de todos ustedes:

Nuevamente vinculado con la parte de protección consular senador:

La Embajada lo que tiene es una ventaja para trabajar en los casos –y ya señalando algo que decía la senadora- típicos o uno.

A través de las organizaciones nacionales de derechos civiles, incidiendo en las estrategias jurídicas para sentar precedentes en los casos estratégicos.

Cada consulado tiene, a través del Programa de Asesorías Legales Externas (PALE) y a través del Programa de Consultores Legales PROBONO, que ha sido muy exitoso y que hay que fortalecer, y que se va a fortalecer con los recursos que ya ha dispuesto en realidad el Legislativo para tal efecto, ahí se concentran la mayor parte de ellos.

Esos programas tienen, cada consulado, una articulación al nivel local.

La embajada se concentra primordialmente en los casos estratégicos con organizaciones de alcance nacional en las estrategias legales que permitan sentar precedentes en esos casos.

No quiere decir el día a día de la Embajada, sí está involucrado en los casos de protección consular, en todos lados, en las 50 representaciones consulares, pero su espacio natural es en esos casos estratégicos y por supuesto en comunicación todos los días con los cónsules, con el Subsecretario para América del Norte, etcétera.

En la parte comercio, senador, mire: nosotros, digo, ahora sí que hablando con toda claridad, en el discurso de los últimos que yo recuerde 4 o 5 gobiernos, ha estado el objetivo y correcto de diversificar nuestras relaciones comerciales. Eso lo seguiremos haciendo y hay que seguirlo haciendo.

No es ningún secreto que la mayor parte de nuestro comercio está concentrado con los Estados Unidos, ni que sea difícil. O sea, un crecimiento del 100 por ciento en el comercio con el resto del mundo o con Europa, que por supuesto hay que promoverlo, y se está trabajando en ello, pues aún deja una parte muy importante.

Partamos de lo que es nuestra realidad y evidentemente hay debates sobre eso y lo ha habido desde hace 20 años, en el modelo económico en el que estamos, el comercio con Estados Unidos es una parte fundamental, así es. Basta ver todas las estadísticas al respecto.

Y yo sí soy un convencido de eso, no lo voy a ocultar, por supuesto abierto al debate, al diálogo y a estar equivocado al respecto.

Entonces la diversificación se debe procurar y se está procurando.

Pero la parte más importante creo, es que usted decía: qué sigue.

Es transmitir y hacer entender que no es ya sólo una relación de intercambio de flujos, o sea de flujos comerciales y de inversión.

Es que realmente se ha distribuido, se trata ya de un modelo en el cual la producción principalmente manufacturera está distribuido a lo largo de cadenas de valor desde Canadá hasta México.

Y que incluso en esas cadenas de valor participan inversiones de otros países a través de las reglas de origen.

Entonces hay un dato, por ejemplo, usted decía: cómo convencemos que el empleo, que no se están perdiendo los empleos.

Bueno, hay muchas maneras. Tengo dos observaciones al respecto:

La primera es basado en un dato, digamos, básico: el 40 por ciento de lo que México exporta a los Estados Unidos trae un componente previo de Estados Unidos. Visto desde esa óptica, la preocupación por la balanza comercial empieza; pero creo que hemos cometido dos errores, y usted señalaba algo, el lenguaje, perdón, tecnócrata, que a veces usamos los que nos formamos en esa, no siempre se transmite bien.

Y dos, hay que llevar ese mensaje, no a las élites, independientemente de partido, que están en las costas estes u oestes de todo Estados Unidos, hay que llevarlo al medio oeste, a otros estados donde no se conoce esto. Y en un lenguaje que permita, los casos específicos abundan, de cómo empresas mexicanas están teniendo y generando empleo en Michigan, en Arizona, en Louisiana, en Wyoming; eso es lo que tenemos que llevar.

Creo que hay que reconocer que lo que hoy, la imagen que hoy se refleja de México en Estados Unidos no es, no refleja, uno, nuestra realidad; sin obviar ninguno de los problemas que tengamos aquí, no refleja nuestra realidad y es una tarea fundamental mejorar nuestra imagen allá.

En mi opinión la primera, para mejorar la imagen, parte del reconocimiento de qué es bueno y qué es malo; qué sí es y qué no es. La credibilidad la hemos ganado a lo largo de muchos años allá; cuando sabemos aceptar que tenemos retos pero que estamos trabajando en ellos y que es mucho más lo que tiene México de positivo que lo que tiene de negativo.

Decía el senador Martínez: no es un país de narcotraficantes; por ningún motivo. No es un país de criminales; por ningún motivo. De hecho los índices, si uno analiza las estadísticas en ese sentido, los índices en México demuestran muchas mejores condiciones de seguridad que un número importante de ciudades en Estados Unidos.

Hay que hacerlo, es un tema que me parece que es menester reconocer que se ha descuidado y que tenemos que trabajar. Me referí un poco en mi intervención inicial a eso, con el Congreso, con medios de comunicación, etcétera, resulta fundamental.

Y finalmente, un tema que sé que es de su interés personal, la parte educativa.

Yo destacaría dos cosas: el mecanismo que fue creado recientemente, FOVESI, por sus siglas, es un buen principio. Hay una meta específica de primero, incrementar significativamente el número de estudiantes; creo que esa meta se debe perseguir, es decir, creo que tampoco hay que tener demasiados objetivos porque nos perdemos; esa meta de incrementar el número de estudiantes mexicanos que están allá y viceversa, es importante.

Creo que la comunidad de ciencia y tecnología debemos de aprovecharla más. Ha habido ejercicios anteriores en ese sentido, que se descuidaron: la Red de Talentos, por ejemplo, que hizo el Instituto de los Mexicanos en el Exterior hace unos años, que es importantísima. Y aparte porque es lo que abona a que haya un conocimiento más profundo a las sociedades desde edades jóvenes.

Yo no puedo negar que parte de mi concepción respecto a Estados Unidos está formada porque fui un becario en ese país y una serie de cosas. Hay que hacerlo a la inversa también, es muy importante.

Espero haber abordado los puntos, pero permítanme concluir, con su permiso senadora, con dos reflexiones o tres más:

La primera, quiero decirle al senador Pedraza que aprecio mucho sus comentarios y realmente sus preocupaciones en buena medida las comparto. Sólo quiero precisar: no, no tomo esto como una chamba transitoria por ningún motivo.

Desde que acepté desempeñarme en esto, lo hice absolutamente consciente de la responsabilidad que implica y debo dejarlo claro. Tengo la mayor apreciación por lo que una comparecencia de este tipo y al proceso, comparto exactamente lo que tienen que analizar los señores senadores; pero sí quiero reiterarle, entendiendo su preocupación, que no, por ningún motivo.

Desde que asumí esta responsabilidad, o por lo menos la posibilidad de esta responsabilidad, lo hice plenamente consciente de lo que implica.

He servido 25 años bajo cuatro presidentes, y no tengo la menor duda dónde están mis principios, mi patriotismo ni mucho menos.

Puedo equivocarme, sí, y cuando lo haga espero que me lo señalen; pero de lo que pueden tener la certeza es que la asumo con plena responsabilidad y con pleno patriotismo. Y le ofrezco llevarle pruebas de ello y si no que me lo demande.

Y también quiero decir en relación a lo que dijo la senadora, también lo he dicho previamente, cuando asumí esta responsabilidad, lo hice plenamente consciente de que formaría con convicción parte del Gobierno de la República actual bajo el liderazgo del presidente Enrique Peña Nieto, con independencia de dónde he militado, sintiéndome orgulloso de mi militancia pero sí perfectamente listo y presto para defender al gobierno en el que sirvo. Si no pensara así, no lo hubiera aceptado.

Tenga la certeza que sí, así lo haré, y le agradezco mucho sin duda sus comentarios.

Y finalmente, algo que también es importante es, y lo voy a repetir, en alguna de las pláticas que tuve con los grupos parlamentarios, señalé que la relación entre México y Estados Unidos se encontraba en un punto crítico, repito, en un punto crítico, y dije: Porque está latente la posibilidad de un retroceso mayúsculo y porque también está al alcance la posibilidad de construir una mejor relación y mucho más madura.

Estoy convencido de eso. Estoy convencido de que hay que hacer todo lo posible por alcanzar lo segundo, porque está en el interés nacional. Pero, y con eso concluyo, nunca en detrimento del interés nacional, nunca a cualquier costo y nunca bajo cualquier condición.

Eso es lo que pretendo hacer en caso de ser ratificado.

Muchas gracias, senadora.

SENADORA GABRIELA CUEVAS BARRON: Muchas gracias. Hemos concluido esta etapa de nuestro Orden del Día.

Si usted lo desea, ciudadano Gerónimo Gutiérrez, más que bienvenido a quedarse al proceso de discusión y votación del dictamen.

Y para ello, solicito a la senadora Marcela Guerra Castillo por favor someta a consideración de estas comisiones unidas de manera económica si es de dispensarse la lectura de los antecedentes y consideraciones del proyecto de dictamen para dar lectura únicamente al resolutivo del mismo.

SENADORA MARCELA GUERRA CASTILLO: Ponemos a consideración el omitir el cuerpo del dictamen para irnos directamente al resolutivo.

Los que estén a favor, favor de manifestarse de la forma acostumbrada.

Por unanimidad.

Ahora doy lectura al resolutivo…

SENADORA GABRIELA CUEVAS BARRON: Se dispensa la lectura. Por favor, senadora, demos lectura al resolutivo del proyecto de dictamen.

SENADORA MARCELA GUERRA CASTILLO: “Único. La Cámara de Senadores del Honorable Congreso de la Unión, en ejercicio de la facultad que le confiere la fracción II, del artículo 76 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ratifica el nombramiento que el titular del Poder Ejecutivo Federal expidió a favor del ciudadano Gerónimo Gutiérrez Fernández como embajador extraordinario y plenipotenciario de México ante Estados Unidos y América”.

SENADORA GABRIELA CUEVAS BARRON: Gracias, senadora. Está a su consideración el proyecto de dictamen.

¿Alguien desea hacer uso de la palabra?

Al no ser así, le solicito, senadora Marcela Guerra, si puede por favor recoger la votación nominal del proyecto de dictamen.

SENADORA MARCELA GUERRA CASTILLO: Sometemos a la votación nominal a los senadores aquí presentes, empezando desde la izquierda a la derecha.

Senadora Ortiz, por favor.

SENADORA GRACIELA ORTIZ GONZÁLEZ: A favor.

SENADORA LISBETH HERNÁNDEZ LECONA: Lisbeth Hernández, a favor.

SENADOR VÍCTOR HERMOSILLO Y CELADA: Víctor Hermosillo, a favor.

SENADORA MARCELA GUERRA CASTILLO: Marcela Guerra, a favor.

SENADORA GABRIELA CUEVAS BARRON: Gabriela Cuevas, en pro.

SENADOR JUAN GERARDO FLORES RAMÍREZ: Gerardo Flores, a favor.

SENADOR ISIDRO PEDRAZA CHÁVEZ: Isidro Pedraza, a favor.

SENADOR PATRICIO MARTÍNEZ GARCÍA: Patricio Martínez, a favor.

SENADOR JUAN CARLOS ROMERO HICKS: Juan Carlos Romero Hicks, con una convicción de Estado, a favor.

SENADOR ROBERTO ALBORES GLEASON: Roberto Albores Gleason, a favor.

SENADORA MARCELA GUERRA CASTILLO: Gracias señoras y señores senadores, por unanimidad se aprueba el nombramiento.

SENADORA GABRIELA CUEVAS BARRON: Muchas gracias, compañeras y compañeros.

Habiéndose aprobado por unanimidad el proyecto de dictamen, se enviará al Pleno del Senado de la República para que pueda discutirse y, en su caso, votarse en la sesión del próximo jueves.

Muchas gracias a todas y a todos.

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