Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Versión estenográfica de la inauguración de la “Semana de la Seguridad Social”, con la asistencia de los titulares de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete Prida; del Instituto Mexicano del Seguro Social, José Antonio González Anaya; del ISSSTE, Sebastián Lerdo de Tejada, en el Senado de la República.

PRESENTADOR: Muy buenos días.
La Sexagésima Segunda Legislatura del Senado de la República, les da la más cordial bienvenida a la Semana de Seguridad Social, que se realiza del 27 al 30 de abril del presente año, en este recinto que es el Auditorio Octavio Paz del Senado de la República; en coordinación con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, la Fundación Friedrich Ebert México y la Conferencia Interamericana de Seguridad Social.
Para este magno evento nos acompañan en el presídium el senador Fernando Enrique Mayans Canabal, presidente de la Comisión de Seguridad Social.
El senador Miguel Barbosa Huerta, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República.
El senador Isaías González Cuevas, secretario de la Comisión de Seguridad Social.
La senadora María Elena Barrera Tapia, secretaria de la Comisión de Seguridad Social.
La senadora Maki Esther Ortiz Domínguez, también integrante de la Comisión de Seguridad Social.
La senadora Lizette Clavel Sánchez, secretaria de la Comisión de Seguridad Social.
También nos acompaña la senadora Luz María Beristain Navarrete.
También nos acompaña el señor Hans Mathieu, representante de la Fundación Friedrich Ebert México.
El licenciado Juan Lozano, secretario General de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social.
El licenciado Sebastián Lerdo de Tejada, director general del Instituto de Seguridad y Servicio Sociales de los Trabajadores del Estado.
El doctor José Antonio González Anaya, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social.
El doctor Fernando Aportela Rodríguez, subsecretario de Hacienda y Crédito Público.
El licenciado Alfonso Navarrete Prida, secretario del Trabajo y Previsión Social.
También nos acompaña el diputado Edgar Emilio Pereyra Ramírez, presidente de la Comisión de Seguridad Social de la Cámara de Diputados.
Finalmente, nos acompaña el maestro Carlos Ramírez Fuentes, presidente de la Comisión Nacional de Sistemas de Ahorro para el Retiro.
Bien, para dar la bienvenida a este magno evento, tiene la palabra el senador Fernando Enrique Mayans, presidente de la Comisión de Seguridad Social.
SENADOR FERNANDO MAYANS CANABAL: Muy buenos días a todos, bienvenidos al Senado de la República.
Es un honor para todos los integrantes de la Comisión de Seguridad Social, que nos acompañen esta mañana, en donde vamos a valorar las experiencias de los sistemas de pensiones de América Latina, de los principales países como Chile, Argentina, Uruguay, Colombia y, por supuesto nuestro país, México.
Agradezco mucho la presencia del licenciado Alfonso Navarrete Prida, secretario del Trabajo y Previsión Social. Muchas gracias por acompañarnos.
Así también el señor Hans Mathieu, representante de la Fundación Friedrich Ebert México. Muchas gracias.
El doctor Fernando Aportela Rodríguez, subsecretario de Hacienda y Crédito Público. Muchísimas gracias.
El licenciado Sebastián Lerdo de Tejada, Director General del ISSSTE. Gracias, Sebastián, por estar con nosotros;
El doctor José Antonio González Anaya, Director General del IMSS, que nos honra con su presencia;
El maestro Carlos Ramírez Fuentes, Presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro. Carlos, muchas gracias por acompañarnos.
Y a mis compañeros también, senadores: Isaías González Cuevas; la senadora María Elena Barrera Tapia; la senadora Lizette Clavel Sánchez; y la senadora Beristain. Muchísimas gracias por acompañarnos el día de hoy.
Así también quiero agradecer al licenciado Juan Lozano, Secretario General de la Conferencia Interamericana de la Seguridad Social. Juan, un honor que estés con nosotrosimasgracias a Beristain. a Taíañarnos.
 Retiro. ra con su presencia;
r estar con nosotros. el día de hoy aquí.
Y tenemos también al Subsecretario de Previsión Social de Chile, a Marcos Barraza Gómez. Muchísimas gracias; bienvenido a México y al Senado de la República. Un honor que nos acompañes.
También quiero agradecer al diputado Alfredo Gándara Andrade, Secretario de la Comisión de Trabajo del Congreso de Veracruz, bienvenido; muchas gracias.
Al diputado Antonio Baxin Mata, Presidente de la Comisión del Trabajo de Veracruz;
Al diputado José de Jesús Morán Lévano, del Estado de México;
Al diputado Gerardo Fuentes Flores, también de Veracruz;
También agradecer a la diputada Lea Araceli Zamora Núñez, Presidenta de la Comisión del Trabajo y Previsión Social del Congreso de Jalisco;
Al diputado Benigno Ramírez Espinoza, Presidente de la Comisión de Salud y Seguridad Social del Congreso del estado de Nayarit.
Bienvenidos al Senado de la República y muchas gracias por el interés y acompañarnos el día de hoy.
Así también a todos los que nos ven hoy a través de las cámaras de los diferentes medios de comunicación; también un agradecimiento profundo.
Y, por supuesto, al pueblo de México que nos está escuchando y viendo a través de los diferentes medios de comunicación y el Canal del Congreso que está transmitiendo en vivo este evento.
Por tercer año, organizamos la Semana de la Seguridad Social en el Senado. Un año más que exhortamos respetuosamente al Presidente de la República para que declare la última semana de abril de cada año como la Semana de la Seguridad Social. A fin de que instituciones del Estado desplieguen acciones a favor del conocimiento y la cultura de la seguridad social.
Pues, como lo señaló uno de nuestros expositores en abril pasado: “No se puede defender lo que no se conoce”. Y yo estoy convencido, amigas y amigos, que la defensa y fortalecimiento de la seguridad social y de sus instituciones es fundamental para la estabilidad social del país para distribuir la riqueza; de ahí la importancia del modelo que se adopte y, desde luego, para la buena marcha y productividad de las empresas.
En esta oportunidad, revisaremos las experiencias de evaluación de las reformas de pensiones de Chile, Argentina, Uruguay, Colombia y el caso México; así como el reto de incorporación de los trabajadores independientes y del sector informal y la contribución de las pensiones no contributivas en la equidad.
Hoy, no cabe la menor duda que los ingresos y los cuidados médicos en la vejez, la cobertura y monto de las jubilaciones y pensiones y las reformas de pensiones, sus evidencias y tendencias, son temas que ocupan un lugar cada vez más importante en la agenda de nuestros países.
Un estudio de la OECD, del Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial, alertan sobre el riesgo de que en América Latina entre 63 y 83 millones de personas carezcan de pensión, pues sólo el 45 por ciento de los trabajadores aportan recursos para su retiro.
En su presentación el 20 de abril, el Secretario General de la OECD, Ángel Gurría, puso el edificio de pie al señalar que el principal desafío lo plantean las tendencias de los mercados de trabajo.
Dijo que es ahí donde debemos concentrarnos para promover la participación laboral, no sólo para que los trabajadores ganen el sustento adecuado, sino también para que acumulen derechos de pensión suficientes para su jubilación.
Para ello será crucial abordar los múltiples factores que subyacen al empleo informal y las bajas remuneraciones. A lo largo de los años noventa, precisamente el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo recomendaron a los países reformar sus antiguos sistemas de pensiones públicas, para atender sus problemas de baja cobertura de la fuerza laboral y de pensiones en la vejez.
Su alta fragmentación por la existencia de regímenes diferenciados que a su vez generaban desigualdades en prestaciones, su fragilidad financiera, la caída de la relación activo-pasivo, dado el envejecimiento poblacional y la maduración de los sistemas y su inadecuado manejo administrativo y financiero.
En aquellos años la recomendación fue mirar hacia el modelo de reformas implantado en Chile en el año de 19980, basado en la capitalización individual y gestión privada de los fondos y pensiones, por la industria financiera de administradoras de fondos de pensiones e instituciones de seguros de pensión.

Varios países latinoamericanos, entre ellos México, reformaron sus antiguos sistemas, no obstante, como desde el año 2004 alerto un estudio de la CEPAL los modelos generales de reformas estructurales de pensiones aplicados, enfrentan múltiples desafíos, precisamente, parte de lo que se buscaba resolver con el nuevo sistema.
La caída en la cobertura de la fuerza laboral, el creciente incumplimiento de pago de las cotizaciones, las fallas en la competencia entre administradoras, el alto y sostenido costo administrativo en comisiones, la acumulación del capital, pero al falta de evidencia de que esto haya tenido un impacto positivo en el ahorro nacional, el alto y prolongado costo fiscal de la transición, la falta de evidencia de que el monto de la pensión en el sistema privado sea mayor que en el público, la acentuación de la inequidad de género y la erosión de la solidaridad.
Entre los mayores riesgos que enfrentan estas reformas en el mediano plazo, son su baja cobertura, las bajas tasas de reemplazo y que la mayoría de los trabajadores no alcanzarán a financiar su pensión ni la de sus familiares sobrevivientes, los altos costos de administración e inversión de los fondos y de las pensiones, la mayor desigualdad para trabajadores menos calificados y mujeres trabajadoras y el alto costo fiscal de la transición de un sistema a otro, que ahora se empalma con el costo de la pensión mínima que garantice el gobierno bajo el nuevo sistema.

Precisamente, el alertamiento sobre estos y otros riesgos, han llevado a algunos países a emprender procesos de revisión de sus reformas. En nuestro país, México, este proceso de revisión se encuentra pendiente, aunque urgente, nos encontramos rezagados en esta materia.
Frente al creciente malestar social por las bajas pensiones del sistema de capitalización mundial e individual, en marzo de 2006 la presidenta Bachelet constituyó el Consejo Asesor Presidencial para la Reforma Provisional, para elaborar un informe con propuestas para reformar el sistema de pensiones de capitalización individual, con el objeto de subsanar su deficiente cobertura, el bajo nivel de beneficios y los altos efectos fiscales.
En marzo de 2008 entró en vigor una reforma que modifica, pero no deroga el sistema, incorporando un sistema de pensiones solidarias, un bono por hijo nacido o adoptado, para las mujeres.
Mayor cobertura para trabajadores independientes y jóvenes, y mayor competencia en industria provisional y disciplina fiscal.
En su segundo mandato, la Presidenta Bachelet creó, en abril de 2014, la comisión Asesora Presidencial sobre el sistema de pensiones, para profundizar el proceso de reforma y elaborar propuestas para resolver los problemas que se lleguen a identificar.
En Chile, destaca también una importante iniciativa del Poder Legislativo.
En 2013, el Senado constituyó la Comisión Especial para el Estudio de las Reformas a los Sistemas y Administradoras de Fondo de Pensiones.
Escuchó a organizaciones sindicales y de pensionados, usuarios de las administradoras y representantes del sistema, académicos, entre otros.
Propuso un total de 32 medidas, con miras a contribuir el proceso de reformas impulsado por el gobierno.
Estas tres experiencias, las abordaremos con la participación de integrantes que formaron y forman parte de dichas comisiones.
En 2009, el Poder Legislativo de la nación argentina, aprobó una reforma que elimina el régimen mixto de pensiones, y con ello las administradoras del fondo de pensiones y jubilaciones, y establece un único sistema previsional público, denominado Sistema Integrado Provisional Argentino.
Estará con nosotros Amado Boudou, Vicepresidente de la Nación Argentina, para hablarnos de estas experiencias el próximo jueves.
En Uruguay, se constituyó en el 2007, el Diálogo Nacional sobre Seguridad Social, convocado por el gobierno y la Universidad de la República, para promover un amplio proceso de diálogo sobre seguridad social, que incluye a todos los actores relevantes de la sociedad, con el propósito de generar insumos para eventuales futuras reformas y fortalecer la gobernabilidad democrática.
Contaremos con la presencia de Ariel Ferrari, que forma parte de este diálogo permanente.
Se abordará también la experiencia colombiana, con reflexiones de la Escuela Nacional Sindical.
Este primer día, lo dedicaremos al balance de las reformas de pensiones de México a 17 años de su operación, con representantes de los tres sectores de la seguridad social: gobierno, empleadores y trabajadores, y un panel con conocidos académicos y de la industria de Afores.
No me resta más que agradecer la presencia de todas y todos ustedes, de las personas que no pudieron entrar en este auditorio por razones de espacio.
Asimismo, agradecemos la colaboración y apoyo de las direcciones generales del IMSS, del ISSSTE, de la CONSAR, de PENSIONISSSTE, presentes con diversos stands aquí en el Senado.
De manera especial, los senadores integrantes de la Comisión de Seguridad Social, agradecemos a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social del Gobierno Federal, a la Conferencia Interamericana de Seguridad Social y a la Fundación Friedrich Ebert, por participar con nosotros en la convocatoria y patrocinio de este evento.
Por supuesto, a nuestros ponentes y moderadores de México, Chile, Argentina, Uruguay y Colombia, que aceptaron participar en los 7 paneles que se desarrollarán a los largo de estos 4 días, de nuestro infinito reconocimiento y agradecimiento.
Como hace algunos años hemos señalado, la mejor política distributiva es el empleo productivo y bien remunerado.
Y la mejor política redistributiva es, sin duda, la seguridad social.
Muchas gracias a todos.
Quiero agradecer la presencia del senador Miguel Barbosa, mi coordinador de la fracción; presidente de la Mesa Directiva del Senado, por su presencia; Miguel, muchas gracias. Agradezco todo el apoyo que nos has brindado.
Y por supuesto, agradecerle a todo el equipo de la Comisión de Seguridad Social del Senado, que lleva varias noches casi sin dormir tratando que este evento tenga el éxito que esperamos. A la maestra Odilia Ulloa, asesora de la Comisión, que sin ella –Odilia– no pudiera ser posible esta Semana de la Seguridad Social. Muchísimas gracias.
Y muchas gracias a todos y cada uno de ustedes por acompañarnos. Espero que realmente sea de utilidad estas charlas que vamos a tener acá y que podamos también, pronto, con el apoyo de Hacienda, que lo hemos estado platicando y aquí está el Subsecretario, mi tocayo Aportela, que a partir de mayo –que ya está a la vuelta de la esquina– podamos integrar este grupo de expertos mexicanos, de todas las ideologías y de todos los colores, para que México pueda tener un diagnóstico serio, responsable de su sistema de pensiones y hacia dónde debemos enfocar los cambios que se deben dar.
Y es algo que lo platicaba hace rato con algunos de mis compañeros que están aquí en el presídium, si no hacemos esto, si no logramos este grupo de investigadores, académicos, de expertos en el tema; créanme que el sistema de pensiones nos va a llevar a temblar, a la quiebra a este país. Ya vieron, la Auditoría Superior de la Federación estaba dando cifras de que están representando prácticamente la deuda alrededor del 68 por ciento del Producto Interno Bruto.
Entonces, ojalá y aprendamos mucho esta semana de las experiencias de otros países, y México se ponga las pilas. Igual que el presidente haga eco de la petición que le hemos hecho ahora, por tercer año, y que declare la última semana de abril como la Semana de la Seguridad Social.
Por su atención muchas gracias y bienvenidos al Senado de la República.
PRESENTADOR: A continuación, escucharemos las palabras de la senadora María Elena Barrera Tapia, secretaria de la Comisión de Seguridad Social.
SENADORA MARÍA ELENA BARRERA TAPIA: Muchas gracias, muy buen día tengan todas y todos ustedes.
Señor presidente Miguel Barbosa Huerta, como siempre su presencia muestra el gran interés que no tan solo en este tema de seguridad social; sino en todos los temas en donde el Senado de la República tiene que dar respuesta a la sociedad mexicana, siempre se busca la unión, la convergencia y el respeto a las ideas; hoy su presencia –como le comento– es muestra de ello. Muchísimas gracias.
Asimismo, del secretario del Trabajo y Previsión Social, del licenciado Alfonso Navarrete Prida. Señor Secretario, es su casa, como siempre; y además con toda la apertura para escuchar las propuestas que estoy cierta, de manera conjunta tendremos que trabajar para beneficio de todos los trabajadores de México.
Asimismo, mi felicitación por este tercer año consecutivo de trabajo, de esfuerzo, de mi compañero senador y presidente de la Comisión de Seguridad Social, de Fernando Enrique Mayans Canabal. Fernando, pues aquí estamos juntos en las buenas, en las malas, todos tus compañeros senadoras y senadores, para sacar el trabajo que nos une y es en beneficio de todas y de todos los mexicanos.
Integrantes del presidium; señores invitados de otros países que hoy vienen y nos acompañan;
Asimismo, ponentes, académicos, investigadores, amigos todos:
La seguridad social, efectivamente, como un derecho fundamental que protege por medio de medidas públicas a los individuos de las privaciones sociales o económicas que, en caso de no salvaguardarse, causarían la desaparición o reducción de los ingresos de las personas.
Hablar de seguridad social es hacer referencia también a enfermedades, a accidentes de trabajo, desempleo, invalidez, vejez, maternidad, asistencia médica y apoyo familiar.
El concepto, pues, no es sencillo, pero en todas las distintas facetas de la seguridad social existe un común denominador que ennoblece su labor: ese carácter profundamente humano que en la seguridad social se identifica, nos obliga a poner todos nuestros esfuerzos en su promoción y desarrollo.
La seguridad social, además de ser un amortiguador para la crisis y un catalizador del desempeño económico, es un elemento esencial para la lucha contra la pobreza. Mejorar la seguridad social es simple y sencillamente mejorar la calidad de vida directa de cada uno de los mexicanos y de las mexicanas.
Esta Semana de Seguridad Social que hoy nos convoca, tiene su origen en la Declaración de Guatemala presentada el 3 de noviembre de 2009 por la Asociación Internacional de la Seguridad Social; la Organización Internacional del Trabajo y el Centro Interamericano de Estudios de Seguridad Social y la Organización Iberoamericana de Seguridad Social, en el marco de la XXV Asamblea General de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social.
En esa Declaración de Guatemala se expresa la voluntad internacional para evitar el desconocimiento de la seguridad social, propiciando acciones mínimas, valores y principios de los sectores regionales que enriquezcan la seguridad social en América y como medida tangible, resultado de la declaración, nos invita a declarar la última semana de abril como la Semana de la Seguridad Social.
La Comisión de Seguridad Social del Senado de la República, junto con los distintos actores involucrados, hemos trabajado para dejar atrás las simples voluntades y poder institucionalizar esta semana para que cada año con año sea el punto de partida para las mejoras, las reformas y adecuaciones a nuestro Sistema de Seguridad Social.
Como ya les comentaba, agradecemos la presencia de nuestros amigos y hermanos a nivel internacional de Chile, Argentina, Uruguay y Colombia, que nos compartirán sus experiencias y aciertos en estos temas y, por supuesto, no tenemos duda alguna que nutrirá en gran medida nuestro sistema.
Tenemos también –y esta es la convocatoria– de redoblar esfuerzos para mejorar la coordinación y complementariedad de las estrategias y programas en torno a la seguridad social. Todos los actores tenemos una gran oportunidad en nuestras manos.
Es a raíz de este tipo de foros que podemos ampliar, compartir y mejorar nuestro día a día. Pues, entonces, no desaprovechemos esta ocasión y hagamos de esta una jornada realmente productiva que sirva para reiterar y fortalecer los lazos institucionales y aprendamos de los exitosos casos de otros países y del propio y no perdamos de vista en ningún momento que la finalidad de la seguridad social siempre será el de mejorar la calidad de vida de las personas, como lo ha hecho y lo ha dicho nuestro presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Enrique Peña Nieto.

Muchísimas gracias.
PRESENTADOR: Es momento de ceder la palabra al señor Hans Mathieu, representante de la Fundación Friedrich Ebert México.
SEÑOR HANS MATHIEU: Buenos días, señoras y señores.

Para mí como representante y en nombre de la Fundación Friedrich Ebert es un gran honor estar aquí hoy y dar la bienvenida a todos ustedes, un agradecimiento especial a los senadores Miguel Barbosa Huerta y Fernando Enrique Mayans y las otras senadoras y senadores por dar esta casa y su hospitalidad a todos nosotros y especialmente a nosotros.
Como patrocinador agradezco también el patrocinio de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, el secretario Navarrete Prida, muchas gracias, y también al señor Juan Lozano, como representante y Secretario General de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social.
A todos los otros también bienvenidos representantes de gobiernos, representantes de las instituciones denla seguridad social.
La Fundación Ebert es una fundación que promueve las ideas de la socialdemocracia, tiene un vínculo con el Partido Social demócrata de Alemania y tiene un vínculo muy fuerte con el movimiento sindical de Alemania y de otros países. Por esto también bienvenida especial a los representantes de los sindicatos mexicanos que están presentes aquí, con quienes estamos trabajando en solidaridad.

Los sistemas de seguridad social en el mundo tienen muchos problemas. Yo no puedo pretender saber mucho sobre el sistema mexicano, pero conozco un poco sobre los sistemas de México, República Dominicana y más recientemente de Colombia y al parecer ellos tienen dos problemas fundamentales: el primero es el tema de la cobertura que ya fue mencionada.
Esto tiene que ver, por un lado, con el segundo problema, que decía que los efectos históricos del corporativismo de la organización de intereses, normalmente los sistemas son organizados en una variedad de sistemas o de regímenes de pensión para varios grupos de trabajadores, para simplificar lo más poderoso y lo mejor organizado, un grupo de trabajadores normalmente lo mejor es su régimen pensional.
En Brasil, por ejemplo, esto tenía el impacto de que la distribución del ingreso antes de las pensiones es mejor que después de las pensiones, es decir. El sistema pensional en Brasil y en muchos otros países de la región es altamente regresivo en vez de redistribuía ingresos de los más ricos hacia los más pobres.
La segunda razón para la mala cobertura es, como todos sabemos, el problema de la informalidad laboral en todos los países de la región. En México me han dicho que es casi 60 por ciento, que la figura actual es 57 por ciento de informalidad en el mercado de trabajo.
Obviamente quien no contribuye, pero quiere recibir seguridad en su vejez, ahí tenemos un problema financiero y también un problema ético.
En Colombia, por ejemplo, Héctor Vázquez, el jueves va a presentar la propuesta que se ha desarrollado en el contexto de la Escuela Sindical Nacional.
La propuesta era que los que no contribuyen reciben una pensión mínima de un medio salario mínimo.
Esto parece muy poco, pero si uno considera que el mínimo de la pensión para los que contribuyen, es decir, que son formalizados y hacen una contribución desde sus ingresos, es un salario mínimo.
Ahí parece claro que quien no contribuye no puede recibir lo mismo que quien contribuye.
Obviamente esos temas se van a discutir aquí. Espero que las discusiones van a ser fructíferas, que se van a lograr buenos análisis.
Tal vez algunas propuestas para mejorar el problema, el sistema mexicano en dirección de una mejor equidad y la universalidad de la cobertura.
Yo deseo a todos nosotros unos días productivos.
Muchas gracias.
PRESENTADOR: A continuación, escucharemos el mensaje del licenciado Juan Lozano, Secretario General de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social.
LICENCIADO JUAN LOZANO: Buenos días.
En primer lugar, queremos agradecer la hospitalidad que nos da el Senado de la República para participar en este evento.
Es un privilegio para nosotros ser objeto de la hospitalidad del senador Barbosa, que el senador Mayans haya tenido la generosidad de convocarnos a este extraordinario evento, que demuestra no solamente una gran capacidad de convocatoria, sino además un extraordinario tiro de precisión para tener en esta sala a personas que lleven en sí mismas la capacidad del entendimiento de la seguridad social de manera muy integral.
Con el permiso del doctor González Anaya, que es Director del IMSS, pero además Presidente de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social, quiero saludar a las señoras y señores senadores de la República, que forman parte del presídium.
Saludar al señor Secretario del Trabajo; al señor Director General del ISSSTE; al señor Subsecretario de Hacienda y Crédito Público; al señor Presidente de la CONSAR; al señor representante de la Fundación Friedrich Ebert, y desde luego saludar a nuestro amigo, el Subsecretario de Previsión Social de Chile, el señor Marcos Barrasa.
Queremos decirles que desde la Conferencia Interamericana de Seguridad Social es de extraordinaria relevancia esta reunión.
Porque justamente nos permite afirmar un hecho que ya es hoy en día incontrovertible. Y es que la seguridad social se ha convertido en un asunto fundamental para cualquier nación, y este caso aplica perfectamente para México.
Y no solamente es fundamental porque la seguridad social es un puente que necesariamente conduce a la sociedad hacia el bienestar, sino que es fundamental también, porque la seguridad social, en su todo, es probablemente una de las razones, o de las causas que más demandan recursos de los sectores públicos en todo el mundo.
Y hoy, estamos enfrentando retos que son verdaderamente formidables.
Por un lado, la población en todo el mundo está envejeciendo. Por otro lado, recibimos retos muy importantes que nos impone la emergencia y la proliferación de enfermedades no contagiosas, que representan costos monumentales para la protección social y particularmente para la seguridad social.
Pero hay otro ingrediente, y es que la sociedad cada vez es más consciente de sus derechos y cada vez exige con mayor energía el derecho a la seguridad social. Y por otro lado, los gobiernos cada vez escuchan con mayor atención esa demanda de protección social que tiene la gente; y esta reunión es justamente una demostración de esa capacidad de escuchar la demanda social que se traduce a través de la exigencia de contar con mejores instrumentos que nos permitan contar con mejor seguridad social.
De esta manera, no queremos más que reiterar que para la Conferencia Interamericana de Seguridad Social, ha sido un privilegio transitar en el camino de la organización de esta Semana, de la mano y con el liderazgo del senador Mayans.
Y ha sido extraordinaria la experiencia porque hemos podido constatar que hay materia, que hay convencimiento, que hay conocimiento del tema y que hay una extraordinaria convicción de construir cada vez con mayor energía y con mayor solidez un sistema de protección social que nos permita mirar al horizonte, con mucho mayor optimismo.
Les agradecemos mucho su atención y que sea exitosa esta Semana.
PRESENTADOR: Es momento de escuchar la intervención del licenciado Sebastián Lerdo de Tejada, director general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.
LICENCIADO SEBASTIÁN LERDO DE TEJADA: Muchas gracias. Muy buenos días.
Señor presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, senador Barbosa, es un privilegio compartir con usted este espacio para reflexionar en torno a los temas que nos convoca el señor presidente de la Comisión de Seguridad Social del Senado de la República, en torno a un tema si bien explorado, de la mayor relevancia mantener una reflexión permanente: el tema de la seguridad social.
Es un privilegio para un servidor, compartir el espacio con senadoras, con senadores tan distinguidos y tan sensibles socialmente a un tema que le preocupa a todos y cada uno de los mexicanos; yo creo que le preocupa a todos y cada uno de los habitantes de este planeta, al final de cuentas la seguridad social tiene que ver, sí, con derechos laborales, tiene que ver, efectivamente, con los procesos de acumulación de derechos particulares o colectivos en torno a prestaciones; pero tiene que ver finalmente con calidad de vida, tiene que ver con la posibilidad del retiro, tiene que ver con la dignidad de las personas, tiene que ver precisamente con el hecho de tener una vida digna y un final de vida digno a lo largo del esfuerzo realizado en toda una experiencia de vida.
Para el ISSSTE es un gusto, insisto, compartir este espacio con todas y con todos ustedes.
Quienes estamos en el equipo del señor Presidente de la República, del licenciado Enrique Peña Nieto, es un gusto venir al Senado de la República en este diálogo respetuoso entre poderes y reiterar el compromiso de apertura, el compromiso de diálogo profundo y el compromiso de rendición de cuentas.
Por eso me da mucho gusto compartir el espacio también con el señor Secretario del Trabajo, con el señor Director del IMSS, con el señor Subsecretario de Hacienda y Crédito Público; evidentemente con el señor Subsecretario también del Trabajo. Hay aquí muchos compañeros del equipo de trabajo del señor presidente Peña Nieto, y es muestra tangible del compromiso que nos ha instruido el señor Presidente de estar en permanente comunicación y coordinación con el Poder Legislativo de la Unión.
El sistema de pensiones, para efectos del ISSSTE, a nuestros amigos que nos visitan de tierras hermanas, platicarles en un minuto qué es el ISSSTE, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado; es precisamente la instancia creada para atender con la óptica de la integralidad de los servicios sociales, a los trabajadores del Estado Mexicano.
En el ISSSTE trabajan poco más de 102 mil personas, mujeres y hombres todos los días.
Por cierto, me da mucho gusto que esté aquí el dirigente nacional del Sindicato de Trabajadores del ISSSTE, el licenciado Luis Miguel Victoria Ranfla, también participando como miembro activo en esta Semana de la Seguridad Social.
El ISSSTE atiende hoy a poco más de 12 millones 700 mil derechohabientes en todo el territorio nacional, con 102 mil trabajadores activos.
Y en el tema de pensiones, por ejemplo, atiende hoy a poco más de un millón de pensionados y jubilados en todo el país.
Somos una institución no solamente garante de las pensiones de los trabajadores del Estado Mexicano, somos también la única institución que a los pensionados y jubilados les damos atención integral.
Es decir, aquí vale la pena la reflexión en torno a la integralidad de los servicios sociales; vale la pena recordar que es el ISSSTE sí quien garantiza las pensiones de los trabajadores del Estado Mexicano pero es también el ISSSTE quien es el vehículo para atenderlos desde el punto de vista de la salud, para atenderlos desde el punto de vista incluso de acceso a créditos hipotecarios, por ejemplo.
Es muy difícil –lo digo con respeto– es muy difícil que a un viejo le otorguen un crédito para adquirir una vivienda. Bueno, el ISSSTE es un vehículo por medio del cual nuestros pensionados y jubilados pueden acceder a créditos para la vivienda; pueden acceder también a créditos personales que quienes han trabajo al servicio del Estado los conocen muy bien, las famosas hojas rojas y verdes, que son créditos personales para poder aliviar alguna coyuntura específica y que se descuenta a lo largo del tiempo en forma directa a través de sus pensiones.
En síntesis, para este año vamos a custodiar y evidentemente hacerle llegar a los pensionados y jubilados poco más de 135 mil millones de pesos a cada uno de este más de un millón de jubilados y pensionados en el ISSSTE.
Pero también quisiera yo recordar, senador Mayans, si usted me lo permite, que precisamente fue aquí hace un año en donde anuncié la cancelación del Pase de Vigencia Presencial para los pensionados y jubilados del Instituto. Se trata justamente de un tema de integralidad en la pensión a los pensionados y jubilados.
Se preguntarán ustedes qué es este asunto del Pase de Vigencia Presencial. Bueno, resulta, para nuestros amigos que nos visitan de otras tierras, que los pensionados y jubilados, no importando su condición física o su edad, tenían que acudir dos veces al año a las oficinas del ISSSTE decirnos –y lo digo en forma coloquial– a decirnos que no se habían muerto, para que les pagáramos la pensión. Eso nos parecía inadmisible.
Y por instrucciones del Presidente de la República se canceló en definitiva la necesidad de que acudiesen personalmente a nuestras oficinas, pues nada más faltaba decirnos que no habían muerto cuando esa es nuestra obligación, no de los pensionados y de los jubilados.
En consecuencia, se están haciendo los cruces en tiempo y real. Cuando se emite un Acta de Defunción se verifica y se descarga el sistema y evidentemente se da posibilidad a los familiares de acudir para hacer los trámites necesarios, pero queda cancelado en forma definitiva.
Así lo anunciamos aquí –senador Mayans, usted recordará– hace exactamente un año.
Hoy, con gusto, les puedo informar a los integrantes, a las integrantes de la Comisión de Seguridad Social del Senado de la República, que ha funcionado muy bien la cancelación del Pase de Vigencia Presencial; que hemos logrado reducir sensiblemente no solamente la carga de trabajo en ventanilla, sino que hemos garantizado que este beneficio se conozca en todo el territorio nacional, representando incluso ahorros para el propio Instituto que redundan en beneficios para los trabajadores del Estado Mexicano.
En síntesis, me parece que la óptica, sí de las pensiones y de la seguridad social, tiene que ser una óptica de integralidad en la atención, sí dar la batalla por mayores recursos, sí dar la batalla por certeza jurídica y económica, pero dar una batalla que sea una batalla integral, que garantice desde el punto de vista de la integralidad de los servicios la atención a los jubilados y pensionados.
Puedo afirmar en este foro –y con esto concluyo– con absoluta responsabilidad que las pensiones para pensionados y jubilados del ISSSTE están financiera y jurídicamente garantizados.

Más allá de procesos coyunturales de astringencia económica, puedo decir con toda responsabilidad que sus pensiones están garantizadas.
Insisto, senador Mayans, senador Barbosa, senadoras y senadores, es un privilegio para un servidor compartir este foro con ustedes.
Muchas gracias por la convocatoria.
PRESENTADOR: A continuación escucharemos las palabras del doctor José Antonio González Anaya, director General del Instituto Mexicano del Seguro Social.
DOCTOR JOSÉ ANTONIO GONZÁLEZ ANAYA: Muy buenos días a todos, en especial al senador Miguel Barbosa, presidente del Senado de la República.
Al secretario del Trabajo, al licenciado Alfonso Navarrete; a todos los compañeros senadores y senadoras, miembros de la Comisión de Seguridad Social y algunos que no son miembros de la Comisión de Seguridad Social, que también nos acompañan, como la senadora Cristina Díaz, que siempre le han interesado estos temas; a la senadora María Elena Barrera, al senador Isaías González, a la senadora Lizet , a la senadora Luz María y por supuesto al senador Fernando Mayans, que nos convoca por tercer año consecutivo a esta Semana de Seguridad Social.
Ya lo dijo mi compañero y colega de institución, Sebastián Lerdo de Tejada, es un privilegio para mí en lo personal y para el Instituto Mexicano del Seguro Social ser convocado y participar en este foro con todas las personalidades que nos acompañan, representando a todas las instituciones de la República, la Secretaría de Hacienda, el personaje del subsecretario Fernando Aportela, que siempre ha jugado un papel fundamental en este tema de la seguridad social.
El presidente de la República nos encargó a todos tener una seguridad social sólida, fuerte y cada vez con mayor cobertura. El hecho de que esta Semana de Seguridad Social se realice por tercer año consecutivo denota la convicción por el diálogo, la reflexión, la apertura y el fortalecimiento de los lazos institucionales que se tienen en torno a este tema.
Este tema ha preocupado y ocupado a mucha gente desde hace mucho tiempo, yo mismo incluido desde hace ya muchos años que he estado dando vueltas alrededor de este tema y nos da, se ha mencionado la importancia y aquí en algunos minutos me gustaría tomar, que es un tema complicado, es un tema que lleva tiempo ir haciendo, pero son estos espacios que se convocan en instituciones plurales y abiertas como el Senado de la República, que nos permiten ir construyendo la seguridad social que queremos que el país se merece y que debemos seguir trabajando.
Así, rápidamente, la seguridad, para darnos una idea de qué difícil es, se mencionó la reforma de Chile en 1980 y los cambios francamente existenciales que se están llevando a cabo alrededor de ella en los últimos años, en México también.
En México los cambios, el fundamento de la seguridad social nace quizás con la fundación del Instituto Mexicano del Seguro Social en 1943.
Después, con la fundación del ISSSTE y por ahí tenemos una serie de cambios que se van haciendo durante todo este periodo para cada uno de estos regímenes de seguridad social y que ahí empieza a haber un cambio fundamental a principios de los 90, con la creación del Sistema del Ahorro para el Retiro, en 1992.
Esto se viene a fortalecer y a apalancar con la Reforma al Sistema de Pensiones, y al Instituto Mexicano de Seguridad Social mismo, en 1997, que a su vez se viene a reforzar con la Reforma al ISSSTE, en el año 2007.
También, a las reformas a los sistemas de pensiones de los propios trabajadores del IMSS en el año 2008.
A los trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad, también en el año de 2008.
Así que al final de, pues no del día, pero al final de un largo camino, tenemos que construir una seguridad social, como ya lo dijo mi colega Sebastián, digna, lleva tiempo, esfuerzo y una convicción, y una disposición al diálogo para ir construyendo de mejor manera las instituciones de manera responsable en muchos sentidos; de manera responsable socialmente, pero también de manera responsable financieramente.
No me queda más que agradecer al Senado de la República la invitación para participar en la inauguración de la Tercera Semana de Seguridad Social y desear que todos estos, como en los años anteriores, estoy seguro que van a llevar a diálogo y a conclusiones muy importantes, que nos permitirán seguir construyendo la seguridad social que el país requiere y se merece.
Muchas gracias.
PRESENTADOR: A continuación, escucharemos el mensaje del licenciado Alfonso Navarrete Prida, Secretario del Trabajo y Previsión Social.
LICENCIADO ALFONSO NAVARRETE PRIDA, SECRETARIO DEL TRABAJO Y PREVISIÓN SOCIAL: Muy buenos días tengan todas y todos ustedes.
Agradezco mucho la invitación del Senado de la República y estar, como se dice en el ambiente político, estar en un rincón cerca del cielo.
Dicen que después del paraíso el escalón inmediato inferior es el Senado de la República, lo cual me da mucho gusto estar cerca, muy cerca del paraíso.
Senador Miguel Barbosa Huerta, Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República:
Le agradezco muy cumplidamente su amable hospitalidad y su cordial invitación para participar en la inauguración de la Semana de la Seguridad Social 2015.
Muchas gracias senador Fernando Mayans Canabal, Presidente de la Comisión de Seguridad Social del Senado, por su atenta convocatoria para participar en la organización de esta Semana de Seguridad Social, que conmemora la entrada en vigor hace 60 años, del Convenio 102 de la OIT, relativo a la seguridad social.
Distinguidas señoras y señores senadores integrantes de esta importante Comisión.
Amigas, paisanas, amigas y amigos senadores, líderes sindicales.
Muy distinguidos ponentes.
Señor Subsecretario de Hacienda.
Director del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Director del ISSSTE.
Me da mucho gusto escuchar además a importantes panelistas que el día de hoy se referirán a temas del mayor interés.
Colaboradores de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Funcionarios federales.
Funcionarios del Senado de la República.
Compañeros de los medios de comunicación:
Quisiera iniciar mi participación expresando a las señoras y señores senadores de la República, mi más amplio reconocimiento por su respaldo a las iniciativas y propuestas que ha presentado el titular del Ejecutivo Federal ante esta soberanía, relativas a la prevención y erradicación del trabajo infantil; así como la aprobación del Convenio 138 de la OIT sobre la edad mínima de admisión al empleo, que en el mes de junio será depositada en la OIT; y con ello cumple México un compromiso internacional más que tenía pendiente, gracias a ustedes señores senadores.
Después de 17 años de las reformas a los sistemas de pensiones en México, continúa siendo un desafío de la política pública ampliar la cobertura y lograr niveles de pensiones adecuados que permitan mantener los niveles de consumo y evitar la pobreza durante la vejez.
Enfrentar este reto requiere instrumentar políticas fiscales, políticas económicas y especialmente políticas de inclusión laboral; para atender a los más de 36 millones de adultos mayores que de acuerdo con la CONAPO, habrá en el país a mediados de este siglo.
El desafío de este país se puede medir en un automóvil que va por una carretera de tres carriles y que enfrenta tres grandes transiciones: Que no se puede detener el coche y que tiene que al contrario, hacer modificaciones para transitar adecuadamente en estos tres carriles.
La primera, una transición demográfica, importante transición demográfica, que hace que en menos de un siglo este país haya crecido en su expectativa de vida; haya crecido y haya cambiado su composición social de ser un país eminentemente rural, a ser un país eminentemente urbano donde ahora el 50 por ciento de su población se encuentra viviendo en áreas metropolitanas; y el 75 por ciento de su población en ciudades de más de 2 mil 500 habitantes, que significa que pasamos por un bono demográfico y esto mide la complejidad de los sistemas de pensiones, que México nunca más en su historia va a tener durante los próximos 20 años este bono demográfico en el cual cada año se van a integrar al mercado laboral el mayor número de jóvenes en la historia del país, y nunca se va a volver a repetir: 800 mil jóvenes por año; y eso implica un desafío inercial de crecimiento económico para darle cabida, solamente por inercia demográfica, a estos 800 mil jóvenes por año.
Un segundo carril, que implica una transición epidemiológica donde ha pasado de ser las enfermedades infectocontagiosas la principal causa de mortandad; a enfermedades crónico-degenerativas, con lo que ello implica para los sistemas de pensiones, de tratamientos crónicos más caros, permanentes, de edades avanzadas; y lo que significa la carga del sistema de pensiones, por señalar la pincelada del segundo carril.
Y un tercer carril, donde México se afianza día con día en una transición democrática que con la alternancia, le implica a cada Gobierno retos que van de tener claro cuáles son los desafíos fundamentales del país y no cambiar políticas públicas que tengan éxito, que le estén sirviendo a México y no reinventar el país cada vez que hay alternancia entre un partido y otro partido político que llegue a gobernar cualquiera de los niveles de gobierno en este México.
Adicionalmente a estos tres grandes desafíos de nuestro país, que dan una idea del mosaico tan complejo que enfrenta México, tenemos desafíos muy concretos. En México sólo se destina el 6.5 por ciento del salario del trabajador, como aportación a los sistemas de ahorro para el retiro; otros países destinan proporciones como el 15 por ciento.
La cobertura entre los trabajadores afiliados a un sistema de pensiones, es tan sólo de un 35 por ciento; casi un tercio de los ocupados trabaja por cuenta propia o son empleadores y para ellos la contribución a un Sistema de Pensiones es absolutamente voluntaria.
La tasa de reemplazo que es la proporción del último sueldo que recibirá un trabajador al jubilarse, es de tan solo un 31 por ciento, frente a un promedio continental del 62 por ciento.
La informalidad laboral es elevada. Al iniciar la administración del Presidente Peña Nieto, seis de cada diez ocupados trabajaban en condiciones de informalidad al modificarse además la metodología de medición e irnos a una metodología de OIT.
Existe una importante movilidad entre trabajos no asalariados y asalariados, así como entre empleos formales e informales.
En promedio, por cada 100 semanas laboradas, un trabajador sólo permanece afiliado al IMSS o al ISSSTE 38 semanas.
Por ello, el gobierno de México ha impulsado diversas políticas para transitar de la informalidad a la formalidad; porque está demostrado que un trabajador informal que se incorpora a la formalidad incrementa sus ingresos automáticamente en caso un 20 por ciento por puras prestaciones, lo cual eleva de manera sostenida su calidad de vida y la calidad de vida de las familias.
Y aquí está la primer reflexión cuando hablamos del salario mínimo: si el salario mínimo es mejor elevarlo a través de las condiciones que, sin generar factores inflacionarios que aquí analiza la Cámara de Senadores en una reforma a la Constitución General de la República, incrementa su salario, su manera de vivir a través de incorporarlo a la formalización del empleo, que simplemente tratar de decretar un salario que alcance una línea de bienestar y que pueda resultar contraproducente, porque quien finalmente paga un salario mínimo son los empleadores que menos recursos tienen para poder enfrentar el fenómeno de la formalización del empleo y de salir productivamente con la empresa.
La reforma laboral que en noviembre del 2012 aprobaron integrantes de esta Legislatura, está facilitando el acceso al mercado laboral y a la creación de empleos formales.
Desde 2013, el Gobierno de la República y los gobierno de las entidades federativas, todos, en esta alternancia democrática, todos entramos a resolver con política pública un mismo problema, emprendimos acciones coordinadas para promover la formalización del empleo con acciones permanentes de inspección laboral.
¿Cómo medir el éxito de una política pública?
¿Cómo se mide si no es a través de sus resultados?
Cuando una política pública ataca un fenómeno estructural, un problema estructural de la sociedad, que tiene una tendencia negativa por años como la informalidad que cada año aumenta uno, dos, tres puntos, año con año en los últimos 30 años, y esa política pública no sólo frena la tendencia sino la revierte, la política pública está funcionando.
Si en México teníamos hace dos años una tasa de informalidad del 60 por ciento y con muchas políticas integradas frontales hemos reducido en tres puntos la informalidad, que no significa tres por ciento, que son tres puntos de ese 60 por ciento de tasa de informales, es que esa política pública está funcionando.
Si además de eso, eso demuestra que las altas en el IMSS o en los sistemas de seguridad social –en México es el IMSS– que es la manera más cercana a tener el dato más cierto de si está creciendo la economía en materia de creación de empleos o de puestos de trabajo –que es como se refiere el gobierno de la República para dejar claro que no son nuevos empleos– y si esa tasa nos demuestra que el año pasado tuvimos 715 mil puestos de trabajo –la segunda más alta desde que se tiene registro– y que fue mayor la migración de informales a formales que el propio crecimiento económico por muchos factores, muchos de ellos externos, tuvo la economía y que eso además es n el reflejo de que disminuyó la informalidad, es que la política pública está funcionando y que se está haciendo más grande el país, está tomando su verdadero tamaño el país.
Todas las reformas que aquí se discuten, que tienen que ver con sistemas de seguridad social, que tienen que ver con la materia tributaria, que tienen que ver con muchos elementos que mueven a la economía real, solamente se discuten por ese 40 por ciento de la población que se encontraba en condiciones de formalidad.
Porque el otro 60, de inicio de administración, no tenía esas condiciones y no son sujetos de ninguna de las obligaciones o de los beneficios que pudieran llevar esa reforma.
Por lo tanto, el tamaño del país no refleja su verdadera dimensión en cuanto a los sistemas de tributación, de crecimiento del empleo, de capacitación y de crecimiento de nuestro PIB, en términos reales.
Y ahí está un resultado concreto de reformas estructurales que se hicieron entre todos los partidos políticos y que han dado resultados para bien de la población mexicana.
En consecuencia, revertir la tendencia a la informalidad y elevar la proporción de trabajadores formales es el mejor camino para fortalecer en el largo plazo los sistemas de pensiones.
Significa ampliar el número de cotizantes, mejorar la capitalización del sistema y que más trabajadores tengan acceso al ahorro para el retiro. Si otra política pública revierte una tendencia, la frena y la cambia de años, también fue una política pública exitosa.
El que esté sucediendo en el país ha permitido que la competitividad del país, que la mide, entre otros el Foro Económico Mundial, y que daba como resultado que México perdía un punto en competitividad cada año, cada año veíamos que caía un punto más, un punto más, por muchos factores, entre otros, desde la entrada de China al comercio internacional y otros más que se sumaron, pero el hecho concreto es que México perdió un punto en competitividad cada año durante los últimos 20.
De los 12 pilares que mide el Foro Económico Mundial, de los factores totales de la productividad de un país, que lo hace ser competitivo, el más débil todos los años resultó siempre el pilar laboral todos los años.
¿Por qué?
La explicación la tenemos en la estadística: 60 por ciento de tasa de informalidad te da claramente nuestra debilidad del sistema.
Si por primera vez el año pasado el INEGI señala que en productividad laboral México no sólo no cayó ese punto, sino que elevó su productividad laboral en un 1.4 por ciento, significa que detuvo la tendencia de 20 años y que al revirtió y que están funcionando reformas, que algo cambio que está empezando a mejorar el sistema en su conjunto.
Sin duda los desafíos que tiene el país y solamente señalé dos ejemplos y que se van a discutir aquí, por eso son de la mayor importancia, de todo lo que son los sistemas de previsión social, la experiencia chilena, la experiencia argentina, la experiencia uruguaya y la experiencia colombiana seguramente nos permitirán conocer buenas prácticas, sanas prácticas y quizá también nuestra aportación a lo que estamos haciendo en el Hemisferio, en el Continente más desigual en materia de distribución del ingreso.
Yo les podría decir, para cerrar, que agradezco mucho que me permitan haber estado en este pequeño rincón cerca del cielo, pero sobre todo decirles que nos faltan muchos problemas por resolver; muchos problemas por resolver pero sin duda estamos mejor que como empezamos.
Muchas gracias.
PRESENTADOR: Damas y caballeros:
Para dar por inaugurada la Semana de la Seguridad Social, tiene la palabra el senador Miguel Barbosa Huerta, Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República
SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Muy buenos días a todas, a todos quienes hoy nos reunimos para arrancar los trabajos de este exitoso evento, que por 3 años organiza la Comisión de Seguridad Social del Senado de la República.
Agradezco la presencia de ustedes, los interesados en este tema, las y los interesados.
Este es el Senado de la República, esta es su casa.
Aquí no es un rincón ceca del cielo; no. Es un cuarto de azotea que está más cerca de lo alto. Y no somos una élite, ni tenemos esos privilegios.
Puede ser que antes de la Ley de Transparencia, sí; ahora ya no. No, gracias a ustedes.
Y de verdad agradezco la presencia de distinguidos servidores públicos, porque eso es lo que somos, servidores públicos, funcionarios muy importantes encargados de instituciones, que encabezan instituciones de seguridad social acá en el país.
A todos ustedes: ISSSTE, IMSS, Secretario del Trabajo, todos ustedes, Subsecretaría de Hacienda, nuestros visitantes distinguidos de países hermanos como Chile, Argentina. Todos ustedes, bienvenidos.
Yo quiero hacer alguna reflexión general sobre el tema de seguridad social.
Y comencé a escuchar las participaciones de expertos conocedores en el tema, quienes manejan instituciones importantísimas en lo que es el Estado Mexicano.
Y me preguntaba yo cuál otro fin tiene el Estado, el Estado como un ente sociológico, cultural, que gobierna una ciudad, que no es proporcionar seguridad social a su pueblo.
Porque la seguridad social es un derecho humano inalienable.
La seguridad social son las garantías, la protección que la sociedad le otorga a sus integrantes; que la sociedad le otorga a sus integrantes.
Qué fue primero: ¿Estado o sociedad? Fue sociedad. La sociedad decide agrupar, constituir un estado, cede parte de su libertad, de sus libertades naturales, el contrato social de Rousseau, y conforma un ente sociológico de poder público que se llama Estado.
Y el Estado tiene el propósito de proteger a la sociedad. Ese es el propósito.
Y por eso el ejercicio del poder público, la esencia del ejercicio del poder público está ahí destinada: a la protección de los integrantes de la sociedad y como consecuencia, a dotar de seguridad social. Ese es como debe de comprenderse, desde mi opinión, el asunto de la seguridad social.
Es un reto para los Estados del mundo, no sólo para los países en el Continente más desigual, porque yo pensaba que era Asia; pero me encuentro que es América, más desigual. Es un reto, porque recuerden a la Europa quebrada y una de las razones de su quiebra es no haber podido seguir fondeando los temas de seguridad social de su sociedad. Recuerden eso; recuerden.
La seguridad social no debe de entenderse solamente la protección, las prestaciones, los servicios que el Estado dé a sus trabajadores o que los trabajadores de la formalidad registrados en el IMSS den a quienes forman parte de quienes tienen un trabajo que está registrado en una institución del Estado Mexicano.
La seguridad social es la obligación del Estado de dotar de seguridad a sus integrantes y ahí están los trabajadores del Estado, los que no son del Estado y los que no son trabajadores.
Ese drama que estamos presenciando en San Quintín, no solamente es de ingreso: reclaman 200 pesos diarios, parece que ya reiniciaron labores; hoy iban a reiniciar labores desde el día sábado; ¿y cuáles son los temas de seguridad social para ellos? ¿Cómo se atienden?
Los temas que tienen que ver con vivienda es el INFONAVIT, para los trabajadores, es el ISSSTE, que atiende de manera muy correcta los requerimientos de vivienda; ¿y los que no tienen ni ISSSTE ni IMSS, SEDATU?
La salud, ¿quién, Secretaría de Salud? ¿El Seguro Popular?
Le he preguntado a José Antonio González cómo funciona el Seguro Popular y es a través de los estados de la República; y luego hay administraciones estatales que los envíos dinero del Seguro Popular los destinan a otras cosas, hasta para pago de nómina.
Entonces yo no hago una crítica al Poder Ejecutivo, hago un compromiso de que los poderes del Estado, el Ejecutivo, el Legislativo, podamos construir el mejor andamiaje que atienda los asuntos de seguridad social. Claro que sí.
Sin recaudación no hay posibilidades de atender esos requerimientos. Sin una política recaudatoria eficaz, no podemos atender esos requerimientos; ¿de dónde van a salir los recursos?
¿O qué, hay la idea de que hay un cuarto lleno de dinero que no se ha abierto solamente por falta de voluntad, para atender los requerimientos de seguridad social?
No, no es así. Y hoy, que estos trabajos de esta gran Semana de la Seguridad Social lleve el tema de la pensión de retiro, es muy importante. Se ha dicho y es lo que se mantiene como un asunto de quiebra de las finanzas públicas nacionales en caso de que se revisara ¿a dónde está el dinero que ha sido guardado de los trabajadores? ¿Cómo se ha utilizado? Y si hoy mismo se pudiera exigir el cumplimiento de esos retiros, de quienes han abonado a través de los descuentos que se les hacen.
Es un gran tema.
Señores servidores públicos, funcionarios del ISSSTE, del IMSS, Secretario del Trabajo, de Hacienda; el Senado está dispuesto a colaborar para analizar las mejores políticas públicas para crear el mejor andamiaje de estos grandes problemas.
No se trata de un asunto de falta de voluntad, se trata de un asunto estructural que hay que atender, hay que atender de manera completa; no con populismos, no con palabras de simulación, no con expresiones que no llevan a nada más que a generar condiciones de atracción de quien las dice.
No somos una élite; somos 128 servidores públicos, mujeres y hombres. Nos sentimos muy honrados por desempeñar esta función.
Repito, no es el “rincón cerca del cielo”, es un “cuarto de azotea” muy sencillo donde se desempeñan funciones constitucionales.
Y respecto del estado de bienestar de los senadores, somos simple y llanamente hombres y mujeres que cumplen con su deber como servidores públicos.
Con esa razón, yo les pediría nos pusiéramos de pie para dar por inaugurada esta semana.
Siendo las 11 horas 8 minutos de este día lunes 27 de abril del presente año 2015, como Presidente del Senado de la República, agradeciendo su presencia de todas y todos ustedes, de quienes están en el presídium, senadoras, senadores, servidores públicos, declaro formalmente inaugurados los trabajos de esta Semana Nacional en el Senado de la República, estando seguro que los productos servirán de insumos para poder generar las mejores propuestas legislativas.
Muchas gracias. Bienvenidos a todas y a todos ustedes.

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